miércoles, julio 02, 2008

CIVISMO EJEMPLAR EN LOS AUTOBUSES PÚBLICOS DE LOS ÁNGELES

"Big Blue Bus" nº3
Parque de atracciones de Santa Mónica
El último día de nuestra estancia en Los Ángeles decidimos acercarnos a Santa Mónica. Se trata de una ciudad costera en el Condado de Los Ángeles a orillas del Pacífico a unos 30 minutos del centro. La ciudad es famosa por su estricta ordenanza de control del alquiler. Santa Mónica es conocida por algunos como la capital occidental de los sin techo, debido a la presencia del tercer grupo de "los sin techo" (homeless) del Condado de Los Ángeles, después del centro de Los Ángeles y Hollywood. Nos habían explicado que en este país sólo utilizan el transporte público las clases más humildes y los turistas. El urbanismo de estas ciudades – salvo San Francisco o Nueva York- está concebido para vehículos particulares. Ahora con la subida de los combustibles están que “trinan”, como en todas partes.

La línea de autobuses que nos llevaba desde el hotel hasta las playas de Santa Mónica es la denominada “Big Blue Bus” (Nº 3). Tras una espera considerable, tomamos uno de estos transportes que iba prácticamente vacío. A medida que hacía el itinerario, se iba llenando y, sin duda, el componente sociológico de los usuarios correspondía al prototipo mencionado. Lo más curioso y que constituye la razón de esta “entrada” es el civismo que pudimos observar. Las personas sentadas cedían su asiento a las personas mayores, aunque hubiese asientos libres, pero en zonas más incómodas alejadas de la salida. Nos quedamos convencidos de que esta actitud era la norma y no la excepción, como ocurre en mi ciudad.

Otra escena que me agradó fue la siguiente: en una de las paradas esperaba un señor voluminoso en una silla de ruedas. Se activó la plataforma para facilitar el acceso y simultáneamente las personas que estaban sentadas en una fila delantera de cuatro asientos laterales y otra de dos perpendiculares se incorporaron, plegaron dichos asientos hacia atrás y quedó un espacio amplio para ubicar la silla de ruedas. El conductor dejó el volante para asegurar personalmente los cinturones de seguridad del bus a varios puntos de la silla de ruedas. Bonito, ¿no?

Hemos visto a muchas personas en sillas de ruedas en cualquier sitio público: casinos, hoteles, comercios, calles, etc. Eso significa que los accesos está contemplados para las personas que tienen estas limitaciones. Impecable también la circulación, tanto por ciudad como por autopistas y carreteras en lo que respecta a los límites de velocidad y la distancia considerable que mantienen los automovilistas con los pasos de peatones.

Y para terminar, lo más divertido fue – al descender en la última parada junto a las playas, tras 45 minutos de itinerario- ver cómo una señora que esperaba con una bicicleta cargada de bolsas en el manillar abre una plataforma adosada a la parte frontal del bus, coloca la bici con las bolsas colgando, la sujeta con unas palancas y se sube al bus. Me hizo tanta gracia que no pude evitar la tentación de hacer una foto. Divertido, ¿no?.

Por cierto, el agua del Pacífico, helada; las vigilantas de la playa –tipo Carmen Electra y así- ausentes; los surfistas, en paro porque las olas nada tenían que ver con las que aparecen en las “pelis”....que no me sorprendería nada que también estén trucadas.

4 comentarios:

  1. Como homenaje a tu periplo californiano te voy a poner el enlace de la que considero, y he mirado muchas, la mejor emisora de jazz en Internet. Tiene sus sede en la Universidad estatal de California en Long Beach.
    Esta es su dirección:
    http://www.jazzandblues.org/programming/listen/links/?path=kkjz1.asx

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  2. Curiosísimo el civismo, el hecho de ceder el asiento a alguien mayor, o una embarazada, etc, aquí es cosa de muy poca gente, por no decir de casi nadie, impresionante.

    Yo sin ir más lejos me encontré en una situción muy desagradable, tuve que llevar ami padre imposibilitado al Hospital de urgencias y me quedé sin coche , tuve que decirle a un señor por favor si me dejaba el asiemto para mi padre en el metro, aún viéndolo la gente no fue capaz ni de levantarse hasta que yo no lo pedí.Los taxis eran incapaces de parar, y el coche se quedó en la calle,fue realmente traumatico. así que me maravilla el civismo de los americanos.

    Por otro lado lo explicas tan bien que parece que estés allí mismo.
    De nuevo gracias Luis Antonio por deleitarnos con tus letras tan llenas de expresión, y tan vivas.

    Un abrazo

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  3. Dr. Krapp: Ayer contesté a su pregunta sobre Universal Studios. Agradezco el enlace con la emisora de Jazz californiana. Me encanta esta música, aunque me considero un simple aficionadillo.Un cordial saludo

    Lisebe: Una vez más, gracias por tus palabras. Hice referencia a la experiencia del "Blue Bus" porque tengo la sensación de que en estos aspectos tenemos que aprender mucho en nuestro país. En Barcelona, al menos...

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  4. Los ejemplos de civismo siempre resultan gratos de leer, sobre todo en el mundo en que vivimos en que la deshumanización marcha a pasos agigantados.

    La anécdota -y la foto también- de la bicicleta y las bolsas, divertida.

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