La incorporación en el uso coloquial de la expresión “verdades de Perogrullo” se debe a la necesidad de expresar aquello que por evidente y consabido se hace ocioso anunciar.
No sé si las verdades que voy a expresar pertenecen al patrimonio o no de Perogrullo, pero creo que no viene mal reflexionar una y otra vez sobre ellas, por archisabidas que sean. Una condición previa es analizarlas bajo un control estricto de la emotividad porque de lo contrario se puede caer en el peligro de confundir las apariencias con la realidad como pasa con los espejos que ilustran esta entrada. Sólo haré referencia, para no fatigar al personal, a dos de ellas:
No sé si las verdades que voy a expresar pertenecen al patrimonio o no de Perogrullo, pero creo que no viene mal reflexionar una y otra vez sobre ellas, por archisabidas que sean. Una condición previa es analizarlas bajo un control estricto de la emotividad porque de lo contrario se puede caer en el peligro de confundir las apariencias con la realidad como pasa con los espejos que ilustran esta entrada. Sólo haré referencia, para no fatigar al personal, a dos de ellas:
Las personas que no se estiman a sí mismas tampoco estiman a los demás y proyectan en ellos su propia frustración. Tienden a ver las situaciones desde una mentalidad estrecha e interpretan erróneamente todo lo que les afecta.
Si no nos comparamos con los demás -para muchos labor harto difícil- y tomamos como referencia lo que es verdadero y genuino dentro de nosotros mismos podremos valorarnos por lo que realmente somos, o sea, personas con un potencial único para desarrollar, con limitaciones obvias y capaces de ser tanto como el que más.
Sí, es verdad, los espejos distorsionan, pero dan una aproximación. Si se es capaz de entender eso, el que se mira sabrá que lo que ve no es exactamente lo que está de su lado. Y ¿quién es? ¿lo sabe? ¿confía ciegamente en la mirada de sí mismo? Creo que eso es también una aproximación. Desconfío de todas las miradas que hago yo de mí, con o sin espejo y las debato permanentemente. Pienso que hay una gran diferencia entre mirarse en otros y mirar a otros junto a nosotros. Mirar a otros, no para proyectar frustraciones ni logros, no para compararse sino para descubrir, aprender, sentir, dejar que nos miren, creo yo, es constructivo ¿Puede alguien desarrollar todo su potencial en absoluta soledad? Sin otras ideas, sin interactuar con otras personas. Personalmente creo que no…pero, la mía puede ser una verdad de Perogrullo, nunca una verdad absoluta.
ResponderEliminarSiempre prendiendo la llamita Luis, ves, si no te miro………………
Un beso de buenos deseos para el gran clásico.
Luis Antonio, ya sabes que comparto tu interés en el tema de la “comparación”; el rasero equivocado por el que parece medirse la valía de las personas. Sin embargo no resulta fácil tener un criterio lo suficientemente aséptico e independiente y no caer en la trampa de una sociedad que imponen demasiados cánones.
ResponderEliminarEl saber valorar lo que de genuino hay en notros; por lo que eres, por quién eres y por cómo eres... justo allí comienza la autoestima.
Besos y que tengas un fin de semana.
Pues te diré lo mismo que le digo a nuestra Sirena en su blog, con respecto a la comparación pero por un tema muy diferente.
ResponderEliminarLa comparación siempre tiene una faceta de validez crítica y de gnosis incuestionable. Pero si de lo que hablamos es de comportamiento humano, las cosas nunca deberían tratarse de una manera absoluta, sólo puede haber aproximaciones, -tal como tu dices en tu aserto- Porque la comparación es algo que realizamos casi siempre a través de la intuición, por más que intentemos tener un dominio previo de la observación, siempre será dentro de nuestros límites.
Pero cada uno es cada uno y sus cadaunadas...
Un abrazo Luis Antonio.
