Ilustración: Ángel Pantoja
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Intento reducir al mínimo el uso de los pronombres personales de la primera persona, pero con harta frecuencia se me desmadran. Y no me gusta porque el abuso conduce a lo que viene en llamarse – el diccionario no lo recoge todavía - “YOISMO”. Palabras tales como: “yo creo, yo siento, yo pienso”, etc., son los vocablos que usados reiteradamente caracterizan al “yoista” empedernido. Y a lo mejor lo que “creemos”, “sentimos” y “pensamos” no es ni tan siquiera de nuestra propia cosecha. Sin duda el que hace uso excesivo del “Yo, Yo, Yo...y los demás” da la sensación de ser el ombligo del mundo y que sólo piensa en él, primero, después y más tarde. Vaya, el preámbulo o el colofón del narcisismo...
En el mundo de los blogs, diarios o bitácoras es difícil hacer un uso moderado de los susodichos pronombres. Casi todos hablamos de nosotros mismos. La verdad es que el “YOISMO”, salvo excepciones, resulta antipático, tedioso y hasta indigesto. Algunos blogueros, porque son celosos de su intimidad o porque no quieren convertirse en el centro de la atención o porque ganan en libertad de expresión, crean personajes que proyectan o no sus ideas, pero que les permiten sustituir el “Yo” por el “Él”...Pero esta alternativa del camuflaje distancia al lector del interlocutor real y provoca, no pocas veces, confusión. Y se corre el riesgo de que el personaje de ficción se te puede ir de las manos, como le pasó a Unamuno con Augusto Pérez...en “Niebla”.
Supongo que otra solución más lógica sería hablar poco de uno mismo y cuando sea inevitable, hacerlo de manera más sutil, dando la sensación de que se hace las veces de portavoz del sentir más común: “Algunos creemos”, en lugar de “yo creo”...suena mejor, ¿no?
En el mundo de los blogs, diarios o bitácoras es difícil hacer un uso moderado de los susodichos pronombres. Casi todos hablamos de nosotros mismos. La verdad es que el “YOISMO”, salvo excepciones, resulta antipático, tedioso y hasta indigesto. Algunos blogueros, porque son celosos de su intimidad o porque no quieren convertirse en el centro de la atención o porque ganan en libertad de expresión, crean personajes que proyectan o no sus ideas, pero que les permiten sustituir el “Yo” por el “Él”...Pero esta alternativa del camuflaje distancia al lector del interlocutor real y provoca, no pocas veces, confusión. Y se corre el riesgo de que el personaje de ficción se te puede ir de las manos, como le pasó a Unamuno con Augusto Pérez...en “Niebla”.
Supongo que otra solución más lógica sería hablar poco de uno mismo y cuando sea inevitable, hacerlo de manera más sutil, dando la sensación de que se hace las veces de portavoz del sentir más común: “Algunos creemos”, en lugar de “yo creo”...suena mejor, ¿no?
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Algo tengo claro y lo expreso con palabras ajenas: “hay que dejar de mirarse el ombligo, renunciar al yo, mirar al tú para vivir el nosotros"
Se aceptan sugerencias...
Se aceptan sugerencias...
Jajaj que razón tienes Luis, a veces no nos damos cuenta de lo egocentrista que llega a ser una página que escribes hasta que no te lo hacen ver..
ResponderEliminarGenial!! la verdad es que soy yo la que siempre reprendo a mis sobrinas cuando hablan primero de ellas y les digo " el burro delante para que no se espante" y la conjugación en primera persona con los pronombres yo, mi, me conmigo.
Y es realmente cierto que no te fijas que al escribir lo haces tu misma.. me has hecho ver algunos posts y me reía yo sola de ver lo que te marca un blog.
Me quito el sombrero querido amigo y te digo !! gracias por hacernos ver eso que no te das cuenta cuando escribes..
La cosa cambia cuando hablamos es interesante y a la vez curioso, estamos hablando de un manerismo bloguero, una costumbre? digamósle así.
Me siento feliz al poder escribir en sábado hacía mucho tiempo que no lo hacía por circunstancias.. y es todo un placer.
