Salvo
los jóvenes que quieren ser mayores cuanto antes, casi todos los mayores desean
ser jóvenes. Lástima que el trueque no sea posible. Belleza y juventud son las
palabras fetiches de nuestra sociedad.
Mientras
la vejez es aniquilada y marginada, la juventud se ensalza y se persigue. Incluso los que han
traspasado los umbrales de la tercera edad pretenden mantenerse jóvenes ”eternamente”.
Lejanos y obsoletos quedaron los tiempos en los que envejecer estaba revestido
de autoridad y sabiduría...
Hoy
se estila luchar contra la vejez sin regatear recursos: gimnasios, cirugía
plástica, estética, cosmética, ropa, postizos, poses, actitudes... Lo que haga
falta...aun a costa
de resultar patéticos.
La
juventud, divino tesoro, es la mayor de las aspiraciones que debemos alimentar
y la vejez, un engorro que hay que combatir e ignorar... Es el lema de los
tiempos en curso.
Si
los mitos literarios se hiciesen reales hoy y viniese el diablo a vendernos la
eterna juventud - la sabiduría es prescindible - a cambio de nuestra alma...la
cola de Faustos y Dorianes Grayes... llegaría hasta la cumbre del Everest...
Los
hombres también encontramos duro y costoso el proceso de hacernos mayores, pero
la sociedad es mucho más permisiva con nuestro envejecimiento y mucho más
intolerante con el de la mujer. Si para la inmensa mayoría es importante ser
jóvenes, para las mujeres es casi imprescindible...
Envejecer no es bueno...¡pero la alternativa es peor!
ResponderEliminarLo que es realmente patético, ridículo y cómico es ver a señoras como... Alicia Sánchez Camacho(P.P de Cataluña) con los morros como globos, la tez tensa como una pandereta y las tetas como globos de propaganda de Galerías Preciados.
Me imagino una señora de éstas con 80 años y unas tetas de adolescente... para mearse de la risa.
En masculino el ridículo suele ser más mental que físico...véase Silvio Berlusconi, Stroskan...
¡Viva la dignidad de envejecer con elegancia!
un abrazo, chaval
Pues eso: ¡Viva la dignidad de envejecer con elegancia!
EliminarEs evidente que no has votado a la Sra. Sánchez Camacho...
Un abrazo, colega
Huyo de los tópicos como los gatos del agua. Es cierto lo que dices, si bien, esta naturaleza rebelde que me legaron y otras circunstancias de la vida me hacen exclamar: soy más feliz en la vejez que lo he sido en la infancia y en la juventud (excepto el año de becaria en USA). Así de claro, pero bueno también es cierto que dispongo de una excelente genética y eso no tiene precio con respecto al aspecto físico.
ResponderEliminarConozco gente ya mayorcita muy válida y encantadora y sobre todo, con mucho más sentido del humor y esto último, amigo, no tiene parangón. Bsss.
Tu comentario es estimulante. Tanto es así que si me tienta el diablo lo mandaré al infierno...
EliminarUn abrazo
A todas las edades hay un problema con la edad, vale, hasta que ya no hay forma de manipularla y entonces se conoce el sabor de la derrota. ¿Pero es un problema sólo con la edad? ¿No lo hay con el color de los ojos, el color del pelo, la forma de la nariz, el grosor de los labios,...? Es decir, ¿no se trata, en el fondo, de una lucha por la apariencia? Es decir, por un disfraz. No nos importa ser imbéciles, pero supone un problema ser "feo" o no ir a la moda. Esta preocupación nos hace más imbéciles.
ResponderEliminarSupongo que muchos andan por ahí, pero te aseguro que no es mi caso y tengo la certeza de que tampoco es el tuyo...
EliminarUn placer tenerte por aquí con tus aportaciones siempre plenas de verdad y de criterio.