Bueno, pues yo discrepo en la primera "afirmación" y soy la prueba viviente de que eso no es siempre verdad, o no siempre se cumple al 100%. Siempre he sido una persona con una atuoestima muy baja, si no inexistente. Me ha costado un trabajo inmenso, casi titánico, conseguir verme con buenos ojos, quererme, gustarme, valorarme... Voy por buen camino, pero tengo aún mucho por andar. Pero esta circunstancia mía personal jamás me ha impedido amar, valorar a los demás. Jamás he mirado a nadie ni al mundo con una mentalidad estrecha que estoy muy lejos de tener, aunque sí es probable que haya interpretado erróneamente lo que me afectaba... Intento explicar con esto que lo negativo de esta forma de ser mía sólo me ha afectado negativamente a mí misma. Por supuesto que ha influído en mi relación con mi entorno, pero no creo que negativamente....
ResponderEliminarRespecto a la segunda afirmación, sí estoy de acuerdo en todo, aunque digo lo mismo, me ha llevado mucho trabajo aceptar mis limitaciones y considerarme tan capaz como cualquiera... De hecho es algo en lo que todavía estoy trabajando porque a veces doy pasos de gigante hacia atrás...
Un beso, Luís.
Dices (terminas): "y capaces de ser tanto como el que más."
ResponderEliminarEso es ya una contradicción con todo lo anterior, ¿no?
No es una crítica, es que no entiendo a qué viene esa frase si justo estás hablando de lo contrario...
Biquiños.
A Mar y Cuya: Efectivamente, el problema no está en el espejo, sino en la mirada de cada uno. Y como bien dices complementar la propia autoimagen con la que puedan percibir los de nuestro entorno también nos puede ayudar a ser más ponderados con nosotros mismo... Difícil, cierto...Otro beso
ResponderEliminarA Sirena Varada: No resulta fácil, pero creo que hay que intentarlo. Y eso que yo no suelo mirarme con buenos ojos... pero la autoestima, sin sobrevalorarla, hay que animarla como sea. Besos y mis mejores deseos para estos días.
A Novicia Dalila: Pues la sensación que provocas a través de tus escritos resulta muy positiva y no es un cumplido. Y esos pasos de gigante hacia atrás hay que superarlos con otros de dinosaurio hacia delante. Besos, Novicia
A Fauve: Quizás no me he expresado bien, pero yo lo tengo muy claro: se trata de una invitación a no verse ni por debajo ni por encima de lo que realmene se es y a partir de aquí tener la convicción de que somos capaces de cualquier cosa que nos propongamos poniendo, claro está, toda la carne en el asador...(valga la expresión tópica). ¿O te vas a quedar postrado con la moral por los suelos pensando que eres menos que un perro callejero? Eso, !nunca¡
A Cristal00k: Yo siempre he odiado las comparaciones y, además, considero que son absurdas porque todos somos distintos. Eso me evita bastantes problemas: no envidio ni compadezco a los demás. Esto no me impide admirar y sentir solidaridad. Tú lo dices con una frase muy sabia: "Pero cada uno es cada uno y sus cadaunadas..." mucho más clara que la de Ortega y Gasset.
ResponderEliminarEl problema es que los del entorno sí que lo hcen y de alguna manera también te afecta...Y en cuanto a tu otra frase: "La comparación siempre tiene una faceta de validez crítica y de gnosis incuestionable" no la tengo tan clara, de verdad. Otro abrazo, Cristal
¡Pues por eso! Sacar lo mejor de nosotros mismos y desarrollarlo, pero eso de tener que ser como el que más, es compararnos otra vez con otro, o así lo veo yo.
ResponderEliminarJo, últimamente no encontramos el punto de encuentro... Pero los puentes no son puntos de no retorno (chiste malo para los de ciencias a los que les gusten las letras; o más bien deseo de que haya polémica o debate pero no desencuentros).
Quizás deberías acudir a la consulta homeopática de Folken :-)
ResponderEliminarAych, perdón, que quería decirle a Novicia que me ha dejado pasamada, a no ser que sea irónico lo que dice (que me parecería muy fuerte), de todo lo que he leído de ella jamás he sacado esa impresión; así que, Novicia, o bien vas por el buen camino, o bien no eres como crees o como lo que ves en el espejo o no das la impresión que te parece; al menos a mí me pareces una persona muy perspicaz, muy original e inteligente, con comentarios agudos e inspiradores -como bien sabes- que hacen pensar, y veo una personalidad arrolladora detrás de ese nick y muchas más cosas -solo que me pierdo, ya me conoces...; a lo mejor la que me confundo soy yo, pero en internet tengo un ojo... que no veas ;-) En la vida real, por desgracia, no tanto, aunque antes pensaba que sí, pero la experiencia me ha llevado a ver que son tantos los que se aprovechan y/o han aprovechado de mí y me dañan o han dañado que... tengo que rendirme a la evidencia, o a las estadísticas :-(.