Besos mi querido Luis, te quiero mucho. (espero que tu me dejes expresarme como lo siento)
YO creo que TU tienes razón. Pero ten en cuenta que tengo un ombligo tan bonito que me gusta mirarmelo y EL asi esta contento.
ResponderEliminarNOSOTROS (yoistas)estamos tan seguros de su belleza que nos mostramos ante VOSOTROS (los "algunistas") convencidos de que cambiareis de opinión y se lo direis a ELLOS (el resto del mundo).
salud.
;)
;)
;)
;)
;)
:P
DISCULPA LA CHORRADA, ALGUNOS CREEMOS QUE TIENES RAZON.
ResponderEliminarYoista convencida cuando hablo de mí misma, que no es cuestión de poner mis palabras en boca de los demás, me subo (yo) al carro del nosotros cuando es algo compartido si así (yo) lo creo...
ResponderEliminarY eso nos lleva a ningunear a esos que, desviando atenciones, utilizan el nosotros cuando no toca. Sirva de ejemplo el archiconocido Hagamos la guerra en nombre de la paz que utilizan algunos para quitarse "méritos"...
Algunos besos festivos!!!
Bendito google que nos regala esas fotografias mnaravillosas, teclee otoño y de golpe saltó esa fotografia diciendo cogeme!, y me parece genial que a ti te pasara lo mismo.Estoy muy de acuerdo con lo que has escrito sobre el yo, el problema es que como no somos Unamuno desgraciadamente en esto de los blogs casi siempre se nos va de las manos. Un beso enorme navegante.
ResponderEliminarCreo que el problema no está tanto en el uso del "yo" como en la arrogancia a que puede derivar la proclamación soberbia de las opiniones que con el "yo" por delante se defienden. Utilizar el pronombre personal es inevitable cuando de dar a conocer las opiniones propias se trata. Si se piensa y se tienen ideas interesantes hay que decirlo, reconociendo la autoria y la responsabilidad de lo que se dice. Otra cosa es el uso abusivo y unipersonal a la hora de plantear las cosas y, sobre todo, el acantonarse en las posturas arropadas en el "yo" para eludir la autocrítica o reconocer las equivocaciones cometidas. La verdad es que, y en eso tienes razón, cuando uno observo un empleo reiterado del yo y un egocentrismo excesivo, el rechazo es tan instantáneo hacia el que lo practica como la pérdida de autoridad y respeto en que incurre.
ResponderEliminarNo creo en el "yoismo" ni en los egos desmesurados. Es un fenómeno sobre el que he escuchado hablar básicamente en Internet. Algo que me resulta incomprensible, porque la pretensión de halagos “que pudieran satisfacer o dar réditos” en un mundo intangible, que básicamente es humo, donde todos somos anónimos (incluso los que se registran con su nombre propio) donde somos invisibles, donde “casi ni somos”... ¿Qué beneficios “reales” podría obtener ese ego? ¿Cuatro palabras amables, que serán tan efímeras como el tema actual que pasará a ser sustituido por el siguiente? No lo entiendo. La amabilidad (si es sincera) siempre se agradece. Pero es solo eso, un gesto. El egocéntrico necesitaría mucho más que eso.
ResponderEliminarEn la vida real, la gente no va tan pagada de sí, ni se luce, ni quiere, ni puede hacerlo. Principalmente porque no existen personalidades deslumbrantes. Segundo, porque no tienen espectadores. El yoismo sin espectadores, es como una boquilla sin pitillo.
Opino que la mayoría de la gente es más egoísta que egocéntrica. Ese egoísmo puede confundirse con “yoismo”.
Utilizar la primera persona no es síntoma de otra cosa que la de hablar “exclusivamente” por uno mismo. Distinto es, como pareces insinuar, cuando alguien se apropia de pensamientos ajenos (generalmente de eruditos consagrados) e intenta hacerlos pasar como propios. Eso es simplemente infantil. Una tontería que no lleva a ninguna parte. Me resulta inasimilable que tonto placer podría sentir alguien camuflando citas ajenas e intentando colarlas como propias.
