EN EL GIMNASIO:
Estoy escribiendo esta breve entrada en la cinta corredera
del Gimnasio. Desde que han renovado las máquinas encuentro más alicientes para
frecuentar este espacio en detrimento de la piscina. Tanto en las cintas como
en las bicis estáticas, el menú de la pantalla ha ampliado su oferta: canales
de TV, emisoras de radio, música, internet, juegos... He tenido que programar
una velocidad muy baja para acceder al teclado digital con un mínimo de precisión.
No sé si me sobra dedo o me falta tecla, pero pienso culminar esta entrada.
Salga lo que salga... Per nassos (1)
Echo
un vistazo a las bitácoras de los
amigos y observo que me quedan bastantes por visitar. A veces lo siento como
una obligación; otras, en cambio, como algo placentero. Hay que dejar
comentarios para recibirlos... Es el precio... Mis vecinos de
cintas, con auriculares y a un ritmo endiablado, me observan con disimulo...Yo,
a la mía...No sé por qué corren tanto si siempre se hallan en el mismo lugar...
Sólo me resta hacer algunas fotos y descargarlas en casa
para ilustrar esta entrada. Va bien, para sobrevivir, desconectar de la ingrata
realidad y ocuparse en menesteres triviales. Como éste... Por ejemplo. Hasta me
siento feliz por haber conseguido escribir unos párrafos sin cesar de caminar
de forma monótona y rítmica... Lo guardo y me voy camino de la ducha. El próximo día jugaré a APALABRADOS...
Una de las primeras bitácoras que conocí hace años y que frecuento con agrado
YA EN CASA:
He
vuelto a casa caminando. Espléndido sol sabatino, pero el fresquillo se palpa
en las sombras. Estoy un tanto satisfecho de mi “hazaña”. No tengo
noticias de que nadie haya escrito una entrada en tales condiciones. Hasta me
envanezco un poco... Jajaja. ¿Por qué nos gusta tanto ser los primeros en
algo? Mientras iba alimentando mi
vanidad con esos fútiles pensamientos observo a una chica joven teclear con la
mano izquierda en su móvil y empujar con la otra un coche con bebé a bordo y a buen
ritmo. Muy superior al mío en la cinta. Me siento algo frustrado... Esta
juventud, tan vituperada, pisa fuerte... Pero yo, si fuera el niño, berrearía a grito pelado...
(1).- Por narices
Manda narices los retos que te aplicas los fines de semana jajaja.Pués menda es de natural perezosa para el gimnasio, no para pegarme grandes caminatas y por suerte tengo que subir escaleras todos los día pués las clases estan en el segundo piso.Creo descubrir que es el blog de D.Krapp.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada desprendes alegría y eso se agradece.y mucho.!
Cuerpo sano mente sana: nunca mejor dicho.
Un abrazo.
Yo voy dos días por semana. Frecuento la piscina, pero estos aparatos de última generación tienen su encanto. De momento...
EliminarBesos, Bertha
Chulo, rechulo. No debo dejar la natación a cuenta de mi espalda pero creo que pronto probaré el rollo ese de las cintas, la última vez me aburrí tanto, tanto, que me tuvo más a cuenta pasear con mis perros escuchando musiquita. Bsss.
ResponderEliminarLas cintas y las bicis estáticas están a mucha distancia del caminar y pedalear en la calle, pero no siempre es posible. Estos avances tecnológicos les dan cierto aliciente... De momento.
EliminarUn abrazo
Un año probé a circular con las bicis públicas (BICING) por las calles de Barcelona, pero lo encontré muy temerario...
EliminarEs bastante bueno para motivar, pues yo tengo una cinta corredera en mi casa y la verdad que cuando la uso la encuentro aburrida, pero sigo usándola ya que ahora en invierno no puedo salir a pasear.
ResponderEliminarEstupendo gimnasio, un abrazo.
Siempre que el tiempo me lo permite acostumbro a ir a los sitios caminando. El Gimnasio es un complemento y una disciplina.
EliminarUn abrazo, Mari Pi
¡¡¡Qué nivelllllllllll¡¡¡ Con conexión al wifi en la pantalla y todo¡¡¡ Así puedes ir adelantando "faena blogueril"... Lo que no me creo es que escribieras durante la marcha. Leer sí, pero escribir no. Anda, confiesa¡¡¡
ResponderEliminarcuando yo iba al gim, que por supuesto era mucho más modesto que el tuyo, leía en los aparatos mientras escuchaba mi música. Era incapaz de hacer nada si no llevaba mi libro y, sobre todo, el ipod, hasta el punto de que si se me olvidaba, me iba antes de tiempo del gimnasio porque se me hacía insoportable de aburrido.