ResponderEliminarPero no pueden con mi fuerza y mi humor, yo tengo otra madera y cuanto más me decepcionan "ellos", más me subo más yo (¡oooole! viva-la-madre-que-me-parió).
Y es que de vez en cuando hay que darse palmaditas en la espalda; si no te las dan los demás, los que sí que te quieren y aprecian, te las das tú misma y listo; ¡que les zurzan a los que no nos quieren y nos mienten! Biquiños, Novicia; cuánto me gustaría ver una sonrisa en tu cara...
A Fauve: El día que no tenga contradicciones sobre cuestiones existenciales me preocuparé. No me imagino alardeando de poseer la verdad abosoluta...
ResponderEliminarDecir “capaces de ser tanto como el que más” encierra una fórmula comparativa –“tanto como”- pero “el que más” es de una ambigüedad total. ¿El que más tiene? ¿El que es feliz con lo que tiene? ¿El que tiene amor?...Creo que se compara A con B, Antonio con José, un coche con otro...pero con ¿el que más tiene som concretar nada?
Respecto a los puentes que mencionaba en una de mis grageas y que había que desmoronar son aquellos que te conducen a un supuesto paraíso perdido –la infancia- falsamente idealizado por el tiempo y la distancia...
No tengo inconveniente en acudir a la consulta de Foloken, si me garantizas que resolverá todas mis dudas y pesares...
Biquiños, belicosa Fauve
Yo no he dicho que seas contradictorio (y como bien dices, el que no lo sea que tire la primera piedra; yo, lapidada ya...) sino que lo es esa última frase; por mucho que me digas que es una frase hecha no deja de ser una comparación con el mejor, poniendo la comparación y la meta en lo que puede que sea inalcanzable y nos dé frustración cuando esto no tiene ningún sentido.
ResponderEliminarAnoche vi Redes, sí, lo del PUnset (ya he dicho mil veces que soy rarita) y decían que la decisión por intuición muchas veces es la más acertada, y el entrevistado demostraba "científicamente" que de un modo heurístico se rechazaba demasiada información que podía limitar nuestra capacidad de procesación de las ideas ante unas cuántas opciones entre las que elegíamos una pensando que era inconscientemente... o algo así, por suerte para vosotros no me acuerdo bien, aunque lo entendí perfectamente, que conste :-)
Folken despotrica contra homeópatas y chamanes de una forma tan genial como sólo él sabe hacerlo; sí, te lo recomiendo, por supuesto que lo recomiendo y a todo el mundo; ¡me caso con él!
Ayyy, mi tendencia a la precipitación, qué rabia. Que también quería decir que por qué hay que destruir los recuerdos de la infancia, que por qué están idealizados; entonces podemos concluir que todos los recuerdos están idealizados o trastocados (de hecho lo están, al menos según nuestro estado de ánimo o memoria selectiva se ven de una u otra forma) y entonces no podremos pensar ni en viajes, ni en aquél día, ni en aquella persona, ni en nada que ya haya pasado o sido porque... ¿por qué? Ahora sí que no entiendo nada, pasa de olvidar los recuerdos y recuerda: no hay nada más bonito que recordar.
ResponderEliminarAdemás, ¿no son acaso los problemas de memoria el cáncer del futuro? O del presente, incluso.
Y perdón por la extensión, sabes que escribo "de corrido" y no sé hacerlo de otra manera, soy una insensata...
Lui...me ha quedado algo. De qué personas estamos hablando?...si es de ti, de mí, de tus lectores, que estamos frente a una PC conectados con el mundo, que tenemos la posibilidad de enviar a nuestros hijos a la universidad, que aún con esfuerzo tenemos al menos cubiertas las mínimas necesidades, puede que en algún punto esté de acuerdo. Pero una persona, con un entorno hostil que lo margina(hambre, guerra, desocupación, pobreza) ¿puede desarrollar todo su potencial aunque tenga conciencia de él?....mira, casi estoy pensando que es mejor que lo ignoren, evitarán la frustración.
