Cuba es un país que me resulta entrañable. Nada de Cuba me es ajeno y distante. Desde que el crucero “Maine” explotó en el puerto de La Habana he seguido la trayectoria de este país con mucho interés, no exento de pasión. Por eso, anoche fui a ver el reciente estreno de la película: “Che, el argentino”. Las escasas referencias que tenía de la película me habían provocado ciertas suspicacias. Y me sabe mal, pero la verdad es que no eran infundadas. No me ha gustado la película. Salvo el tramo final, la toma de Santa Clara, el argumento de la película me ha resultado tedioso y reiterativo en la alternancia de las morosas escenas en Sierra Maestra (en color) y la sobradamente conocida intervención del “Che” en la Asamblea General de las Naciones Unidas (en blanco y negro). No sé si la 2ª parte, que se estrenará dentro de unos meses, mejorará la opinión de la 1ª añadiendo otras perspectivas del personaje. De no ser así, los detractores de este mito lo tienen fácil...
El guión de Peter Buchman está basado, sobre todo, en la obra del propio “Che”. Recuerdos de la guerra revolucionaria cubana. La parcialidad de la documentación utilizada en el tratamiento del personaje es obvia. Creo que el director de la película, Steven Soderbergh, ha querido subrayar y alimentar la dimensión mítica del personaje. El dogmatismo que le atribuyen otros, ausente. La relevancia que algunos dan a detalles como la escenografía natural, la caracterización de Benicio del Toro, la interpretación, el detalle de tomar el puro, el acento más cubano que argentino, etc. me parecen anecdóticos y, en este caso, muy secundarios.
En la película se hace referencia a la faceta humana y revolucionaria del protagonista: la agonía del asma, el ejercicio de la medicina, su afán por enseñar a leer y a escribir a los campesinos que se suman a la guerrilla, la fe en el proceso de la revolución como medio para transformar la sociedad, la lucha contra el imperialismo yanki... Destaco tres frases ya conocidas y míticas del “Che”:
“No estamos aquí solo para pegar tiros, quien no sabe leer y escribir es fácil de engañar”.
“Lo importante no es tomar el poder, lo verdaderamente importante es qué hace con el”.
“Casi hemos ganado la guerra, ahora empieza la revolución”.
“Lo importante no es tomar el poder, lo verdaderamente importante es qué hace con el”.
“Casi hemos ganado la guerra, ahora empieza la revolución”.
Estrenar esta película cincuenta años después de los episodios narrados, con el conocimiento que todos tenemos de la situación actual de Cuba tras un largo período revolucionario, resulta un tanto anacrónico porque jugamos con la ventaja de saber que ideales tan loables, y que muchos hemos compartido durante bastantes años, hayan desembocado en una rotunda frustración. Y esto me ha condicionado mucho, la verdad. Me he sentido muy incómodo al verificar una vez más que los sueños de un mundo mejor sólo han sido... sueños.
Es muy difícil hacer una abstracción y olvidar lo que ha ocurrido desde la época que narra la película hasta nuestros días. Yo soy incapaz de hacerlo, por eso no dejo de preguntarme qué pensaría el “Che” si levantara la cabeza y comprobara que aquella obsesión suya porque todos supiesen leer y escribir para llevar a la revolución a buen puerto, se ha traducido en no poder ejercer con libertad esa capacidad. Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Zoe Valdés, Carlos Rangel, Vargas Llosa, Octavio Paz...y tantos otros están prohibidos en Cuba. Y el poder, ¿se ha ejercido en beneficio propio o no?. Y la revolución que comenzó con la toma de Santa Clara y la posterior de La Habana, ¿sigue en proceso pendiente? Me temo que los dirigentes que asaltaron el cuartel de Moncada y siguen vivos optaron desde hace varios años por culpar de todo el fracaso al bloqueo del Imperialismo de los EEUU y a los huracanes tropicales. ¿Qué bien les han venido para ocultar sus propias miserias? Igual que a Franco, cuando los organismos internaciones excluían a su Dictadura, que llenaba a tope la Plaza de Oriente. ¿Por qué se fue el “Che” de Cuba abandonando la poltrona ministerial? ¿Por qué volvió a los orígenes de la guerrilla con el deseo deimplantarla en el Congo y posteriormente en Bolivia? ¿Acaso la realidad le confirmó que lo difícil no era ganar la guerra sino ejercer el poder para llevar a cabo la Revolución? Y se asustó al verificarlo...
Me autocito, con cierto rubor, indicando dos entradas de este blog como complemento de ésta:
Ernesto “Che” Guevara, icono del consumo mundial:
http://lperezcerra.blogspot.com/2007/10/ernesto-che-gevara-icono-del-consumo.html
El cuartel de Moncada en Santiago de Cuba:
El cuartel de Moncada en Santiago de Cuba:
Tenía en proyecto ver la peli pero me temía lo que cuentas, así que ya definitivamente me ahorro los cuartos y el tiempo.
ResponderEliminarQué bien dices lo que dices ;-)
Yo hice una entrada a mi estilo (de copia y pega) que a lo mejor te gusta: http://fauvelapetitesauvage.blogspot.com/2007/08/las-fotos-del-che.html
ResponderEliminarFauve: Yo creo que deberías escuchar alguna que otra opinión sobre la película antes de dar por definitiva la decisión. No me considero experto ni muchismo menos en el llamado 7º arte...