Un abrazo
Siempre he sido de la manera de pensar, que a cada edad le corresponde una forma de vida diferente, y que cada una tiene su encanto. Y así es, si sabes aceptarlo tal y como es. Esa etapa de la vida, en que ya libre de toda obligación (o de casi toda), dispones de tiempo libre para hacer lo que siempre has deseado, o lo que te dé la gana, para disfrutar con tus amigos el tiempo que antes no podías, o con tu familia, o para leer, escribir, pasear, viajar, escuchar música...Miles de cosas que se pueden hacer, eso sí, si cuentas con el dinero suficiente para ello, y la salud te acompaña.
ResponderEliminarLo que es una estupidez es intentar volver el reloj hacia atrás, porque eso es imposible en la realidad, y sólo posible como un juego en el mundo de las ensoñaciones o de la literatura.
Un abrazo.
Lo importante es poder acceder a cada una de esas etapas con dignidad y autonomía. Mirar hacia atrás con ansias de recuperar etapas que son historia no tiene sentido, además de ser, como bien dices, una solemne estupidez.
EliminarUn abrazo
Me vas a permitir que como contestación a tu interesante entrada te ponga una entrada, cortita, que escribí hace unos años:
ResponderEliminarhttp://suicidasperezosos.blogspot.com.es/2009/04/ya-nadie-muere-de-viejo.html
Por cierto los caracteres para confirmar los comentarios cada día son más ilegibles. He tardado tres veces en poder colocar el mío.
He vuelto a la entrada que propones y la he recordado con gusto. Sigo pensando lo mismo que ya te expresé entonces.
EliminarMiraré ese problema de los caracteres a ver si se puede hacer algo.
He quitado la verificación de palabras...hasta que el spam me obligue a reconsiderar esta decisión...
EliminarLo de hacerse mayor es una putada. La experiencia que proporciona la madurez, es un grado, por supuesto, pero cuando el cuerpo va más lento que la mente, es una mierda.
ResponderEliminarY por supuesto, si eres mujer ya tienes todas las papeletas para que esa evolución, que deberíamos asumir naturalmente y adaptarnos a ella sin traumas, se convierta en una cruz con muchas posibilidades de amargarte la existencia.
Un beso, Luis
Pero como bien dice "de cenizas": "envejecer no es bueno, pero la alternativa es peor"
EliminarTú, Novicia, tranquila... Te queda mucha cuerda y te sobran ánimos para afrontar esas "pejigueras"...
Besos
Me ha venido a la mente tras leerte, el libro que hace años leí de Honoré de Balzac; La piel de Zapa.
ResponderEliminarEn él, también se toca el tema de vivir con la intensidad de la juventud,pero en un limitado periodo de tiempo o envejecer hasta que el cuerpo naturalmente aguante.
Es una novela impactante que me gustó mucho,con esa magia de la piel que iba encogiendo a medida que los deseos del protagonista tomaban forma.
En fin,es un tema de rabiosa actualidad y por desgracia, creo que se nos perdona menos a las mujeres el hecho de envejecer.
Tal vez venga dado por nuestro interés,a veces exagerado,de estar guapas, característica que nace con nosotras.
Pero lo cierto es que una mujer madura es vieja y un hombre viejo, es un hombre maduro...
No sé,no soy de afirmar nada con rotundidad,pero a mí me da un yuyu el quirófano,que por gusto es difícil que pase por él.
Besos.
Tienes razón, el libro que mencionas también aborda el tema que tenemos entre manos...
EliminarYo creo, sin embargo, que se ha avanzado mucho. Cuanto más se vive, más tarde llega esa vejez que nos infunde un gran respeto. Por no decir otra cosa...
Lo básico es asumir esos cambios con buen espíritu y agradecer a la vida que nos los brinde, ¿no? Para poder contarlos...
Besos, Marinel
Ayer noche TVE proyectó una vez más “Historias de Filadelfia”, con el inconfundible rostro de Katharine Hepburn. Junto a Audrey Hepburn dos mujeres que supieron llevar hasta el último momento sus vidas con toda dignidad a pesar de que ambas sufrieron enfermedades que cambiaron progresivamente su físico.
