jueves, noviembre 13, 2008

¡QUÉ COÑO PINTAMOS LOS PROFESORES¡...SI LOS ALUMNOS SON MARAVILLOSOS


Un tema frecuente y penoso que se da, más de lo deseado, en el mundo de la enseñanza es criticar sistemáticamente a los alumnos de bachillerato por la mala preparación que arrastran y lo ignorantes, vagos y mal educados que son. Y cada curso que comienza, la misma retórica.... Todo va a peor, si cabe. Y la culpa es, cómo no, de los alumnos y de los profesores que han tenido en la etapa de la Secundaria. Pero los de Secundaria, a su vez, culpan a los de Primaria y así van pasando la pelota de unos a otros. En la Universidad, más de lo mismo. Pero a mí, que me registren. Y en lo que sí coinciden todos, al margen de la etapa donde ejerzan la docencia, es en culpar a los padres que sobreprotegen a sus hijos y hacen dejación de su labor educadora y a las Leyes de Educación que se van sucediendo una tras otra en función del partido político de turno que detenta el poder. Y pobre del profesor que apele a la autocrítica u ose defender a todo o parte de lo vituperado... Al margen de lo que pueda haber de fundamento en todas esas quejas, que sin duda lo hay y mucho, lo que deberíamos hacer es ser más prácticos, más humildes y poner todas las energías en sacar a esos alumnos de dicha ignorancia. Las quejas crónicas no sirven para nada -si acaso, para contagiar esceptismo e impotencia- y regodearse con ellas es perder lamentablemente el tiempo presente por un pasado que ya no nos pertenece.

Porque, vamos a ver, si los alumnos fuesen maravillosos en todos los sentidos, ¡qué coño pintamos los profesores! (1)
.
(1).- Despues de atacar a los eufemismos, me he tomado la licencia de un pequeño ex-abrupto muy común... Y qué bien se queda uno...

15 comentarios:

  1. Luis
    a ver... tal la realidad que narras, de alumnos, docentes, padres, políticos y sistema educativo...da igual, lo que yo pensé es: Luis se ha venido a dar clases a Argentina y no me lo ha contado. Pero está tan clarito (como siempre lo haces tú) los alumnos son los que tenemos y las culpas compartidas, pero ¿cuál es nuestro rol? Basta de echar culpas afuera y a trabajar con estos jóvenes y a hacer nuestro trabajo, que para trabajar con el alumno ideal y en el entorno ideal están los pedagogos...que si no, nos ponemos cada vez más lejos de los chicos. Un abrazo profe

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  2. Te pido perdón por mi dureza pero las cosas también son ésto:
    http://es.youtube.com/watch?v=LGU6rSg3f-0

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  3. Y uno más:
    http://es.youtube.com/watch?v=fBi1K8pjtOg&

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  4. A los niños que nadie los toque. Es lo que reza la práctica políticamente correcta.
    Con lo que comentas y lo que aporta Krapp ya es bastante para reflexionar y ponerse en acción. Siento vergüenza de estas situaciones

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  5. Luis
    he vuelto al post para releerlo y entonces vi los videos del youtube. Las burlas a los profesores y las agresiones no me son ajenas, ya que mi país no está libre de eso. Es muy doloroso y exige un debate al interior de la sociedad y un trabajo en conjunto, ya que la escuela por sí sola no puede atender toda esa problemática. Lo cierto es que los maestros ya no ocupamos ese lugar respetado de cuando éramos alumnos, porque la educación no lo ocupa, y aquí sería muy largo debatir sobre los múltiples factores que nos llevaron a esto. No hablo con desconocimiento porque en mi escuela ya han comenzado a suceder algunos casos, que aunque muy puntuales, también muy preocupantes. Los maestros argentinos merecen toda mi admiración y respeto porque los veo trabajar a diario sin recursos, en condiciones de trabajo
    deplorables y con alumnos víctimas del abandono, la pobreza, la violencia familiar y social; a la mayoría los veo trabajar con ahínco para "abrir los ojitos" de sus alumnos y alcanzarles el conocimiento que los puede sacar de esa miseria; todo eso para encontrarse a fin de mes con un salario que también los hace pobres. A lo que me he referido en mi anterior comentario es a que también debemos analizar qué parte nos corresponde en esto, porque seguro una hay, y corregirla. Me he referido a aquellos maestros (por suerte los menos) que dicen "con este niño es imposible lograr algo", tenemos en nuestras manos un material que no nos debe permitir bajar los brazos. Los ejemplos de los videos son reales y muy inquietantes y es la muestra de la "bajada de brazos" ante los políticos, los medios de comunicación, etc, etc, etc. Tal vez lo que solamente quise decir (y para eso tanta cháchara?) es que si los maestros sentimos que nada podemos hacer ante esto y que la culpa es solamente de otros, deberíamos ir buscando otra profesión...porque los costos serán demasiado altos para todos.
    Un besito Luis

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  6. “No sé… podríamos enseñarles algo” Es la contestación que le dio un loco, que se había hecho pasar por profesor en un instituto, a un compañero que se quejaba de la incompetencia de los alumnos/as.
    En una ocasión conocí a un alumno que repitió cuatro veces el equivalente a primero de Primaria, entonces se podía hacer. Normalmente suspendía todas las asignaturas menos la Religión o la Educación Física, de esta forma llegó a los doce años. El Centro después de sesudos estudios psicológicos llegó a la conclusión que padecía una deficiencia que le impedía comprender y estudiar, que lo mejor era orientarle hacia algún tipo de formación profesional básica. ¡Qué curioso que aquel alumno esté escribiendo, en estos momentos este, comentario!

