Siempre lo he pensado y no soy el único. Casi me atrevería a decir que la mayoría de los que estamos dentro del mundo de la educación lo tenemos meridianamente claro. Y si encima podemos esgrimir nombres, supuestamente singulares, como es el caso del periodista Malcolm Gladwell o publicaciones prestigiosas que están en la misma dimensión, pues no veas... ¿Y qué es lo que pensamos muchos? Sencilla y llanamente: el único debate útil para mejorar nuestra educación es encontrar buenos profesores. Y todo lo demás, – ratio de alumnos por clase, recursos pedagógicos, leyes de educación, recursos económicos, etc. – sin ser baladí, es accesorio.
Esta y no otra debe ser la principal preocupación de los colegios privados, concertados y de los sistemas de oposición para acceder a los públicos. El problema es saber cómo se elige a un profesor antes de ponerlo dentro de un aula con los alumnos. Es tan difícil que acostumbramos a obviar el tema y, entonces, nos cebamos con lo accesorio. Los buenos expedientes académicos y hasta los currículos brillantes no garantizan nada. El buen profesor se ve en los resultados y en esa capacidad, quizás innata y vocacional, de implicarles en lo que hacen y en lo que aprenden...
Queda clarísimo lo que has escrito. Excelente post. Muy agradecida de poder disfrutar de la lectura de tus reflexiones.
ResponderEliminarUn beso con cariño,
Completamente de acuerdo, con un buen profesor hasta debajo de un chamizo tiene que ser un placer aprender.
ResponderEliminarY me consta... que tu lo eres no solo buen profesor, sino persona de principios, y honestidad cosa que te hace ser una gran persona sin lugar a dudas.
ResponderEliminarGracias Luis por ser y por estar.
Besitossss
Luis, eso que dices esta bien, pero como me dijo una amiga, profesora para mas señas, si no sabemos si un profesor es bueno hasta que lo ponemos delante de un grupo de niños, ¿como elegimos?.
ResponderEliminaren una sociedad donde a la hora de elegir un profesor se valora mas un buen curriculum en temas accesorios, donde puede valer más una licenciatura en algo que no tenga nada que ver con la materia a enseñar que unos cursos específicos sobre la enseñanza, ¿como se valora eso?.
El problema radica en que durante mucho tiempo, y en eso tiene que ver el hecho de que la profesión de maestro se ha visto desprestigiada y a sido durante mucho tiempo un cajón de sastre en el que se refugiaban aquellos que no eran capacas de desarrollar su carrera por otro lado.
Por suerte no en todos los casos es así, pero igual que todos podemos recordar, o así debería de ser, el nombre de algún maestro que ha marcado positivamente nuestra vida también podemos nombrar el caso de alguno en sentido contrario.
Un abrazo
El mejor piloto del mundo no podría ganra un Formula 1 si tuviese que correr en un 127.
ResponderEliminarRazón llevas en tus apreciaciones, querido Luis. El éxito en la educación sólo se obtiene con buenos maestros, pero queda el problema de poder elegirlos.
ResponderEliminarUna vez lei un provervio que decia: Los buenos maestros son caros, pero los malos, lo son aun más.
Te dejo un abrazo
“Enseñando aprendemos” (Séneca)
ResponderEliminar“Enseñar es aprender dos veces” (Joseph Joubert)
LUIS ESTAS DOS FRASES QUE SEGURO YA SABES, DEMUESTRAN MI ADMIRACIÓN POR LOS MAESTROS.
PD. MI HIJA MEDIANA ACABA ESTE AÑO MAGISTERIO MUSICAL. (espero que sea tan buena maestra como musica)
Estoy de acuerdo que la selección del profesorado es fundamental para garantizar una buena educación, aunque la experiencia revela que, aunque se acierte en el método y el resultado pueda parecer óptimo, las cualidades para el ejercicio de una buena labor docente requiere que el entorno le sea favorable, que tenga el reconocimiento y los medios que merece, y que entienda que su tarea es dignificada en todos los sentidos.
