Es la aldabada que abre
las puertas al primer encuentro.
Es el viento del rescoldo
que aviva ilusiones dormidas.
Es el principio y casi la total
causa de la pasión y la hoguera.
Cuando ya está colmado del todo
y por descubrir queda la nada,
el amor llega al ocaso inevitable.
Es, tan solo,
el afán de curiosidad...
las puertas al primer encuentro.
Es el viento del rescoldo
que aviva ilusiones dormidas.
Es el principio y casi la total
causa de la pasión y la hoguera.
Cuando ya está colmado del todo
y por descubrir queda la nada,
el amor llega al ocaso inevitable.
Es, tan solo,
el afán de curiosidad...
Ay Luis me dejaste muda. Es que una cosa es que una lo sepa y otra es que te lo pongan así tan clarito y terminante y expresado tan bonito.
ResponderEliminarTú sabes que yo pienso que la naturaleza es sabia, tal vez no sea sólo el haber descubierto todo, tal vez las hormonas del desamor sean para salvarnos ¿Quién podría resistir vivir permanentemente en un estado de enajenación, de aislamiento, demencia? ¡Pero qué linda esa curiosidad! También nos hace falta O no nos hace bien vivir un tiempito "engañados"? Bueno, a ver si me recupero que justo le estaba contando a "el Nano" de mi amor por él "hasta que la muerte nos separe".
Besos Luis
Y tal cual lo explicas, ése, es el destino natural de todo en este mundo. Nacer, vivir y morir...
ResponderEliminarPero que precioso lo has descrito.
Un abrazo.
Cuando ya está colmado del todo
ResponderEliminary por descubrir queda la nada,
el amor llega al ocaso inevitable.
¡Qué extraña conmoción provocan esos versos!
Pero un descubrimiento de la nada implicaría una siguiente fase, creo yo, y una siguiente fase ya es "algo".
Me ha encantado esta poesía tan evocadora y seguramente también por la foto tan excelentemente escogida, que proporciona calor sólo mirarla. Una cálida entrada, sin duda, amigo Luis.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte de buenas noches,
B.
¡Como me ha gustado Luis Antonio!
ResponderEliminarQuería pedirte permiso para poder poner tu gragea en uno de mis escritos con tu nombre por supuesto.
Lo has expresado de tal manera que no se puede ni quitar ni poner una palabras más.
Muchos besitos mi querido maestro.
A “Mara y Cuya”: Como bien sabes, hay curiosidades que no se sacian nunca, por eso también existen los amores eternos. Petonets, Susi
ResponderEliminarA “Cristal00k”: Eres muy gentil Cristal. Otro abrazo
A Fermín Gámez: Afortunadamente, tras la “nada” sí que hay “algo”. Por eso sobrevivimos, para poder tropezar otra vez con la misma piedra.
A “Guinda de Plata”: Gracias por tu visita. Para dulces y cálidos: tus versos. Otro beso, cálido también, que ya estamos en otoño...
A “Lisebe”: Es un honor lo que me pides ya ti no se te puede negar nada, pero no puedo evitar sonrojarme un poco. Un abrazo