Albert Pla Nualart, licenciado en Filología Inglesa, publica hoy un artículo en el diario AVUI que me ha parecido interesante. Lo traduzco y resumo con el deseo de que provoque algún comentario por parte de los que verdaderamente están en condiciones de hacerlo dada su experiencia en este campo docente. La afirmación de Carod Rovira, después de dejar claro que se llama Josep-Lluís (TV), de que los niños catalanes acaban la secundaria dominando catalán, castellano e inglés no responde, en absoluto, a la realidad. ¡Qué más quisiéramos!
DELANTE DE UNA URGENCIA HISTÓRICA en que tantos esfuerzos han dado hasta ahora tan pocos resultados, quizás valdría la pena plantearse si no cometemos algún error de base y si conviene repensar algunas ideas muy extendidas y poco realistas sobre cómo se aprende una segunda lengua.
EL PRIMER TÓPICO QUE DEBERÍAMOS DE DESMITIFICAR es la importancia del inglés en la primera etapa de Primaria. Los pedagogos distinguen muy bien entre adquirir una lengua y aprenderla. De los 3 a los 9 años, los niños están prodigiosamente dotados para la adquisición. Es decir, sometidos en una auténtica inmersión, alcanzan la competencia básica de un nativo en dos o tres años. Pero dejémoslo claro: inmersión quiere decir que el niño no tiene escapatoria, que sólo se puede comunicar si utiliza aquella lengua. Y eso sólo es viable para muy pocos -si uno de los padres es nativo, si va a una escuela inglesa, si vive un tiempo en el extranjero-. Por contra, en este mismo tramo de edad, los niños tienen grandes dificultados para aprender una segunda lengua estudiándola formalmente. Mientras que la inmersión activa las capacidades innatas, el estudio formal exige una madurez cognitiva que en estas edades no se tiene. Eso queda muy bien reflejado en un estudio de la UB según el cual los niños que empiezan a hacer inglés a los 4, 8 ó 10 años llegan a los 14 con un nivel muy similar. En efecto, es a partir de los 10 que el aprendizaje se acelera y compensa en muy poco tiempo la diferencia de horas acumuladas.
ALGUNOS PADRES SE OBSESIONAN y se culpabilizan pensando que desperdiciar el tramo 3-9 años es hacer al niño un daño irreversible. Se 1es tendría que explicar que, si bien es cierto que una exposición tardía a la lengua puede dejar la secuela de un ligero acento, no compromete nada el objetivo esencial: una comunicación fluida. Y que, en todo caso, horas y horas de enseñanza que a menudo cuestan mucho dinero y sacrificios acabarán con resultado muy escasos. Aprende más un adolescente de 16 ó 17 años viviendo un mes con una familia inglesa que estudiando el idioma un montón de años en la escuela y en todo tipo de academias.
A PARTIR DE LOS DIEZ AÑOS, los niños, con el cerebro y el oído todavía abiertos, empiezan a tener bastante madurez cognitiva para sacar provecho de la enseñanza formal. Los medios invertidos de los 10 a los 30 son los más rentables porque, si bien se cierto que va disminuyendo la capacidad de adquisición, también lo es que aumenta la de aprendizaje, que llega al cenit en la universidad cuando la motivación y la disciplina son máximas.
RECIENTEMENTE EL GOBIERNO CATALÁN ha lanzado un plan para impulsar el inglés que se basa en destinar un gran presupuesto para el reciclaje de unos 15.000 docentes en activo y que en un futuro próximo puedan impartir así Naturales en inglés a partir de los 4 años. La idea de coger un maestro de mediana edad, con conocimientos nulos o muy básicos de inglés, ponerlo en un aula de EOI y hacerlo estudiar, mientras no deja de trabajar en una actividad agotadora, esperando que al cabo de cinco años pueda impartir la clase en inglés de manera competente y efectiva, es de un optimismo delirante.
EL INGLÉS COMO LENGUA VEHICULAR en Primaria no puede consistir en enseñar los colores y cuatro cancioncillas. Para que tenga sentido en esta etapa tendría que ser lengua de comunicación básica en el aula y eso exige un dominio oral que poquísimos maestros tienen. Para que algún día tengamos estos maestros, antes hemos de tener suficientes especialistas en inglés que los puedan formar. En a actual situación, resulta más realista destinar los recursos a profesores de instituto y EOI, y sobre todo a los futuros docentes, a quienes hace falta ayudar ahora, cuando todavía no trabajan, con estancias en el extranjero.
CON ESTA BASE PODREMOS HACER DEL INGLÉS de Secundaria la rampa de lanzamiento para que los adolescentes salgan a Europa sin 1a angustia de no ser capaces de hacerse entender. Porque lo que de verdad portará un cambio cultural y de mentalidad es que muchos más jóvenes hagan salidas de meses a países europeos y ensanchen los horizontes culturales. Aprender inglés es práctico y necesario pero es también fundamental para abrirse mentalmente, respetar la referencia e integrarse de lleno en la cultura democrática europea.
