sábado, octubre 18, 2008

LA SOLEDAD

Me levanto,
me acuesto
y me entrelazo

con el único cielo
en el que estoy
y en el que aún creo:
la soledad.



Y si alguna certeza tengo
es que intentar salir de ella

me conduce inexorable
hacia un solo destino:
el infierno.

19 comentarios:

  1. ¿Hay peor infierno que la Soledad?

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  2. Por cierto, me encanta la imagen otoñal de tu cabecera. Saludos

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  3. Anónimo2:35 p. m.

    Yo sí creo que hay algo peor que la soledad: la compañía indeseada. La no elegida.

    Afortunadamente la mayoría no lo siente así, y suplen con los sentimientos la incomprensión de los demás y la “incompañabilidad” (perdonen el palabro) que algunas personas padecen.

    Hay servilismos en las compañías que la mayoría no quiere reconocer, porque reconocerlo es aceptar la soledad y eso les resulta insoportable.

    Tampoco hay mucho margen de maniobra. El tiempo es escaso, el quehacer demasiado e ineludible, por lo tanto toda rendición a cualquier compañía es lógica y justificada.

    Me gustan mucho sus grageas, porque destilan una contención excelsa e infrecuente.

    El lenguaje poético a veces, cargado por algunos de un esteticismo exagerado, se convierte en una escultura verbal que no llega a todo el mundo. Por eso tiene (injustamente) pocos adeptos.

    La intensidad, a veces, llega mucho más a través de la sencillez y la retención.

    No es necesario decirlo todo. Es necesario invitar al interlocutor-lector a su derecho a quedarse con él su propia interpretación, la única que vale la pena, y que no viene contaminada por el conocimiento ni la opinión de los autorizados.

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  4. La soledad querida, puede ser una buena compañera. Y, efectivamente,abandonarla se puede convertir en un infierno

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  5. Abandonar la soledad implica compromiso, implica compartir dulce y amargo...y mucho renunciamiento. No es fácil. Tampoco lo es la soledad creo. Nada es blanco o negro en este mundo. Cariños

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  6. A Mamen: Igualmente, maña.
    A Joherg: “Depende de la compañía, ¿no?”. Tengo varias fotos preciosas del otoño del 2006 en Aliaga. Ahora iré para finales de mes para intentar captar alguna que otra instantánea...
    A mi estimado Receptor: En pocas palabras Vd. ha desarrollado toda una teoría sobre el silencio/compañía, la estética de la poesía, la expresión sencilla y la capacidad de sugerir...que yo comparto plenamente. Me alegra sobremanera su visita y agradezco sus palabras.
    Al dr. Vitamor(t)e: Cuando uno está bien consigo mismo, la soledad puede llegar a ser gratificante. Hasta que uno vuelve a desear lo que no tiene, claro...
    A Mara y cuya: Efectivamente, el color gris se acerca más a la realidad...
    A Faroni: ¿Tú crees que vale la pena?

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  7. Anónimo5:03 p. m.

    Con todo respeto, puede que lo haya entendido mal (con toda probabilidad) pero no creo que el texto se refiera solamente (o ni siquiera) a la soledad como opción de vida, sino como convicción, como la única certeza de la que disponemos: Tenerse siempre a uno mismo.

    La concesión a otros -sean compañeros de trabajo, amigos, vecinos, socios, familia, conocidos... y toda la gama- significa para algunos una traición a su propia convicción, de ahí que opten por la soledad posicional antes que la claudicación al grupo.

    Por eso me gustan tanto los textos abiertos, aquellos que invitan a toda disparidad de interpretaciones. Este es el caso.

    Tampoco el compromiso es invalidante de la soledad. Todos hemos sentido soledad en compañía. El compromiso es un artificio social en previsión de la inestabilidad emocional del ser humano. Lo que hoy adoramos lo aborrecemos mañana y precisamente por esa fidelidad autoimpuesta con ese compromiso (del tipo que sea) se dan mil oportunidades.

    En el ambiente laboral, por ejemplo, es donde se da con más frecuencia esa claudicación. Es difícil sobrevivir en ese territorio sólo con la propia fortaleza.

    Todos hemos conocido casos de personas aparentemente autosuficientes y profesionalmente aceptables que no eran capaces -en un ambiente laboral -de ir solas al water o a tomar un café, necesitando constantemente la aprobación de los demás, demostrando una minusvalía personal que su aceptable competencia profesional no conseguía camuflar.

    Esas claudicaciones laborales no son una broma. Y todos somos cómplices de alguna manera de ellas.

