miércoles, julio 23, 2008

“EL ÁRBOL DE LOS DESEOS SUELE ESCUCHAR A LOS QUE PONEN LOS MEDIOS PARA CONSEGUIR LO QUE QUIEREN"


A medida que uno se va alejando de la juventud... ¡Ya estamos con los eufemismos absurdos! A medida que uno se va haciendo mayor, que no viejo, el futuro se encoge y el presente se transforma rápidamente en pasado. Es inevitable, ante esta evidencia, hacer alguna que otra reflexión.

Yo tiendo a evitar, sin mucho esfuerzo, caer en la nostalgia. Cualquier cosa menos desear un pasado que no va a volver por más que algunos se empecinen en llamar a su puerta con la vana pretensión de recrearlo. Ilusos...

También acostumbro a juzgar con benevolencia los errores que he cometido. ¿De qué me serviría una actitud más beligerante? Lo que me ensombrece un poco es comprobar que la expectativa de felicidad futura que, en algún momento de mi vida, ha sido más importante que la dicha en el presente, también mengua. Porque, no nos engañemos, la felicidad es más que nada una espera, una ilusión, una quimera...Por eso resulta un tanto preocupante que, con el paso inexorable del tiempo, los proyectos y las esperanzas vayan empobreciéndose de tal guisa que quedan reducidos, casi, a un mero deseo de sobrevivir sin excesivas penurias... Y como no me resigno a llegar a esa penosa conclusión, me sublevo contra ella antes de que me acoja en su seno.

Si es cierto que uno, en el fondo y en la forma, ayer, hoy y siempre, es más lo que espera ser que lo que realmente es, será vital seguir en la brecha, seguir haciendo proyectos, alimentar la curiosidad y confiar en que aún somos capaces de llevarlos a cabo y de seguir aprendiendo. Y la verdad sea dicha, aunque los proyectos cada vez son mas modestos,- la experiencia nos hace escépticos- la curiosidad sigue siendo voraz. Y esto me anima...

Y en esas estamos. Supongo que los que, llegados a esta fase otoñal de la vida, creen en cuestiones trascendentales lo tienen más fácil, pero los que sólo contamos con nuestra propia soledad y relativa fortaleza de espíritu, no nos queda más remedio que alimentar ideas y fantasías. Porque de ellas, no lo dudo, también se vive. De hecho se ha vivido siempre...

Y otro pensamiento positivo, que procuro alimentar, es que las expectativas de algo mejor no están reñidas con la irremediable caducidad de nuestra vida, ni muchísimo menos... En la cabecera de mi blog expongo una idea en la que sí tengo fe: “EL ÁRBOL DE LOS DESEOS suele escuchar a los que ponen todos los medios para conseguir lo que quieren”.

11 comentarios:

  1. Dejémonos de eufemismos, Luis Antonio, las espectativas de felicidad futura depende mucho menos del tiempo disponible que tenemos para poder disfrutarla que del nivel de rutina del presente.
    Estoy seguro que hace un mes viajando por los Estados Unidos la respuesta no sería idéntica a la de ahora.
    Detrás de muchas espectativas de felicidad futura está el deseo de alcanzar un pasado perdido que a lo mejor nunca existió pero que no sireve como consuelo y refugio.

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  2. Mi trabajo ha sido y es todo menos rutinario. La docencia, tan denostada hoy en día, me resulta, tras bastantes años de ejercicio, gratificante. En este sentido, puedo considerarme afortunado. Y en el familiar, también, aunque el futuro de los hijos pasen a ocupar un primer plano en el capítulo de incertidumbres. Pero, haciendo una valoración global, el balance es positivo. Eso no quita que, a veces, tengas algún que otro momento en el que te plantees cuestiones existenciales que con el transcurrir de los años se van adaptando a las circunstancias.
    Efectivamente, Dr. Krapp, los viajes, aunque agotadores, siempre me han resultado ilusionantes. Para el año que viene, Argentina, salvo que fuerza mayor se interponga. Y lo de la transformación social, con la que soñaba uno de adolescente, queda aplazada para mejor momento...Así es la vida.
    Por cierto, mañana me voy a la tranquila y deshabitada tierra turolense donde se hallan mis orígenes. Espero que aún exista. Ni el gobierno central ni el autonómico y por supuesto los propios turolenses hemos sabido o querido evitar que esta provincia sufra una de las mayores regresiones demográficas de esta denostada y compleja “piel de toro”.
    Le deseo también, Doc, prontas y felices vacaciones

