domingo, diciembre 28, 2008

REFLEXIONES, ¿CÁNDIDAS?, SOBRE EL CONCEPTO DE FELICIDAD

Una buena amiga me obsequia con este texto de Eduardo Galeano:

“Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”.


Esto y algo que he leído en un diario dominical me llevan a estas consideraciones relativamente reflexivas:

Una de las contradicciones más flagrantes que encuentro en el género humano es la falta de coherencia que hay entre la pretendida felicidad por la inmensa mayoría y los pocos medios que se ponen, o ponemos, para conocerla y alcanzarla. Se habla y se investiga más sobre la depresión y el estrés que sobre la felicidad y así nos va... Ahora hay más depresivos y estresados que nunca.

Muchos, por no decir la mayoría, vinculan la felicidad con el dinero. Más bienes, más felicidad. Pero también tenemos la experiencia de conocer a infinidad de personas que tienen lo mínimo para subsistir y parecen más felices que nadie. Hasta nos dan hermosas lecciones de solidaridad. Podría citar muchos ejemplos vividos en persona.

Lo he escuchado en numerosas ocasiones a personas que consideraba buenas, pero también un tanto chifladas: la generosidad produce más satisfacción que la propia complacencia. Y de un tiempo a esta parte tengo que confesar que participo cada vez más de esta sensación. ¿Estaré chiflado? Creo, de verdad, que logrado un cierto nivel mínimo e impreciso de bienestar material, el aumento del mismo no se traduce en similar incremento de felicidad. (A lo mejor, digo esto porque un año más no me ha tocado la lotería de Navidad...). Sin embargo, cada vez encuentro más satisfacción en hacer regalos que casi en recibirlos y, sobre todo, en hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio... Esto unido a los placeres autocomplacientes de la vida cotidiana como estar con las personas estimadas, conversar, el sexo, la lectura, el “blogeo”, la música, las aficiones, el guiñote, la interculturalidad, la relajación, los pequeños placeres de la mesa, etc, etc, si no es la felicidad plena, que siempre será una entelequia, al menos se aproxima a ella. No ignoro que algunas de estas pequeñas cosas suponen un coste, pero no tiene por qué ir más allá de las propias posibilidades. Estoy seguro de que un niño es más feliz si tiene con quien jugar que con todos los juguetes del mundo.

Incluso, a veces, llego a pensar teme-rariamente que ser generoso no equivale a estar chiflado ni implica santidad alguna, puesto que la entrega desinteresada a los demás, en el fondo, también encierra algo de egoísmo solapado, pues mediante esa dádiva se consigue la propia autosatisfacción. No sé si me explico... A lo mejor, mañana mismo, me río de esta forma un tanto cándida de pensar, pero hoy, no sé por qué, lo tengo meridianamente claro.

12 comentarios:

  1. Anónimo11:57 p. m.

    "pues mediante esa dávida se consigue la propia autosatisfacción".Para mí esta frase encierra una cierta verdad solamente y no creo que te rías mañana de tu forma cándida de pensar de hoy. El ser generoso con sus actos, hacia los demás, tiene unos principios superiores, que antepone a su autosatisfacción.
    Esta otra frase que destacas "la generosidad produce más satisfacción que la propia complacencia" sigue participando de esa sensación y bienvenidos a los ....
    ¡¡¡Benditos chiflados!!!
    Soy de las que creen que con una pequeña aportación individual, se podrían arreglar muchas pequeñeces, que mejorarían un mucho, nuestro entorno.
    Un abrazo. Etel.