DAVANT UNA URGÈNCIA HISTÒRICA en què tants esforços han donat fins ara tan pocs resultats, potser valdria la pena plantejar-se si no cometem algun error de base i si convé repensar algunes idees molt esteses i poc realistes sobre com s'aprèn una segona llengua.
DELANTE DE UNA URGENCIA HISTÓRICA en que tantos esfuerzos han dado hasta ahora tan pocos resultados, quizás valdría la pena plantearse si no cometemos algún error de base y si conviene repensar algunas ideas muy extendidas y poco realistas sobre cómo se aprende una segunda lengua.
EL PRIMER TÓPICO QUE DEBERÍAMOS DE DESMITIFICAR es la importancia del inglés en la primera etapa de Primaria. Los pedagogos distinguen muy bien entre adquirir una lengua y aprenderla. De los 3 a los 9 años, los niños están prodigiosamente dotados para la adquisición. Es decir, sometidos en una auténtica inmersión, alcanzan la competencia básica de un nativo en dos o tres años. Pero dejémoslo claro: inmersión quiere decir que el niño no tiene escapatoria, que sólo se puede comunicar si utiliza aquella lengua. Y eso sólo es viable para muy pocos -si uno de los padres es nativo, si va a una escuela inglesa, si vive un tiempo en el extranjero-. Por contra, en este mismo tramo de edad, los niños tienen grandes dificultados para aprender una segunda lengua estudiándola formalmente. Mientras que la inmersión activa las capacidades innatas, el estudio formal exige una madurez cognitiva que en estas edades no se tiene. Eso queda muy bien reflejado en un estudio de la UB según el cual los niños que empiezan a hacer inglés a los 4, 8 ó 10 años llegan a los 14 con un nivel muy similar. En efecto, es a partir de los 10 que el aprendizaje se acelera y compensa en muy poco tiempo la diferencia de horas acumuladas.
ALGUNOS PADRES SE OBSESIONAN y se culpabilizan pensando que desperdiciar el tramo 3-9 años es hacer al niño un daño irreversible. Se 1es tendría que explicar que, si bien es cierto que una exposición tardía a la lengua puede dejar la secuela de un ligero acento, no compromete nada el objetivo esencial: una comunicación fluida. Y que, en todo caso, horas y horas de enseñanza que a menudo cuestan mucho dinero y sacrificios acabarán con resultado muy escasos. Aprende más un adolescente de 16 ó 17 años viviendo un mes con una familia inglesa que estudiando el idioma un montón de años en la escuela y en todo tipo de academias.
A PARTIR DE LOS DIEZ AÑOS, los niños, con el cerebro y el oído todavía abiertos, empiezan a tener bastante madurez cognitiva para sacar provecho de la enseñanza formal. Los medios invertidos de los 10 a los 30 son los más rentables porque, si bien se cierto que va disminuyendo la capacidad de adquisición, también lo es que aumenta la de aprendizaje, que llega al cenit en la universidad cuando la motivación y la disciplina son máximas.
RECIENTEMENTE EL GOBIERNO CATALÁN ha lanzado un plan para impulsar el inglés que se basa en destinar un gran presupuesto para el reciclaje de unos 15.000 docentes en activo y que en un futuro próximo puedan impartir así Naturales en inglés a partir de los 4 años. La idea de coger un maestro de mediana edad, con conocimientos nulos o muy básicos de inglés, ponerlo en un aula de EOI y hacerlo estudiar, mientras no deja de trabajar en una actividad agotadora, esperando que al cabo de cinco años pueda impartir la clase en inglés de manera competente y efectiva, es de un optimismo delirante.
EL INGLÉS COMO LENGUA VEHICULAR en Primaria no puede consistir en enseñar los colores y cuatro cancioncillas. Para que tenga sentido en esta etapa tendría que ser lengua de comunicación básica en el aula y eso exige un dominio oral que poquísimos maestros tienen. Para que algún día tengamos estos maestros, antes hemos de tener suficientes especialistas en inglés que los puedan formar. En a actual situación, resulta más realista destinar los recursos a profesores de instituto y EOI, y sobre todo a los futuros docentes, a quienes hace falta ayudar ahora, cuando todavía no trabajan, con estancias en el extranjero.
CON ESTA BASE PODREMOS HACER DEL INGLÉS de Secundaria la rampa de lanzamiento para que los adolescentes salgan a Europa sin 1a angustia de no ser capaces de hacerse entender. Porque lo que de verdad portará un cambio cultural y de mentalidad es que muchos más jóvenes hagan salidas de meses a países europeos y ensanchen los horizontes culturales. Aprender inglés es práctico y necesario pero es también fundamental para abrirse mentalmente, respetar la referencia e integrarse de lleno en la cultura democrática europea.
