Hoy domingo, 27 de abril, festividad de la Virgen de Montserrat, paseo con Carmina por la Diagonal de Barcelona. Se trata de la avenida más amplia y larga de la ciudad condal. Espaciosa, permite, como pocas, el paseo sosegado de peatones, bicicletas, patines, etc. Carmina, enfermera vocacional en el Hospital de la Vall d’Hebron, me señala que hoy es el día del enfermo. Motivo de reflexión profunda. La celebración anual de la Jornada mundial del enfermo tiene como objetivo manifiesto sensibilizar a la sociedad ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos en todas sus facetas.
La reflexión que se me ocurre es, pienso, harto conocida y común a todos los seres humanos: nuestra actitud ante la vida cambia totalmente en función de que estemos enfermos y tengamos a personas entrañables en esa tesitura o disfrutemos de buena salud. La vivencia de esa experiencia en carne propia o allegada nos hace reflexionar sobre el auténtico sentido de la vida. Valoramos la salud por encima de otros bienes y llegamos a la conclusión de que no vale la pena ser tan ansiosos de trivialidades que, pueden entretenernos, pero que en modo alguno tienen que ver con la auténtica felicidad. Por el contrario, y esto es lo peor, cuando se nos da el alta, volvemos a caer, una y otra vez más, en la indiferencia y en el distanciamiento del enfermo y de su tremendo desvalimiento y soledad. Quizás si sintiéramos a todos los enfermos como propios, nuestra actitud sería más generosa y nuestro concepto de la vida, más auténtico.
Antonio en primer lugar quería agradecerte tu paseo por mi blog y decirte que comparto contigo la pasion por la lectura, gracias por tu sugerencia, pero desde que vivo en un pueblo tan solo puedo accedera la pequeña y minúscula biblioteca que tenemos aqui, no obstante continuaré alimentando una de mis pasiones aunque sea comprando libros.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que mencionas en tu post de el "día del enfermo", me impresiona ver la visión que tienes sobre las personas enfermas, hay pocas personas que estén tan sensibilizadas con el tema y tu pareces que tienes una gran empatia por el sufrimiento de éstas, cuesta creer que todavía existen personas así.Porque como bien dices nunca se llega a valorar la salud cuando se ha perdido, y lo digo por experiencia, por desgracia.
Si me lo permites continuré leyéndote, y agregarte a mi lista de lectura internauta.
Un saludo
Ya de por sí tu solidario comentario es un generoso regalo a las personas enfermas. Gracias por esta bella reflexión.
ResponderEliminarB.