miércoles, diciembre 30, 2015

¿Hay que inquietarse por el futuro? Para nada...




Cada vez se evidencia más el choque entre lo establecido frente al de no aceptarlo. Pasa a nivel político, social, familiar... Es una constante histórica y, sin embargo, seguimos sorprendiéndonos... Tenemos que agradecer a este enfrentamiento   ese fenómeno conocido como "evolución". Gracias al mismo hemos pasado de vivir en las cavernas a hacerlo en viviendas más confortables.  Ese proceso ha costado sangre, sudor, lágrimas y cientos de miles de años, pero la susodicha "evolución" ha sido imparable y a partir de finales del siglo XIX adquiere más y más velocidad.  Ahora casi da vértigo...

Cuando explico a mis alumnos que en la escuela de mi infancia había un alumno encargado de reponer la tinta de los tinteros, que escribíamos con plumillas y que pasábamos papel secante sobre  lo escrito, se asombran. Hoy nadie se sorprende si se le anuncia que los bolígrafos, rotuladores, etc. pueden tener los días contados. La tiza de yeso de los encerados es meramente testimonial...Todo cambia. Generalmente, para mejor.

La ciencia y la tecnología van a transformar nuestro futuro hasta límites insospechados. Algunos mayores observan este panorama venidero con recelo, pero los jóvenes están infinitamente más preparados que los mayores para asumir la evolución tecnológica como una forma natural de vida. Es previsible, pues, que tanto las ideas como los valores también experimenten una notable metamorfosis.

¿Hay que inquietarse por ese incierto futuro? Para nada...Si echamos la vista hacia atrás, observaremos que la Humanidad siempre se ha orientado hacia mañanas mejores. Como mucho puede haber algún que otro  paréntesis coyuntural...

El que piense lo contrario se ha quedado anclado. Tendrá que hacérselo mirar y no dar mucho crédito a los agoreros de turno que se hacen especialmente visibles en los umbrales de los Años Nuevos...

sábado, diciembre 12, 2015

¿El conocimiento del autor nos hace interpretar sus ideas de forma sesgada?


Creo que así es y se palpa de manera ostensible cuando estamos inmersos en plena campaña electoral. Nos falta objetividad a la hora de interpretar lo que manifiestan unos y otros candidatos.  No acostumbramos a despojar al mensaje de la "vestimenta" y contexto de su autoría. Trataré de ejemplificarlo...

En cierta ocasión, el profesor de literatura de 4º de Bachiller nos entregó un poema de Don Luis de Góngora para comentar en clase. Comenzaba así:

En los pinares del Júcar
vi bailar unas serranas
al son del agua en las  piedras
y al son del viento en las ramas;

Se trata, como puedes ver,  de un romance popular muy sencillo, pero la idea que teníamos del autor como escritor culterano y barroco nos condicionó en demasía. La mayoría de los alumnos, pecando de ingenuidad e inexperiencia, adjudicamos al poema, sin fundamento ni prueba alguna,  el conocimiento teórico que sabíamos del llamado estilo gongorino cuyas características son harto conocidas: abundancia de metáforas, cultismos, uso del hipérbaton, hipérboles, estructuras sintácticas complejas, alusiones mitológicas, empleo de neologismos... Como no podían ser de otra manera, las calificaciones fueron muy bajas. 
   
Hoy, miro en derredor y observo que esta interpretación sesgada que hacemos de lo que transmite un emisor determinado sigue en plena vigencia. Y no es específica de adolescentes, ¿eh? Es inevitable, parece ser, interpretar las ideas en función de la imagen o del estereotipo preconcebidos que tenemos del autor de un texto o un discurso. Si uno siente admiración, simpatía, comunión ideológica o complicidad con una persona, acostumbra a evaluar positivamente lo que manifiesta. Ocurre todo lo contrario si la idea que se tiene del autor es globalmente negativa. No hay medias tintas.  Sin embargo, cuando ignoramos la autoría de una idea determinada, prestamos más atención a la misma y tenemos más libertad y menos condicionantes para expresar lo que pensamos. De vez en cuando he propuesto a mis alumnos textos anónimos para comentar. El resultado es edificante: prestan más atención al texto y hasta aventuran posibles autorías... Hoy te lo propongo a ti: ¿Qué piensas del contenido de este texto al margen de que el autor pueda ser uno u otro? (1)

