En vísperas de una celebración tan singular como la del “11 de septiembre” (Diada Nacional de Catalunya) que tiene todo mi respeto, pero ninguna de mis devociones, surge la reflexión inevitable sobre temas tan recurrentes y polémicos como el nacionalismo, el patriotismo, la financiación autonómica (1), las banderas y todo eso. Creo que fue Demócrito -fundador de la escuela atomista, viajante, más que centenario y siempre alegre- quien dijo que “la patria del sabio es el mundo entero”. Después de él, muchos más han venido a decir lo mismo aunque con distintas palabras. Lo de “muchos más” habría que matizarlo, pues, aun siendo bastantes, siguen/seguimos siendo minoría. Incluso me atrevería a decir que los que van/vamos de cosmopolitas por la vida son/somos más vilipendiados que otra cosa. Y me expreso simultáneamente en 3ª y 1ª personas del plural porque no hace muchos años que aspiro a ser eso que se conoce con el nombre de “cosmopolita”.
El hecho de que no siempre haya pensado así lo atribuyo a mi evolución personal desde un mundo estrecho y cerrado que giraba en torno a su mismo ombligo y el poso que dejan las lecturas, el escuchar y contrastar pareceres con los demás y, sobre todo, el viajar. En mi caso, esto último ha sido crucial. Nací en Aragón y esta fue mi primera patria. Vine a Cataluña y esta ha sido la segunda que no me ha hecho renunciar a la primera. Y así sucesivamente. Siempre, sumando. Me siento de casi todos los lugares que visito, llámense Fez, Dublín, San Petersburgo, Québec o La Habana. Y mil ejemplos más. Viajar ha ampliado mis fronteras, por no decir, las ha roto. Viajar me ha hecho considerar patéticas todas esas identidades nacionales excluyentes y particularistas. Viajar me ha hecho apreciar el mestizaje como riqueza y despreciar la intolerancia y el aldeanismo que nos viene caracterizando históricamente en esta denostada/amada piel de toro.
Recomiendo las terapias de viajar, leer y charlar con los diferentes a los que padecen la enfermedad del patrioterismo-nacionalismo exaltado y excluyente. Es infalible.
Y todo lo anterior no está reñido con que disfrute más con el triunfo de Rafa Nadal que con el de Andy Murray...
El hecho de que no siempre haya pensado así lo atribuyo a mi evolución personal desde un mundo estrecho y cerrado que giraba en torno a su mismo ombligo y el poso que dejan las lecturas, el escuchar y contrastar pareceres con los demás y, sobre todo, el viajar. En mi caso, esto último ha sido crucial. Nací en Aragón y esta fue mi primera patria. Vine a Cataluña y esta ha sido la segunda que no me ha hecho renunciar a la primera. Y así sucesivamente. Siempre, sumando. Me siento de casi todos los lugares que visito, llámense Fez, Dublín, San Petersburgo, Québec o La Habana. Y mil ejemplos más. Viajar ha ampliado mis fronteras, por no decir, las ha roto. Viajar me ha hecho considerar patéticas todas esas identidades nacionales excluyentes y particularistas. Viajar me ha hecho apreciar el mestizaje como riqueza y despreciar la intolerancia y el aldeanismo que nos viene caracterizando históricamente en esta denostada/amada piel de toro.
Recomiendo las terapias de viajar, leer y charlar con los diferentes a los que padecen la enfermedad del patrioterismo-nacionalismo exaltado y excluyente. Es infalible.
Y todo lo anterior no está reñido con que disfrute más con el triunfo de Rafa Nadal que con el de Andy Murray...
(1).- En el debate del Congreso celebrado hoy, Zapatero ha dicho algo con lo que sí estoy de acuerdo: "No me parece razonable que las comunidades autónomas que más aportan reciban una financiación inferior a la media"
Muy bien dicho, Luis Antonio, me sumo a tu comentario.
ResponderEliminarMe voy a permitir un gesto vanidoso por mi parte: una entrada de las más antiguas de mi blog. Espero que me perdones por remitir a un texto mío:
Es de noviembre del 2005:
http://suicidasperezosos.blogspot.com/2005/11/la-patria.html
Muy bueno. Por cierto, mi patria también es el mundo entero, ¿significa eso que soy sabia?
ResponderEliminarVaaaaale, era a ver si colaba; sé mates y sé que cada dirección tiene dos sentidos... Y tengo al menos dos dedos de frente, que ya es mucho :-)
Bueno, excluyo en mi calificativo el punto uno final, con el que no estoy en absoluto de acuerdo. Las comunidades que más aportan... ¿por qué son las que más aportan? Dejo así de sencilla la pregunta para plantearse.
ResponderEliminarLa sabiduría depende del concepto que se tenga de ella. Yo no tengo la menor duda de que tú eres sabia y mucho.
ResponderEliminarEn cuanto a la financiación autonómica me refiero a la publicación de las balanzas fiscales que se hizo últimamente y que, si es fiable, vino a confirmar el origen de la recaudación estatal y la consiguiente redistribución. Pero por si no me he expresado bien, lo que vengo a decir en definitiva es que dicho reparto ha de ser equitativo y sin privilegios para nadie. ¿Vale?
1.- Gracias, ay, eres todo un solete...