ResponderEliminarRecuerdo con gran nostalgia a alguno de los profesores que he tenido: los que para enseñar sólo necesitaban alumnos. Jamás se quejaron de los medios, ni tan siquiera de los alumnos (y era esa una queja más que justificada en muchas ocasiones) Y eran muy buenos maestros porque sabían enseñar de la mejor forma posible, de la única diría yo: Llegando a los alumnos; para eso no hay que tener accesorios, hay que tener vocación.
ResponderEliminarLuis
ResponderEliminarAcuerdo contigo en un punto, pero disiento en otros.
ES indispensable tener buenos profesores para lograr óptimos resultados en educación. Eso no se discute.
Pero no es accesorio todo lo demás. Si no estaríamos culpando sólo a los profesores del fracaso. Pienso como Fernando Manero. No puedo opinar sobre el sistema en España, pero acá el entorno es tan desfavorable que los profesores somos corridos permanentemente de nuestro rol para "apagar incendios". Las instituciones en el sector público están tan deterioradas`por falta de presupuesto, que por más buena voluntad que pongan sus actores las redes no funcionan. Y ya se sabe que en una sociedad cada vez más compleja la escuela no puede sola.
Sé, y siempre lo digo, que no debemos apoyarnos en culpas ajenas para no cumplir con nuestra tarea. Sé y no pierdo la ilusión que sólo desde la educación puede lograrse un cambio y pongo todas mis fichas ahí. Pero te aseguro que el fracaso en la educación, en este país, no es culpa de los profesores.
Claro, que aún en un medio donde el profesor tiene que dedicar más tiempo a contener que a enseñar, se necesita todavía más un buen profesional, que pueda contrarrestar el peso del entorno. Es muy difícil su selección, porque cómo se evalúan los resultados cuando no se está trabajndo con una máquina sino con personas y en una sociedad en permanente cambio...aquí hay que considerar muchas capacidades. Creo que los Institutos de Formación Docente tienen una gran responsabilidad , pero como están inmersos en el mismo sistema, es una cadena.
En fin Luis, la educación, por lo menos acá, necesita de un debate y de un compromiso de todos los sectores...pero sobre todo del que menos está dispuesto a hacerlo porque conoce los riesgos y porque es mejor invertir en campañas políticas, repartiendo dádivas y no invertir en educación...y como dije más arriba, es una cadena que encadena en la ignorancia.
Cuánta verdad en lo que dices, y qué pocos cunplen con el verdadero requisito: sentir lo que se hace, hacerlo con amor, aprender enseñando...
ResponderEliminarSaludos
Mi punto de vista, viene desde el "otro lado" pero como madre de familia numerosa es un tema que he vivido de cerca, durante bastante tiempo.
ResponderEliminarEl asunto curricular, no deja de ser importante, pero debería serlo mucho más la capacidad de transmitir conocimientos de los pedagogos. Es más creo que deberia ser conditio sine qua non, para impartir clases de cualquier materia. ¿Quién no ha tenido un profesor que sabe un huevo de la asignatura y sin embargo, cuando ha terminado la supuesta explicación, se ha preguntado, ¿mande? o ¿cómoooo? o ¿qué ha dicho este buen hombre?
Y de máxima importancia también la vocación. ¿Cuántos no hay dando clases porque no han encontrado otra salida a lo "suyo"?. Asimismo, los "quemados" deberían afrontarlo con valentía y buscar otras salidas. Puede parecer duro, pero es que lo que tienen entre manos es el Futuro con mayúsculas, su "cadena de montaje" humana no es cualquier cosa.
Pero como en todas las profesiones, habrá de todo.
