LA PIZARRA DIGITAL INTERACTIVA SE ABRE PASO CON FUNDAMENTO

El pasado 3 de febrero hice una reseña en este blog de las experiencias tecnológicas –“Tablet PCs”- que se estaban desarrollando en un recóndito pueblecito del Sur de Aragón (“ARIÑO: UN PUEBLO DE TERUEL, PIONERO A NIVEL MUNDIAL EN EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN AULAS AUTOSUFICIENTES”). Hoy quiero hacer referencia a la Pizarra Digital Interactiva (PDI) que poco a poco va ganando adeptos.

Consiste en un ordenador conectado a un video-proyector, que proyecta la imagen de la pantalla sobre una superficie, desde la que se puede controlar el ordenador, hacer anotaciones manuscritas sobre cualquier imagen, así como guardarlas, imprimirlas, enviarlas por correo electrónico y exportarlas a diversos formatos. Se podría simplificar así:

PDI = Pizarra clásica + ordenador/internet + vídeo proyector

Que las necesidades del S. XXI son diferentes a las de tiempos pasados es una obviedad. Muchos de los problemas educativos de hoy en día vienen del hecho de que el símbolo ya no genera el concepto y viceversa. Se aprende lo que resulta interesante para nuestras vidas. El educador ha de hacer interesantes estas verdades utilizando los medios más cercanos a la realidad de los alumnos.

La PDI está generando un cambio renovador en la metodología instrumental de las escuelas desde hace escasos años. Se trata de un instrumento –que, como todos, no pretende ni quiere sustituir al profesor- que genera interactividad mediante la integración de aspectos multimedia en la pizarra tradicional. Permite crear unidades didácticas con archivos de sonido, imagen, accesos a internet...en un mismo formato. Se trata, más que de acabar con la pizarra convencional, de enriquecerla con todas estas prestaciones.

Los profesores que la están utilizando destacan la motivación y las ganar de participar que despierta en los alumnos. Estas ventajas dan más protagonismo a los alumnos porque pueden gestionar los contenidos digitales para conseguir un mayor conocimiento. También, dicen, facilita el trabajo en equipo. Los contenidos pueden ser comunes y con la aplicación de pequeñas modificaciones es factible atender a la diversidad de alumnos de un aula. Se puede interactuar directamente sobre la superficie de proyección, permitiendo escribir sobre ella y controlar los programas informáticos con un puntero (a veces, incluso con los dedos).

Por ahora, las experiencias que se han comenzado a trabajar con las PDI son la comprensión lectora, la escritura, cálculo, las lenguas extranjeras...con buena aceptación por parte de los alumnos. Mi amigo T.P., que es un fenémeno de las nuevas tecnologias, la esá aplicando a la enseñanza de la Física y Biología en Bachillerato. Si duda, se trata de una apuesta de futuro.

T.P.habla con entusiasmo de esta innovación y la verdad es que resulta muy convincente. Dice que las PDI permiten disponer en pantalla de un teclado “virtual”, la escritura directa sobre la pantalla táctil es muy útil para los alumnos que tienen limitaciones psicomotrices y de aprendizaje, se pueden subrayar los aspectos más importantes sin más “tiza” que la de un puntero... Añade que las clásicas aulas de Informticaa quedan un tanto obsoletas al lado de esta herramienta. Tampoco hay que ignorar alguna problemática:

- Hay que prever una buena luminosidad y resolución para que sea visible desde todos los pupitres.
- La instalación es compleja.
- Los costes de compra y mantenimiento son un tanto considerables.

En el capítulo de las dificultades también habría que incorporar:

- Falta de información. Infinidad de profesores están al margen de estas innovaciones.
- Falta de formación y reciclaje. La mayoría de los que llevan a cabo estas innovaciones son autodidactas.
- Falta de motivación en muchos profesores. Bastantes todavía son escépticos con respecto al ordenador. Se trata de la resistencia típica al cambio.

En lo que a mí respecta, tengo que confesar que me he quedado prendado de este instrumento. Y quien me ha comido el coco –T.P.- está tan convencido y entusiasmado con las prestaciones de este artilugio que no hace más que subrayar las ventajas en comparación con el encerado de toda la vida. Incluso me dice, como anécdota, que los que tienen alergia al “polvillo” de la tiza, dejarán de sufrirla con esta tecnología. El puntero no la causa...