La gota,
la belleza,
la pasión,
la felicidad,
aunque efímeras,
existen.
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Claro q existen. Y pueden ser el motivo de la vida.
ResponderEliminarBesicos.
Una gota no efímera, sería un rio.
ResponderEliminarLa belleza se transforma, de efímera pasa a intemporal.
La pasión que se estanca deja de ser pasión.
Y lo mejor de la felicidad suele ser el anhelo de alcanzar otro instante, por muy efímero que sea.
Y sobre todo, de no existir, tendríamos que inventarlas.
Un beso
Algo ocurre cuando la impermanencia pasa de ser un castigo a ser un gran regalo, y eso es lo que me recuerdan hoy tus palabras....
ResponderEliminar¿Cuál es la gota más hermosa que has visto? Yo voto por la del Aguador de Sevilla de Velázquez.
ResponderEliminarExisten, claro que sí. Puede que la belleza de un objeto, como la obra de Velázquez que cita Bernardinas, perdure; la satisfacción que provoca observarla es efímera, en esto sí se parece a la felicidad y a la pasión, atravesadas por lo emocional. Y qué suerte que existan y sean efímeras, para poder vivirlas renovadas, la felicidad de hoy, la pasión de hoy, la belleza de hoy...quién quiere la de ayer que ha pasado o la de mañana que es ilusión?
ResponderEliminarEl hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
J.L. Borges, El instante.
Besos nuevos.
Existir está claro que existen, si no, no escribiríamos sobre ellas. Y ese carácter efímero es lo que las hace más apreciadas. Sin fueran constantes, si fueran eternas, no las apreciaríamos tanto.
ResponderEliminarUn beso, Luis
Come un delicioso manjar. Siente un cálido abrazo, una caricia, saborea un beso... Bebe un trago de aire. Saluda. Da un paso. Dibuja una palabra...
ResponderEliminarQué no es efímero si un momento sucede a otro momento?
Y sin embargo,... todo momento cuando es, existe.
Besos de a uno y uno sobre otro...
Consideremos los lirios del campo cuya fragancia es efímera; nosotros somos como ellos, la flor desaparece y se pierde el aroma.
ResponderEliminar(Christina Rosetti)
Yo sé que las gotas existen ¿si no a que este derroche al que estamos asistiendo en estos días a riesgo de convertirnos en ranas?
ResponderEliminarLo que no sé es si lo otro es real o solo un placebo para ilusionarnos en la espera.
Tan efímeros como nosotros mismos, tan reales como la vida que vivimos.
ResponderEliminarLo efímero existe. Y de momentos efímeros vivimos. La felicidad, ese pájaro esquivo, sabe mucho de eso. De gotitas felices es de lo que se va llenando el saco de la felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
A Sara Royo, petitapetitesa, Sujari Bejarive, Bernardinas, maracuyá, Novicia Dalila, borraeso, Groucho, Dr.Krapp, Angie, y Miguel :
ResponderEliminarMuchísimas gracias por todas vuestras recreaciones y comentarios. A decir verdad, salvo el ¨Dr. Krapp que sólo cree en las gotas de lluvia tan pródigas en su tierra galega, todos los demás me habéis levantado la moral. Lo bonito existe, aunque en pequeñas dosis. Por eso hay que estar al tanto y aprovecharlo cuando se tercie...
Un abrazo cordial y afectuoso para todos
A pesar de los cáusticos comentarios de nuestro buen Krapp, la belleza existe y está presente en multiples realidades y formas.
ResponderEliminarAfortunadamente.
Muchos besos, Luís.
A Cristal:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Cristal. Y Krapp también lo sabe, per ya sabes...
Besos, Cristal
Gotas para el alma
ResponderEliminarun beso
un abrazo
una caricia
una flor
son pequeñas grandes esencias.
Un beso.
A Marìa:
ResponderEliminarCon esas gotas me gustaría que no dejase de llover nunca..
Gracias por derramarlas con tanta generosidad, María.
Besos