ResponderEliminarEl envejecimiento, como muchas otras cosas, es una cuestión mental que te indique en cada momento quien eres. Hay edades que se delatan solamente con la palabra.
Me encanta tu presencia en este espacio, Benjamín.
EliminarMientras sepamos y podamos envejecer con dignidad, ningún problema. Pero, como todo, hay que aprenderlo...
Un abrazo
Me han atraído tanto el título de tu entrada como la imagen y el contenido, que me parece interesantísimo. El título me refiere a dos obras que son en mi entender joyas de la literatura universal. Y la imagen parece de esas que pueden llegar a engañar: si la miras atentamente, se podría vislumbrar algo bien diferente a la anciana.
ResponderEliminarEn cuanto al tema en sí, para mí no hay nada más patético que no asumir nuestra realidad cronológica e intentar lucir de una forma que no condice con ella. Esas obras a las que aludes muestran el alto precio que se paga por no aceptar el inexorable paso del tiempo y sus efectos en nosotros. En mi opinión, no hay nada más estéticamente desagradable que la falta de honestidad para con la verdad que nos devuelve el espejo. Pero soy bien conciente de que la sociedad no piensa así, en especial las mujeres, y ni te cuento de las argentinas, campeonas del botox, la cirugía estética y todo un arsenal de tratamientos estéticos que están a la orden del día a pesar de la crisis económica en la vivimos sumidos ...
Un abrazo, Luis Antonio.
Esa imagen hace muchos años que se nos dio a conocer. Cada vez me resulta más difícil ver la cara joven de la misma... ¿Por qué será?
EliminarEstamos de acuerdo. Asumir la realidad, sin embargo, no está reñido con descuidarse... Antiguamente la gente mayor se vestía y mostraba poses de mayor antes de hora...
Lo que dices de las argentinas me resulta muy familiar... ¿Por qué será?
Abrazos, Fer
Apesadumbrado un poco estoy Luis Antonio,por los que no encontraron como yo el elixir de la eterna juventud, que guardo como oro en paño y que no contare aunque me lo pidan con ruegos... bueno... para los amigos algo les contare...
ResponderEliminarUn Saludón.
Me cosidero amigo tuyo...Espero ansioso que me cuentes...
EliminarUn abrazo
Un pequeño truco y que a mi me va es revelarse con el calendario, y dejar de cumplir , yo ya hace unos cuantos que deje de sumar, y mira funciona....a parte hay algunos mas, pero todos de golpe no te los puedo decir.... jajaja.
EliminarUn abrazo.
Yo sumo muy pocos, nací en 29 de febrero...
EliminarA mí me da que este asunto es como todo lo nuestro. Pura y dura biología al fin. Hay muchos estudios al respecto de que las características físicas propias de la juventud son, consciente y por supuestísimo, también inconscientemente, indicadores reproductivos por una parte, y de calidad genética por otra. Teniendo en cuenta que el fin último -al menos hasta la fecha y que sepamos- de una especie, es la perpetuación -de la especie, ojo, no del individuo-, es normal que estos caracteres que definen el periodo fértil de un sujeto sean más atrayentes a priori. Es un tema como tantos, tan complicado y tan sencillo como se quiera observar. La cuestión en parte -o totalmente- anda relacionada con la asunción personal yo creo. Asumir que la vida es un ciclo que consta de unas fases al igual que asumir que tendrá un inicio y un fin, que son cosas concretas y que vienen determinadas por una serie de características físicas y psíquicas. No se puede pretender tener ochenta tacos y conservar los caracteres físicos de otras fases del ciclo, porque eso es asincrónico y al final también antiestético y antinatural. A mí no me gustan las mujeres maduras operadas hasta el aburrimiento. Precisamente porque me parecen eso mismo: antinaturales. Y así, con tantas otras cosas. Demasiadas.
ResponderEliminarUn beso, Luis Antonio.
Se nota lo mucho que sabes y la especialidad que tienes, Vanessa.