Siempre recordaré con admiración a un profesor de Mates de uno de mis hijos, que repitió un examen porque decía que si había suspendido más del 60% de la clase, significaba que muy bien, muy bien no se habría explicado. Eso, son ganas de que los chavales aprendan. También recuerdo a mi hijo cada final de curso, pidiendo permiso para quemar* sus libros de historia en la hoguera de San Juan, porque decía odiarla, hasta que en 2º de Bachillerato paso a ser su asignatura preferida. Decía que su profesora era un crack explicando y que las horas se le hacían cortas...
Quizás ser didáctico sea un don innato, pero para el que no lo tenga y quiera dedicarse a la enseñanza debería ser obligatorio pasar por la facultad de Pedagogía una temporadita... mejor les iría a todos, alumnos y profesores.
Tampoco deberíamos olvidar la línea de la Escuela, pero ses ya es otro tema...
Buena entrada amigo Luis A.
Abrazos
P.D. * permiso que siempre fue denegado.
ResponderEliminarA Marga Fuentes:
ResponderEliminarEres una persona tremendamente positiva y generosa.
Gracias por el obsequio del “Blog Mágico”. Lo pondré en la vitrina.
Muchas gracias y otro beso cariñoso
A Luz de Gas:
Es difícil decir más y tan claro con tan pocas y certeras palabras como las tuyas.
A Lisebe:
Me sonrojas...y me quedo sin palabras.
Gracias a ti, también , por ser como eres.
Otro abrazo
A Tumulario:
Ese es el problema y lo planteo en la entrada. ¿cómo seleccionarlos?
Y otra cuestión sería, ¿cómo conseguir que los bien dotados para este oficio se dediquen a la enseñanza? Seguramente si estuviera mejor valorada, no lo dudaría... Todo es un pez que se muerde la cola.
Gracias por tus palabras, amigo.
Otro abrazo
Al Dr. Krapp:
Me parece que la comparación no procede. Todos sabemos la importancia que tiene el bólido en las carreras de Fórmula 1. Más que el piloto, sin duda alguna. En cambio el buen profesor, con medios limitados, sigue haciendo un papel muy positivo. Y con todos los medios, haría hasta milagros...claro.
A Marysol:
La dificultad en la elección desvía el debate hacia otros derroteros, importantes sin duda, pero no tan esenciales como la figura del maestro.
Otro cariñoso abrazo
A Groucho:
Por eso algunos, que lo sabemos, seguimos teniendo vocación estudiantil toda la vida. Enseña mucho enseñar y también los buenos alumnos y padres. Deseo que tu hija encuentre en la profesión la misma o parecida gratificación que yo he hallado.
A Fernando Manero:
Si al buen profesional de la enseñanza se le suman el entorno favorable, la consideración de su trabajo y los medios, los resultados están más que garantizados. No hay la menor duda. Seguramente, si lo primero se diese, todo lo demás sería más fácil de conseguir, ¿no?
A Corsario sin patente:
Seguramente, el problema vocacional al que haces referencia esté en el origen de muchos de los problemas educativos actuales. No son los únicos, ¿eh?
A Mara y Cuyá:
Pues yo sí que estoy de acuerdo contigo en todo lo que expones. El hecho de que en mi entrada haya destacado la relevancia del profesor y, sin embargo, me refiera a todo lo demás como ACCESORIO ha sido un “truquillo” que no tenía más razón de ser que despertar y provocar intervenciones tan brillantes como la tuya. Y también pretendía señalar que a veces los debates no se centran en lo esencial del problema que, siendo múltiple, tambíén admite jerarquizaciones y prioridadeds.
A Cristal00k:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con casi todo lo que dices y podría contarte mil y una anécdotas que, ahora, no vienen al caso. Lo que me dices del profesor que repitió el examen me parece digno de todo elogio. Algunos se vanaglorian, los menos, de suspender al 80 % y reprochan a otros su benignidad...Sólo discrepo de la relevancia que das al hecho de pasar por la Facultad de Pedagogía. Te seré sincero: yo abandoné esa carrera – mientras ya ejercía como maestro- a falta de un curso para finalizarla porque no me aportaba prácticamente nada. Hablo de hace bastantes años... La pedagogía se va aprendiendo con la práctica. Por eso el profesor novato necesita tiempo y no se le puede descartar a los tres meses...
