Estoy harto de las actitudes y manifestaciones generalizadas en contra de un pueblo, un país o una comunidad. Alimentar sentimientos en contra de cualquiera de dichas comunidades es una manera de azuzar la violencia y de echar leña al fuego. Además, es tremendamente injusto. Lo he repetido hasta la saciedad y seguiré haciéndolo: nadie elige nacer en un lugar determinado; nadie elige el color de su piel y nadie elige ser hombre o mujer. El azar decide por nosotros. Nacer en un lugar u otro con su correspondiente contexto cultural no tiene mérito ni demérito alguno. Por lo tanto, es absurdo alardear o ser menospreciado por los orígenes natales. Lo que importa no es cómo se nace, sino cómo se hace, cómo se piensa y, sobre todo, cómo se actúa..
No son el conjunto de los ciudadanos, sino algunos políticos, algunos gobernantes y, a veces, algunos medios de comunicación los que pueden hacerse merecedores de un rechazo más o menos generalizado. Pero nunca, repito, el conjunto de los ciudadanos sean de una u otra comunidad, de uno u otro país, de uno u otro continente...
Leer, viajar, dialogar y abrir la mente agudizan el sentimiento de convivencia con los demás y hacen despreciar la intolerancia y el aldeanismo que viene caracterizando a algunos ciudadanos de estirpe carpetovetónica...
Sólo la ignorancia, el fanatismo y la necedad pueden llevar a actitudes como la que denuncias. Simplificar a todo un pueblo mediante rasgos o formas de ser generalizados es una prueba de miseria intelectual que, después de lo que ha ocurrido a lo largo de la historia, sorprende que todavía se mantenga. Y si se mantiene es porque con frecuencia intereses espúreos e inconfesables utilizan las herramientas a su alcance para modelar las conciencias de la gente a su antojo. Hay que combatir esas prácticas manipuladoras y defender la idea de que al ser humano hay que valorarle por lo que es y lo que hace, por sus méritos y capacidades, por su esfuerzo a favor de un mundo mejor en el que todos, más allá de los tópicos manidos, estamos implicados y somos corresponsables.
ResponderEliminarLuís, el generalizar es un vicio muy arraigado en la sociedad. Aprender que, "no se debe generalizar" llevará tiempo, pero solo entonces podremos disfrutar de una convivencia armónica, limpia y auténtica. Lo que hay ahora es otra cosa...que muy posiblemente reviente por algún lado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Carme
No se lo que significa carpetovetónica pero estoy de acuerdo con el hecho de que no tiene porque existir barreras ni raciales, ni comunitarias ni de genero, ni de país..
ResponderEliminarEn este mundo llamado Tierra tenemos cabida todos sin excepción.. el hecho de que los políticos y demás "mandamases" quieran disgregar y así vencer, parece que en algunos puede parecer una lucha ganada.. si por poner un ejemplo me remito a los deportes ahí están las disgregaciones hechas.. a favor y en contra, no depende del intelecto sino de de la manipulación de nosotros mismos y ahí tanto tu como yo nos incluimos o no??
Defender un color como bandera, una posición o una creencia no es tan diferente de defender a un equipo sea de donde sea..
Antropología pura y dura somos animales con un intelecto desarrollado pero no tanto como para valorarnos todos como iguales independientemente del lugar, la educación, el país y la vida..
Por cierto tenemos que aprender más de los animales más simples para saber que la unidad hace que se sobreviva.. o no??
Besos mi querido Luis, te quiero mucho
Tu último párrafo hace un correcto resumen del post.
ResponderEliminarPrejuiciamos, es cierto. También, que ciertas ideologías y culturas muy diferentes a la nuestra nos facilitan esa actitud ...con las suyas.
No somos nada más que marionetas en manos de unos pocos, q quieren controlar incluso lo que pensamos...Y hay q saber cortar los hilos, pensar por nosotros mismos y ponernos en el lugar del otro.
ResponderEliminarUn saludo.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Luis.
ResponderEliminarLas coordinadas de nacimiento condicionan, eso es así sin deber serlo. Pero sobre todo estoy de acuerdo en que viajar, conocer, leer, compartir culturas hacen amplias las miras y tolerantes a las personas. Si conoces "personalmente" aprendes sin darte cuenta a apreciar también personalmente, dejando a un lado el color o la condición de quien tienes delante.
Yo por ejemplo, que por mi trabajo me relaciono con extranjeros, sobre todo europeos, doy fe de que ni todos los alemanes son de cabeza cuadrada, ni todos los franceses son chovinistas, ni todos los ingleses son "especialitos" (incluyendo aquí todas las rarezas que se les adjudican), ni todos los italianos son latin lovers, ni todas las portuguesas tienen bigote .... :P:P. Y al revés pasa lo mismo, para ellos soy la prueba viviente de que aquí no vamos con la bata de cola a comprar el pan, ni todos somos amantes de las corridas de toros, ni somos los irresponsables que nuestra imagen "general" proyecta....