En cuanto al mundo de los blogs, (parece un tema recurrente últimamente) parece lógico que hablen en primera persona los que sean ellos mismos emisores-creadores, sea hablando sobre su vida (que los hay) opinando sobre temas generales (que también los hay) o incluso utilizando el corta-pega, siempre que mencionen el enlace o el origen de ese corta-pega, -en el caso de los videos es evidente la procedencia y no hace falta, en el caso de noticias, textos, o citas, mencionando el autor o el enlace y así no hay posibilidad de error-.
A mí me molesta mucho más en la vida real, -ya que en la virtual no es posible y esa es su mayor virtud- la interrupción casi constante de interlocutores que tienden a personalizar cualquier tema y agrandarlo. Si tú hablas de que te han pisado un pie, a ese interlocutor “tipo” le han pisado cinco pies, y además mucho más fuerte que a ti. Si a ti te han robado 50 €, a ese interlocutor le han robado 5000 € y además de forma más traumática. Si a ti te han operado de juanetes, a él del menisco, de la rodilla, del muslo... Si tú has viajado a Bruselas, ese interlocutor ha ido 90 veces a Bélgica y ha dado 40 vueltas al mundo... Así con todo.
Por lo tanto, dada la situación, todo en Internet es menos molesto. Puede ser más insulso, o parcial, e incluso más frío, para quienes necesiten cercanías, pero desde luego te ahorras interrupciones, eliges a quien quieres leer, con quien quieres interactuar; puedes borrar, moderar, filtrar, censurar, ignorar...
Otra cosa es que con el tiempo, la interacción llegue a cansar (ya que Internet es mucho más amplio, con sus infinitas páginas de información que no necesitan interactuar) pues se acaban adquiriendo vicios, liturgias, ritos... se pierde la frescura del inicio, se pierde la pasión, el interés...
No es nada fácil mantener encendida la chispa de la comunicación.
Confieso que soy YOÍSTA. Mira, por lo menos ya sé que lo mío tiene nombre :P:P
ResponderEliminarEn mi casa hablo normalmente de mí y todo lo mío (más que nada porque sé poco de todo lo demás) y es una forma de verme con otros ojos y otra perspectiva.
Utilizo ese pronombre muchísimo. Creo que es por influencia de haber estudiado idiomas toda mi vida. En inglés, francés, alemán,(i.e. I am, Je suis, Ich bin) siempre se escribe el pronombre. No así en español (Soy)... Bueno, igual no vale como excusa, pero yo me agarro a ella como a una lapa porque puedo ser infinidad de cosas, casi todas chungas, pero egocéntrica no soy...
Te dejo un poema muy bonito (al menos a mí me lo parece) de Jorge Bucay relacionado con esto:
Escribiendo sin "U"
puedo hablar hasta el cansancio de mí,
de lo mío, del yo,
de lo que tengo,
de lo que me pertenece...
Hasta puedo escribir de él,
de ellos
y de los otros.
Pero sin "U"
no puedo hablar de ustedes,
del tú,
de lo vuestro.
No puedo hablar de lo suyo,
de lo tuyo,
ni siquiera de lo nuestro.
Así me pasa...
A veces pierdo la "U"....
y dejo de poder hablarte,
pensarte, amarte, decirte.
Sin "U" yo me quedo pero tú desapareces...
Y sin poder nombrarte,
¿cómo podría disfrutarte?
Como en el cuento... si tú no existes,
me condeno a ver lo peor de mí mismo
reflejándose eternamente,
en el mismo mismísimo tonto espejo.
Intentamos hablar y escribir con "U" un poco más??? ;-)
¿Con lo que cuesta en este mundo cruel mantener la propia personalidad a salvo de las corrientes uniformadoras de la moda, del pensamiento correcto, del buen gusto, de lo que se debe decir, de lo que se debe sentir y con la suerte que tenemos de contar con un medio donde expresar nuestra subjetividad ...y tú propones una renuncia al yo?
ResponderEliminarCreo que te equivocas, no es posible encontrar ese equilibrio racional entre el yo y los demás, ya que cada yo tiende por su propia naturaleza a agarrarse a si mismo por pura supervivencia.