ResponderEliminarEn teoría tienes razón, pero si recuerdas la entrada de Omaha sobre el "contra" y sus recomendaciones de libros, aquí pasa justo lo contrario: la opinión que tengo de ti y lo que me temía que me podía encontrar en la película se unen para decidirme y estar bien segura.
ResponderEliminarAdemás no me gusta mucho ir al cine y voy muy ocasionalmente.
Te sigo dando las gracias :-)
Y yo a ti por la confianza. Te confieso que la figura del "Che" me atrae, pero la película me resultó francamente aburrida. Quizás haya otros valores cinematográficos que tuve poco en consideración...Buenas noches, Fauve
ResponderEliminarBuenas noches, ahora sí que me retiro, mucho más tarde de lo que debería, como de costumbre.
ResponderEliminarHasta mañana.
Y respecto a otros posibles valores cinematográficos no te preocupes, que no era lo que iba a ver; lo que iba a ver si es que lo podía ver y me temía que podía ser otra cosa es justo lo que has dicho tú.
ResponderEliminarVale, lo he dicho al revés, pero estoy segura de que me has entendido.
Me lo he pasado muy bien este rato "blogueteando", pero ya tengo los párpados sujetos con palillos y las neuronas resbalando (aunque esto segundo no es sólo por las noches, jaja).
Abur, yogur ;-)
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ResponderEliminarEn el santoral del perfecto progresista burgués occidental (PBO) siempre hay una velita debajo de la foto del Che y una oración más o menos semejante:
ResponderEliminar"Oh San Che, hazme revolucionario como tú pero por favor no me obligues a ir a la selva y lidiar con bichos, malaria y vegetación. Déjame serlo a mi manera despotricando contra las maldades del capitalismo en una terracita, con una caña en la mano y un pincho de tortilla en la otra."
A Benicio del Toro le habían dicho desde pequeñito que se parecía al Che y el Soderbergh que de director de culto se convirtió en director de cualquier cosa, no pudo dejar de ofrecerle a su muchacho el capricho con el que había soñado.
Bueno, ahí discrepo: para cualquier buen actor será todo un reto interpretar a la figura del Che. Otra cosa es que le salga bien o mal, o que la película, su argumento, sus travellings o sus cositas técnicas y tal estén mal (o bien) y que su argumento se sostenga o no.
ResponderEliminarPor cierto: oí un trozo de una entrevista con el actor en la radio que me hizo mucha gracia: dijo que tenía una imagen mala para el cine, porque para papeles de galanes no era guapo y para papeles de malo o de gente corriente tenía algo que destacaba y era "demasiado guapo" (lo dijo de otro modo que no me sale). Y seguramente sea cierto. Una vez vi con mi hermano hace muchos años un ciclo de esos que ponían en la 2 en aquellos maravillosos años, de cine turco, que nos encantó. Le dije que todas las películas, en su diferencia, tenían algo en común que no conseguí atrapar, y él, muy seguro, me contesto: que los actores son feos. Y yo: ¿qué? Y él: que son feos. Que son gente como la que anda por la calle, más o menos guapos pero no son perfectos, como en el cine occidental. Estamos tan acostumbrados a que la imagen sea perfecta que no nos acordamos de que la realidad no es así y por lo tanto la mayoría de las películas no la refleja; esto enlaza otra vez con lo de la perfecta imperfección de la que hablaba Fermín Gámez en su blog, y con la tendencia actual a cultivar la belleza (como don superable que es) y no la inteligencia (que también es un don pero también superable). Vivimos en un mundo completamente virtual, el real, quiero decir, en el que tenemos impresa en nuestras mentes las imágenes de la gente del cine y de los anuncios, somos así de tontos: mirad a la gente por la calle, a ver si en las películas es igual.
Y perdón por haberme salido del tema...
ResponderEliminarLos bio-pic, en general, son frustrantes porque el reduccionismo que necesita un guión de cine es inversamente proporcional a la profundidad que reclama una biografía. En este caso, no creo posible distanciarse un poco de la propia vida del espectador para ver nada más que una película. Y, con respecto a lo de Cuba, comparto esa sensación de estar de acuerdo con la revolución pero no poder soportarla. Fue curioso. Veía un país que podía ser el desastre de Haití o el semidesastre de Dominicana y sin embargo "las causas subjetivas" de que hablaba el Che hicieron a la larga un país digno. Ahora bien, el capitalismo -o nuestra idea de la libertad- debió meterse de algún modo en mi sistema neuronal porque no acababa de sentirme cómodo. Volví de Cuba sin saber qué decir, vaya, y creo que es lo más honesto por mi parte. Por lo demás, tu crónica me sirve como si hubiera visto la película. Salud.
ResponderEliminarA todos los interesados por la realidad actual de Cuba les recomiendo echar un vistazo al blog de "GENERACIÓN Y". Está en "Últimas entradas de mis blogs favoritos". Vale la pena y es fiable.
ResponderEliminar¿Conoces el documental de Richard Dindo sobre el Che Guevara? Se pueden hacer interesanes comparaciones.
ResponderEliminarNo conozco dicho documental, pero si se te ocurre algo a tal respecto ya nos lo harás llegar. Un saludo y gracias por tu comentario
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