Un beso, Luis
una vez leí una entrevista que le hicieron a George Bernard Shaw sobre el conflicto irlandés: ....
ResponderEliminar"Toda generalización esconde un prejuicio"...
besos Luis
Luis Antonio
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que dices. El conocimiento e intercambio con otras culturas enriquecen.Tengo amigos que lamentablemente tienen prejuicios a otros pueblos, creo que la ignorancia y el desconocimiento los lleva a eso.
Aquí también existe una cultura muy semejante a la carpetovetónica, el nacionalismo
cerrado y retrógrado.
Un fuerte abrazo
Lo divertido de leerte es que se te entiende todo
ResponderEliminarBesotes.
La nacionalidad de origen es un accidente, el amor a la patria chica bueno pero cómodo y el nacionalismo y el antinacionalismo los mayores errores del ser humano como ser comunitario.
ResponderEliminarTolerancia y humildad.
Excelente tu perspectiva.
Prejuicios, y como tal infundados, que nos llenan de temores hacia lo diferente. Entonces nos envalentonamos queriendo hacer valer una falsa supremacía, sin darnos cuenta que todos somos, como dice Galeano, mitad podredumbre, mitad maravilla.
ResponderEliminarSi pudiéramos enriquecernos mutuamente con las maravillas del otro, en vez de querer validar las nuestras, viviríamos mucho mejor. De cuánto carecemos que otros tienen y cuánto podemos dar que otro no tiene. Pero sólo enfrentamos nuestros miedos e ignorancia.
Ya lo puso el genial Quino en la voz de Mafalda: ¿Pensaron alguna vez que si no fuera todos, nadie sería nada?
A todo esto, estoy tan harta como vos, se me hacen imbancables estas actitudes.
Besitos...
Tienes toda la razón. Espero que algún día alguien lo diga en voz alta... bueno tu ya lo has dicho bien alto y bien claro... bueno pues espero que lo escuchen todos.
ResponderEliminar¡Cuánto me ha gustado leeros!
ResponderEliminarLo de carpetovetónica, ni idea, querido profe. Pero es conveniente pensar de cuando en cuando qué hubiera sido de nosotros si nuestras circunstancias y entorno hubieran sido otros.
¡Qué bien te explicas, Luis Antonio! ¡Qué bien va el Barca, my dear! Me acordé de tí cuando ganó. He tenido en casa a una amiga de Barcelona: La M. -allí ponen en artículo, no?- que se ha echado un amigo aquí y ha hecho una escapada.
Bueno, me marcho, que voy corta de tiempo.
Te dejo muchos besos, por si tardo en volver.
¿El sol por dónde sale?
Es verdad, la gente es general es orgullosa, y siente orgullo hasta de haber nacido. Como si esto fuera un mérito suyo. Y hasta de haber nacido en un determinado lugar, como si esto fuera otro mérito suyo. orgullo, orgullo... si la gente fuera más humilde, a lo mejor no sería tan racista y tan xenófoba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que tú pides, Luis Antonio, es muy difícil. Parece fácil hablarlo o escribirlo, pero no tanto llevarlo a la práctica. Todo el mundo sabe que no tiene mérito alguno en su origen, pero el orgullo de pertenencia a una colectividad es algo regalado, que tapa las mediocridades individuales; se puede presumir de algo sin haberlo ganado. Ello lleva demasiadas veces a la comparación y enemistad con otras colectividades. Es así desde antiguo. También existe el caso contrario, gente que siente complejo sobre su origen, sobre todo si pertenece a un país pobre o estigmatizado por algún lastre de la historia. Nadie se toma la molestia de recordar a los Martínez individuales y "majos" que conoció en determinada comunidad. A la hora de criticarla genéricamente por algún motivo que le convenga, todos van a parar al mismo saco: ¡al de los estereotipos! Bueno, bonito y barato.
ResponderEliminarDe volver a nacer y poder elegir, sólo, sólo, elegiría La Polinesia. Ningún otro lugar. Clima cálido todo el año. Nada de cuatro estaciones. ¡Que se las quede Vivaldi! Odio el invierno y este clima permanentemente nublado en el que el azul del cielo es una quimera, el pelmazo del cielo se ha enamorado del gris a perpetuidad.
P.D. Te propongo como Embajador de Buena Voluntad en la ONU, en algún programa contra el racismo y a favor de la tolerancia. No creo que exista mejor candidato.
¿Puedo? Me apunto a la idea de Atalaya de la Polinesia, a dorarme al sol, que estoy quemada de tanto “nublao”. Sí, a un sitio donde brille el sol sin medias tintas (¡huy!, lo de medias tintas debe ser consecuencia de mi tema pendiente con el boli azul).
ResponderEliminarTambién voto por Luis Antonio como Embajador de Buena Voluntad –cómo me gusta esto de votar- ya era hora de que alguien planteara alguna propuesta sensata.
Nada más, L.A.
