De un tiempo a esta parte venimos observando con más o menos aceptación y resistencia, por no decir fortuna, incredulidad o pasmo, que la mujer, para emanciparse, se ha masculinizado y, simultáneamente, que el hombre necesita hoy un cierto toque femenino para ser aceptado sin tantas suspicacias. Ahora el proceso de mestizaje polisexual es una evidencia. Sin embargo, y en lo que a mí respecta, mientras no me ha costado mucho aceptar la metamorfosis del hombre aunque suponga el lógico debilitamiento, la de la mujer no me complace nada. Quizás mis dudas y contradicciones tengan su origen en el lastre que conlleva una formación, afortunadamente superada, en la que el hombre y la mujer eran oposición y la tensión que generaba esa bipolaridad conllevaba un evidente encanto...La verdad es que no lo tengo muy claro. Por eso lo expongo...
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De ANGIE para LUIS ANTONIO
"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".
el beso que se entrega
cuando hay querer".
Mi muy apreciado Luis Antonio, deberías liberar el metrosexual que hay en tí. Desde que he liberado el mío, las féminas han descubierto las infinitas posibilidades que ofrece la mirada antes amenazante de este humilde doctorcito.
ResponderEliminarNo te compliques tanto, la moda es asi.
ResponderEliminarQuieren llamar la tención con lo de afuera que es lo que vende.
No para gente como nosotros, que contamos con otros valores y educación.
Acepta, mira y haz lo que quieras!!
un cariño grande!!
Como el proceso siga adelante, te irás acostumbrando y aceptarás la imposición de las tendencias que dominen en el ambiente. Pero tampoco hay que preocuparse demasiado, Luis. La moda es un fenómeno dirigido, orientado por quienes dominan ese mercado de la renovación permanente. Nada es definitivo e irreversible en ese mundo de caprichos modulado por la cuenta de resultados de diseñadores, modistos, cadenas comerciales y demás. Sé coherente contigo mismo, viste como quieras y que cada palo aguante su vela hasta que cambie de vela. Un cordial saludo
ResponderEliminarAl margen de las modas que buscan dirigirnos, reorientarnos, homogeneizarnos con ciertas tendencias... doy gracias a esa hibridación en las maneras de vestir que nos deja elegir la forma en que queramos hacerlo... infinitamente agradecida por ese derecho que se nos ofrece a liberarnos de piezas encorsetadas y asfixiarnos entre estereotipos...
ResponderEliminarUn beso.
A mi me gusta la gente auténtica.. lo que lleven puesto, lo largos que lleven los pelos de donde sea y las arrugas que tengan es absolutamente irrelevante para mi.
ResponderEliminarUn beso y feliz sábado a todos
Las cosas van cambiando y a mi me parece fantástico que todo evolucione, el morbo el deseo y la pasión ya saltará eso seguro
ResponderEliminarUn abrazo
Yo si tengo una cosa clarísima Luis y es que no me gusta nada la mujer masculinizada, hay algunas que son marimachos totales y esto me produce un poco de reparo, no estoy hablando de tendencias sexuales que cada uno es libre de tener la que guste,es el comportamiento externo de una mujer, gesticulando,hablando...como un tío,no me gusta nada de nada, creo que la feminidad no está reñida con los tiempos que corremos, tambien te diré que el hombre peludo tampoco me gusta,jajajajaja, el clásico macho hispánico de antes, peludo como un oso, con la camisa abierta hasta medio pecho,fardón y chulo, lo encuentro odioso, suerte que la juventud está bastante lejos de este modelo antidiluviano, pero alguno queda.Me gusta el hombre dulce,quizás sea que me gusta más femenino. Besos.
ResponderEliminarLuis
ResponderEliminarL a sexualidad de la mujer ha sido negada y reprimida por la cultura. Negación que las propias mujeres han retransmitido a sus hijos, varones y mujeres. Una cultura que ha equiparado la idea de femineidad con sumisión, calma, esmero, para cumplir ciertos y limitados roles; y la de masculinidad con empuje, agallas, Esto nos ha privado de exteriorizar sentimientos, de disfrutar de otros roles, a ambos géneros (ya es sabido cuan privado ha estado el hombre de su rol de padre, en nombre del instinto maternal). Poco a poco, la mujer se está reconociendo a sí misma como sujeto que puede pensar, crear, no sólo reproducir, gozar de su cuerpo sin culpa (apartando este goce de la función que durante siglos se le dio al cuerpo de la mujer, y la condena social a las que se atrevían a los placeres del cuerpo). Este reconocimiento ha generado, y genera, hostilidad hacia la mujer. Salirse de los cánones no es fácil y muchas mujeres, equivocadamente, tienden a defender este nuevo lugar con actitudes masculinas.
