Sinceramente, las ciudades, como Los Ángeles, que requieren el coche para trasladarse de un lugar a otro, no me gustan. Y si carecen de transporte público eficaz, menos aún. Este es el caso de L.A. Se trata de la 2ª ciudad de los EEUU. Tiene el área metropolitana más extensa de toda la Unión. Nada que ver con la ciudad tradicional con su centro histórico y tal. Casi 18 millones de habitantes. 7 millones de vehículos. Más de 80 km. de punta a punta. 1.200 km2. de superficie. 120 lenguas diferentes. Más de 1000 km. de autopistas dentro de la ciudad y que sirven como puntos de referencia. Todo es desmesurado en Los Ángeles. Los archiconocidos: Universal Studios, Hollywood, Beverly Hills, Sunset Boulevard, Getty Center, Chinatown, Venice Beach, Disneyland Park, Santa Mónica... También tiene, todo hay que decirlo, 17 orquestas sinfónicas e infinidad de bibliotecas.
Bukowski, el más irreverente de los escritores americanos –aunque sea de origen alemán- en uno de sus libros, creo que en el titulado “Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones” escribe a propósito de la Biblioteca Pública de esta desbordante ciudad:
“La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
muy probablemente evitó
que me convirtiese en un
suicida,
un ladrón de bancos,
un tío
que pega a su mujer,
un carnicero o
un motorista de la policía...”
“La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
muy probablemente evitó
que me convirtiese en un
suicida,
un ladrón de bancos,
un tío
que pega a su mujer,
un carnicero o
un motorista de la policía...”
Hermosa referencia del genial Bukowski. Sólo nos queda por saber si Los Angeles tienen alma más alla del paiasaje de desolación de las autopistas.
ResponderEliminarUy!!!! que envidia que bien te lo has pasado Antonio.
ResponderEliminarY me encanta que nos cuentes todas esas cositas que has vivido por esos mundos, es como si también lo estuviésemos viviendo y experimentando contigo.
Saludos y bienvenido!!!
De todo lo que has mencionado, yo me quedaría -por atrayentes que me resultan- con las de la infinidad de bibliotecas y con su semejanza con Babel.
ResponderEliminarMe gusta perderme tanto en los idiomas como en esos adorados antros en que se pervierte a las personas con la delicia de los libros.
Muchas gracias, amigos. También estoy deseoso de entrar en vuestras bitácoras para ponerme al día. Un cordial abrazo para Lisebe, Dr. Krapp y Fermín (Omaha)
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