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  7. La verdad, que cada vez es más difícil la enseñanza y todo... pero es refrescante ver que un colectivo con fama de un corporativismo feroz se ejerce la autocrítica. Te aplaudo Luis Antonio. En cuanto a los vídeos son reveladores de una realidad que está ahí, y tremenda. Pero la culpa es de todos, no sólo de los padres. Hay muchos docentes sin un ápice de autoridad, aunque sé que el comentario es "conflictivo", y que hay adolescentes ingobernables (he criado tres sin excesivos problemas, uno sufriendo acoso, que solucionó la escuela ipso-facto). Pero esos mismos alumnos, no se comportan igual en todas las clases... como mínimo, resulta llamativo. Para todo hay que servir, y no todo el mundo sirve para "liderar" sí he dicho "liderar" una clase de adolescentes. Es como un abogado al que le faltase la empatía suficiente con los clientes. O ése médico que tiene clientes en vez de pacientes... Enfín los ejemplos son numerosos, pero a cada uno lo suyo... A ver si es verdad, que de una vez a los que tienen que ejercer la docencia se les facilita formación de pedagogía.
    Muy, muy buena entrada Luis Antonio.
    Un abrazo.

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  8. A pesar de que estoy de acuerdo contigo, Luis, y ya lo hemos comentado en otras ocasiones, hay un aspecto indirectamente relacionado con la educación que deberíamos considerar. Lo pensaba el otro día cuando escuché hablar de los robos a camiones o, incluso, de los robos de flores en las tumbas. En ambos casos, es una prueba más de esa moral corrosiva que indica que está permitido todo lo que no está prohibido, o bien todo aquello que se puede hacer sin que te vean. Es como ese anuncio repulsivo que se ampara en el lema "yo no soy tonto", con un fondo musical de gañanes sin miramientos.
    Quiero decir que la figura del profesor es un pacto innecesario para todos estos buscadores de divertimentos. ¿Por qué un profesor es respetable? Ya no valen las razones de siempre, lo que se daba por supuesto, porque tampoco ya una madre o un padre son respetables: no hay una ley que lo exija, y sobre todo no hay un castigo para quien no lo cumpla. Sin normas no basadas en la ley, un país se pudre. El noventa por cien de mis alumnos todavía conservan y respetan esos pactos no escritos, esa consideración hacia el docente. Pero el diez por ciento restante es muy duro, y a veces (en una décima parte de ese diez por ciento) da la sensación de que no tengan alma, es decir, posibilidad de comprender normas no escritas, y de actuar en consecuencia.
    Resumo: no todo el mundo debe tener derecho a la educación cuando no sabe usar ese derecho. Nos ponemos estupendos respetando a una niña de 12 años que no quiere ser tratada de su enfermedad, pero no respetamos la decisión de un niño de 12 años de seguir siendo un cafre. La solución, por lo menos en Madrid, ya está en marcha: mandar a todos los cafres a colegios públicos y dejar los privados para gente que sí cumple ciertas normas, sea por su propia conciencia o por la amenaza de un castigo. Incluso hay casos en los que se utiliza a esos chavales como ciertos propietarios sin escrúpulos utilizan a transeúntes para meter 'un bicho' en casa y obligar a los inquilinos a marcharse... a la escuela privada.
    Los chicos han cambiado, y nuestra relación con ellos también. Yo no quiero a un profesor investido de una autoridad que no sabe ganarse, pero tampoco quiero a un alumno que no ha hecho crecer en su interior una mínima noción de responsabilidad.
    El gobierno ha dicho que va a "dar salida" a esos alumnos que ellos llaman "disruptivos", pero cuando lo consiga me temo que será demasiado tarde, sobre todo si prosperan criterios oligárquicos como el tratado de Bolonia.
    Perdón por el rollo, chicos, pero es que me ha desaparecido tu enlace de mi blog, no sé cómo ponerlo, y ahora debo dar rodeos para entrar aquí. Así que aprovecho...