EliminarA mi no me cuesta casi nada ASUMIR las fases del ciclo vital... Lo que me cuesta un montón es ASUMIR la penosa realidad social, laboral, económica y política que estamos padeciendo...
Besos, Vero
Lo de que te cuesta asumir lo segundo, ¿será porque es antinatural, o todo lo contrario?
EliminarAhí la dejo. Una de las grandes preguntas nada menos, o eso me parece a mí siempre.
Un beso, Luis Antoio.
Pues ahí se queda porque yo ignoro la respuesta....
EliminarMás besos, Vero
Yo aún no puedo opinar mucho sobre este tema, no me he sentido así todavía.
ResponderEliminarY espero que cuando lo sienta, al menos no me arrepienta de no haber hecho todo lo que quería hacer.Al menos así estaré más contenta con mi vejez.
Besoss
Aprovecha y disfruta de esa hermosa juventud que tienes en tus manos, Vanessa.
EliminarBesos
Negar a esta alturas que a alguien no le importa estar bien físicamente, sea por edad o por lo que sea, sería mentir, ahora bien, dentro de los límites normales de lo exigible, lo razonable y sin caer en ese horror de estirarse, llenarse de prótesis y parecer un muñeco desmontable por la noche, que a veces a más de uno le debe dar un ataque con lo que se acuesta y se levanta por las mañanas jajaja creo sinceramente que el exterior va directamente relacionado con el interior de cada uno y el paso del tiempo, puede no ser tan terrible como a veces suponemos.
ResponderEliminarMe refiero a que hay gente de 50 o 60 años que tumba a muchos de 20 en todos los aspectos, no sólo intelectualmente que por descontado, físicamente, anímicamente... y para muestra el Boss del que aun sigo impactada y mil como él que conservan su energía y vitalidad intacta. Estoy convencida que uno envejece cuando se siente viejo por dentro, no cuando el calendario lo decide.
La edad, está en la mente, todo está en ella. Yo asumo perfectísimamente mi edad física, además la naturaleza es buena conmigo hasta ahora y no me preocupa lo más mínimo, a lo que me niego es a que mi mente envejezca, eso sí que no pienso dejar que me ocurra... de hecho a veces parece que me va al revés jajaja Yo creo que como nos tomemos la vida, el talante, la ilusión y desde luego con lo que le toque a cada uno vivir dependerá lo que nos ocurra por dentro y por fuera. He visto mujeres absolutamente acabadas físicamente con 30 años, envejecidas hasta parecer increíble su edad y otras como he dicho, lo contrario.
Sea como sea, el cuerpo es sólo un armazón, un envoltorio y nada más... a mi, siempre me ha interesado muchísimo más lo que guarda que lo que enseña y no lo digo por decir, lo creo sinceramente... una cara sin alma, por muy preciosa que sea no es nada.
Así que yo seré una viejecita llena de arrugas seguro y más que orgullosa de ellas además, pero te aseguro que por dentro, a mi nadie me va a hacer vieja jamás jajaja aun en silla de ruedas, todo lo decrépita que quieras físicamente, pero pienso ser la viejecita de 200 años más joven del planeta por dentro:-) no... yo creo que moriré pronto, consumo demasiada energía para durar demasiado:-)
Un beso de los nuestros jajaja ya sabes tamaño XXL :-)
Feliz finde LUIS ANTONIO.
Es estimulante degustar tu comentario. Transmites energía y positivismo. Tienes la autoestima por las nubes y eso te permite afrontar los retos que depara la vida con serenidad, fortaleza y convicción. Y eso también resulta contagioso. Bendito virus, el tuyo, María.
EliminarTú no necesitas vender tu alma al diablo porque la eterna juventud de espíritu ya se halla en tus genes...Gracias por compartirla.
