Rumores. Hoy. Algo se mueve en Cuba, aunque los carteles propagandísticos del Régimen, iconos de la Revolución, resisten incluso a los huracanes. La eterna falta de información siempre ha alimentado los rumores. Hasta escasea el periódico oficial Gramma, que ya es decir... Pero en estos últimos tiempos coincidentes con la enfermedad del dictador Castro, para otros el Comandante Fidel, se han agudizado. Los rumores. Quizás sin fundamento alguno, pero se habla de un retiro honorífico para Fidel y que su hermano Raúl va a facilitar la transición pactándola a cambio, eso sí, de condiciones. Los corrillos y los cuchicheos. Unos escuchan esperanzados. Otros sonríen irónicos. Algunos miran hacia uno y otro lado porque temen asechanzas... Ahora me viene a la memoria la oferta de un retiro dorado que Fraga Iribarne, entonces Presidente de la Xunta de Galicia, le hizo a Fidel Castro...
Mientras tanto:
En la isla, como viene caracterizándola, se respira alegría, hastío, miseria, ilusión, resignación y orgullo a partes iguales. Algunos viejos adictos depositan su confianza, ingenuos, en Hugo Chávez. Vaya joya. Otros esperan cambios, paulatinos, pero cambios que se dejen ver y palpar. Algo más que maquillaje y palabrería.
Mientras tanto:
En la isla, como viene caracterizándola, se respira alegría, hastío, miseria, ilusión, resignación y orgullo a partes iguales. Algunos viejos adictos depositan su confianza, ingenuos, en Hugo Chávez. Vaya joya. Otros esperan cambios, paulatinos, pero cambios que se dejen ver y palpar. Algo más que maquillaje y palabrería.
Pero la vida sigue igual:
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Incluso en la enseñanza -nos cuenta Yoani- que tanta publicidad ha dado al Régimen, y para aquellos que no están muy familiarizados con los “nuevos métodos educativos” de la enseñanza media cubana, hay que decirles que un televisor -en muchas aulas- hace las veces de profesor alrededor del 60 % del horario docente. La interacción profesor- alumno apenas existe. Los jóvenes se aburren, no pueden decir “Profe, ¿podría repetirlo, por favor? y copian sin parar lo que les dictan desde la pantalla. Con la aplicación de las nuevas tecnologías educativas se intenta paliar la crisis de maestros, motivada por los bajos salarios y el poco reconocimiento social e institucional.
Se puede cambiar un poco de amor por un par de medias, un perfume o hacer una amistad para toda la vida a cambio de una caja de analgésicos o de una bolsa de leche en polvo.
Los médicos que ganan unos pocos pesos más que un barrendero, hacen de taxistas en sus desplazamientos profesionales. O se van a Venezuela a cambio de unos dólares para que el Régimen puedan presumir de solidaridad y de cultura sanitaria. Y para pagar la deuda del petróleo.
El emprendedor monta un cuchitril penoso –mesa y silla desvencijada- con una bombona de gas para llenar mecheros exhaustos de los posibles turistas que compran insultantes vegueros-habanos de tabaco natural. Es una manera de pluriemplearse como otra cualquiera y se cobra en centavos de dólar. Ahí es nada.
En esta isla, me contaba el guía turístico biznieto de españoles, matar una vaca para comerla en compañía se castiga con la misma pena que matar a tu vecino. Puestas así de drásticas las cosas y como era de esperar es en esta isla, y no en otra, donde se producen casualmente más “accidentes” mortales de vacas que en cualquier otro país del mundo. No queda otra alternativa.
En esta isla los turistas y altos cargos del partido –me cuenta el jardinero del Hotel mientras me regala un coco al tiempo que extiende la mano- pagan los daiquiris a cinco dólares en el Floridita -donde Ernest Hemingway pasaba muchas horas sentado en la barra-, mientras el ron destilado de forma furtiva y clandestina en casa mina la salud de los bebedores que carecen de posibles.
Como en la España de hace 40 años, en la mayor parte de los hogares las linternas y las velas están siempre muy a mano. El apagón acecha siempre. Hay que ahorrar energía. Los apagones van por barrios. Por unos más que por otros....
En esta isla donde las viviendas se descascarillan y transmiten una imagen de decadencia y desolación fruto del abandono y la imposibilidad material de restaurarlas, sus gentes, sin embargo, se asoman por las puertas y ventanas con una sonrisa en los labios.
Fuera de algunos barrios como el Vedado, el barrio viejo de La Habana y de las exclusivas playas de Varadero y los Cayos, once millones de almas se levantan cada día a verlas caer, con ansias de sobrevivir un día más. Muchos de ellos, especialmente los más jóvenes, sueñan con otros mares, con Miami, con España y, lejos de la resignación de los mayores, están decididos a todo por alcanzar esos dólares y euros para no depender de esas remesas que llegan solidarias para ir tirando...
