Imagínate que sólo estuviéramos tú y yo,
sin rescoldos, sin nostalgias, sin memoria,
sin más luz que la del sol
y con noches de luna grande.
Imagínate un mundo sin normas, sin fronteras,
sin caminos trazados, con la página en blanco,
sin trabas para comenzar un sueño renovado,
aunque otra vez tengamos que aprender a escribir.
Piénsalo mientras te duermes y
mañana me lo cuentas.
sin rescoldos, sin nostalgias, sin memoria,
sin más luz que la del sol
y con noches de luna grande.
Imagínate un mundo sin normas, sin fronteras,
sin caminos trazados, con la página en blanco,
sin trabas para comenzar un sueño renovado,
aunque otra vez tengamos que aprender a escribir.
Piénsalo mientras te duermes y
mañana me lo cuentas.
Yo haría acopio muy a gusto de textos como éste. Es tan difícil imaginar un mundo con la página en blanco, me quedo con esa sugerencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Fermín: Supongo que al personaje, en cuestión, también le cuesta imaginarlo y por eso le pide a ella que se lo cuente...
ResponderEliminarImaginar... soñar despiertos... volando hacia el lugar que cada uno quiera ir... a ese lugar mágico donde todo se transforma, donde la noche se convierte en día, donde la oscuridad deja de existir para ver claridad, sin melancolías, sin tristezas, sin lágrimas, en un mundo donde el sueño es realidad, donde cada uno escribe las letras que uno quiera vivir en una página en blanco.
ResponderEliminarY me quedé pensándolo y así lo viví durante unos segundos, gracias, Luis Antonio, me parecen preciosos estos textos de Grágeas de palabras, gracias por hacérmelas descubrir.
Un beso.
A María:
ResponderEliminarTu comentario es poesía pura. Tu manera natural de expresarte. Se nota que la llevas dentro.
Besos, María