DAVANT UNA URGÈNCIA HISTÒRICA en què tants esforços han donat fins ara tan pocs resultats, potser valdria la pena plantejar-se si no cometem algun error de base i si convé repensar algunes idees molt esteses i poc realistes sobre com s'aprèn una segona llengua.
EL PRIMER TÒPIC QUE HAURÍEM DE DESMITIFICAR és la importància de l'anglès en la primera etapa de primària. Els pedagogs distingeixen molt bé entre adquirir una llengua i aprendre-la. Dels 3 als 9 anys, els nens estan prodigiosament dotats per a l'adquisició. És a dir, sotmesos a una autèntica immersió, assoleixen la competència bàsica d'un nadiu en dos o tres d'anys. Però deixem-ho clar: immersió vol dir que el nen no té escapatòria, que només es pot comunicar si fa servir aquella llengua. I això només és viable per a molt pocs -si un dels pares és nadiu, si va a una escola anglesa, si viu un temps a l'estranger-. Per contra, en aquest mateix tram d'edat, els nens tenen grans dificultats per aprendre una segona llengua estudiant-la formalment. Mentre que la immersió activa les capacitats innates, l'estudi formal exigeix una maduresa cognitiva que en aquestes edats no es té. Això queda molt ben reflectit en un estudi de la UB segons el qual els nens que comencen a fer anglès als 4, 8 o 10 anys arriben als 14 amb un nivell molt similar. En efecte, és a partir dels 10 que l'aprenentatge s'accelera i compensa en molt poc temps la diferència d'hores acumulades.
ALGUNS PARES S'OBSESSIONEN i es culpabilitzen pensant que desaprofitar el tram 3-9 anys és fer al nen un mal irreversible. Se'ls hauria d'explicar que, si bé és cert que una exposició tardana a la llengua pot deixar la seqüela d'un lleuger accent, no compromet gens l'objectiu essencial: una comunicació fluida (i si no que ho preguntin al Matthew Tree). I que, en tot cas, hores i hores d'ensenyament que sovint costen molts diners i sacrificis acabaran amb resultats molt minsos. Aprèn més un adolescent de 16 o 17 anys vivint un mes amb una família anglesa que estudiant l'idioma un munt d'anys a l'escola i en tota mena d'acadèmies.
A PARTIR DELS DEU ANYS, els nens, amb el cervell i l'oïda encara oberts, comencen a tenir prou maduresa cognitiva per treure profit de l'ensenyament formal. Els mitjans abocats dels 10 als 30 són els més rendibles perquè, si bé es cert que va minvant la capacitat d'adquisició, també ho és que augmenta la d'aprenentatge, que arriba al zenit a la universitat, quan la motivació i la disciplina són màximes.
RECENTMENT EL GOVERN CATALÀ ha llançat un pla per impulsar l'anglès que es basa a destinar un gran pressupost al reciclatge d'uns 15.000 docents en actiu perquè en un futur proper puguin impartir assignatures en anglès a partir dels 4 anys. La idea d'agafar un mestre de mitjana edat amb coneixements nuls o molt bàsics d'anglès, ficar-lo en una aula d'EOI i fer-lo estudiar mentre no deixa de treballar en una feina esgotadora, esperant que al cap de cinc anys pugui fer la classe en anglès de manera competent i efectiva, és d'un optimisme delirant.
L'ANGLÈS COM A LLENGUA VEHICULAR a primària no pot consistir a ensenyar els colors i quatre cançonetes. Perquè tingués sentit en aquesta etapa hauria de ser llengua de comunicació bàsica a l'aula i això exigeix un domini oral que poquíssims mestres tenen. Perquè algun dia tinguem aquests mestres abans hem de tenir prou especialistes en anglès que els puguin formar. En l'actual situació, resulta més realista destinar els recursos als professors d'institut i EOIs, i sobretot als futurs docents, a qui cal ajudar ara, quan encara no treballen, amb estades a l'estranger.
AMB AQUESTA BASE PODREM FER DE L'ANGLÈS de secundària la rampa de llançament perquè els adolescents surtin a Europa sense l'angoixa de no ser capaços de fer-se entendre. Perquè el que de debò portarà un canvi cultural i de mentalitat és que molts més joves facin estades de mesos en països europeus i ampliïn els horitzons culturals. Aprendre anglès és pràctic i necessari però és també fonamental per obrir-se mentalment, respectar la diferència i integrar-se de ple en la cultura democràtica europea.
Saludos, le escribo de México, y me parece un artículo muy bueno , en lo personal pienso que efectivamente a partir de los 10 años se incrementa el área de aprendizaje en los niños, ya que en países de habla hispana, no existen muy benos profesores y tampoco muy buenos métodos, por lo que creo que es mejor esperar a que los niños tengan la edad suficiente para que su aprendizaje en verdad sea eficiente y no se gaste mucho dinero en forma inadecuada.
ResponderEliminarsaludos
Agragezco su comentario. Quedo a su disposición para lo que guste. un cordial saludo
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