Estoy con los existencialistas, en realidad nuestro yo es el alfa y el omega de nuestra vida. Con él nacemos y con él morimos. Saber que hay un antes y un después de nuestra propia vida mortal para poco no sirve por que no estaremos allí para verlo.
Es lógico que la gente use su yo en los blogs, y te lo dice alguien que no lo utiliza demasiado, solo desde el yo y sus afinidades con otros "yoes" es posible la comunicación humana más allá de las entelequias teóricas en las que nos han adoctrinado.
Me temo que no comparto lo de ese plural. Siempre me pareció una cobardía refugiarse en los otros.
ResponderEliminarBesos
P.D.Sí, va ser cierto, soy breve
Aquí la menda lerenda de acuerdo con todos, incluso con las ideas contradictorias, que comparto; también los errores; también creo que no hay que renunciar a las autorías como dice mucho mejor yu más bonito Fernando Manero; si estamos dando "nuestra" opinión, ¿hasta qué punto se debe generalizar? ¿No es eso acaso más pretencioso aún?.
ResponderEliminarCuando generalizo uso el "uno" y eso me trae como consecuencia que me pregunten si soy un hombre en vez de una mujer :-)
Athena, eres la reina.
Besos Míos para TI; por cierto, podrías plantear por qué siempre decimos casi todos "besos" en vez de otras expresiones que serían más adecuadas en sentido literal.
A LISEBE:
ResponderEliminarTe agradezco la generosidad que te caracteriza y me sorprende tu aceptación tan incondicional, porque, la verdad sea dicha, albergo bastantes dudas. Por eso lo propongo, sin ganas de pontificar y con deseos de escuchar a los demás. Se aprende mucho.
Sabes que tienes toda la libertad del mundo para escribir en este espacio lo que se te ocurra. Y si es para decirme que me quieres, todavía más...
Sabes, Lisebe, que el sentimiento es mutuo
A GROUCHO:
Me encanta tu sentido del humor. Gracias por compartirlo. Lo de “algunistas” es una auténtica primicia.
Salud y “força
A BORRAESO:
ResponderEliminarDespués de leer el final de tu comentario, “Algunos besos festivos” retiro la palabra “algunos” como posible sucedáneo de “yo”. ¿Vale?
Y para ti, todos los besos, salvo la cantidad de 102 que ya tiene quien la monopoliza
A VIOLETA:
ResponderEliminar¿Querrá decir algo esa coincidencia ? Porque mira que las hay bonitas, ¿eh?
Besos para ti, Violeta
A FERNANDO MANERO:
ResponderEliminarCon frecuencia, la arrogancia va unida al “yo, mi, me, conmigo”. En ningún momento he querido generalizar. Los niños, por ejemplo, aunque hagan uso frecuente de esos pronombre, no son ególatras y podríamos añadir más casuística que no viene al caso. Como de costumbre, tu comentario da luz a estos conceptos controvertidos. Un abrazo
A ATALAYA:
ResponderEliminarPues yo he recibido más de una regañina desde mi infancia – y entonces no había ni TV – por utilizar “indebidamente” ese controvertido pronombre...
Dices:
“Opino que la mayoría de la gente es más egoísta que egocéntrica. Ese egoísmo puede confundirse con “yoismo”
como si se trataran de conceptos divergentes y ambos son, como mínimo “hermanastros”. Recurro al diccionario de la RALE para cerciorarme:
egolatría.
(Del gr. ἐγώ o lat. ego, yo, y -latría).
1. f. Culto, adoración, amor excesivo de sí mismo.
egoísmo.
(Del lat. ego, yo, e -ismo).
1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
Aunque quizás, lo más equilibrado habría sido decir, por mi parte, que no me gusta el “yoismo-ególatra por lo que acostumbra a tener de egoísmo y arrogancia....
Gracias por tus más que comentarios, Atalaya. Acabas desarrollando el tema con una amplitud y profundidad pasmosas.