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  3. Luis Antonio:
    No tengo por menos que contestar ha esta profunda entrada que has hecho aunque no escriba porque mi ánimo y mi situación actual que no és la más animosa por desgracia,siempre leo los blogs y tengo que darte la razón a lo que dices aunque, para cada uno la felicidad es diferente y relativa de acuerdo con las circunstancias, yo creo en el presente y vivirlo a tope en cada momento es para mí un poquito de felicidad con todos sus pros y sus contras. Ciertamente no es lo mismo que cuando éramos más jóvenes porque las expectativas de la vida dejaban ver lo que podría ser un futuro cercano o lejano dependiendo de la edad.En una ocasión no muy lejana hablé en una de mis entradas que estuve en coma profundo,fue por un ICTUS y sí estar un més mantenida por máquinas al depertar y ver que habia perdido un tiempo de mi vida, me hizo ver lo importante que es la vida cuando no se tiene, y lo doloroso que resulta para tus familiares la situación, pero también me hizo cambiar un poco la manera de ver la vida," vivir cada dia como si fuese el último" esa es mi filosofía y mi creencia, porque cuando te vás todo acaba ahí, yo no sé si eres una persona creyente, pero yo que lo soy puedo decirte que "tu arbol de los deseos" es para mí como abrir los ojos cada día y dar gracias a Dios de estar,y ahora que me enfrento a perder al mayor referente de mi vida mi padre por un cancer, continuo pensando que dar gracias a Dios por vivir es un gran "ya".
    Mi padre es el que me inculcó lo que ahora soy, el fue un gran literato en su tiempo y yo como periodista siempre lo he admirado, y admiro por eso me agarro a ese "arbol de los deseos" prentendiendo que no se vaya tan pronto, aunque tan solo sea una esperanza. Por eso te entiendo,Luis Antonio, la esperanza es lo único que nos queda y como yo digo es la hermana gemela de la confianza o viceversa. El sentirse solo es parte del juego de la vida, pero nunca tenemos que dejar que nos venza el desánimo, porque entonces acaba con lo que somos y eso no es parte del juego.
    En esta ocasión eres la primera persona en la que desnudo parte de mi yo, mi nombre es Lidia,y ante todo soy un ser humano con ganas de continuar siéndolo y luchar por lo que vale la pena.
    Así que como he notado que te encuentras algo bajo de moral, ahí vá un poquito de mis fuerzas para que lo pases muy bien en tu tierra junto con los tuyos, y que puedas pasarlo muy bien, te lo deseo de corazón.
    Hasta que vuelvas a escribir!!

    Besitos

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  4. Lisebe: Te agradezco profundamente el largo y profundo comentario que me has dedicado. Dice mucho de tu generosidad y altruismo. Que estando pasando un trance familiar de tal envergadura, como es tu caso, no te impida manifestar tus sentimientos hacia los que no somos más que amigos virtuales dice mucho en tu favor. Yo soy, lo confieso, bastante egoísta, pero sé apreciar los gestos de los demás. Por eso, lo reitero, otra vez, gracias.
    Respecto a mi estado de ánimo, la verdad es que es mejor de lo que pueda parecerte. En materia de fe soy persona con altibajos y muchas dudas, pero nunca me ha faltado la esperanza y la ilusión de afrontar la incertidumbre del futuro. Lo que sí es verdad es que sólo cuento con mis propias fuerzas y éstas, cuando son menguadas, te lo ponen más cuesta arriba... “El árbol de los deseos”, en el fondo, es una metáfora abierta donde cabe cualquier interpretación.
    En el pueblo al que me voy hay pocas posibilidades de acceder a los ordenadores de la Biblioteca. Tendré que adaptarme a las circunstancias y desconectar un poco. Desde el pasado agosto que comencé con el blog, ya llevo más de 300 entradas. En el futuro, tendré que incidir más en la calidad que en la cantidad...
    Un abrazo cariñoso, Lidia, con mis mejores deseos. De verdad.

