CEMENTERIOS Y...CEMENTERIOS

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1.- ARLINGTON: Estuvimos visitando este cementerio nacional en el año 1998. Se halla en Arlington, Virginia. Es un cementerio militar americano establecido durante la Guerra Civil Americana en los terrenos de la casa de Robert E. Lee. Está situado en las proximidades del Pentágono (Washington, D.C.) Veteranos de todas las guerras están enterrados en este cementerio, desde la Revolución Americana hasta las acciones militares en Afganistán e Irak. Más de 300.000 personas están enterradas aquí en 624 hectáreas. Nos impresionó el Memorial donde constan los nombres de todos los muertos en la guerra de Vietnam. Coincidimos con el entierro de dos policías asesinados a las puertas del Capitolio. La ceremonia fue espectacular. Coches patrulla de todos los estados de la Unión asistieron a la ceremonia en una comitiva inacabable con todo el ritual y la pompa de los actos castrenses.

2.- LA CIUDAD DE LOS MUERTOS EN EL CAIRO (1999): De El Cairo nos sorprendieron muchas cosas. El tráfico infernal vigilado por soldados armados, el Museo Egipcio... pero lo que más nos impactó fue la visita al cementerio donde viven infinidad de personas. Una ciudad dentro de El Cairo. Se trata, probablemente, del cementerio más extenso del orbe, construido por los mamelucos y habitado hoy en día por más de medio millón de cairotas que viven en chabolas o, directamente, dentro de las tumbas y panteones. Curiosa constante en este país, en el que cohabitan la vida y la muerte como en ningún otro sitio. No se teme a la muerte porque con ella viene la regeneración, como ha venido sucediendo desde el tiempo de los faraones. La muerte de sus antepasados les da la vida que hoy disfrutan.

3.- CEMENTERIO JUDÍO DE PRAGA (2005): En el barrio judío de Josefov se hallan seis sinagogas y muchos bares con ventanas de doble vidrio para que en el crudo invierno no entre el frío de la nieve. En los bares no faltan referencias al Golem, personaje legendario creado por un judío de estas calles, que le insufló vida a un muñeco de barro al que tuvo que destruir cuando éste se volvió inmanejable. Esta historia que fue recogida por escritores como Isaac Bashevis Singer y Jorge Luis Borges sigue llenando al barrio de misterio. Pero el misterio mayor es cómo han podido sepultarse 30.000 personas desde 1439 hasta 1787 en el pequeño cementerio judío que marca el centro exacto del barrio. Quita el aliento ver esa cantidad enorme de lápidas de piedra gastada y renegrida, arrimadas, inclinadas y apiladas unas sobre otras, como peleando un lugar en el recuerdo. Todas están protegidas por un techo verde de robles y castaños...

4.- CEMENTERIOS CATÓLICOS Y PROTESTANTES: Hay excepciones, pero la experiencia que tengo es que la mayoría de nuestros cementerios están cerrados, en las afueras de los pueblos, con algún ciprés que asoma y apunta hacia el cielo ("enhiestos surtidores de sombra y sueño", dice Gerardo Diego en el soneto al Ciprés de Silos) y con escasas facilidades para acceder a ellos. Son algo así como lugares excluyentes. La soledad, el abandono y las sombras son las consecuencias de este distanciamiento y sólo se rompen en la fecha señalada de Todos los Santos en que se acude en masa y con flores como si se quisiera compensar a los muertos por el olvido en que se les tiene.

Sin embargo, los cementerios protestantes suelen estar en parques sin muros, forman parte del paisaje urbano, están bien cuidados, son incluyentes y esta invitación a visitarlos les quita misterio y temores infundados. Y lo que es mejor, facilitan el acceso y los cuidados son palpables a lo largo de todo el año porque no se concentran masivamente en una fecha. ¿Por qué estas diferencias?

5.- CEMENTERIOS VIRTUALES: También los hay. Existen webs en la Red cuyo objetivo es representar y mantener vivo el recuerdo de una persona fallecida mediante fotografías, grabaciones de audio o de vídeo y una memoria escrita por sus allegados. Adjunto direcciones para los posibles interesados:

http://www.eladios.com.ar/
http://www.pazeterna.com.ar/