XVII CUMBRE IBEROAMERICANA
Me cuesta abordar temas de actualidad que han tenido tanto impacto en los medios. ¿Qué aportaciones novedosas se pueden hacer tras leer lo que se ha publicado a uno y otro lado del Atlántico? Tampoco se trata de repetir, una vez más, lo ya dicho. Lo único que se puede hacer es distanciarse del asunto, templar cuerdas, opinar, subrayar y disentir, pero desde una perspectiva más sosegada. Sin acaloramientos ni patrioterismos emocionales de uno u otro signo. Al hilo de estas premisas, se me ocurren las siguientes consideraciones:
1.- La presidenta chilena Michelle Bachelet, en su papel de anfitriona y moderadora, no supo o no pudo controlar el debate. Esta falta de rigor y autoridad contribuyó a que los ánimos se exaltasen. Es cierto que existen personajes, Hugo Chávez es un ejemplo, con tal intemperancia verbal y mala educación que ejercer de moderador con ellos de por medio es una tarea harto difícil.
2.- Al rey Juan Carlos sólo le faltó acabar la frase imprecatoria -¿Por qué no te callas?- con un taco al uso hispánico. Entonces la identificación con el mortal de a pie habría sido total. Cualquier persona ante las sucesivas interrupciones del presidente venezolano que se caracteriza por el tono demagógico, chabacano y pendenciero se calienta y responde en un tono exaltado que, más que apaciguamiento, consigue caldear más los ánimos, si cabe. La actitud del rey fue humana y por eso gran parte de la sociedad la ha acogido como propia. Algunos hasta han dicho que la Monarquía ha salido reforzada. Espero que el rey no piense así y nos obsequie de vez en cuando con alguna suerte de improperios “chusqueriles”...Y ahora, en serio, la pregunta que me hago es, ¿el rey ha de comportarse como cualquier ciudadano espontáneo y campechano o ha de dar ejemplo y desempeñar su papel de representación institucional con más temple y elegancia? ¿No dicen que su función es ejercer de elemento moderador y equidistante? Parece ser que es el decano de las Cumbres Iberoamericanas y por eso me sigo preguntando, ¿la diplomacia y la experiencia conducen a eso? Creo, sinceramente, que en esta ocasión le ha faltado oficio.
Me cuesta abordar temas de actualidad que han tenido tanto impacto en los medios. ¿Qué aportaciones novedosas se pueden hacer tras leer lo que se ha publicado a uno y otro lado del Atlántico? Tampoco se trata de repetir, una vez más, lo ya dicho. Lo único que se puede hacer es distanciarse del asunto, templar cuerdas, opinar, subrayar y disentir, pero desde una perspectiva más sosegada. Sin acaloramientos ni patrioterismos emocionales de uno u otro signo. Al hilo de estas premisas, se me ocurren las siguientes consideraciones:
1.- La presidenta chilena Michelle Bachelet, en su papel de anfitriona y moderadora, no supo o no pudo controlar el debate. Esta falta de rigor y autoridad contribuyó a que los ánimos se exaltasen. Es cierto que existen personajes, Hugo Chávez es un ejemplo, con tal intemperancia verbal y mala educación que ejercer de moderador con ellos de por medio es una tarea harto difícil.
2.- Al rey Juan Carlos sólo le faltó acabar la frase imprecatoria -¿Por qué no te callas?- con un taco al uso hispánico. Entonces la identificación con el mortal de a pie habría sido total. Cualquier persona ante las sucesivas interrupciones del presidente venezolano que se caracteriza por el tono demagógico, chabacano y pendenciero se calienta y responde en un tono exaltado que, más que apaciguamiento, consigue caldear más los ánimos, si cabe. La actitud del rey fue humana y por eso gran parte de la sociedad la ha acogido como propia. Algunos hasta han dicho que la Monarquía ha salido reforzada. Espero que el rey no piense así y nos obsequie de vez en cuando con alguna suerte de improperios “chusqueriles”...Y ahora, en serio, la pregunta que me hago es, ¿el rey ha de comportarse como cualquier ciudadano espontáneo y campechano o ha de dar ejemplo y desempeñar su papel de representación institucional con más temple y elegancia? ¿No dicen que su función es ejercer de elemento moderador y equidistante? Parece ser que es el decano de las Cumbres Iberoamericanas y por eso me sigo preguntando, ¿la diplomacia y la experiencia conducen a eso? Creo, sinceramente, que en esta ocasión le ha faltado oficio.
3.- El Sr. Rodríguez Zapatero fue ejemplar. Mantuvo la calma. Pensó lo que tenía que decir y dio una lección moral a Hugo Chávez de educación, elegancia en el estilo y talante. A muchos, ya lo sé, les molesta lo del “talante”. A mí me molesta la carencia del mismo y el uso crónico de descalificaciones como rutina oratoria. También hizo bien en defender a una persona ausente aun a sabiendas de que esta difícilmente haría lo mismo en parecidas circunstancias. Pero en declaraciones posteriores, no sé si fue en Argentina, “rizo el rizo” al decir que a un compatriota hay que defenderlo siempre por el mero hecho de serlo. Habrá que defenderlo si hay fundamento para hacerlo, ¿no?
4.- El Sr. Hugo Chávez dice que ha ganado tres elecciones en su país con el 63 % de los votos. Es verdad y no cuestiono para nada los méritos que pueda tener para los conciudadanos que le otorgan su confianza. Y me consta que la sociedad venezolana más modesta está esperanzada con su proyecto político. Pero esto no le da patente de corso para ir avasallando por el mundo con descalificaciones e improperios. Hitler, él mismo Chávez lo reconoció, también fue elegido por su pueblo. Y tantos otros... Por eso decimos que la democracia no es perfecta, pero no se conoce otra alternativa política menos mala.
5.- Resumiendo, las personalidades públicas profesionales de la política, teóricamene bregadas en esta guisa de foros de debate y discusión, deben dar ejemplo de ponderación y estilo a los ciudadanos de a pie o esto puede acabar como el rosario de la aurora... No sea que ahora le cojamos gustillo a esto de las imprecaciones e improperios y compitamos a ver quién la suelta más gruesa...
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6.- Algunos articulistas dicen que este episodio ha contribuido a reforzar la Monarquía. ¿En qué se basan para hacer tal afirmación indocumentada? Me gustaría que quienes afirman esto se planteasen las consecuencias que pueden acarrear estas actitudes tan espontáneas y naturales de las que tanto gusta el ciudadano de a pie...Una ojeada a la prensa y a los medios del otro lado del océano también puede ser enriquecedora a la hora de emitir juicios sectarios y sacar conclusiones gratuitas...
Publicado también en El Diario de Teruel: http://www.diariodeteruel.net/opinion/opinion_notic1.htm
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