La respuesta podría ser algo así: Porque los tapones son como las "cajas negras" de las botellas de vino. Registran la evolución y las incidencias.
Tapones de corcho: Acabo de asistir a un Curso de Cata de Vinos muy ilustrativo y quiero haceros partícipes de una enseñanza que, al menos a mí, me ha resultado novedosa. El buen catador de vinos, después de abrir una botella con el sacacorchos, lo primero que hace es oler la parte inferior del tapón. Si el vino está en buenas condiciones, el tapón huele a vino. Si huele a corcho, es que la botella no se ha conservado adecuadamente, o bien el corcho contiene hongos que pueden haber contaminado el vino dándole mal gusto. Si está muy reseco, es probable que el vino se haya oxidado. Por esta razón, se considera buena práctica, al servir el vino, dejar el tapón encima de la mesa. En contados restaurantes se sigue este ritual. El cliente tiene todo el derecho del mundo a solicitar el tapón a la persona que ha llevado a cabo el descorche y a actuar en consecuencia, claro.
Tapones sintéticos: Se están introduciendo estos tapones, fabricados con materiales sintéticos, al menos en ciertos productos que no requieren crianza en botella. Suelen ser compuestos de caucho, ceras y poliolifenas. Tienen la ventaja de ser más resistentes e higiénicos que el corcho natural, aunque son menos elegantes. Este cierre es ideal para vinos jóvenes.
En síntesis, ambos corchos tiene defensores y detractores.
Qué curioso.
ResponderEliminarCreo haber oído que los nuevos son para vinos que no deben envejecer y que son más ecológicos.
ResponderEliminarPero donde esté un buen corcho...
Alguien puede explicarme, ¿por qué aparecen algunas palabras del texto con fluorescente amarillo?
ResponderEliminarYo no he hecho nada. A mí, que me registren...
Toda una lección enológica, Luis.
ResponderEliminarConservo cientos y cientos de tapones de corcho.Una manía.Por cierto, todo parece indicar que el tapón de corcho va a desaparecer a favor de los sintéticos y otros tipos de sellado de los vinos. Ya ves, el corcho como el papel tienen los días contados.
He abierto una carpeta para tomar apuntes de tu recién estrenado Curso de Enología que se presume apasionante. Me rindo a la evidencia, acepto el magisterio y agradezco las explicaciones, donde se entreveran el buen gusto, el placer por lo auténtico, la satisfacción que proporciona un producto tan atractivo como el buen vino y los derechos de consumidor. ¿Qué más se puede pedir? Un abrazo
ResponderEliminarEsa jerga tipo: "desprende un suave aroma a moras silvestres entreverado con el olor del centeno a finales de agosto" me resulta de una pedantería infinita. Es una opinión personal, comprendo que es jerga de catadores que como en toda profesión necesita un lenguaje propio para sentirse diferente al humano "ignorante".
ResponderEliminarA Tesa:
ResponderEliminarY que lo digas...
A Pedro Ojeda Escudero:
Eso dicen los entendidos. En cuanto al corcho, tampoco hay que ignorar que existen calidades y algunas dejan bastante que desear....
Al Doctor Vitamorte:
En Cariñena ya cierran botellas con tapones de rosca.
En cuanto a la vida efímera del papel y del corcho, soy más optimista. Lo nuevo puede coexistir durante mucho tiempo con lo de toda la vida. En el caso de los libros, y aun siendo un forofo de las nuevas tecnologías, el papel seguirá encabezando las preferencias, pero tampoco hay que ignorar las limitaciones de la materia prima...
A Fernando Manaero:
ResponderEliminarMe temo que esa carpeta que has abierto se va a quedar un tanto desocupada. Toda la liturgia de la cata de vinos ha de acompañarse con la práctica y el mundo virtual aún tiene muchas limitaciones.
El arte de la degustación equivale a un análisis sensorial del vino – vista, olfato, gusto – y a la intuición personal. Todo eso requiere entrenamiento guiado y mucha sensibilidad, además del dominio de la terminología...Y uno, aunque alumno aplicado, no deja de ser un pardillo...
No obstante, pienso dedicar un par de entradas más a este tema, alternándolas con asuntos varios... Se aceptan sugerencias.
Un abrazo, Fernando
Al Dr. Krapp:
ResponderEliminarTendría que convenir contigo, pero después de decirme que escuchar canto gregoriano produce el mismo efecto que tomar una tila alpina, no me queda más remedio que darte “caña”...
Es muy respetable preferir “echarse un cariñena entre pecho y espalda” que “catar un tinto hermoso, vestido de color cereza madura bien cubierta y con claros tonos de evolución con aromas ya secundarios de frutas maduras de bayas rojas que se expande redondo, cálido, carnoso, largo y orgulloso en el posgusto...Sin ignorar el sabor a barrica de roble y a otras lindezas que omito para no abusar de su paciencia...
Para un espíritu prosaico es suficiente con la primera opción. Para un amante de la poesía, mejor la segunda. ¿no? ¿Acaso no tenemos cuerpo y alma?
No me gustan los nuevos corchos, me parecen artificiales, de plástico, tienen menos poesía aunque puedan ser más ecológicos. Es como si un día descubren que una botella de plástico de determinadas características es ideal para conservar el vino. Pues no.
ResponderEliminarEn cuanto al estilo y lenguaje para definir los caldos, concuerdo contigo. Hay algunas descripciones poéticas y hermosas que contribuyen al deleite del vino.
Mi sueño es el de beberme algún día una botella de Vega Sicilia. Se lo he dicho a mis alumnos y a todos mis amigos, pero me temo que como no me toque la lotería no me decido a gastarme 180 € en una botella.
Un cordial saludo.
Vaya, era una pregunta en el aire...