Particularmente puedo presumir de haber tenido compañeros, extradordianrios profesionales, de los que he aprendido mucho.
Yo también pienso que muchos profesores “quemados” y sin vocación deberían buscarse la vida por otro lado, pero esta salida se podría recomendar a tantísimos....
Y por no cargar toda la responsabilidad en los profesores, quiero recordar algo que tú sabes bien: la colaboración de las familias y de los alumnos, el equipo docente y la línea educativa de los colegios, las leyes de educación, el reciclaje continuado, los recursos materiales, el entorno en general, etc. son elementos esenciales que contribuyen en grandísima medida a mejorar o no los resultados tanto en conocimientos como en valores.
A Colo:
ResponderEliminarEs cierto, pero siguo pensando que son minoría... De verdad
Siempre he dicho lo que tú. Yo diría más: no es mejor profesor el que más enseña... sino el que más aprende.
ResponderEliminarA P. Vázquez "ORIENTADOR":
ResponderEliminarSigues haciendo buena tu vocación orientadora...
Hola a todos,
ResponderEliminarBueno después de leer estos comentarios estoy encantada de ver este tipo de opiniones en la red, quien sabe, quizá no caigan en saco roto y todos los que pensamos de la misma manera nos unamos y podamos hacer de la educación un elemento de formación de futuro... Soy relativamente "nueva" como docente, aunque he de decir que mi vocación viene de familia y he vivido entre maestros toda la vida, sinceramente despues de oir como se desenvolvian en los pueblos antiguamente en los que el profesor era, educador de padres y alumnos, médico asi como ayudante de toda tarea necesaria, creo que el hecho de no estar dotados de materiales o instalaciones pertinentes carece de sentido si lo que analizamos es el hecho de educar, enseñar, y transmitir conceptos e ilusiones a nuestros alumnos. Considero que es bastante mas importante la ilusión que se pone en el trabajo y las ganas de ayudar a quien mas carencias tienen, que el uso de un material u otro. Por otro lado, y viviendo en los tiempos que corren es increible la poca evolución que dejan tener a la escuela y es evidente que un buen maestro dotado de materiales, instalaciones y equipos trabajaria mucho mejor, sacando mejores resultados del mismo.
En la poca experiencia que he tenido, me he cruzado con varios maestros, jóvenes y experimentados, que transmiten la ilusión por el trabajo, la inquietud por variar la metodología que utilizan de cara al grupo de alumnos con los que trabajan, que te hacen ver cada día de tu profesión como un reto y te hacen sentir útil en tu tarea diaria, que aunque seas joven valoran tus aportaciones y no piensan... "deja de soñar y baja a la realidad... tenemos lo que tenemos y no podemos hacer nada con ello". El perfil del buen maestro segun mi punto de vista es aquella persona capaz de canalizar toda opinion ajena sobre lo degradada que está la profesión, sobre lo mal valorados que estamos en el ámbito social, y que se superpone a todo ello para ilusionar a sus chavales, darles en un año la posibilidad de crecer como personas y de hacerles valorar detalles mínimos. (en un futuro serán los que hagan juicios sobre nuestra profesión, si nosotros mismos tiramos piedras sobre el tejado... ¿que podemos esperar?). En cuanto a aquellos que sin vocación, o sin ganas, se han cruzado en mi camino, no tengo un recuerdo demasiado profundo, simplemente lo interesante que resulta darte cuenta los diferentes debates que surgen con la gente que estudia magisterio por lo "facil" que es y por las "vacaciones" que disfrutamos, pero... sinceramente, no creo que sean debidamente disfrutadas si son 9 meses de trabajo triste y desmotivado.