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  9. Tengo que agradecer a todos la respuesta generosa que habéis tenido con esta entrada. Quizás el matiz provocativo del título ha hecho las veces de revulsivo... La verdad es que lo único que hice el otro día fue desahogarme ante la eterna cantinela de algunos docentes que sólo saben quejarse de los demás. Curiosamente se trata de compañeros que acostumbran a tener problemas con casi todos los alumnos, incluso con los que otros profesores consideran buenos. Y que no compartan su escepticismo, les molesta. Tendrán que mirárselo, digo yo...O sea, que eso del corporativismo que se nos achaca, no siempre es real. Pero que quede claro que, en modo alguno, generalizo. Tengo colegas ejemplares a los que debo, entre otras razones, el seguir creyendo en nuestro trabajo y que todavía hay esperanzas de superar esta ya larga crisis. La solución es muy compleja y tengo que confesar mi impotencia, pero si algo tengo claro es que los quejidos lastimeros empeoran la situación. Habrá que buscar otro camino.

    De vuestras aportaciones me permito entresacar alguna:

    A Mara y Cuya: Hablas de “culpas compartidas” y de que esta situación “ exige un debate interior de la sociedad y un trabajo en conjunto” y, añades, que si llegamos a la conclusión de que no hay nada que hacer, lo mejor es buscar otra salida profesional. (En catalán a esto se le llama “plegar”) . Estoy de acuerdo contigo.


    Al Dr. Krapp: No tienes que pedir perdón por la crudeza de los vídeos. Responden a unos hechos incuestionables. La pregunta es ¿son hechos puntuales o se están generalizando? Yo, que peco de optimismo, creo que son puntuales, pero si no se atajan con algo más que lamentos quejumbrosos indudablemente irán a más...Sin embargo, tengo que decir que en 40 años de docencia no he sido testigo de nada que se parezca ni de cerca ni de lejos. Mi experiencia, eso sí, ha transcurrido en diversos centros privados concertados. Y esto sugiere otro debate...

    Al Dr. Vitamorte: “Con lo que comentas y lo que aporta Krapp ya es bastante para reflexionar y ponerse en acción”. Esperemos que esta necesidad de ponerse en marcha cuaje, estimado Dr. Comparto el sentimiento de vergüenza.

    A Félix: La experiencia personal que expones no es la excepción. La de disparates que habremos cometido... y que han quedado impunes. Yo temo a los que pontifican sobre lo que lograrán o no determinados alumnos ante las capacidades o carencias que tienen. Son de los que atribuyen también toda la culpa a los demás. Aún hay de los que piensan que el alumno ideal es el sumiso, callado, tímido y obediente...Y auguran lo peor de lo peor a los que preguntan por el porqué de las cosas y de las normas o se sublevan contra el axioma clásico deñ “porque te lo digo yo y basta”.

    A Cristal00k: Te agradezco que valores el ejercicio de la autocrítca y que repartas la culpa entre todos y no tengas apuro alguno en expresar la falta de autoridad de algunos profesionales porque, aunque te parezca poco corporativista, los que más lo sufrimos somos los compañeros de estos. Lo de que hay alumnos ingobernables para todos, sin excepción, también es cierto. Pero en menor cuantía de lo que algunos piensan.

    Bernardinas: Sabes tanto, amigo Antonio, que todo lo que dices tiene substancia. Cito algunas ideas que recalcas: “Sin normas no basadas en la ley, un país se pudre”; “no todo el mundo debe tener derecho a la educación cuando no sabe usar ese derecho”; “un uno por ciento da la sensación de que no tengan alma, es decir, posibilidad de comprender normas no escritas, y de actuar en consecuencia”. “Yo no quiero a un profesor investido de una autoridad que no sabe ganarse, pero tampoco quiero a un alumno que no ha hecho crecer en su interior una mínima noción de responsabilidad.” “La solución, por lo menos en Madrid, ya está en marcha: mandar a todos los cafres a colegios públicos y dejar los privados para gente que sí cumple ciertas normas”. Lo de la igualdad de oportunidades sigue siendo una entelequia, ¿verdad?

    La pregunta que cabría plantearse es: ¿Seremos capaces de implicar a las partes en la búsqueda de una vía de solución o esperamos que caiga, como el maná, del cielo?

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  10. La culpa es muy mala, buscar culpables es el recurso fácil, me gusta más buscar soluciones.
    Ahi va una... la apuntas en tu entrada, la total desconexión entre las etapas de la enseñanza, algún día los de Secundaria tendremos que hablar con los de Primaria, los de Bachillerato con nosotros, y los de la Uni bajar de su cúspide y visitar "al pueblo llano".
    Cada uno hace lo que buenamente puede, o le dejan, en su clase,pero existe una línea de centro, en el mío poca, en la mayoría no se...
    La sociedad cambia, los adolescentes tienen otros intereses y la escuela sigue anclada en currículums parecidísimos a los que los docentes padecimos en nuestros tiempos.

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  11. A Pi314: Bienvenido y muchas gracias por tu aportación. Un cordial saludo.

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  12. Anónimo9:59 p. m.

    hasta las narices del socialismo que reivindica la profesora de filosofía. Si no tienes la opinión de la profesora, mal tema llevas... ¡ qué asco! Ya se podría dedicar a enseñar filosofía...

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    3. Luis Antonio10:58 p.m.
      La política, mejor fuera del aula..

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