sábado, diciembre 31, 2011

BRINDIS POR LOS AUSENTES: UNA JOYA DEL HUMOR INGLÉS


  

Dedico esta entrada a los autores de estas bitácoras y espero que, tras merecidas vacaciones, recobren el ánimo para gratificarnos con su presencia por estos espacios. Se les extraña mucho...

Menta & Chocolate
Dr. Vitamorte
Libertad Condicional (Cristal)
Marga Fuentes
Mamentxu
La mano en el papel
Capítulos (Maracuyá)

Y también quiero expresar que en mi memoria y en mis afectos permanecerán siempre:

Tumulario
Espacios del Maestrazgo

Que ya duermen el sueño de los justos

Y al conjunto de blogueros amigos que siguen afortunadamente en activo. Faltaría más...


Ni lamentos, ni balances, ni proyectos para el Año 2012. Quiero romper moldes ofreciéndoos un corto clásico de la nochevieja, joya del humor inglés, que se viene ofreciendo por TV desde el año 1963 en diferentes países, tales como Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Austria... En Noruega forma parte de la tradición navideña y se emite por la noche del día 23 de diciembre. Para no pocos se ha convertido en una película de culto. Seguro que algunos ya lo conocéis... 

¿Dinner for one? (Cena para uno. También titulado, “The 90th Birthday" en inglés o "Der 90. Geburststag" en alemán) es una producción de televisión de la cadena NDR del año 1963, escrita por el autor inglés Lauri Wylie inicialmente para el teatro en los años 1920. Se trata de un “sketch” que dura 11 minutos en el que dos cómicos ingleses, Freddie Frinton (interpretación genial del mayordomo que va a más.) con su compañera May Warden (Miss Sophie) ponen en escena un servicio de cena con motivo de la celebración del 90 cumpleaños de la señora.

No hace falta saber inglés, como es mi caso, para partirse de risa con este corto. Recomiendo tener “pañalitos muy absorbentes de última generación” al alcance de la mano...



martes, diciembre 27, 2011



A lo largo de la historia han ido apareciendo imágenes  de besos para todos los gustos. Hay besos legendarios que matan como el que deposita Isabel en los labios de Diego; besos míticos como el de Trafalgar Square; besos de carácter comercial como los de la entrada anterior; besos lésbicos como el que muestra la fotografía... Infinidad de besos.

La semana pasada la prensa internacional recogía la noticia del primer beso lésbico de bienvenida protagonizado por las dos oficiales de la U.S. Navy, Marissa Gaeta y Citlalic Snell. Según la tradición de la Marina de EEUU, cuando un barco de la Marina está a punto de regresar a tierra tras una misión se organiza una rifa para elegir al militar que recibirá el tradicional primer beso de bienvenida. En este caso la afortunada fue Marissa Gaeta.

El pasado septiembre Obama y el Congreso pusieron oficialmente fin a la política de 1993 “Don´t ask, don´t tell” (No preguntes, no digas) que prohibía a los militares manifestar y exteriorizar su homosexualidad. En este período de tiempo, según algunas fuentes, se ha producido el despido de unos 14.000 miembros de las Fuerzas Armadas.

Tengo que manifestar una contradicción personal: mientras la imagen del beso lésbico que origina esta entrada me resulta estética y aceptable desde todos los puntos de vista... no siento lo mismo cuando se trata de dos homosexuales besándose. Supongo que todavía arrastro prejuicios del pasado... Espero superarlo pronto.

Y, por si hubiera alguna duda, quiero manifestar que estoy incondicionalmente de acuerdo con las leyes de algunos países – entre ellos, el nuestro - que ya han otorgado a los homosexuales los mismos derechos que tenían los heterosexuales. Ya tocaba...


P.D.: Curiosamente hoy, 29/XII, dos días después de esta entrada, Quim Monzó, en su columna habitual de "La Vanguardia" en la página de Opinión, hace una reflexión muy parecida a la mía. La titula:  Besos, príncipes, princesas y otros saposY yo que pensaba que era una frivolidad ... La reproduzco en el apartado de comentarios.

domingo, diciembre 18, 2011

“Ándele, no se me achicopale”


Ante un presente tan ingrato y un futuro  preñado de malos presagios e  incertidumbres   hay que velar las armas y acorazarse para no fenecer ante tanto augurio de despropósitos poco edificantes y nada motivadores. 

En todos los países, comunidades y regiones de habla hispana hay una serie de coloquialismos o modismos que, además de aportar identidad, enriquecen al conjunto de la lengua. La última edición del  Diccionario de la Asociación de las Academias de la Lengua Española ya incorpora muchas de estas expresiones. De mi reciente estancia en México he traído afectos y aromas en el corazón; cientos de fotografías - sobre todo de basamentos piramidales, huellas coloniales y paisajes naturales - en la mochila; algún resquemor estomacal provocado por el chile y una buena colección de palabras y frases peculiarmente expresivas en la memoria... Quiero compartir una de estas frases porque, además de la gracia rítimica que la caracteriza, está cargada de buenas intenciones. Me refiero a la que da título a esta entrada: 

"Ándele, no se me achicopale"

“Achicopalar-se”  es un verbo transitivo/pronominal  que en países como México, El Salvador, Honduras, Colombia y Guatemala significa deprimir-se, entristecer-se, humillar-se, intimidar-se, achicar-se, acobardar-se,  desganar-se, desmotivar-se, etc.  Como en los avatares cotidianos no faltan agentes provocadores de toda esta suerte de sinsabores psicológicos... es harto frecuente escuchar la bienintencionada frase.

Del verbo se deriva el adjetivo “achicopalao”, apócope de achicopalado”que suele aplicarse a aquellas personas que muestran todos esos estados de ánimo caracterizados por el desinterés, el desaliento, el sentimiento de culpa, el temor, el fatalismo...

