viernes, abril 02, 2010

¿POR QUÉ CALLAMOS TANTO?

Saber hablar, saber callar y saber escuchar es todo un arte, pero no tengo claro dónde acaban los límites artísticos y dónde comienza el error, la zafiedad o la cobardía...Hablar con sinceridad es rectitud. Vale. Y hablar con sinceridad de uno mismo, ¿es rectitud o vanidad? Y hablar con sinceridad de los demás, ¿qué es? Ya empezamos...

Supongo que en muchos casos, y en función de las circunstancias y del contexto, está más que justificado guardar silencio. Hablar cuando hay que callar es necedad. ¿Tenemos claro cuando hay que callar? Dicen que nos arrepentimos más de hablar que de callar. No es mi caso. No hace mucho me vi sumergido en un lance en el que bastantes vociferaban, ofendían y faltaban al respeto a quien ejercía el uso de la palabra y autojustificándome con aquello de no echar más leña al fuego, callé. Y desde ese instante hasta hoy han pasado varios días, pero sigo “erre que erre” dándole a las neuronas. En estos casos de “cavileo”, una buena terapia es vomitar lo que nos desazona Es lo que estoy haciendo y espero que no salpique a nadie. Creo que en esta lucha interior que mantengo conmigo mismo, aún pesan algo aquellas enseñanzas, no exentas de moralina ridícula, que nos transmitieron a "macha martillo" y que dejaron lastre y confusión en la memoria y en la voluntad:

“Debemos aprender primero a callar
para poder hablar luego,
pero siempre con acierto y tino,
porque :
si hablar es plata,
callar es oro”

Lo de que “callar es oro” “me lo trae al pairo”. No me sirve y me exaspera cuando mi conciencia me reclama hablar. Y en el lance al que hacía referencia antes, si hubo algo, fue cobardía y no prudencia. Duele defraudar a los demás, pero a uno mismo, corroe... Y eso que, según algunos, no soy de los que se “muerden la lengua...”





23 comentarios:

  1. DECIA GROCHO MARX -ENTRE OTRAS MUCHAS COSAS-:
    Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.

    YO SIN EMBARGO ESTOY MAS DE ACUERDO CONTIGO, A VECES CALLAR NOS PRODUCE RESQUEMOR CON NOSOTROS MISMOS, ¿CUANTAS VECES DEBERIA HABERME CALLADO Y HE HABLADO Y VICEVERSA?
    NO CONFUNDAS MIEDO Y PRUDENCIA.
    SALUD LUIS.

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  2. Nadie te asegura que haber hablado ahora te hiciera sentirte mejor.
    ¿O sí?

    Es la cuestión.

    Besos

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  3. ya se sabe que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras...
    Todo un arte acertar y no pasarse o no llegar.

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  4. Es un portento el prestigio del silencio en esta sociedad.
    ¿Será por qué nos libera del protagonismo, principal aditivo con el que se alimentan las victorias y los fracasos pero también componente primordial de la culpabilidada su vez base sobre la que se ha edificado toda la cultura occidental cristiana?

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  5. Pues si, mi querido y recordado amigo, hay un silencio cobarde con el que debemos luchar, y que en definitiva, va en contra de nuestro verdadero sentir. El silencio temeroso podría sustentar aquel dicho que dice: " El que calla, otorga"...
    Te dejo un abrazo apretadito y agradecido, espero que sepas disculpar y comprender mi propio silencio...

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  6. Yo voy aprendiendo a callar. Es una tarea muy difícil, aunque no lo parezca, pero estoy aprendiendo a contenerme y pensar más antes de abrir la boca.
    Voy progresando adecuadamente ;-)

    Un beso, Luis.

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  7. LUis Antonio : Estoy de acuerdo contigo y me ha pasado muchas veces
    decirme por qué no hablé , por qué me callé...? y otras me arrepiento de no saber callar a tiempo...es una lucha
    Y no te ha pasado que, después de una discusión, a solas te llegan todas las respuestas de lo que tendrías que haber replicado...como dices es, una empresa difícil la de saber hablar o callar a tiempo ,admiro a los que tienen el don de la palabra y el pensamiento y tu eres uno de ellos
    Un gran abrazo

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  8. Lo no dicho es lo que termina por cubrir de gris todo, se va pudriendo dentro de uno,porque no salió cuando debía hacerlo.
    Coincido contigo.
    Abrazos.
    Alicia

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  9. ¿Quién no se ha sentido alguna vez mal por el hecho de no haber manifestado lo que pensaba?
    He leído más arriba que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Sin embargo a mí siempre me ha parecido que uno también es esclavo de sus silencios; en este caso la cuestión va directa a la conciencia, en el otro va hacia la galería. ¿Qué nos vale más, la opinión de los otros o la nuestra propia?
    Besos.