Un abrazo
A NOVICIA DALILA:
ResponderEliminarPero tú no eres - después de leer el comentario de Fenando y Atalaya, lo tengo más claro - arrogante, sino todo lo contrario.
Y ahora una broma: sólo eres un poco tirana cuando tratas de dictar las palabras con las que tus amigos hemos de manifestarte nuestro cariño. Ja, Ja, Jaaaaaaaaaaa
Besitos simpsonianos para ti, en exclusiva
AL DR. KRAPP:
ResponderEliminarCuando dices:
"con la suerte que tenemos de contar con un medio donde expresar nuestra subjetividad..."
llego a una conclusión, o no me he expresado bien o no me has entendido.
La subjetividad no necesita esos pronombres para nada. Y que conste que le tengo en tanta estima como puedas tenerle tú.
Lo que rechazo es la arrognacia que acostumbra a llevar con frecuencia - no siempre - el "yo, mí, me, conmigo"
A ATHENA:
ResponderEliminarEs evidente que el ejemplo de "algunos" ha sido desafortunado. Seguro que a ti se te ocurre una propuesta mejor, pero a lo mejor ¿eso supondría no ser tan concisa?
Besos para ti
Bueno, Luis, ya que has sido tan amable de copiar las definiciones del diccionario, yo te copio los sinónimos, donde tal vez se vea mejor la finísima diferencia entre egoísta y egocéntrico.
ResponderEliminaregoísmo:
ambición, egocentrismo, individualismo, ingratitud, voracidad, codicia...
ególatra:
egocéntrico, interesado, presuntuoso, petulante, egoísta, narcisista, endiosado, creído...
Ambos piensan básicamente en sí mismos, pero hay una diferencia: el ególatra o narcista, necesita espectadores, público, ser el centro...
Si te fijas, el ególatra es presuntuoso y creído, el egoísta,no.
Pienso que la mayoría de los humanos son/mos egoístas (todavía no he conocido la generosidad real, ya que todo el mundo que la practica espera algo a cambio, aunque no lo verbalice y aunque "ese algo a cambio" sea una satisfacción personal no tangible ni pecuniaria) sin embargo, muchos, son discretos y no pretenden ser el centro, sino pasar desapercibidos.
He captado perfectamente tu ironía (que espero que no niegues) sobre la extensión de mi comentario. Jamás participo por participar. O sea, practicar una ronda, opción que respeto, pero que no es de mi interés. Si te fijas, en tus últimos temas no he participado, ya que no sentía necesidad de decir nada al respecto. Cuando lo hago ¡a fondo! (que no significa que ese fondo tenga el menor interés)
Por eso, los cuatro días que mantuve mi blog, -que yo consideraba un álbum (aunque escribiera textos propios)- no habilité la opción de comentarios, porque no me gusta la interacción de compromiso, que todo el mundo niega, pero que he observado que se repite en el mundo bloguero, no sólo en este grupo, sino en todos.
¡Hala, no me extiendo más! Te devuelvo otro abrazo.
P.D. Te regalo un enlace de un video sobre el famoso tema de Pink Floyd "The Wall" que tal vez hayas visto ya, donde queda patente como la Educación Reglada-Oficial-Obligatoria-Ortodoxa... nunca ha sido acertada, o por demasiado represiva y manipuladora como denuncia el video, o como sucede ahora, por demasiado permisiva e incontrolada. No tiene que ver con el tema, pero a caballo regalado no se le mira el diente.
http://www.youtube.com/watch?v=E3_NuWb9r2A
A FAUVE:
ResponderEliminarVeo que sigues en forma: “la menda lerenda de acuerdo con todos”... ¡Anda ya!
Me alegra un “montón” que reaparezcas tras tanto tiempo de ausencia.
(Siguen sin entusiasmarme los gatos, repito. Sólo acepto el tuyo y el de Lisebe, pero sin moverlos de donde están)
Besos propios para ti en exclusiva, Fauve
A ATALAYA:
ResponderEliminarLos sinónimos confirman tanto la finísima diferencia entre ambas palabras como los “lazos sanguíneos comunes”. Pero tu hablabas casi de divergencia entre ambas, ¿no?