    Actualmente los ambientes laborales están muy enrarecidos y cada vez hay más bajas laborales debidas a la impunidad con que el grupo asedia al inafiliable que no se deja someter. Eso es soledad. Eso es autoafirmación y llevarla a las últimas consecuencias. Para esas personas renunciar a ella sí que sería un infierno.

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  8. Anónimo5:05 p. m.

    Esto es magia, con la diferencia de 2 minutos se han cruzado nuestros comentarios. Y después dicen que la virtualidad no está tocada por la varita mágica.

    Gracias a usted Luis Antonio, y perdone mi extensa aclaración.

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  9. Estimado "Receptor": Le aseguro que me he quedado pasmado de la cantidad de profundas sugerencias que le ha provocado a Vd. esta entrada. De todas ellas me llama la atención sobremanera la que expresa de esta manera:"La concesión a otros -sean compañeros de trabajo, amigos, vecinos, socios, familia, conocidos... y toda la gama- significa para algunos una traición a su propia convicción, de ahí que opten por la soledad posicional antes que la claudicación al grupo"
    Conozco el tema y a personas que están pasando por este trance. Realmente tremendo. ¿Siempre ha sido así o ahora va a más?
    Un cordial saludo y otra vez gracias por sus aportaciones

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  10. Anónimo1:18 p. m.

    Le comentaré una cosa: si se fija, desde el 15 de septiembre no había escrito ningún comentario.

    ¿Y eso por qué? Simplemente porque para mí esto es un ocio, y cada cuál en el ocio busca algo distinto. Yo necesito algo que me inspire una reacción nueva. Eso es lo que busco. No es fácil.

    Esa reacción me la ha inspirado este texto como afirmación (equivocada o no) de la pureza=individualidad=soledad, que para mí son lo mismo.

    Acepto la libertad de expresión en todas sus formas, incluso la incorrecta. Ya que no podemos considerarla una pegatina de quita y pon. Y menos una criba arbitraria.

    Si tuviéramos que sobrevivir a base de verbalizaciones interesantes, el mundo habría desaparecido hace millones de años.

    Desde todos los ámbitos (desde el más culto hasta el más analfabeto) se verbalizan todos los días miles de sandeces. Y muchas veces, esas sandeces vienen contenidas en una sola frase, o en una sola línea.

    No obstante la libertad de cada cuál está por encima de la imposición de cualquier interlocución.

    En el caso de un blog, el dueño o autor está en su derecho de poner todas las limitaciones que crea conveniente e incluso borrar lo que no le guste o considere improcedente. El derecho de admisión y propiedad son tan respetables como el de expresión. Eso lo tengo meridiano.

    Quería puntualizarle algo que me pareció dejar algo confuso: admiro la contención en los sentimientos.

    Por eso la aprecio tanto en la creación. Desconfío de las personas que no paran de repetir que quieren demasiado. Y casi nunca me he equivocado. La actualidad nos lo confirma todos los días.

    Si somos honestos deberíamos admitir que querer no es tan fácil como lo verbalizamos. Y querer “bien” es algo realmente inhabitual y extraordinario. Por eso está destinado a unos pocos.

    Pero en la opinión y en la interlocución, no. En ese terreno cualquier reserva me parece un ardid.

    Un saludo

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  11. Estoy globalmente de acuerdo con todo lo expuesto, estimado Receptor, pero quiero destacar dos aspectos:
    "la contención de lo emocional, pero no en la expresión de las ideas u opiniones". A este respecto tengo que confesarle que a mí me resulta más fácil lo primero que lo segundo.
    (Ahora me tienta poner la consabida pregunta: ¿Y a Vd.?, pero como es indiscreta pongo los paréntesis para invalidarla)
    Un saludo muy afectuoso, de verdad.

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. No me veo obligado a contestarle ni muchísmo menos, pero quiero participarle que también soy muy partidario de la personalización -Vd. le llalma individualidad- en todos los aspectos. En en el mundo de la docencia en el que me muevo es fundamental que el alumno tenga la impresión no vana de que el profesor se le está dirigiendo a él, sin ignorar a los demás, claro. Otro saludo cordial

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  14. Anónimo7:27 p. m.

    la soledad en lo mas extrito de la palabra ,estar solo sin nadie en tu vida sea del tipo que sea es triste pero no haber compartido la vida con una persona amada por no compartrir lo bueno y lo malo es muy lamentable por que en realidad despues de la tormenta llega la calma y esa calma es la esencia de la vida

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  15. me gusta my nombre que es soledad pero este poema me entristece mucho, pues estar solo es triste pero el infierno casi que peor

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  16. Anónimo12:03 a. m.

    nunca se esta solo si se tienen bonitos recuerdos

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