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  2. Luis, Luis, Luis....ME ENCANTÓ!!!
    Lo estoy viviendo...y por primera vez estoy más de acuerdo contigo que con Galeano!!! podés creerlo?
    No son cosas chiquitas, son cosas graaaaandes!!! Entiendo lo que él quiso decir porque al fin de cuentas yo siempre lo entiendo a Galeano...jajaja. También disfruto muuuucho regalando, soy regalona al decir de mi hija Sol, y más cuando son cosas que tal vez no tienen un costo alto en dinero pero que sé preciadas para quien las recibe y también para quien las da, pero últimamente estoy recibiendo tantos de esos regalos que tengo que reconocer que no sólo dar me hace feliz sino también recibir. La generosidad tiene, para mí, esas dos caras, es altruísta porque no se espera nada a cambio y un poquito egoísta por el placer que produce, aunque uno no lo hace por eso. A veces somos generosos sin darnos cuenta y damos cosas que el otro valora mucho. Por ejemplo a mí me hace feliz esta entrada que nos regalaste, me hace feliz cuando decís que "soy responsable de volver a mirar a el Nano", me hace feliz que otra amiga te acercó a Galeano. Si sos chiflado o soy chiflada no me importa nada, todos tenemos un lindo chiflado adentro pero no sé si tiene que ver con la generosidad o con apreciar los regalos al alma...y si es así, bendita chifladura.
    La conocés no? es la Balada para un Loco...te la regalo y un abrazo. Gracias!!! Es de locos, ya sé que no es el caso, ni somos vos y yo...pero a mí me gusta y te la quiero regalar...por eso, porque me gusta. La letra es Horacio Ferrer y la música, que no la puedo poner acá de Piazzolla

    (recitado)
    Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, ¿viste? Salís de tu casa,
    por Arenales. Lo de siempre: en la calle y en vos. . . Cuando, de repente, de
    atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer
    polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa
    pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de
    taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves: porque los
    maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas
    del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y
    medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te
    digo...

    Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
    No ves que va la luna rodando por Callao;
    que un corso de astronautas y niños, con un vals,
    me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

    Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
    Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
    y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
    el loco berretín que tengo para vos:

    ¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
    Cuando anochezca en tu porteña soledad,
    por la ribera de tu sábana vendré
    con un poema y un trombón
    a desvelarte el corazón.

    ¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
    Como un acróbata demente saltaré,
    sobre el abismo de tu escote hasta sentir
    que enloquecí tu corazón de libertad...
    ¡Ya vas a ver!

    (Recitado)
    Salgamos a volar, querida mía;
    subite a mi ilusión super-sport,
    y vamos a correr por las cornisas
    ¡con una golondrina en el motor!

    De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
    los locos que inventaron el Amor;
    y un ángel y un soldado y una niña
    nos dan un valsecito bailador.

    Nos sale a saludar la gente linda...
    Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
    provoco campanarios con la risa,
    y al fin, te miro, y canto a media voz:

    (Cantado)

    Quereme así, piantao, piantao, piantao...
    Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
    ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
    ¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

    Quereme así, piantao, piantao, piantao...
    Abrite los amores que vamos a intentar
    la mágica locura total de revivir...
    ¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

    (Gritado)

    ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
    Loca ella y loco yo...
    ¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
    ¡Loca ella y loco yo

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  3. Felicidades por atreverse con un tema donde aparentemente está todo dicho.
    El hecho de que nos guste más que recibir es una cuestión casi numérica. Sentir la satisfacción ajena a través de nuestras acciones es sentir triple satisfacción: 1) la satisfacción de actuar 2) la satisfacción de que lo que hacemos causa satisfacción 3) la satisfacción de que haciéndolo somos más felices nosotros mismos.
    Está muy manido desde los presocráticos de la escuela cínica pero hay que decirlo de nuevo: cuanto menos desees más feliz serás.
    Me encanta la Balada para un Loco, es un tema extraordinario que alcanzaba cimas excelsas cuando la cantaba Roberto Goyeneche y/o tocaba el bandonion Piazolla.

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  4. Etel: No sé si la generosidad responde a principios, a la conciencia, a estas fechas singulares o al propio “egoísmo”, pero, en cualquier caso, bienvenida sea. Y la generosidad no es sólo aportación, también es el cariño, la compañía, una sonrisa...
    Gracias por tu visita y comentario. Otro abrazo con los mejores deseos

    Mara y Cuyá: Resulta que una excompañera de colegio también es “forofa” de tu admirado Galeano. Ya ves... He leído dos veces “La balada para un Loco” y me ha entusiasmado. La desconocía. Esto también es un regalo increíble y te estoy sumamente agradecido. Si lees el comentario del Dr. Krapp, también participa de la misma opinión. Trataré de buscar esa canción con su correspondiente música.