Coincido bastante en lo que dices sobre los blogs y los compromisos que “conllevan” y discrepo totalmente de la intención que atribuyes a mis palabras. No hay ironía y sí admiración sincera por los comentarios que haces. Y no te admitiré que vuelvas a cuestionar el sentido de mis palabras. ¿Vale?
He visto el vídeo que me recomiendas con mucho interés y te confesaré una cosa: asistí a una escuela primaria de grato recuerdo y tuve el privilegio de estudiar el bachillerato en un colegio mixto (ambos ubicados en un pueblo) ambos a años luz de distancia de ese internado siniestro... Paradójicamnte, los problemas vendrían después en otros ámbitos.
Un fuerte abrazo, Atalaya
Alguien ha asomado la cabeza y menudo debate se ha encontrado. Miedo me da a utilizar esos pronombres que nos pueden tachar de narcisistas o yoístas. Y pensar que siempre he creído que al utilizar el pronombre personal, al contrario de lo que tú opinas, Luís, es una forma de no hablar excátedra, sino desde tu propio punto de vista.
ResponderEliminarPienso que sólo por el mero hecho de escribir algo que sientes, piensas o has vivido, ya tenemos algo de exhibicionistas, de narcisos todos los que con más, o menos pudor, arrogancia, o timidez nos asomamos a esta ventana, quizá porque todos tenemos la necesidad de que se nos haga caso, de sentirnos queridos, o valorados. No creo que esa necesidad humana pueda ser confundida con nada enfermizo, si no se sale de lo que podamos considerar como normal.
Si escribo es para contar lo que siento, pienso, sufro. Algunas veces utilizaré la primera persona, y otras la tercera, o la primera del plural, según la circunstancia y las propias necesidades expresivas.
En esta ocasión discrepo cordialmente contigo.
Un abrazo fuerte.
A CRISTAL:
ResponderEliminarDespués de leer otros comentarios discrepantes y ahora el tuyo, no tengo la menor duda: no he sabido expresar lo que quería. Habría sido más acertado titular la entrada de otra manera. Por ejemplo: YO, YO, YO..... y los demás.
Coincidamos o no, Cristal, es un placer que hagas acto de presencia y te aseguro que tu opinión no cae en saco roto.
Otro fuerte abrazo
Gracias por La palomica cantada por el Pastor de Andorra.
ResponderEliminarAl hablar del yo, parace a veces más real lo que se dice, quizás porque implicas todo lo que eres y sientes. No creo que sea por mirarse el ombligo, aunque puede ser en algunos momentos, si no por hacer el escrito más íntimo y personal.
La foto es realmente hermosa.
Un abrazo maño
Pues no veo de qué manera puede expresarse un pensamiento o creencia propia (tan escasa en estos días)sino es utilizando la primera persona...y es lo que hacemos en los comentarios o en nustros escritos cuando damos opinión.
ResponderEliminarHabrá ocasiones en que será adecuado el "algunos creemos", aunque no siempre podemos hacer cargo a los demás de nuestro pensar...creo que en en esos casos es más honesto y más jugado asumir la primera persona.
Claro que tu frase final es un sugerencia magnífica, después de todo, sin ti, sin nosotros, no existe el yo...pero una cosa es hablar de uno mismo y otra suscribir una idea...no sé, digo...qué decís vos?
Besos míos...
Preciosa foto...
ResponderEliminarA MAMEN:
ResponderEliminarHe visto en infinidad de ocasiones a “El Pastor de Andorra” y en Barcelona le hemos hecho repetidos homenajes. Las jotas “La palomica” y “La manta” me emocionan siempre.
Un abrazo teruelano para ti, Mamen
A MARACUYÁ:
Después de leer vuestros comentarios, lo repito, he llegado a la certeza de que no he sabido expresarme bien. No quería decir que hay que renunciar al uso del “ yo, mi, me conmigo...” sino evitar la reiteración de los mismos. Es en este caso cuando me resultan empalagosos y sin van acompañados de arrogancia, no veas....
¿Capito?
Besos míos para ti