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  10. Una buena enseñanza saco de este post tan bien pensado y escrito.
    Creo que el secreto está en hablar en el momento oportuno y callar en el momento justo.
    Gracias por tu cariñoso comentario en mi post.
    Te dejo un abrazo y un beso con mucho cariño y admiración, Luis Antonio

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  11. A Groucho:

    Para justificar nuestra cobardía, tendemos a disfrazarla de prudencia. ¿No crees?
    Salud, Groucho

    A Athena:

    Ahí está la duda y no es fácil dilucidarla..
    Besos, Athena


    A Pedro Ojeda Escukdero:

    Difícil arte. Quizás la experiencia ayude a una ligera aproximación...
    Saludos

    A P Vázquez "ORIENTADOR":

    Lo único que puedo añadir es que la inmensa mayoría optamos por el silencio, pero eso no consuela...

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  12. Al Dr. Krapp:

    A lo mejor. Quién sabe...Estar callados es asentir, aunque sea en silencio. Y los que vociferan se envalentonan...

    A Marysol:

    No tengo nada que disculparte. El silencio también es expresivo.
    Te envío otro cálido abrazo con mis mejores deseos para ti y todos los tuyos, Marysol.

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  13. YO CREO EN LA PRUDENCIA, NO EN LA COBARDIA.
    Y SIGO PENSANDO QUE ES BUENO QUE NO CONFUNDAS MIEDO Y PRUDENCIA.

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  14. A Novicia Dalilla:

    Pues yo necesito mejorar.
    Besos, Novicia

    A Richard :

    Con frecuencia la respuesta nos viene demasiado tarde...
    Ya me gustaría tener la virtud que generosamente me atribuyes, Richard.
    Un fuerte abrazo

    A Alicia María Abatilli:
    Bienvenida a este espacio. Coincido con tu manera de pensar y también te doy un cordial abrazo, Alicia

    A Angie:

    A mí me preocupa más mi conciencia porque la llevo conmigo.

    Estás haciendo todos los deberes, Angie, y sabes que estabas exenta. Veo que aspiras a nota y llevas camino de conseguirla-

    Un fuerte abrazo

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  15. A Marga Fuentes:

    Ese es el secreto, pero está tan escondido...
    También te profeso admiración y cariño, Marga.
    Un fuerte abrazo

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  16. Comprendo muy bien tus dudas y tu malestar.

    Yo también pertenezco a esa especie de rumiantes que le dan mil vueltas a las cosas: lo que dije y no debería haber dicho, lo que callé y no dije cuando debería haber hablado.

    Es muy difícil desde fuera, y sin conocer el contexto, opinar en estas ocasiones, pero de cualquier manera no te mortifiques demasiado, Luís Antonio. Sólo el hecho de exponer tus dudas y el ejercicio de autocrítica que has realizado, ya te hace grande ante mis ojos.

    Un cariñoso abrazo.

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  17. A CRISTAL.

    El contexto era el siguiente: un señor que impartía una conferencia sobre el tema de la tauromaquia, 5 ó 6 descerebrados que no le dejaban hablar y el resto, la inmensa mayoría, callados....

    Gracias por tus siempre gentiles palabras, Cristal.

    Otro abrazo lleno de afecto

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  18. Cada situación es diferente, a veces es mejor callar...pero siempre daña a uno mismo lo no dicho. Callamos por cobardía, por temor a ser juzgados, por inseguridad, por no herir, por amor propio, por no exponernos. Y ahora que he dicho todos los motivos veo que sólo uno no es egoísta. Y tampoco sabemos si cuando callamos por no lastimar al otro, no lo estamos haciendo traicionándolo con nuestra falta de sinceridad.
    A veces lo que hago es tratar de ponerme en lugar del otro y pensar que me haría mejor, que me dijeran lo que tengo ganas de decir o no, y cómo me gustaría que me lo dijeran. Claro, al fin uno nunca sale de su lugar, pero ayuda.
    En el caso que expones creo que hay que decir lo que uno piensa, como siempre con respeto.
    Deja las "erre con erre" porque ya no tienen sentido. Tu autocrítica tiene mucho valor.

    Un besito.

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  19. A Maracuyá:

    Comparto tu opinión en su totalidad. El problema es que, en según qué circuntancias, decidir si lo que procede es callar o hablar requiere un mínimo de reflexión y cuando la has hecho, ya es demasiado tarde.

    Por eso erramos con frecuencia, pero en muchas ocasiones es el temor el que nos amordaza. Y llegar a esta conclusión, duele.

    Besitos

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  20. No siempre nos callamos por cobardía. Muchas otras veces nos callamos porque sabemos de antemano que lo que vamos a decir no va a servir para nada o nadie va a entenderlo. Eso se llama impotencia...

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  21. "El silencio es uno de los argumentos más difíciles de refutar".

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  22. A Vanessa:

    El silencio también es interpretado por muchos como asentimiento. Dicen, “callan, luego otorgan”. Y eso también es muy peligroso. Un dilema, vamos...

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