Mientras tus palabras
se sumen a las mías.
Mientras nuestras sombras
se encuentren y confundan.
Mientras nuestros sueños
habiten el mismo Olimpo.
Yo seguiré viviendo
y tú conmigo.
se sumen a las mías.
Mientras nuestras sombras
se encuentren y confundan.
Mientras nuestros sueños
habiten el mismo Olimpo.
Yo seguiré viviendo
y tú conmigo.
¡OLE!
ResponderEliminar¡Versos de una radiante serenidad, Luis! Te he dicho en alguna otra ocasión que estas grageas son de lo mejorcito que escribes, sin perjuicio de las otras entradas del blog.
ResponderEliminarPero tengo debilidad por los versos cortos y de gran sugerencia como éstos.
Fermín: tú sí que eres un gran poeta. Por eso, porque sabes de qué va, agradezco tus palabras excesivamente generosas, por lo que tienen de estímulo. Te confesaré una cosa: esas grageas, tan breves y simples, me suponen un gran esfuerzo. Por eso admiro tanto a los buenos poetas.
ResponderEliminarGracias por lo que interpreto como un requiebro, Fauve
ResponderEliminarDices que te cuesta trabajo que te salgan las grajeas. A mí también me cuesta trabajo decir cuánto me gustan, pero ni me salen. Así que me limito a aplaudir a rabiar, pero como un plas plas plas me suena ridículo, te pongo ese ole con mayúsculas para que sea más serio, emotivo y sincero. No doy para más, pero sí sé valorar lo que leo y me gusta poder... aplaudir.
ResponderEliminarTambién me gusta mucho el cuadro que seleccionaste. Muchísimo.
GRAGEAS, sorry.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Fauve. Eres muy generosa. De verdad.
ResponderEliminarLuis Antonio, la poesía, por minúscula que sea, nunca es un parto fácil. Creo por otro lado que los versos cortos son más complicados de crear que otros.
ResponderEliminarOtros tipos de poesía que surgen con fluidez tienen que ver más con la escritura mecánica que con la poesía de verdad, que siempre implica un trabajo, como toda creación.
Lo cierto es que son unos versos muy cercanos y emotivos.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Gracias por tus palabras y por la visita, mañica y colega
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