miércoles, octubre 22, 2008

LA IMAGINACIÓN, MEJOR CON RIENDAS

La imaginación o fantasía es esa facultad que tenemos para crear, idealizar cosas o representar algo inexistente. Tal vez lo más importante de esta facultad sea el aspecto creativo de la misma. Ahí está el Arte en todas sus formas como legado. Pero es en el plano afectivo y sentimental donde la imaginación tiene una mayor y más común incidencia. La imaginación puede ser generosa, desprendida, osada, pero si la aplicamos a lo que esperamos del amor puede causarnos la más grande de las frustraciones. Es capaz de provocarnos variaciones en el estado de ánimo tanto tristes como placenteras, según las imágenes de uno u otro signo que nos reporte. Incluso es útil como mecanismo de defensa por el que lo inventado puede llegar a producir una satisfacción que nos niegue la realidad. Pero las personas que no tienen mucha conciencia de la realidad corren el peligro de engañarse con fantasías desmesuradas. Y tampoco podemos ignorar que con frecuencia subsanamos nuestras limitaciones racionales recurriendo a la fantasía. Muchos, sin duda, nos imaginamos distintos de lo que somos y eso nos ayuda a soportarnos. Imaginar algo es mejor que recordar algo porque la imaginación es más atrevida que la memoria. Por eso no son pocos los que piensan que la mejor amiga y la mayor enemiga del ser humano es la imaginación. Esta es su grandeza y su miseria.

Ante esta lluvia de bienes y miserias, de controversias en definitiva, que puede acarrearnos la dependencia de la imaginación no queda más remedio que recurrir al arbitraje de una personalidad que tenga buen criterio. Y me viene a la mente, una vez más, Baltasar Gracián que dejó escrita la frase conceptual: “Moderar la imaginación es el todo para la felicidad”. El maestro aragonés, mesurado y sabio como pocos, viene a decirnos que unas veces hay que refrenarla y otras ayudarla. A eso le llamará él: “buen sentido”. Yo, utilizando un símil, prefiero la expresión: “ponerle riendas”. El problema es que hay imaginaciones que parecen equinos indómitos y no se las dejan poner...Y la tuya, ¿cómo es?

10 comentarios:

  1. Haría una distinción, sí, a la imaginación como recurso o alternativa y, no, a la calenturienta que raya el delirio y deforma la realidad. Pero creo que era Parménides el que decía, que "no se piensa lo que no es". Sin imaginación, que poco habríamos progresado. En cuanto a ponerle riendas, es como querer ponerle puertas al campo...
    Hecha esa aclaración, a mí me viene bien esa frase de "la imaginación al poder"
    Interesante entrada.

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  2. Yo siempre digo que Aquel que tiene imaginación, pero carece de conocimientos, tiene alas, pero no tiene pies.
    Muy buen post, ha sido grato leerte.
    Un abrazo

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  3. Volvi para decirte que si me lo permites, te enlazo, no quiero perder el camino de regreso a tu casa.
    Besos

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  4. Es cierto que la imaginación en ocasiones nos juega malas pasadas, pero ante determinadas situaciones o le echas imaginación o estás completamente perdido.

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  5. La imaginación altera los sueños de los niños fantasiosos que ven fantasmas en cada sombra, pero también los hace más recuperables para la sabiduría y el conocimiento lejos de los dogmas mezquinos de la realidad.
    Ya no hay cuentos que contar al calor de la lumbre, todo está crudamente iluminado por una luz indistinta que elimina la imaginación y a cambio nos proporciona soberbia y autoengaño.

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  6. Amigo
    a mí me gusta salir de paseo con la imaginación, y poder ser yo misma el jinete que acorta la rienda...aunque a veces alguien me gana de mano y duele.
    Un cariño

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  7. Releyendo las últimas entradas, veo que pones a nuestra consideración temas importantes. Percibo como un doble registro, un desarrollo en blanco y negro que invita a tomar partido:la educación, la libertad,la soledad,el silencio, la imaginación.Todo tiene su ambivalencia, todo depende del color del cristal con que se mira. Es la vida misma:luces y sombras, gozos y penas.Buen consejo el de Gracián apelando al buen sentido

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  8. La imaginación creativa, siempre. Sin bridas, sin riendas, al trote, al galope e incluso desbocada. Tenemos un ejemplo reciente: J.K. Rowling - a la que envidio profundamente y de la que no he leído ni una sola línea- que ha conseguido crear en su cerebrito todo un universo que ha enloquecido a las masas y a las minorías.

    La idealización, no. Y sobre el objeto amoroso totalmente contraindicada. Tiene más efectos secundarios y nocivos que el antibiótico más agresivo.

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  9. Pues a tu pregunta del final decirte que mi imaginación tiende a ser de las que se desbocan. Le intento poner frenos y riendas, pero me temo que mis riendas y frenos también adolecen de imaginación.

    De todos modos, creo que es atinada la mesura en todos los casos.

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  10. A "Cristal00k", "Mrysol", "Faroni", "Dr. Krapp", "Mara y cuya", "Dr. Vitamorte","Receptor" y Fermín Gámez:
    Muchísimas gracias por todas las aportaciones. De hecho es un tema controvertido y a veces uno lo plantea porque arrastra muchas dudas y contradicciones. Nada más lejos de mi ánimo que pretender enseñar nada en este ámbito tan complejo de la psicología humana. Sólo me permito expresar ideas sin más deseo que el de compartirlas. Pero también quiero añadir que vuestros comentarios me enriquecen. Y esta modestísima "adulacíón" espero que no dispare vuestra autoestima hasta límites que os envanezcan de tal guisa que raye en la soberbia. Es broma.Salud para todos

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