ResponderEliminarUn abrazo
A Fauve y Mara y Cuyá: quizás retirando las palabras finales, culpables de todo este entuerto, ("tanto como el que más") se aclaren las ideas, ¿no?
ResponderEliminarMe temo que tampoco...
¿Capaces de ser lo mejor de uno mismo? Algo así...
ResponderEliminarPero... ¿quién soy yo para corregirte! Vaya manía desagradable que tengo, en fin, sé que tú me perdonas, ¡a que sí!
Mara y cuyá, eso podríamos pensarlo con todas las entradas de todos los blogs, damos por hecho que el mundo es nuestro mundo y nos olvidamos del resto del planeta con tantas necesidades y tantas carencias que ni nos acordamos cuando nos quejamos de nuestras tonterías y no vemos lo privilegiados que somos...
Estimado Luis Antonio, creo que el concepto que tenemos de nuestras capacidades y nuestro potencial no se basa sólo en nuestra forma de ser, sino también en nuestras experiencias a lo largo de la vida. Lo que nos ha pasado, las relaciones que hemos tenido con los demás (familia, amigos, etc.), las sensaciones que hemos experimentado, todo influye en nuestro carácter y por tanto en la imagen que tenemos de nosotros mismos. También creo que esto deriva de la comparación subjetiva que hacemos de nuestra persona frente a los demás, así como de lo que éstos nos dicen y de las conductas que dirigen hacia nosotros. También, los éxitos y los fracasos personales influyen en nuestra forma de valorarnos.
ResponderEliminarPersonalmente, me valoro mucho y mi mirada hacia el mundo es siempre optimista.
Estupenda entrada la tuya que nos lleva a la reflexión, y estupendos también los comentarios de tus lectores. Cada día aprendo algo nuevo leyéndolos. Gracias a todos, pero especialmente a ti.
Te dejo un abrazo de paz
A Marysol: Estupendo, sensato y profundo comentario el tuyo. Ha valido la pena proponer este tema para coleccionar todas las aportaciones sin exclusiones. Otro abrazo de la misma envergadura.
ResponderEliminarA Fauve: Más biquiños y gracias por tus prolíficas y provocadoras aportaciones. Eres la animadora y el revulsivo de todas estas entradas. Y no es la primera vez que te reconozco esta gran virtud.
Luis...no tienes que quitar nada, somos leñita seca tus lectoras... nos prendemos enseguida....jajajaja. Simplemente quería decir que hay personas que no pueden estimarse porque todo su entorno las desestima y les hace creer que son inservibles. Besitos a vos
ResponderEliminarPequeña salvaje...es cierto, hay mundos que "queremos ignorar", pero están ahí...son reales, y de una u otra manera nos tocan...y ves, tu decir "no vemos lo privilegiados que somos" implica una no comparación. Yo hoy la hice y le dije a mi marido que destape un espumante...y con eso sé que no ayudo a nadie, sólo a mí, que por lo menos por esta noche, no voy a poder comparar nada en mi cómoda cama, pero estoy sintiendo el privilegio...perdona que hoy sea tan liviano, pero te aseguro que me preocupa. Seguro que Luis ya nos va encontrar con sus entradas. Un cariño
Me considero persona receptiva y tengo que reconocer que los comentarios -salvo los excesivamente pastelitos- son enriquecedores. La verdad es que "cortando" esas palabras del final y acabando el texto con un simple "capaces de ser..." me gusta. De verdad. Besos
ResponderEliminarMara y cuyá, acepto tu crítica, por supuesto, pero al decir que no vemos lo privilegiados que somos no pretendía decir comparándonos con los demás, sino que a veces no sabemos apreciar cosas que tenemos o que nos rodean y ni nos enteramos, y cuando nos percatamos nos sentimos privilegiados. Es cierto que no deja de ser una comparación, pero ser lo mejor que uno puede ser también es una comparación... Qué difícil tratar este tema con palabras, pero creo que todos estamos de acuerdo en que un poco de comparación puede venir bien como estímulo, pero no mucha para evitar frustraciones; hay que ver lo que tiene cada uno claramente -ese es el privilegio.