De momento, el viejo Comandante Fidel para unos, y dictador Castro para la mayoría, resiste desde su retiro hospitalario y tiene la barra de decir, (“genio y figura hasta la sepultura”), que aún puede colaborar en el gobierno de la isla con la enorme experiencia que ha venido acumulando durante tantas décadas.
Se puede cambiar un poco de amor por un par de medias, un perfume o hacer una amistad para toda la vida a cambio de una caja de analgésicos o de una bolsa de leche en polvo.
Los médicos que ganan unos pocos pesos más que un barrendero, hacen de taxistas en sus desplazamientos profesionales. O se van a Venezuela a cambio de unos dólares para que el Régimen puedan presumir de solidaridad y de cultura sanitaria. Y para pagar la deuda del petróleo.
El emprendedor monta un cuchitril penoso –mesa y silla desvencijada- con una bombona de gas para llenar mecheros exhaustos de los posibles turistas que compran insultantes vegueros-habanos de tabaco natural. Es una manera de pluriemplearse como otra cualquiera y se cobra en centavos de dólar. Ahí es nada.
En esta isla, me contaba el guía turístico biznieto de españoles, matar una vaca para comerla en compañía se castiga con la misma pena que matar a tu vecino. Puestas así de drásticas las cosas y como era de esperar es en esta isla, y no en otra, donde se producen casualmente más “accidentes” mortales de vacas que en cualquier otro país del mundo. No queda otra alternativa.
En esta isla los turistas y altos cargos del partido –me cuenta el jardinero del Hotel mientras me regala un coco al tiempo que extiende la mano- pagan los daiquiris a cinco dólares en el Floridita -donde Ernest Hemingway pasaba muchas horas sentado en la barra-, mientras el ron destilado de forma furtiva y clandestina en casa mina la salud de los bebedores que carecen de posibles.
Como en la España de hace 40 años, en la mayor parte de los hogares las linternas y las velas están siempre muy a mano. El apagón acecha siempre. Hay que ahorrar energía. Los apagones van por barrios. Por unos más que por otros....
En esta isla donde las viviendas se descascarillan y transmiten una imagen de decadencia y desolación fruto del abandono y la imposibilidad material de restaurarlas, sus gentes, sin embargo, se asoman por las puertas y ventanas con una sonrisa en los labios.
Fuera de algunos barrios como el Vedado, el barrio viejo de La Habana y de las exclusivas playas de Varadero y los Cayos, once millones de almas se levantan cada día a verlas caer, con ansias de sobrevivir un día más. Muchos de ellos, especialmente los más jóvenes, sueñan con otros mares, con Miami, con España y, lejos de la resignación de los mayores, están decididos a todo por alcanzar esos dólares y euros para no depender de esas remesas que llegan solidarias para ir tirando...
De momento, el viejo Comandante Fidel para unos, y dictador Castro para la mayoría, resiste desde su retiro hospitalario y tiene la barra de decir, (“genio y figura hasta la sepultura”), que aún puede colaborar en el gobierno de la isla con la enorme experiencia que ha venido acumulando durante tantas décadas.
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(Continuará...)
Veo que está bien informado sobre la vida cotidiana en mi país y que lo transmite con una pizca de humor irónico. Espero que la promesa de continuar so se haga esperar mucho. Saluditos
ResponderEliminarDe Cienfuegos, pero en el exilio.
Hay fotos muy lindas de Cuba. No muestres sólo lo más sórdido, aunque sea real. Seguiré leyendo tus comentarios con el deseo de que las cosas, como tu esperas, cambien de una vez. Saluditos
ResponderEliminarMe alegra que alguien como tu se encargue de mostrar el rostro de lo que significa la Cuba de hoy, para avisorar que le espera en el manana si este pueblo sigue en ese modelo que se presume es para eliminar las injusticias y desigualdades abismales de los modelos liberales que hoy tienen la generalidad de los paises del mundo.
ResponderEliminarPero realmente ese es el modelo o forma de vida que quieren hoy los cubanos? si pudieramos saber a través de una muestra mínima de 100 ciudadanos cubanos de toda especialidad o labor, podríamos estar de acuerdo o en desacuderdo con ese régimen.de lo contrario todo es oscurantismo, cada quien especula a su modo e interés, para la ciencia social solo es válido aquello que tendencialmente constituye una respuesta conciente y espontanea, para a partir de ello inferir conclusiones, y hacer planteamientos que sirvan para ratificar el esquema o estatus o para plantear cambios radicales que expresen la voluntad popular.
Entonces diremos nuevamente viva el pueblo cubano,y abajo los bribones que engañan a su pueblo, entonces los cubanos empuñaran las armas del cambio compulsivo para dar paso a un mañana mejor, con menos miseria en el que se encuentran atrapados hoy sin aparente mañana, y se beneficien de la ciencia y tecnlogía que el mundo a construido hasta hoy.