Bueno agradezco todos los comentarios que habeis escrito, porque ahora, preparando la oposición me doy cuenta que sigue habiendo personas en el mismo carro que buscan maestros con ilusión.
Muchas gracias a todos.
Un Saludo
A Miu09:
ResponderEliminarGracias por tu largo, profundo y competente comentario sobre este aspecto del mundo educativo que tanta trascendencia tiene. Estoy totalmente de acuerdo con lo que expones y me congratulo de que haya personas como tú.
Me gustaría saber cómo puedo acceder a tu bitácora, si la tienes.
Un cordial saludo con mis mejores deseos, Miu09
MIU09
ResponderEliminarNo sabes qué alegría me da poder leer tus palabras, mucho más sabiendo que eres joven.
Estas palabras que dices "creo que el hecho de no estar dotados de materiales o instalaciones pertinentes carece de sentido si lo que analizamos es el hecho de educar, enseñar, y transmitir conceptos e ilusiones a nuestros alumnos"
se corresponden con las Paulo Freire cuando dice:
«…sin poder siquiera negar la desesperanza como algo concreto, y sin desconocer las razones históricas, económicas y sociales que la explican, no entiendo la existencia humana y la necesaria lucha por mejorarla sin la esperanza y sin el sueño»
"Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa"
Y esa lucha por mejorar la existencia humana e intentar que nuestros alumnos sean personas libres, nos corresponde a los que hemos elegido esta profesión, debe ser la visión que nos guíe cada día en las aulas. Desde nuestro lugar, con lo que contemos, a pesar de todas las adversidades no debemos perder de vista nunca esto. Veo que tú lo tienes claro y afortunadamente conozco muchos jóvenes docentes que ponen todo su esfuerzo, todas sus ganas, que se ilusionan y no bajan los brazos. Leen, se perfeccionan, preguntan y cuando les parece que ya han agotado todo inventan una nueva forma para llegar a sus alumnos y celebran y comparten cada logro por pequeño que parezca.
Hoy Luis ha publicado una entrada sobre la felicidad, y yo quiero contarte que la profesión que comparto contigo me ha dado muchos momentos felices y que no la cambiaría por ninguna otra en el mundo...a pesar de que ya habrás leído el lugar que ocupa la educación para los gobernantes de mi país. Si volviera a nacer volvería a ser maestra, creo que no hace falta que te diga más.
Sólo felicitarte.
A Mara y Cuyá:
ResponderEliminarPrecioso comentario el que le haces a nuestro Miu09. Espero que lo lea. Muchas gracias por esta colaboraciòn tan bella y profunda que hace las veces de colofón de esta entrada.
Besos
Gracias Luis...pero el mérito es tuyo por la entrada y de Miu09 por su clara vocación y su lucidez para comprender la importancia de la profesión que ha elegido.
ResponderEliminarUn beso
A Mara y Cuyá:
ResponderEliminar¡Qué generosa eres!
Besos, otra vez
Siento mucho el retraso, acabo de leer vuestras aportaciones, la semana de vuelta de vacaciones es una locura, que os voy a contar que no sepais jaja. Definitivamente gran parte del mérito es tuyo Luis, de no existir tu entrada... no estariamos aqui debatiendo como tiene que ser un buen profesor, pero, agradezco un montón la aportación de mara y cuyá, que me hace ver más allá de los días malos que nos hace pasar la profesión y descubrir que según van pasando los años podemos encontrar nuestro hueco y disfrutar de la enseñanza.
ResponderEliminarSi me decidí a escribir aquí, fué porque quedé encantada con las aportaciones que se daban y el ambiente de "debate" que había. Ojalá mas de uno/a paseara de vez en cuando por lugares como este.
Por desgracia, este año no tengo mucho tiempo para tener un blog abierto, estoy intentando crear el de los niños y de momento el mio... está aplazado, si alguna vez lo tengo estaría encantada de recibir vuestras aportaciones en él.
Un saludo Miu