ResponderEliminarLuis, no borres ni una coma, que lo que hacía era un comentario, nunca mejor dicho.
Y ya no te mando más biquiños, hala, para que no te empalagues ;-)
No lo borro porque tú me lo pides y respecto a los biquiños, discrepo: nunca empalagan
ResponderEliminarSería el colmo que lo borraras: cada uno pone lo que le da la gana, tanto el bloguero como los comentaristas... ¿No decía Gil (y Gil) "pregunta lo que quieras, que yo te contestaré lo que me dé la gana"?:-))) Pues esto igual.
ResponderEliminarY montonazo de biquiños; que yo antes era muy arisca pero ya no.
A Luís y a la pequeña Salvaje:
ResponderEliminarLo primero, muchas gracias por vuestros halagos, sobre todo a tí, Fauve, porque me he quedado de piedra... A ver, sé que soy contradictoria. Siempre lo he sido. Y sé que soy irónica y perspicaz (más que inteligente, o lo que se entiende normalmente por inteligente). Tengo buena relación con la gente, porque puedo resultar simpática - o todo lo contrario si se toman muy a pecho mis ironías - Vamos, que sé que desato pasiones en ambos extremos y es difícil que deje indiferente, porque tengo una personalidad marcada... Todo eso lo sé. Siempre he sido así, lo que pasa es que llevo realmente poco tiempo exteriorizando esa parte mía (forma parte del trabajo que estoy haciendo conmigo misma: Sacar mi "yo", o parte de él a la luz, le guste a la gente o no), pero todo eso no quita que yo tenga complejos, físicos principalmente... Y que me haya pasado la mayor parte de mi vida intentando disimularlos pasando desapercibida... Vale, lo físico es secundario, pero también tengo esa faceta tan superficial.
Pero Fauve, yo sonrío constantemente. Soy de risa fácil, a veces incontrolable. Lo mismo me pasa con las lágrimas.... Soy extrema para prácticamente todo...
Yo también he sufrido esas decepciones que dices en internet. Muchísimas. He llorado lo que no está escrito, pero tengo la suerte de haber dado también con gente estupenda, maravillosa, que tienen realmente mucha "culpa" de esta transformación mía... Y eso me ha compensado todas las lágrimas derrochadas...
Un beso y muchas gracias. De verdad.
Novicia, en mi caso no son halagos sino verdades, al menos como yo las veo -que conste que también me pregunto si realmente somos como los demás nos ven... no, claro que no, ni como nos vemos nosotros; supongo que es un poco de todo, pero lo que aquí importa es el hecho de conocerse, de sentirse bien con uno mismo porque se es capaz de asumirse, incluso de superarse, pero sin competir y sin comparar, qué cierto eso de que cada uno es cada uno...
ResponderEliminarLo que ocurre es que a veces tenemos cosas buenas que se nos escapan y a los demás no, pero por desgracia estamos siempre prontos a decir lo malo y quejarnos pero lo bueno lo damos por sabido y no lo decimos; por otra parte sí que veo que es importante el complejo por la parte física y en absoluto frívolo: al fin y al cabo el físico es un don, como puede serlo también la inteligencia y, como ella, con diferentes niveles -que no dejan de estar establecidos por la sociedad pero después cada uno toma lo que realmente le importa o gusta-, y totalmente asumible y hasta maleable... De todas formas todo el mundo tiene su atractivo, y dejando de lado enfermedades que distorsionan la percepción de nuestro propio cuerpo -como las que distorsionan la de nuestra forma de ser- creo que debemos hacer lo mismo con el cuerpo que intentamos hacer con la mente: conocernos mejor y no quedarnos con lo malo, ya que somos un conjunto de "cosas" buenas y malas y regulares, aunque no me guste utilizar esas palabras "bueno" y "malo" pero he dormido poco y no se me ocurre una forma mejor; el caso es que tenemos un conjunto de características, tanto físicas como mentales, que debemos ver en su conjunto, asumir, aceptar y hasta desarrollar, sin competir y sin compararnos, y como ves estoy repitiendo lo mismo incluyendo el físico en la persona, que también somos cuerpo y también cada uno es cada uno.
Y todo se puede aprender o trabajar... ;-)
Un beso enorme, Novicia.