Un religioso, amigo y compañero, con el que trabajé durante varios años en un prestigioso colegio privado del barrio de Sarrià (Barcelona) y que cuestionaba el sentido de su labor en aquel centro de ambiente eminentemente burgués, me contó la siguiente anécdota: El padre de un alumno le fue a visitar y dijo, entre otras cosas, que estaba de acuerdo en que educasen a su hijo en la nobleza y generosidad con los demás, pero que en su casa ya se encargarían de enseñarle también qué debía hacer para que los demás trabajasen para él.
Luego nos sorprende la desorientación de algunos adolescentes...
Luego nos sorprende la desorientación de algunos adolescentes...
Es que aquel padre si hubiese sabido mucho menos, habría podido enseñarle mucho más, de una forma infinitamente mejor, que es lo que intento aplicarme a mí mismo todos los días. Qué lástima que la frase sea de Dickens y no nos haya dado la oportunidad de inventarla.
ResponderEliminarEse señor necesitaba, más que su hijo, la "EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA" ¿No te parece? De burgueses explotadores está España llena, icluyendo, por supuesto, nuestra Barcelona, la capital más europea de España. ¡Qué pena que aún no hubiera llegado al poder Zapatero!
ResponderEliminarÁngel