jueves, febrero 28, 2008

CARTA ABIERTA AL COMENTARISTA ANÓNIMO DEL POST DE AYER

Quiero agradecer tu comentario por tres motivos: por haber leído el post de ayer, por haberlo criticado y por inspirarme esta carta. Sin duda, como bien dices, hay problemas más serios que los que exponía con aire un tanto pesimista. Ayer mismo, los medios trataban, una vez más, de las consecuencias trágicas de la violencia de género. La lista de problemas graves que salpican el mundo en que vivimos te aseguro que no me es indiferente. Los medios se ocupan de ello con más saber y profesionalidad. Resolverlos es más difícil. Sin embargo, las pequeñas incidencias de la vida cotidiana suelen pasar desapercibidas, no son merecedoras de titulares, pero también son reseñables en la medida en que contribuyen o no a que ésta sea más o menos placentera. Sigo pensando que los alumnos que ayer llegaron tarde a clase interrumpiendo la explicación sin disculparse por el retraso ni dar las gracias a la profesora que tuvo la deferencia de abrirles la puerta, fueron poco respetuosos y bastante mal educados. Y qué decir de esas alumnas que, aprovechándose de la tolerancia de la misma profesora, celebran una especie de picnic matutino durante la clase de Literatura Hispanoamericana. ¿Te imaginas a dónde se puede llegar si cunde el ejemplo? Tampoco estoy de acuerdo con la actitud indiferente de la profesora. Creo que debería haber saludado a los alumnos que llegaron tarde para ponerlos en evidencia o forzar la respuesta y que podía haber hecho alguna observación a las alumnas de las ensaimadas: invitarlas a que tal desayuno lo hagan en el claustro, bar o jardín de la Facultad, por ejemplo. El silencio que mantuvo puede parecer discreto y prudente, pero supuso una dejación de su responsabilidad. En la mayoría de las clases no pasan estas cosas. ¿Por qué en esta sí? Si pensar de esta manera, es pertenecer a otra época, pues, me quedo en ella. No tengo ningún interés en estar con los tiempos actuales si eso supone renunciar a principios mínimos de convivencia, de respeto y de educación. Y para terminar, insisto, por supuesto, en que hay mil asuntos que me preocupan mucho más. Los mencionados, te lo aseguro, no me quitan el sueño, pero sigo pensando que no son baladíes...Con poco esfuerzo y cierta sensibilidad podrían resolverse. Un cordial saludo

Luis Antonio

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Luis. La educación, el respeto y las buenas maneras están por encima de generaciones, modas y contextos sociales. Lo que cuentas en tu página es bochornoso en inadmisible en una Universidad del siglo XXI.

    José María

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  2. Las grandes cosas empiezan tomando en cuenta los detalles pequeños... y sí, un poco de respeto hacia los demás cuesta más a la gente hoy día, es una práctica, una disciplina, un hábito que no hay que dejar pasar de largo... así que NO pases de ello..
    Tu post me hizo recordar un recital bellísimo al que asistí hace un par de años y detrás mio había una mujer tosiendo como tuberculosa moribunda... a ver, si sabes que estás enfermo/a, a qué demonios vas a arruinarle la velada a otros? Yo estoy jodido/a y los demás también que se jodan?

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LA VALENTÍA

   La valentía es una cualidad poderosa que surge del corazón y nos impulsa a enfrentar miedos y desafíos. Es algo así como el fuego interno...

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De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
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cuando hay querer".