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  5. Yo soy un nostálgico redomado, así que, ¿qué quieres que te diga? Tu reflexión es muy buena, aunque en el tema nostalgia, como ya te digo, tenga mis sueños casi de ciencia ficción.

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  6. Si los recuerdos alimentan tus sueños, bienvenidos sean. Pero, a veces, conllevan añoranza y eso es otra cosa, ¿no? Además el pasado, pasado está. Mientras haya futuro, por qué no seguir haciendo planes y soñando quimeras... Me alegra saber noticias de ti, Fermín. Un cordial saludo y gracias por tu comentario.

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  7. Anónimo9:51 p. m.

    Yo siempre he pensado que no se puede soñar ni desear lo que no se conoce. Por lo tanto, al inicio de la vida soñamos y anhelamos los sueños de los otros. Imaginamos que la felicidad es la felicidad de los otros: ¡la que nos cuentan!.

    Es tanta la dependencia del conocimiento y experiencia ajena, que nos creemos a pies juntillas que la felicidad será eso y aquello…

    Después, en muchas ocasiones, se viven algunas circunstancias “felices” que contaron otros y piensas: ¿era esto?

    La culpabilidad entonces te fustiga, sientes que eres desagradecido, pues existe alrededor, muy frecuentemente un catálogo incontable de desgracias diferentes, como exponiendo una gama perversa de desastres.

    Y piensas ¿de qué puedo quejarme? La insatisfacción es una afrenta dolorosa que te escupe a la cara la capacidad de tantos de gozar en el infortunio.

    Por lo tanto estoy de acuerdo con usted, Luis Antonio, usted cree en su ilusión, es honesto y eso lo único que vale.

    No tendrá que excusarse ante sí mismo por no haber sabido buscar “sus propios sueños” después de haber vivido lo suficiente para no creer en la receta de la felicidad ajena.

    La propia es la que vale. Esté basada en una vida emocionante, o sabiamente, en lo emocionante que nos pueda parecer nuestra vida aún sin parecérselo a los demás.

    Si ha conseguido eso, y a tenor de lo que ha escrito parece que sí, el árbol de los deseos siempre será generoso con usted.

    Dicho árbol solo es tacaño -y muy justamente- con aquellos que no deseamos nada, y vivimos en una perpetua negación adictiva de la que no podemos, ni queremos escapar.

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  8. Muchísimas gracias "árbol sano". Ha sido un auténtico placer leer sus palabras. Compartir ideas sin imposiciones es enriquecedor. Ayuda, como mínimo, a vislumbrar la luz. Que no es poco... A decir verdad, entre unos y otros me habéis hecho muy feliz. Y esta conclusión abre un abanico en el que caben, cómo no, otras muchas posiblidades. Y ahora vendría todo eso de la amistad, la generosidad y tal que también ayudan y mucho. Espero que volvamos a encontrarnos. Un afectuoso saludo

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  9. Lo de "árbol sano" ha sido un error, pero es de esos que no te crean mala conciencia, porque Vd. "árbol", además de "justo" es "sano"...

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  10. Visitando blogs, me encontré con esta maravilla, por lo que escribes.
    Al llegar a cierta edad (no viejos) hacemos un balance de nuestra vida, seguro que nos pesan, nuestros errores, fracasos,pero tenemos que dar prioridad a todo lo bueno que nos pasó.
    Tu vida es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado.
    Tu vida mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones hechas HOY.
    Un abrazo desde Argentina

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  11. Gracias, Raquel. En cuanto finalicen mis vacaciones visitaré tu blog. Un saludo afectuoso desde un pueblecito perdido al sur de Aragón (España)

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