Disiento contigo cuando dices que la oposición generaba encanto. Oposición conlleva el concepto de rivalidad, antagonismo. Y yo prefiero reivindicar el de diferencia. Creo que, desde el momento en que el cuerpo es sexuado y diferente, uno y otro género debemos respetar la construcción que esto supone, sin culpas, sin competencia, pensándonos como diferentes, no como complemento. He querido destcar esta palabra porque esto de pensarnos como complemento, supone que debemos completarnos, y ya somos el hombre y la mujer seres completos. Este ocultamiento del que hablaba al comienzo negaba la femineidad. Yo siento que ahora, al poder reconocerla y mostrarla, puedo sentirme más femenina y atractiva. Por eso Luis, creo que el encanto no está en la oposición, sino en permitirnos ser hombre y ser mujer, que podemos tener los mismos sentimientos, las mismas necesidades, la mismas capacidades intelectuales, las mismas flaquezas y las mismas fortalezas, desde una sexualidad diferente.
Perdóname si me fui del tema, porque creo que debiste haberte explayado un poco más en la definición de esas actitudes que te provocan inquietud, y al leer los comentarios anteriores no sé si me he confundido un poco y sólo hablabas de moda. Me he extendido demasiado tal vez, porque el tema, mirado desde el lugar desde el que lo entendí, no me preocupa, pero me apasiona.
Ya me dirás si me he equivocado.
Besitos femeninos.
ME ENCANTAN LAS MUJERES VISTAN COMO VISTAN, SI VAN DE MUJER FATAL BIEN, DE AMA DE CASA BIEN, DE ESCOLAR BIEN, DE TRAJE Y CORBATA BIEN... CUALQUIER ROPA QUE DESPUES SE PUEDA QUITAR ES PERFECTA PORQUE DEBAJO DE ELLA HAY UNA MUJER.
ResponderEliminarNO SE SI TE SIRVE PARA ALGO MI OPINIÓN, PERO YO TE LA DEJO.
UN ABRAZO DE UN HOMBRE QUE SE DEPILA O SEGUN TU COMENTARIO SE FEMINIZA.
Vamos a ver, querido Luis Antonio, a parte de la moda que exista en el momento, he podido comprobar que la mayoria de hombres gustan de la feminidad de una mujer (no con connotación machista) y lo digo por los dos post que he hecho sobre el tema de los zapatos.
ResponderEliminarHablando como mujer a mí la moda que se lleve en el momento no me llama la atención.. pongamos por caso el tiempo en el que tanto féminas como varones gustaban de enseñar la prenda íntima por encima de los pantalones, cosa que siempre me ha parecido de un mal gusto increible y teniendo en cuenta su procedencia aún más.
Con eso quiero decir para no irme del tema que los complementos de mujer han de ser de mujer no solo parecerlo y esas modas en las que son indefinibles, no me gustan lo más mínimo.. igual que a las mujeres no nos gustan los hombres que lleven prendas que no los definan como hombres, pienso que lo mismo ocurre con los hombres.. igual es que estoy equivocada.. y si lo estoy.. me callo.
Pero bueno para eso están los colores para los gustos. o no??
Por cierto los zapatos-botas que has expuesto no me gustan lo más mínimo. Prefiero ir descalza luciendo pies.. que a llevar ese calzado.
Besitossssss mi querido Luis
Luis, me encanta vestirme con esta moda, cada vez más despojada, yo no diría desfemineizada, no vamos más de señoritas pijas pero la moda del pantalón y una camiseta encima de la otra y los zapatos con cordones o las sandalias a lo Cleopatra, me encantan. Y los hombres, que dejen el traje y la corbata en el armario, también me encanta. Todo más informal, pero es una moda preciosa, para mi gusto.
ResponderEliminarBesos y abrazos,
Luis te iba a dejar un post, pero como Mara lo ha explicado tan bien, como casi siempre hace ella, pues eso solo apoyar su postura, solo quería hacer una matización, son los hombres, o una parte de ellos, los que han forzado a la mujer, para permitirla tomar las riendas de su propia vida en todos los aspectos, a adoptar posturas y roles propios del hombre.
ResponderEliminarUn abrazo desde el túmulo
Pues a mí lo que me parece es que hay que vestirse como a uno le plazca, de forma que te sientas cómodo y a gusto, lo tengo claro. Me pueden gustar más o menos las modas, puramente comerciales, no sigo ninguna, sigo la mía, mi propio estilo. Lo importante es que cada uno pueda vestir como quiera pero sabiendo dónde está en cada momento.