    Aprovecho para decirte que te debo contestación de muchos de tus comentarios y correos. He estado dos días fuera y me encuentro un tanto desfasado. Muchas gracias por todo y felicidades por esa magnífica familia que tienes. Otro abrazo enorme.

    Dr. Krapp: Efectivamente, ya casi está dicho todo. Sólo cambian los matices, las palabras, las circunstancias, las connotaciones personales...Y en lo que queda mucho por decir es en el terreno de la aplicación de todas esas cosas archisabidas. Ahí falta mucho todavía, ¿verdad? Comparto el gusto por esa balada que nos envían desde Rosario (Argentina) para deleite de todos los que coincidamos en estos foros de amigos. Feliz Año, Dr.Krapp.

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  5. La palabra y el acto es siempre compartir. Deberían educarnos en el SER y no en el TENER, que tanta frustración conlleva.
    Un abrazo y mis mejores deseos àra el nuevo año.

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  6. Comparto al cien por cien las ídeas que expresas de manera tan brillante, Luís Antonio. Por suerte existen "chiflados" en este mundo, porque de lo contrario el mundo sería un lugar mucho más insoportable de lo que es. Me ha encantado esa visión de la felicidad pequeña y cotidiana que es la que a la larga más satisfacciones nos procura. Aprovecho para desearte toda clase de felicidades y venturas para el año nuevo.

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  7. Luis...Dr. Krapp, ya tienen en mi rinconcito de pasiones la versión de Goyeneche y Piazzolla...juntos!!!

    Luis...no me debes nada. Déjame ser generosa hombre. Ya te había dejado las felicidades allá, pero ahora lo hago en tu casa. Un abrazo lleno de buenos deseos para vos y los tuyos. Besitos

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  8. ay..sí, me debes algo. Bueno, pedirte un favor, no puedo copiar la foto de la placa en la casa de Serrat, la PC se tilda cuando la quiero bajar...me la envías?...la pucha con mi generosidad....jajaja.

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  9. Luis Antonio, has tocado un tema muy profundo, ¿que nos hace felices?, pues bien creo que en mi caso particular lo que me produce una inmensa felicidad es ver el progreso de mis alumnos y los éxitos de mi ex-alumnos, y me siento muy recompensado cuando ellos manifiestan su reconocimiento a lo aportado por su profesor.
    Saludos,

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  10. Héctor: Comparto ese placer y no tengas la menor duda de que si muchos no lo expresan no es que no lo piensen, pero a veces les puede la timidez...y el prejuicio de que puedan ser considerados "pelotas·. Salud

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  11. Querido Luís,
    Yo hace tiempo que descubrí el placer de dar antes que recibir.. Te llevo algo de ventaja en esto. En todos los ámbitos de la vida, es más gratificante dar(se) que recibir, sean cosas materiales o no. Centrándonos en el tema de los regalos, por las fechas que estamos, yo disfruto muchísimo eligiendo regalos para todos los míos... A lo largo del año voy tomando notas mentales cuando alguno dice que le gusta tal o cual cosa y ahora y en los cumpleaños intento darles esa sorpresa... Me encanta ver la cara de ilusión cuando abren los regalos...

    (Esto es con todos menos con mi suegra... Lo siento pero es superior a mí :P)

    Un beso

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  12. Estimada Novicia: Estupendo que tengamos sintonía en temas relevantes. Ahora bien, de la misma manera que dsfruto haciendo regalos, sufro un montón para decidir el qué. Tengo que recurrir a todo tipo de confidencias y colaboraciones porque soy pooco imaginativo. Antes regalaba muchos libros hasta que descrubri el poco aprecio que despertaban... Ahora trato de ir sobre seguro.
    No me chivaré a tu suegra, tranquila...
    Besos

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el beso que se entrega
cuando hay querer".