"…Yo prefiero ser ciudadano de un país democrático, con leyes discutidas y popularmente aceptadas, con garantías jurídicas, igualitario de principio y tendiente dentro de lo posible a la efectiva igualación social, económicamente justo o con posibilidades institucionales de luchar porque llegue a serlo, culturalmente abierto, liberal en las costumbres, con autoridades más aficionadas a la persuasión que a la percusión, etcétera, que afiliarme a cualquier patria, a cualquier bandera, a cualquier himno, a cualquier lengua, a cualquier venerable tradición, a cualquier suma de ancestros, a cualquier independencia que me someta a la dictadura de los más cercanos a la prehistoria de mis conciudadanos, etcétera…"



(1).- Si conoces al autor del mismo, te ruego que no lo expongas para no condicionar a los que dudan o ignoran. Ya lo identificaremos en su momento. Muchas gracias.

jueves, diciembre 03, 2015

La curiosidad engendra el amor


Eduard Márquez, amigo, profesor y escritor prestigioso, recomendará  mañana viernes en su programa de Catalunya Radio - Llibres per ser feliços: escriure per ser llegit -  la lectura de "El país del agua" de Graham Swift. Las dotes pedagógicas y orales de Eduard, el criterio de que hace gala,  además del entusiasmo que pone en su programa alimentan la curiosidad y el deseo por acceder a los libros recomendados. 

Tengo tanta confianza en su punto de vista que sin demora alguna he buscado información sobre dicho autor y su obra. Rindo culto a las nuevas tecnologías. En un momento he hallado datos sobre dicho Graham Swift y hasta he podido descargarme la novela en mi iPad y echarle un vistazo "aéreo" un tanto acrobático.

Graham Swirt es un escritor británico nacido en Londres. Hijo de un funcionario que sirvió como piloto naval durante la II Guerra Mundial. Cursó estudios en Cambridge, obtuvo una maestría en Bellas Artes y pasó un año enseñando inglés en Grecia. Recibió las bendiciones de la crítica por El dueño de la dulcería y El volante, sus dos primeras novelas, aunque fue gracias a la repercusión que tuvo El país del agua, una evocación de la llanura pantanosa -los Fens- en la provincia de Cambridge, que pudo empezar a mantenerse económicamente como escritor desde mediados de los ochenta.

"El país del agua" ha sido unánimemente reconocida como una de las mejores novelas de la literatura británica de las últimas décadas. Las clases del profesor de historia Tom Crick son muy particulares: nada de fechas, batallas o héroes, apenas el pasado del maestro y la vieja lucha de su familia contra los pantanosos "Fens" ingleses. Con fascinación, profesor y alumnos se adentran en esa historia cercana repleta de recuerdos, anécdotas, un primer amor en plena Segunda Guerra Mundial, un asesinato... A pesar de las directrices de la escuela, Crick elige contar su vida antes que dictar el tradicionalmente amable programa de la materia. Este profesor de historia que cuestiona el sentido real de esa disciplina y del conocimiento humano en general acabará siendo castigado -mejor dicho, invitado a prejubilarse-  por un director escolar conservador y mecanicista. Dentro de las numerosas virtudes de esta novela está el hecho de que varios capítulos se pueden leer separadamente como cuentos, sin que esto signifique, en modo alguno que la novela carezca de unidad.


De ese precipitado vuelo por encima de sus páginas he seleccionado varios fragmentos. Tras una criba de los mismos me he decidido por seleccionar el siguiente con el que estoy incondicionalmente de acuerdo:

"Sed curiosos, niños. No hay nada peor que el día en que cesa la curiosidad. No hay nada más represivo que la represión de la curiosidad. La curiosidad engendra el amor. Nos ata al mundo. Forma parte de nuestro perverso y atolondrado amor por este planeta imposible en el que habitamos. Cuando se acaba la curiosidad, la gente se muere. Las personas tenemos que averiguar, tenemos que saber. ¿Cómo puede haber una revolución verdadera si no sabemos todavía de qué estamos hechos?"

En muchas ocasiones he manifestado que los alumnos son los auténticos protagonistas y artífices del aprendizaje. Cuando tienes la fortuna de "lidiar" con una clase en la que predominan alumnos con curiosidad por saber y ganas de aprender, el nivel de la misma sube en todos los sentidos. Pocas actividades son tan gratificantes como la de impartir clases a un grupo que tiene mayoritariamente tales cualidades...

P.D.: Aquí la grabación del programa de radio. A partir del minuto 12,54 (presentación en catalán, textos en castellano)

http://www.ccma.cat/catradio/alacarta/la-vida/llibres-per-ser-felicos-les-nissagues-familiars/audio/903155/



FOBIAS: TEMORES IRRACIONALES HACIA...(1)

Las fobias son temores extremos e irracionales hacia objetos, situaciones o actividades específicas. A  menudo, estos miedos generan una res...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

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LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".