ResponderEliminarA TODOS LOS COMENTARISTAS ANTERIORES CON TODO AFECTO:
ResponderEliminarCon esta entrada premeditadamente breve, incompleta, sugerente y mesuradamente provocadora pretendía justamente lo que se ha conseguido: que vuestros comentarios la completaran y enriquecieran. Cada uno ha tomado el rábano por donde le ha venido en gana y los comentarios han seguido trayectos variopintos y, en algunos casos, muy lejos de mis predicciones. Supongo que la imagen del calzado híbrido ha sugerido a algunos que el propósito del texto tenía que ver con la evolución de la moda. Nada más lejos de mis intenciones. Otros han aterrizado en cuestiones más profundas como la sexualidad, los derechos, la igualdad, el feminismo, etc. Quiero hacer una matización, cuando digo que “el hombre y la mujer eran oposición y la tensión que generaba esa bipolaridad conllevaba un evidente encanto” estoy haciendo referencia a un pasado que, a veces, me/nos sigue lastrando, pero también he dicho que esa formación está “afortunadamente superada”
Entonces, ¿cuál era el propósito de esta entrada?. Pues la respuesta es muy simple y compleja a la vez: los modelos tradicionales de lo que es masculino y femenino han entrado en quiebra afortunadamente, ¿no? Pero en esta búsqueda de una nueva identidad, más acorde con los tiempos y con el reconocimiento de los mismos derechos y obligaciones para todos, al margen de géneros, razas, religiones...etc., nos encontramos con una evidencia: hombre y mujer se están influyendo e intercambiando aspectos de sus “roles” clásicos. Y en este sentido tengo la sensación que el hombre está tomando de la identidad femenina aspectos más beneficiosos para sí mismo que los que la mujer extrae de la identidad masculina. La escritora Isabel Badinter en su libro titulado “La identidad masculina” viene a decir, entre otras muchas cosas, que “el hombre reconciliado” es aquel capaz de tener sensibilidad maternal –que buena falta le hacía- junto con la de jugador de rugby...Cuando observo lo que toman algunas o bastantes mujeres de la identidad del hombre – lenguaje, actitud dominante, distanciamiento afectivo, etc.- compruebo que no me acaba de complacer, pero quizás haya que dar más tiempo al tiempo y en eso estamos...
En esta ocasión yo no puedo añadir nada nuevo que no haya explicado a la perfección Mara Cuya. Desde aquí vaya mi felicitación por una argumentación tan acertada, desde mi punto de vista. No nos viene mal a hombres y mujeres imitar lo que de positivo tiene el otro sexo. A las mujeres a lo mejor nos hace falta tener más iniciativa y a los hombres más sensibilidad, por poner un ejemplo. Y en cuanto a lo externo, cada uno que haga con su cuerpo lo que le dé la gana. Un fuerte y femenino abrazo, Luís Antonio.
ResponderEliminarA Cristal:
ResponderEliminarLo del abrazo fuerte y femenino me ha llegado al alma. Yo te lo devuelvo fuerte y mesuradamente masculino.
Abrazados a un mundo de ambigüedades y ambivalencias donde nadie sabrá cual es la identidad del otro, nuestros descendientes puede que se lo pasen "da bute". Sin embargo y no debería decir ésto un Doctor en Patafísica Voluble, lo de llevar la lupa todo el día para conocer con precisión la naturaleza ajena hará aumentar los problemas de presbicia.
ResponderEliminarAl Dr. Krapp:
ResponderEliminarDe lo expuesto deduzco que tú quieres mantener las diferencias que tan claras se han mantenido a lo largo de los siglos para evitar ese "babelismo de mestizajes sexuales" que nos invade. Cualquier proceso o evolución te preocupa. Hay que mantener los límites de ambas identidades sin osar intercambios más allá de los de siempre...Yo pensaban que los doctores eruditos y sabios como tú eran menos conservadores....de las esencias.
¿Tú crees que pienso eso? Vaya (((:
ResponderEliminarAl Dr. Krapp:
ResponderEliminarPuede ocurrir que mis entendederas no den más de sí, que tú te expreses de forma ambivalente o ambas cosas a la vez...
¿Por qué no me sacas de dudas?
Por favor, sácale de dudas a Luis Antonio, que le veo alterado.
ResponderEliminarPues yo creo Luis, que aún existe la fascinación entre mujeres y hombres, que se genera mucho encanto y se despliega una gran seducción, cuando cada uno se siente cómodo, libre y reconocido en su sexualidad.
ResponderEliminarBeso
A Mara y Cuyá:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo, ¿acaso lo dudabas?
Besos
Y a Dios gracias ¡¡¡¡
ResponderEliminarestos tiempos afortunadamente van camino al unisex a la mezcla sin perder sexualidad ni sensualidad alguna , todo lo contrario hoy la apariencia es mejor que nunca gracias tambien a esto hombres muy cuidados y mujeres tambien o todo lo contrario pero siempre con un toque mas homogeneo y no esa division de géneros tan acentuada que solo ha traido una serie de generaciones taradas y de puros desviados ¡ el ser humano es UNO es la persona y no una vagina con bragas de seda y media y un pene con corbata y maletín ¡ todo ese carnaval esta desapareciendo para dejarnos un mensaje SOMOS PERSONAS no meros géneros .