Con esta tercera entrega finalizo el tratamiento prescrito por mi chamán quien, al verme tan apesadumbrado por las propias contradicciones sobre estos enigmas existenciales, me prescribió echar fuera todos esos sinsabores en forma de “grageas de palabras...” Y me siento mucho más aliviado, la verdad.
Desmorona los puentes que te
conducen a un paraíso perdido y
falsamente amañado
por el tiempo y la distancia.
Aparta de tu mente
las promesas infundadas
de un devenir incierto
que carece de evidencias.
Arroja tu biografía
como pasto de las llamas y
renuncia a tu historia
salpicada de insidias.
Limítate a vivir,
tan solo...
Desmorona los puentes que te
conducen a un paraíso perdido y
falsamente amañado
por el tiempo y la distancia.
Aparta de tu mente
las promesas infundadas
de un devenir incierto
que carece de evidencias.
Arroja tu biografía
como pasto de las llamas y
renuncia a tu historia
salpicada de insidias.
Limítate a vivir,
tan solo...
ay amigo....esas grageas, en apariencia pequeñas (por su extensión) como pueden crear grands espacios de reflexión. Hace un tiempito me hubieran venido de maravillas éstas de hoy, pero ese puente ya lo dejé atrás; igual me las llevo, nunca se sabe.Mira, no desmorones nada...sólo anda para adelante y no seas ingrato con los puentes que te dejaron cruzar...y si dices que vas a vivir hazlo con todo, que la vida es variadita, hay alegrías, dolor y también nostalgia....hay que dejarla fluir, disfrutar y sufrir, pero no estancarse...seguir y seguir che amigo que hay misterios más adelante. A propósito, yo estoy en un ciber buscando el puente que me lleve al misterio de la Telecom, "no encontramos la falla".
ResponderEliminarUUUUUFFFFAAAAAAAA. Besitos
Estimado Luis: Me llevas a reflexionar y a darle la razón a tu chamán. Vivamos hoy, no carguemos con el pasado ni vivamos por adelantado, no sabemos si tenemos tantos días disponibles, ¿verdad?...disfrutemos entonces lo que tenemos en nuestras manos hoy. No es nada fácil, lo sé, pero bien vale la pena intentarlo.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte...
Tampoco es cuestión que se lesione,amigo mío.
ResponderEliminarQuizás este Chamán no se ha explicado bien. La cuestión es despojarse del disfraz, del recubrimiento falseado, del chasis inservible, no de la materia que hay debajo.
Necesitamos nuestra biografía. Necesitamos el paraíso, pero no los puentes ilusorios que en vez de llevarnos a su encuentro nos sumergen en las aguas oscuras del desengaño.
A los que por circunstancias esperamos la vida con incertidumbre, sabemos bien de que hablas. Lo terrible es cuando la vida se niega ha dejarse vivir y te asalta la certeza de que al final del tránsito vital todo se reduce a un estado de soledad permanente en un Universo negro y gélido…
ResponderEliminarEn mi humilde opinión, creo que el futuro ya sea incierto o nó, nadie puede saberlo.
ResponderEliminarLa esperanza, es lo que nos queda después de vivir el presente con todo lo que este conlleva.
Porque encerrarse en penas!!! si puedes soñar con ilusiones de una realidad que podemos forjarnos paso a paso, peldaño a peldaño, y pueste a puente.
Besos mi querido maestro
No, Luis, no; no desmorones los puentes: tiéndelos.
ResponderEliminarQue nunca sabrás si el paraíso era o no falso, o si la verdad en la que te quedabas era mentira, a no ser que tiendas los puentes.
ResponderEliminarSoñar no es malo; yo creo que incluso es muy, muy bueno. Nuestro universo propio está lleno de verdades y mentiras, si queremos creérnoslas o no es otra cuestión; a mí me gusta seguir la tradición de los Reyes Magos...
Besos.
A Mara y Cuya: Reflexionar de vez en cuando es saludable, ¿no? Si conociera el “puente” que conduce al corazón de las operadoras, algunas ya habría “fenecido”...
ResponderEliminarA Marisol: Estoy de acuerdo contigo y es lo que expreso, pero también comprendo a los que tiene un pasado fácilmente “llevadero” y tienen la clarividencia de adivinar un futuro prometedor...
A Chamán Triste: Y si nos despojamos de todo eso, ¿qué nos queda? A esos puentes ilusorios quiero desmoronar; los otros, que también los hay, bienvenidos sean.
A Joherg: ¿La vida se niega a dejarse vivir o nosotros no sabemos vivirla? Nunca es tarde para aprender o, al menos, para intentarlo. Mi paisano y admirado Gracián dijo que “Sólo vive el que sabe”, así es que habrá que aplicarse.
A Lisebe: Las penas y las ilusiones suelen alternarse. Por eso sobrevivimos
A Fauve: Basta con que tú me lo pidas para dejar de demoler puentes, pero permite que restrinja el paso de los que conducen a las tinieblas, que también los hay.
¡Te lo pido, te lo pido!
ResponderEliminarAy, qué bonitas palabras me dices...
Pero respecto a los puentes que conducen a las tinieblas, ¿cómo sabes qué hay al otro lado antes de cruzarlos? Es más, si no tienes puente y estás en ellas (en las tinieblas), no podrías regresar... así que TIENDE PUENTES SIEMPRE, Luis.
No podemos quedarnos con lo bueno de la vida y rechazar lo malo (no al contrario) ni debemos siquiera, ya que la vida es así... como el fútbol ;-)
Si la vida es como el fútbol, permite que te diga que simpatizo con el Barça, luego,mientras dure la racha, soy el más feliz del mundo y yo sin saberlo. Gracias, Fauve...por abrirme los ojos.
ResponderEliminar:-)))))))))))
ResponderEliminar¡Visca el Barça!
A mí no me gusta el fútbol, pero seguro que te lo imaginabas :-)))
Los puentes que nos conducen a tales cosas hay que desmoronarlos... y procurar no levantar otros en el intento.
ResponderEliminarHermoso texto el que has escrito.
Bueno, Fermín, me congratula que estés de acuerdo con lo de los puentes y que te haya gustado. Tu opinión tiene muucho crédito
ResponderEliminarSon diferentes puntos de vista. Puedes decir: tiende esos incluso para que puedan regresar los que están allí. O: desmorónalos todos para que nadie pueda suicidarse lanzándose desde ellos. Cualquier frase con un mínimo de sentido puede tener toda la razón o ninguna, según se mire. Por eso digo lo de los puntos de vista.
ResponderEliminarTambién está bien construir algún soportal o cobijo; ahora mismo está granizando...
¡Besos!
¿Para qué sirven los puentes que conducen al dolor o a ninguna parte? A esos y no a otros me refiero...
ResponderEliminarLo sé, pero lo que trato de decir es: ¿cómo sabes qué hay al otro lado del puente antes de cruzarlo?
ResponderEliminarY añado: una vez que llegas allí y quieres volver, si no hay un puente no podrás cruzar el río...
Por eso digo que ni esos se deben desmoronar, a no ser que sea a la vuelta...
Biquiños.