Un beso, Luis.
Lo único que tengo que confesar ya lo he hecho en la entrada: la cinta estaba programada a una velocidad muy baja, pero la entrada inicial la escribí al tiempo que caminaba morosamente... Y esto lo puede hacer cualquiera que se lo proponga. Yo presumo de la idea, no de la ejecución...
Eliminar¡¡¡Incrédula Novicia !!!
Muchos besos, Stº Tomás...
Quizás lo de escribir a otros por obligación es por lo mismo que a nosotros nos escriben, uno nunca sabe.
ResponderEliminarAdemás lo de esta entrada y la cinta tiene un paralelismo con aquellos que escriben por escribir, sin llegar a un lugar cierto, pero siguen escribiendo.
Todo puede ser. Gracias por hacernos pensar.
A veces la ejecución de actos placenteros también entrañan una obligación. Si no hubiese tal, ¿dónde estaría el mérito?
EliminarGracias a ti, Alicia.
Un abrazo
Las tecnologías avanzan a pasos agigantados, como si se hubieran entrenado mucho tiempo en las cintas correderas!
ResponderEliminarHa sido muy original esta manera de publicar esta entrada, eso es aprovechar bien el tiempo!
Besoss
Me alegra saber de ti, Vanessa.
EliminarEfectivamente, sólo presumo de originalidad.
¿Cuándo echamos otra partidita de APALABRADOS? ¿O prefieres MEZCLADITOS?
Besos
Vaya estoy compartiendo cinta contigo. Me produce mucha ilusión aunque por lo que puedo intuir, mi mínúsculo icono allí debajo de la maravillosa Audrey está algo aturdido no se sí por imaginarte dándole a las piernas y sudando mientras lees y escribes tus textos o por la duda de saber si te quitas la gorra cuando estás enfrascado en tus eventos gimnásticos. En todo caso gracias por incluirme en tu historia
ResponderEliminarCreo que voy a seguir nadando, las piscinas todavía están libres de los excesos internáuticos.
Abrazos
No te enfades, amigo Krapp, pero la selección de tu bitácora para exponer en esta entrada tiene bastante que ver con Audrey Hepburn. El mérito es tuyo, claro...
EliminarMaría, enredona de por sí, hace otra interpretación.
Muchos largos tendrás que hacer en la piscina para desintoxicarte de tus excesos internáuticos, ¿eh?
Vamos que a ti lo del spinning te sonará a chino,¿no?
ResponderEliminarJajajaj
Yo me siento incapaz de teclear a la par que camino,hago cinta o lo que sea,no vaya a ser que de de bruces contra el suelo y oye,no está la cosa para dolores físicos-aunque tengo un catarro de no te menees,pero no es lo mismo- que de otros dolores "andamos" sobrados.
Bueno, pues a ver con qué hazaña gimnástica nos sorprendes la próxima vez,jajaja
¡Qué mala soy!
:)
Besos.
El spinning no me sueña a chino porque soy un forofo de la bicicleta. Sobre todo por llano...
EliminarSe puede caminar a ritmo de tortuga y escribir con más o menos destreza. Tampoco es para tanto...
Espero que ya estés recuperada de tu catarro, Marinel.
No me provoques, ¿eh? Uno ya no está hecho para hazañas y menos aún, bélicas.
Besos
jajaja LUIS ANTONIO, lo que me has hecho reír imaginándote y... tiene mérito tu hazaña sin duda, a mi me sería imposible escribir andando aunque fuera a paso de tortuga... sin moverme ya me dan los ataques de medio dislexia que a veces me dan, invirtiendo montón de sílabas, si lo hago en esa cinta tuya mi entrada quedaría más o menos así: lñsKDJFLÑskdhfñlksDFHÑsdjfghñsJDGHÑsjdgfñskjDGÑksjdgfñjDSFG .... jajajaja.
ResponderEliminarTambién me da envidia lo de ir al gimnasio, yo ni tengo tiempo, ni tengo paciencia pero sobre todo no tengo disciplina, lo he intentado alguna vez, pero duro un mes como mucho.. me muero de aburrimiento jajaja mi deporte se reduce a subir y bajar escaleras, correr por pasillos y a veces lo que más me gusta, detrás de mis perras, que por cierto tiene su mérito porque seguir el ritmo a dos mastines como burritos se las trae... me llevan arrastras, a veces literal, incluso por el suelo:-)
Muchas graacias por este ratito... cómo me gusta ver tus mimitos para el Dr Krapp jajaja si es que sois unos cielos:-)
Muaaaaaaaakss enoorme... ¿avisamos al record Ginness? seguro que a nadie se le ha ocurrido hacer lo que a ti:-) .. feliz semana.