ResponderEliminar2.- Grñññ, conozco bien el tema y sé de lo que hablo, y como no estoy de servicio, te diré que para que haya igualdad no queda otra que los ricos suelten y los pobres reciban, y claro, los pobres quieren recibir pero los ricos no quieren dar, ley de vida que entiende hasta un niño pequeño. Complicando el tema a un nivel más alto se dirá con otras palabras, pero es lo mismo, te lo aseguro.
3.- En cualquier caso, besos, muchos besos ;-)
Incluso hay gentes más sencillas que Demócrito incluso que consideran su pensamiento -sin conocerlo siquiera- como una forma de ver el mundo en que viven.
ResponderEliminarLo mismo que hay sabios muy sabios que van en contra de lo que dice Demócrito. Sabios ricos tal vez.
Creo que más que cuestión de sabiduría, como en muchas cosas, es una cuestión de intuición, de sensibilidad. Pero es una sensibilidad sabia, ¡qué diantres!
Como le decía a Fauve, todo depende del concepto que tengamos de sabiduría. He conocido a algún sabio analfabeto.
ResponderEliminarConsiderar el pensamiento como una forma de ver el mundo en el que vives...
ResponderEliminarSe me ha quedado grabada esta frase tuya y no paro de repetírmela y tirar del hilo, pero demasiado, me trae vértigo mental incluso al almacenárseme todas las ideas pero en movimiento, girando alrededor unas de otras; cuando se me calmen pondré lo que pienso, si es que pienso... algo XD
Y respecto a lo de la sabiduría, perdonad el esnobismo -de ponerlo en inglés- pero el libro del que copio está en ese idioma (me lo regaló un ex novio londinense que tuve, ya veis qué cosmopolita soy XD); pues decía Huxley (Aldous): "As we all know, a little learnign is a dangerous thing. But a great deal of highly specialized learning is also a dangerous thing and may be sometimes even more dangerous than a little learning.".
Y por si a alguien le interesa saber cómo sigue: "One of the major problems of higher education now is how to reconcile the claims of much learning, which is essentialy specialized dearning, with the claims of little learning, which is the wider but shallower approach to human problems in general.".
Después también habla de su padre... y del hombre, claro:
es el libro The Human Situation, que intenté en vano conseguir en castellano cuando olvidé mi inglés (aunque se entiende muy bien) pero hace años que desistí, así que lo mismo ya sí que lo hay.
La edición que tengo es del ¡¡¡89!!! y el copyright del 77, y sigue tan actual hoy en día como por entonces.
A lo mejor hago una entrada a mi blog con ese primer capítulo completo (la primera frase que cito es la primera del primer capítulo) porque es muy interesante, y además porque insiste en la idea que a mí también tanto me obsesiona de "tender puentes".
¡Biquiños!
Fauve: Tengo que confesarte que no entiendo apenas el inglés. Mañana utilizaré un traductor automáticao porque me has despertado la curiosidad y de qué manera... En francés me defiendo. Gracias por el interés que te has tomado con esta entrada y por tus comentarios.Estaré al tanto de lo que escribas en tu blog.
ResponderEliminarUn "beco"
Ahora que tengo un poco de tiempo me he pasado por aquí, para felicitarte por tu maganífica entrada, concuerdo con ella, y aunque en la mía se tendió tanto a polemizar nunca más lejos de mi intenció, se abrieron las eternas posturas de las que yo no me confeso , mi políticamente que no lo soy ni partidaria, tan solo quería remitirme a una historia y salió lo que salió....
ResponderEliminarYo que también he vivido media vida en el extranjero siempre me he confesado catalana de nacimiento, y de nacionalidad mundial, las raices se llevan en el corazón , en tus viviencias, y en lo que somos como personas, no en unas banderas, que no dejan de ser eso y nada más por lo menos en mi caso.
Por eso reitero y reafirmo mis felicitaciones la pena es que no lo pueda hacer en fabla ragonésa, par distraerteun poco con ella.
Besitos Luis Antonio, para mí, "mi querido maestro"
Lisebe: El debate que se ha producido en tu blog ha sido enriquecedor. Hay que felicitarte por haber sido el motor del mismo. Y todas las opiniones vertidas han sido ponderadas. Lo lamentable es que, por regla general, no sepamos dialogar en estos términos. Un abrazo y espero que encontrases a tu padre mejorado.
ResponderEliminarLuis, perdón por no haberlo traducido, no lo vi adecuado ya que lo haría bastante mal, pero seguramente mejor que cualquier traductor automático así que en cuanto despierte de la siesta en la que estoy a punto de caer tendrás tu traducción.
ResponderEliminarPor cierto, al final la entrada con ese primer capítulo entero no pudo ser (las fotos del libro con Max por en medio se llevaron todas las miradas) así que para la próxima... Aunque para traducir el capítulo entero ya lo veo más difícil, ya veremos cómo lo solucionamos.
Bicos.
Lisebe, yo estoy totalmente de acuerdo con Luis Antonio respecto a tu "polémica" (entre comillas, como ves) entrada. Creo que la sabiduría precisamente reside en el conocimiento mayor posible... de todas las caras o matices de los asuntos, y que eso es lo interesante en un diálogo. Y pido disculpas si contribuí sin que fuera esa mi intención a crear algún malentendido y molestar a alguien con lo de la redistribución de la riqueza, que quizás no era el momento para decirlo.
ResponderEliminarBesos.