Al Año 2012 le pido que ninguna de las personas que conozco y estimo se la tenga que escuchar nunca. Ni la susodicha frase ni cualquier otra equivalente...


lunes, diciembre 12, 2011

Diálogos de café


-         No me gustan las personas que no te miran a los ojos cuando te hablan.
-         Pues a mí me molestan más las que, estando calladas,  te miran minuciosamente como si te estuvieran examinando.
-         ¿Por qué no mirarán normal?
-         ¿Normal? No existe una palabra más estúpida que esta. Siempre la estamos empleando y no sabemos a ciencia cierta qué significa.
-         Pues estamos “apañás”...
-    Es lo que yo digo...
     

lunes, diciembre 05, 2011

El Árbol de Santa María de Tule, Rosarito y el trabajo infantil en México







Siempre he tenido pasión por los árboles. Hasta presumo de ser de los pocos que han escrito una larga carta a uno, conocido por el nombre de Pino de Cobatillas. Por eso, camino de Monte Albán, una de las primeras ciudades de Mesoamérica, es obligado detenerse en el pueblo zapoteca de Santa María de Tule, a pocos kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Hay razones muy poderosas para recalar en este pequeño pueblo...

Al lado del moderno Palacio Municipal se halla el recinto de la Iglesia y del Árbol de Santa María de Tule, objeto de nuestra visita. Una niña nos está esperando para ejercer de guía del famoso sabino, el árbol más grueso del planeta y uno de los más longevos. Su perímetro alcanza los 58 metros y serían necesarias más de 30 personas con las manos entrelazadas para poder abarcar su tronco. Bajo su sombra caben aproximadamente 500 personas...La iglesia de la Misión, en cuyo recinto cerrado se halla el árbol, parece minúscula a su lado. La impresión de gigantismo no se debe tanto a la altura como a la circunferencia de su ramaje en forma de hongo que corona el desmesurado tronco. Un visitante, con caídos espejuelos quevedescos y  que consulta  un libro con avidez, nos dice que Humboldt viajó especialmente a este lugar para visitar este prodigio de la naturaleza hace casi doscientos años...

Llamaré Rosarito a la niña-guía y ocultaré sus ojos con una breve pincelada porque no me gusta mostrar su identidad en estos medios. Hubiera querido cubrir su mirada con un bonito antifaz o con una máscara veneciana, pero mis conocimientos del Photoshop son muy limitados... Rosarito, con su uniforme oficial de guía, lleva un espejo para proyectar la luz solar sobre toda esa suerte de figuras que se forman en la rugosa corteza de este portento de la naturaleza que de ninguna manera puede ser abarcado en su totalidad de una simple ojeada. Rosarito enfoca su espejo con gran precisión y una variada gama de figuras caprichosas y mágicas, que pasarían desapercibidas sin sus indicaciones y relatos, - el elefante, el cocodrilo, el pez, la melena del león, la casa de los duendes... – se vislumbran con más o menos clarividencia sobre esa dura y arrugada corteza del añoso y desmesurado tronco... Rosarito, un tanto intimidada por las cámaras de vídeo y digitales, recita de memoria unas frases alusivas a tales figuras que siempre acaban con el mismo estribillo: ¿Ya lo vieron? ¡Síganme! Como Rosarito hay varios niños más de esta localidad que desempeñan esta función de guías y que repiten las mismas frases como si estuviese calcadas.

Al terminar el recorrido circular, Rosarito nos muestra un bolsito que lleva en la cintura bajo la chaqueta del chándal y todos, sin excepción, depositamos unos pesos. Rosarito, me dicen, tan solo tiene 7 añitos. Y ya maneja dinero...

Es inevitable la reflexión sobre el trabajo infantil. Según me dicen, la labor de estos niños de Santa María de Tule es privilegiada y además es compatible con la asistencia a la escuela en el turno de la mañana o en el de la tarde. En los lugares turísticos los niños que ofrecen objetos artesanales son multitud y me temo que pocos asisten a las clases. En México se calcula que más de tres millones de niños en edad escolar trabajan, sobre todo en el sector agropecuario. Es conocida la falta de voluntad del Estado Federal para abolir el trabajo infantil ya que es el único país de América Latina que no ha ratificado el Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo. También incumple con el Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que busca “prohibir las peores formas de trabajo infantil y emprender una acción inmediata para su eliminación”

Una persona se une a esta tertulia improvisada, ya fuera de la Misión de Santa María de Tule, y dice que estas costumbres vinieron de Europa. Durante la época de la colonización española los niños indígenas eran explotados para extraer la plata y el oro de las minas tanto en México como en Perú. Estos niños, añade, una vez lograda la independencia, llevarán a cabo las tareas más ingratas en el medio rural, en el minero y en la incipiente industrialización del país, así como en los vertidos de basura. Cuando le digo que ese capítulo pertenece a la historia pasada donde la explotación de los niños estaba generalizada en todos los ámbitos – le pongo el ejemplo del Lazarillo de Tormes -  y que ahora nos hallamos en el siglo XXI, el mencionado contertulio, que viene monopolizando el uso de la palabra, manifiesta que mientras la economía no mejore y la pobreza siga reinando en los campos y en los barrios marginales de las ciudades la explotación infantil está muy lejos de desaparecer... Uno que tercia en la conversación añade que tampoco hay que dramatizar, “Está demostrado que los niños que trabajan desde la  infancia se espabilan y maduran más”. Y otro añade: "Lo ideal es que vayan a la escuela y trabajen también". Pero nadie concreta a partir de qué edad... 

(TV Mexicana)

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Las fobias son temores extremos e irracionales hacia objetos, situaciones o actividades específicas. A  menudo, estos miedos generan una res...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

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LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".