Podemos compartir una cinta corredera, con la imaginación, y yo te ayudo a escribir con más precisión, ¿vale?
EliminarCon lo poco que duermes y la marcha que llevas, no me sorprende que no tengas necesidad de ir al Gimnasio.
Al Dr. Krapp lo tengo en gran estima, pero de mimitos, nada de nada, ¿eh?
Los mimitos...para ti y...otras, claro. Ahí te mando unos cuantos...
¡Mi más sincera enhorabuena, Luis Antonio! Eso sí que es hacer deporte, jaja.
ResponderEliminarMe ha hecho gracia tu frase: "No sé por qué corren tanto si siempre se hallan en el mismo lugar..."
Un abrazo, y sigue así, innovando cómo bloguear. Seguro que se te ocurren más fórmulas.
Gracias por tus palabras, Antonio. Si te has reído un poco ya me doy por satisfecho, pues tenía mis dudas sobre si procedía o no semejante frivolidad...
EliminarUn abrazo
Tienes razón, si yo fuese el crío también berrearía. Qué duro debe ser competir con un móvil por la atención y el apego de mami. Pero eso sí, entre la cinta corredera y la pantalla me quedo con la pantalla.
ResponderEliminarBesos
Como ves, pantalla y cinta corredera pueden llegar a ser compatibles...
EliminarBesos, Narci
Desde luego Luis Antonio, que te tenía por más comedido. El abuso de ciertos artículos de consumo hasta crear adición, no demuestra la responsabilidad que corresponde a una persona como tú; culto, cabal, y prudente. Ya me dijiste en una ocasión que las "tablets" causaban adición, pero ne me podía pensar que había llegado la cosa tan lejos. Menos mal que en la cinta del gimnasio no puedes golpearte con un árbol que te encuentres por el camino, pero si sigues así...
ResponderEliminarUn abrazo.
El iPad crea adición, pero igual que dejé de fumar cuando me lo propuse creo que sería capaz de prescindir de él si me lo llegase a proponer. Me molesta mucho sentirme sometido... Por lo que sea...
EliminarA veces, y tú también deberías hacerlo con más frecuencia, hay que evadirse de este perro mundo que nos está tocando en "suerte"...
Un abrazo, amigo
Ya lo sé, amigo mío, pero aunque yo también he dejado de fumar en dos ocasiones (ahora llevo dos años y medio sin fumar), no tengo tanta fuerza de voluntad. Tengo que reconocer que soy débil de voluntad y vago por naturaleza, y que si hago algo que no me gusta, lo hago cuando ya he llegado a un límite que no se puede traspasar.
EliminarSé que debería de evadirme y desconectar más, pero no puedo. Cada mañana cuando leo la prensa, se me sube la sangre a la cabeza y soy incapaz de quedarme quieto y callado (y eso que he empezado una novela en las vacaciones de Navidad, que como de costumbre, se quedará empezada).
Un abrazo, y sigue con el gimnasio, que yo ya quisiera, ya.
¡Qué pasada! No sabía yo que que hubiese internet en las máquinas de los gimnasios. Me están entrando ganas de apuntarme a uno y dejar el deporte al aire libre.
ResponderEliminarSi lo puedes practicar al aire libre y te resulta grato, no lo cambies.
EliminarUn abrazo, amigo
Está bien eso de compartir necesidades. Lo malo del caso es que este ejercicio requiere de un arte especial. Yo soy de aquellos que con hacer una cosa a la vez me sobra. Dos ya es multitud. Pero aplaudo tu facultad y tu deseo de hacernos partícipes de tus inquietudes. Me ha parecido una experiencia encantadora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo tengo la mala costumbre de hacer más de un cosa a la vez y así me salen...
ResponderEliminarUn abrazo, Muguel
Así me gusta Luis Antonio, dando ejemplo, hay que hacer deporte y mantenerse en forma. Tú a tu ritmo, deja que corran los otros, que ya sabes que dicen que correr es de cobardes. Y de aquí al Guinness, sin prisas pero sin pausa. Ahí está, que el iPad vaya por delante. Y a las chicas con carritos de bebés ni las mires, que tú no tienes que poner biberones, cíñete a tus temas.
ResponderEliminarLo que me he reído con esta proeza tuya. Prueba superada.
Muchos besos.