A Fernando Manero:
ResponderEliminarCoincido contigo y de ahí la razón de mi denuncia: “estamos implicados y somos corresponsables” . La pasividad y el silencio generealizados contribuyen a perpetuar estas actidudes.
Un abrazo, Fernando
A Carme:
La generalización, tanto si es para elogiar como para denigrar, siempre es injusta. No cuesta nada decir “algunos”...Lo de la otra cosa, que dices que hay, me imagino que tiene que ver con la crisis económica y la corrupción... No perdamos la esperanza.
Una abrazo, Carme
A Lisebe:
Prometo explicar el significado de carpetovetónico. Quizás en la próxima entrada. Comparto el conjunto de tu comentario y en cuanto al cariño, ya sabes que es mutuo, Lisebe.
A Tesa:
Tienes razón en que ciertas culturas nos predisponen en contra, pero no hay que olvidar que los que nacen dentro de ellas quizás sean sus víctimas
A Vanessa:
Primero de todo, para cortar los hilos que nos manejan, hay que tener conciencia de ello.
Un cordial saludo, Vanessa
HAY QUE SALIR MAS...
ResponderEliminarLEER MAS...
SIEMPRE CON LOS OJOS ABIERTOS Y SIN PREJUICIOS.
SALUD KOLEGA.
A Novicia Dalila:
ResponderEliminarMe encana que coincidamos y que aportes ejemplos concretos extraídos de tu experiencia personal y profesional que apoyan esta especie de denuncia.
Más besos para ti, Novicia
A Isabelino:
Es un placer disfrutar de tu presencia por este espacio, Isabelino.
La cita que aportas de Bernard Shaw: “ Toda generalización esconde un prejuicio"... da relieve y autoridad a la denuncia de esta entrada
Besos, Vero
A Richard:
Si bien las carpatos y los vetones son pueblos prerromanos de la Península Ibérica, como bien dices, gentes de esta calaña y con otros nombres se hallan por todas partes.
Un fuerte abrazo, amigo
A Elena:
Bienvenida y gracias por tus palabras. A los que no me entiendan no tengo inconveniente alguno en explicarlo con otras palabras...
Besos
A Pedro Ojeda Escudero:
Gracias por tus breves palabras, pero llenas de profundidad y razón.
A Maracuyá:
ResponderEliminarQuiero agradecerte esta frase que merece todo mi reconocimiento: “ Si pudiéramos enriquecernos mutuamente con las maravillas del otro, en vez de querer validar las nuestras, viviríamos mucho mejor”
Comprendo que te sobren razones para citar a Galeano y Quino. Ambos, geniales.
Muchos besos, Mara
A Vázquez “ORIENTADOR”:
Con que lo escuchéis cuatro amigos ya me doy por satisfecho. Generalmente los que deberían sentirlo están un poco “tenientes” del oído...y además suelen escucharse a sí mismos...
A Angie:
Volveré a escribir sobre el “carpetovetonismo”, Angie, porque el diccionario no lo explica del todo bien... Pensar que cuando está ganando el Barça al Real Madrid en su propio feudo, una madrileña simpática como tú piensa en mí es demasiado...No lo puedo resistir.
Aquí ponen el artículo delante del nombre y, aunque es correcto en cátala, no me gusta.
Si tanta gente interesante se va a la Polinesia, habrá que hacer una visita.
Si lo de embajador en la ONU prospera, necesitaré una traductora. Ya sabes de mis carencias...
Besos.
A Miguel:
Que la gente estime la tierra donde ha nacido está bien, pero que haga de eso un mérito personal es absurdo
Un abrazo
A Atalaya:
ResponderEliminarTe echaba de menos y no sabes cuánto agradezco que vuelvas a dar señales de vida. Además, estás en un plan muy condescendiente...Guerrera también me gustas, ¿eh?
Lo de la Polinesia supongo que responde a una experiencia consumada. Ya ves que Angie también se apunta... Este invierno ha sido borde hasta en Barcelona, pero no te quejes que acostumbra a ser bastante llevadero...
Lo de Embajador en la ONU me honra, pero quiero hacer una matización sobre el concepto de tolerancia. Una cosa es aceptar y respetar las diferencias y otra muy distinta es tolerar ideas y actitudes que no respetan el conjunto de los derechos humanos más elementales...
Un abrazo
A Groucho:
Gracias por tus palabras. Espero que, como buen republicano que eres, tengas presente la fecha de mañana...Salud
Suscribo al cien por cien cada una de tus palabras y no te quito ni una coma, Luís Antonio.
ResponderEliminarSólo el viajar, el ponerse en contacto con otras culturas y, sobre todo el ponernos en la piel de los demás, nos puede abrir horizontes y en vez de arremeter contra lo diferente, nos hará ser más solidarios.
Me ha gustado mucho comprobar que compartimos la misma opinión en temas tan importantes.
Un abrazo fuerte, fuerte.
A Cristal:
ResponderEliminarYo también estoy feliz de tener tantas cosas en común contigo.
Besos, Cristal