ResponderEliminarBueno, Luís lo primero es lo primero, y ya que hablas de vinos, me gustaría brindar contigo por el nuevo triunfo del Barça, pero que sea con uno muy bueno, el que más te guste.
ResponderEliminarPersonalmente no soy una experta en enología y bebo poquísimo porque me sienta fatal. Y mira que lo siento, que ya me gustaría a mí echarme un buen vino, de vez en cuando al coleto.
Pero mira que curioso, siempre que en casa se descorcha una botella, siempre me da por oler el tapón y, desde luego, no todos huelen igual. A partir de ahora tendré encuenta todo lo que nos has enseñado.
Besos suaves y afrutados.
Muy interesante. No había caído en la cuenta, pero ahora que lo dices me fijaré más. Y siempre que pueda, oleré el corcho. Y si alguien me pregunta que por qué lo huelo les diré que es una cosa que me ha enseñado mi amigo blogero Luís Antonio...
ResponderEliminarUn abrazo.
A Joselu:
ResponderEliminarEl ex-presidente Aznar presumía de beber “Vega Sicilia”. Espero que tus afinidades con este personaje se reduzcan a coincidir en la valoración de este vino de la Ribera del Duero. Los que entienden dicen que es bebida de dioses. A veces no puedo evitar poner de manifiesto la poca simpatía que profeso a este Sr. Disculpa.
Cuando tengas esa botella en tus manos, no te olvides de olisquear la “caja negra de corcho”. Ningún vino está libre de sufrir alguna alteración indeseada.
Un cordial saludo, Joselú (Tienes una bitácora extraordinaria. Te felicito)
A MBI:
ResponderEliminarBienvenida por estos lares y un cordial saludo.
A Cristal:
Gracias por la felicitación que valoro más por tratarse de una madrileña...
Si la alternativa a un vino tinto con sabor afrutado son esos besos también dulces, la decisión es obvia: a hacer puñetas el vino...
Ahí van los míos
P.D. Pensándolo mejor, la suma de ambos sabores tiene que ser única...
A Miguel:
La verdad es que los entendidos, que cada vez son más, tienen muy asumido lo de comenzar la exploración por el corcho.
Un abrazo amigo y colega de Castellón
Luis Antonio, he comprobado que ha opinado usted en mi bitácora y, en justa correspondencia, he querido yo también pasarme por la suya para saludarle y darle las gracias. Bonito blog. Su carácter misceláneo le otorga frescura. Permítame decirle también que me ha encantado la frase de su perfil. Es usted profesor "y siempre estudiante". No hace falta añadir nada más. Toda una declaración de intenciones. Un saludo cordial.
ResponderEliminarGracias por toda esta información, Luis.
ResponderEliminarA mí no me gusta el vino y lo tomo en contadísimas ocasiones, pero es bueno saber todo esto. Nunca se sabe en qué momento te va a ser útil.
Un beso, Luis
Gracias a tu curiosidad, Luis, se ha despertado la mía... y reencuentro vieja información que nos explica el por qué de las nuevas tendencias...
ResponderEliminarPor si os interesa, aquí dejo un enlace:
http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=4&vs_fecha=200304&vs_noticia=1049835013
Un brindis y... cómo no, besos con burbujitas!!!
P.D.: Con respecto al fluorescente, supongo que has usado el marcador (rotulador) del editor... Bastaría seleccionar la palabra marcada, eliminar formato y recuperar el tipo de letra...
A Piramo:
ResponderEliminarMuchas gracias por la gentileza de sus palabras. Mi opinión de su bitácora es muy positiva y espero pasar por ahí mientras el tiempo, siempre limitado, lo permita.
Un cordial saludo
A Novicia Dalila:
Pues en alguna de mis fantasías, brindaba contigo. Creo que era con cava.
Un fuerte abrazo
A Borraeso:
Miraré con mucho interés la documentación que sugieres porque tengo sobradas pruebas de tu agudeza para hallar información de cualquier tipo.
Respecto a mis problemas técnicos con los textos de las entradas, creo que se deben al corrector. Si lo toco, cambian las palabras de orden, algunas comienzan con mayúsculas y en la gragea anterior hasta se llegaron a modificar dos comentarios, pasaron algunas palabras del catalán al castellano... Tuve que repetir la entrada y copiar los comentarios del hotmail. Un follón....
Brindo gozoso contigo y me dejo acariciar por tus burbujitas...
¡¡¡viva el vino!!!
ResponderEliminar-Rajoy-
MIRA POR DONDE ESTOY DE ACUERDO CON RAJOY.
SALUD.
¿ESTARE MALITO?
ResponderEliminarA GROUCHO:
ResponderEliminarPues a Aznar le gusta el vino "Vega Sicilia" No tengo el gusto de haberlo catado, pero dicen que cuesta 180 € la botella.
Espero que no estés malito. Que seas malito es otra cosa...
Hola Luis:
ResponderEliminarEstoy escribiendo en un blog de GastroEnoTurismo en Castilla y León (www.destinoCastillayLeon.es).
Estoy preparando una entrada dedicada a los tapones de las botellas de vino y su importancia. ¿Podría usar fotos de esta entrada para ilustrar la mía?
Gracias de antemano, recibe un cordial saludo.
David V.
vazquez.lozano@gmail.com
Finalmente, no he necesitado usar estas imágenes.
EliminarNo obstante, y como el tema está muy animado, os invito a pasar por mi entrada:
http://destinocastillayleon.es/index/tapones-para-las-botellas-de-vino-corcho-silicona/
Un saludo!
aca en Panama tomando clase de bartender, el profesor niega rotundamente que el corcho se huele o se le da al comensal,
ResponderEliminaresto se practica o no o depende de la escuela.