SÍ AL REFERÉNDUM

Hay preocupaciones que no cambian con la arribada del año nuevo. Decía, y me reafirmo, que estoy de acuerdo con el referéndum aunque no apoyo ni creo viable la independencia de Cataluña. La consulta popular, oficial u oficiosa, desvelará el grado de adhesión que despierta la propuesta de soberanismo, como dicen unos, o independencia como dicen los que llaman a las cosas por su nombre. Los resultados marcarán la hoja de ruta que proceda. Mientras tanto, ahorremos especulaciones gratuitas... y tonterías como la de identificar plenamente al partidario del referéndum con el independentista...

Que la manifestación de la pasada Diada de septiembre fue multitudinaria y clamorosa no lo cuestiona nadie. Que todos los asistentes estaban en la misma sintonía... es "otro cantar". Me fío más de las personas que se manifiestan de manera personal que cuando se hallan sumidas en el maremagno  de la muchedumbre. Muy pocos, y por eso los admiro, son capaces de mantener la independencia de la soledad cuando se hallan sumidos en la masa jaleada por los vociferantes de turno... Estoy más que convencido de que hoy por hoy son más los que dudan que los que presumen de certezas. Al tiempo...

Cuando el President de la Generalitat dice que iniciamos la etapa hacia “un territorio desconocido” me llena de preocupación y zozobra. Bastante desnortado deambulo yo por este confuso mundo para que venga otro, con todos los títulos institucionales que quiera esgrimir, y me diga que emprendamos una aventura hacia no sabemos dónde... La aventuras me las guiso y me las como yo. Y asumo las consecuencias. Pero en nave sin brújula, sin sextante, sin GPS ni sistema AIS... no me embarco. Además, suelo marearme...

Si el President me parece oportunista y me plantea enigmas, el Presidente me indigna como pocos. Ignorar el clamor popular y desvirtuar los resultados de las pasadas elecciones es esconder la cabeza bajo el ala. No hay más ciego que el que no quiere ver. Y este señor no se entera o renuncia a enterarse. O no le dejan. Qué sé yo... Pero lo cierto y lamentable es que uno y otro no están a la altura de las circunstancias. Y estas son más que graves.

Si el sistema financiero es injusto, como parece ser, que se cambie. Aunque implique reformar la Constitución. Cualquier medida, por profunda que sea, antes que la secesión... Ese es mi deseo y mi sueño. Entre otros, claro...

Y por si alguien interpreta mal mis palabras y tiene la tentación de encasillarme, vuelvo a repetirlo, estoy a tantos años luz del patrioterismo españolista como  del catalanista.

P.D. Prometo no volver a tocar este tema hasta finales del 2014...