Un besazo XXXLL
¿Por qué será que todos queremos ser lo que no somos? cuando somos niños queremos ser adultos, y cuando somos adultos queremos retroceder en el tiempo... ¿qué pasa? ¿que los niños quieren ser mayores para tener más libertad y los adultos queremos volver a ser niños para no envejecer? la verdad es que tu tema es amplio y se puede opinar largo y tendido desde muchas perspectivas, es un placer venir a tu blog, porque me haces reflexionar.
ResponderEliminarUn beso.
Supongo que por espíritu de contradicción...Queremos lo que no tenemos y no nos conformamos con lo que la vida nos ofrece.
EliminarReflexionar es bueno si sabemos aprovechar el fruto.
Besos, Marìa
Yo le compraría al diablo la sabiduria, que no la belleza ni la juventud. Creo que estoy con casi 80 años en un momento precioso de mi vida, con una buena genética y muchas arrugas. Me gusto así. Un abrazo Lola
ResponderEliminarNo esperaba otra respuesta de ti, Lola. Gracias.
EliminarBesos
No hay que debanarse mucho los sesos. En cualquier película, evento, tertulia. El hombre siempre puede decir las paridas que le de la gana y, en cambio una mujer pasando de cierta edad ya es una congelada mental.No solo pasa con el físico si no con las aptitudes ante la vida.Claro! que esto va con la inteligencia o capacidad de aceptarse de cada cual.Hay personas muy fáciles de convencer que ese es el canon de belleza que se lleva.Y otras que lo mandarian directamente a la(...) a quien osara reirse de sus arrugas.Por eso hay que inculcar la autoestima que es lo único rico,rico,como diría Argiñano.
ResponderEliminarUn saludo tiene ud un blog muy chulo.
Bienvenida, Bertha
EliminarLa autoestima, como bien dices, durante todo el ciclo vital ayuda a superar los lógicos sinsabores de cada una de sus etapas
He visitado tu espacio y ha sido gratificante encontrar muchos tesoros, fruto de tu habilidad manual y creativa.
De tú, por favor.
Un abrazo
La verdad es que a la juventud se le da un mérito que tal vez sea excesivo. Todos hemos sido jóvenes. En este aspecto todos somos iguales. Pero la juventud es corta y finita. Luego hay que aprender a vivir sin esa explosividad juvenil. Y exponer la bondad de la experiencia que conlleva a la sabiduría.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo tampoco tengo mitificada la juventud. Lo mismo me pasa con la vejez, ¿eh?
ResponderEliminarOjalá la vida nos hiciera a todos más sabios y mejores personas...
Un abrazo
Un tiempo para cada cosa, pero la verdad es que no envejecemos seguimos siendo jóvenes de espíritu.
ResponderEliminarAprovechar los momentos de cada día e intentar ser felices en lo que tenemos y sobre todo ocuparnos en lo que sea esto nos hace sentirnos jóvenes.
Un abrazo
Siento llegar tarde a esta entrada, que me parece de lo más interesante. Creo que a las mujeres nos han creado un ideal de belleza y de mujer que no nos dejan ser nosotras mismas, mucho más que a los hombres aunque como todo vende cada vez se va ampliando ese mercado masculino que tiene un potencial increible para forrarse. Envejeceremos pero cada vez que pienso en vivir eternamente me da angustia, creo que desaparecer de este mundo no es lo trágico sino ver que tus seres más cercanos desaparecen de tu vida o pensar en el dolor que les producirá el que tú no estés algún día o el sufrimiento y la dependencia de otros. Eso es lo trágico.
ResponderEliminarPor otra parte, cuidarse es muy sano, no porque te lo imponga la sociedad, sino porque te hace sentirte bien contigo mismo. Si tenemos arrugas, las cuidamos, son nuestras, pero cada día cuido la piel porque me hace sentirme bien en ella, cada día me gusta hacer ese último gesto antes e ir a dormir de darme crema en las manos con olor a rosas, porque mis manos lo necesitan y porque ese olor es la señal de ya es hora de relajarse del todo, de descansar tranquilamente.
Bueno, no sé si me he enrollado de mala manera, pero te dejo unos besos de esos llenos de cariño.