Quizás el cortometraje “The Butterfly Circus” (“El Circo de la Mariposa”) de Eduardo Verástegui - ganador del concurso anual de cortos que organiza www.thedoorpost.com - que hace un par de días me envió un amigo sea de conocimiento público y yo el penúltimo en enterarme, pero por si aún queda alguien que lo desconozca, aquí está. Creo que vale la pena dedicarle los 20 minutos que dura. La conmoción está garantizada y las reflexiones que provoca pueden ser largas y profundas, pero... muy gratificantes.
Me hace pensar en ciertos profesores que dicen a algún alumno que no destaca, que no llegará a ser nada en la vida...
ResponderEliminarNo haré ningún comentario que pueda dar pistas sobre el contenido, pues todo el que entre aqui ha de verlo. Sólo diré que es un documento admirable, un canto a la vida... y que resume en una de sus frases - "la belleza que puede venir de las cenizas" - el mensaje de confianza que trata de transmitir. Un abrazo
ResponderEliminarSencillamente maravilloso, Luís Antonio.
ResponderEliminarGracias por este regalo lleno de belleza y humanidad.
Un abrazo emocionado.
Gratificante es, sin duda, crecer y ver crecer al margen de las limitaciones... aunque sigo sin entender: a qué lanzarse a un cubo desde tan alto...
ResponderEliminarAquí, me he emocionado:
http://www.youtube.com/watch?v=X_XW6Y-K3QE
Cerrear es el palabro de verificación...
allá voyyyy pues: cerreando besos!!!
Tengo que verlo y escucharlo en casa con detenimiento. Por los comentarios que haceis merece mucho la pena, así que no puedo perdérmelo.
ResponderEliminarGracias Luis
Un beso
Pues no sé qué decirte, Luis Antonio, a mí no me termina de gustar. La superación personal me parece algo importante que el ser humano debe cultivar toda la vida y en ese sentido si a esa persona le ha servido es perfecto. Sin embargo, hay tanto circo antes como después, en los dos casos se muestra al individuo como un objeto de diversión, ¿causaría la misma diversión si se tirara al cubo una persona con brazos y piernas? ¿a quién de los que mira les consta el esfuerzo realizado y su afán de superación? ¿O es que no es eso lo que se intenta transmitir?
ResponderEliminarLa persona es digna por sí misma, sea cual sean sus circunstancias, alabo la determinación y el valor de muchas personas pero también entiendo que haya otras que en esas condiciones no deseen vivir.
Un besito, Luis Antonio.
Tengo muchas dificultades para abrir los videos y verlos enteros, y más si son tan largos como éste, 20 minutos parecen pocos, pero cuando las conexiones se rebelan, son una eternidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el comentario de Angie, quiero destacarlo expresamente porque estoy básicamente de acuerdo con él, y más aún con la delicadeza con la que lo ha expuesto. Es cierto que no todo el mundo está obligado a entender la vida como un regalo. Ese es un error de base. No puede considerarse un regalo algo que no se ha elegido, simplemente porque la única alternativa que exista sea aún peor; la desconocida y temida muerte. Entiendo y acepto a la gente que la niega y renuncia a ella. Aún teniendo muchos menos motivos que este héroe de la superación.
El mensaje es bello. Sobre todo porque el director del circo no quiere comerciar con la deformidad del protagonista. Sólo cuando éste encuentra algo realmente difícil de hacer, incluso para una persona normal, le da la oportunidad de mostrar a los demás su hazaña. Esa excepcionalidad en su actuación, le confiere la dignidad que su apariencia física le niega. Es una lección. No sé si ejemplarizante o modélica para alguien, pero sí una lección.
Un abrazo, Luis Antonio.
A TODOS LOS COMENTARISTAS:
ResponderEliminarMuchas gracias. No tengo que objetar abasolutamente nada a vuestros comentarios.
Mi respuesta a vuestras aportaciones es la próxima entrada que, en cierto modo, es la continuación de ésta.