Ludmilla me comunica
alborozada que ha protagonizado una noticia que recoge La Vanguardia.
Sucedió el pasado mes de diciembre. Me
enseña un recorte con una fotografía donde aparece ella muy... Lo dejo para
luego. Antes procede presentar a esta chica.
Ludmilla es una
alumna que tiene problemas con los comentarios de texto. Acostumbra a
parafrasearlos, sin más, y casi siempre
los concluye con la misma frase: “Es un rollo de texto porque las palabras
son antiguas y no se deja entender...” Con las materias humanísticas
acostumbra a mostrar una actitud bastante displicente. Dice que no sirven para
nada.
Los profesores de
Letras convinimos en sesión de evaluación mandarle algún trabajo de refuerzo.
Cada dos semanas viene al despacho con tareas sobre textos. El primer día lo
hizo a regañadientes, pero últimamente su actitud es más receptiva. Casi
entusiasta, diría yo. Sobre todo desde que el tema de su nombre se erigió en
protagonista...
Resulta que esta
alumna se llama Ludmilla. La singularidad de este nombre le ha causado algún que
otro problema con sus compañeros de clase. Ella, sin embargo, tiene un carácter
fuerte y no se arredra. Según me cuenta, la culpa del nombre es de su abuela,
que en su juventud fue admiradora de la famosa actriz y bailarina, Ludmilla
Tcherina. Ésta, parisina de nacimiento, descendía de una familia noble rusa.
Todo esto me lo cuenta con cierto orgullo, no exento de picardía, porque en el fondo lo que pretende es ganar
tiempo para ocultar que no ha hecho los deberes... Le sigo el juego y cuando le
manifiesto que yo también admiré a esa actriz porque protagonizó la película “Los
amantes de Teruel” (1962) le chispearon los ojos. Me rogó le explicase algo
de esta película y de la actriz. De los
Amantes de Teruel le hablé largo y tendido, pero de la actriz le confesé que
tenía que documentarme. Pactamos que ella haría los deberes pendientes más algo
de propina y yo le explicaría cosas de Ludmilla Tcherina.
Ambos cumplimos con
el compromiso. Ella comenta los textos todavía a su manera... y me apremia para
que yo haga lo mío. Le cuento que el verdadero nombre de la bailarina y actriz era Monique
Tchemerzine y que era hija del príncipe Avenir, general ruso casado con una
francesa... Que fue la bailarina más
joven en debutar en los escenarios más famosos (Opera de París, Teatro Bolshoi
de Moscú...) Que protagonizó varias películas... Que también se dedicó a la
pintura y a la escultura... De ahí, y
por esas asociaciones caprichosas de ideas, hemos pasado a otros temas cuyo escenario
siempre es Rusia. Le explico algunos
pasajes de Anna Karenina de Tolstoi. Aprovecho para que lea algún texto
seleccionado de esta novela. Analizamos el léxico, lo resumimos y acabamos
intercambiando opiniones. Ludmilla está descubriendo, y me lo dice sonriendo,
que las letras quizás no sirvan para nada, pero que cada vez le “molan”
más... Para la próxima clase hemos pactado que ella seleccionará y
comentará 3 poemas de Antonio Machado y
yo le explicaré lo que me sucedió en el tren Estrella Roja que comunica
Moscú con San Petersburgo...
Sin querer, me he
extendido demasiado en la presentación. A ver si en la próxima entrada explico
lo que pretendía inicialmente...
Fotografía: Ludmilla Tcherina
Fotografía: Ludmilla Tcherina
Ayyyy los alumnos, ¡qué recuerdos! y por otro lado ¡qué alivio haberlos perdido de vista! Ya podeis estar satisfechos, ambos, ya. Bss.
ResponderEliminarLos alumnos son lo mejor del mundo de la enseñanza.
EliminarMe alegra saber de ti, emejota.
Un abrazo
No sé cuál habrá sido el hecho que protagonizó Ludmilla. Lo bueno es el protagónico que interpreta ahora...su aprendizaje y el descubrimiento que las letras la molan cada vez más. Esto ocurre porque Ludmilla encontró un excelente profesor que ha sabido sacar el máximo provecho a los intereses de su alumna. Felicitaciones maestro!!!
ResponderEliminarBeso graaaaaaaande.
Susi
Gracias, pero a quien hay que felicitar, si acaso, es a Ludmilla.
EliminarY no por sus progresos en la técnica de comentar textos, precisamente...
Aclaración: en Ludmilla II...
Un fortísimo abrazo, Susi
Una maravillosa presentación que me ha dejado con las ganas de conocer ese hecho que te ha quedado pendiente de comentar; pero me despierta también mucha curiosidad saber ¿Que has aprendido tú de Ludmilla?
ResponderEliminarVeo que eres una persona muy intuitiva. Ludmilla me/nos ha dado una gran lección.
ResponderEliminarAl tiempo...
No siempre conseguimos que nuestros alumnos empiecen a interesarse por algo que "no mola" o que "es cutre" o cualquiera de estas expresiones tan suyas, pero cuando lo conseguimos es tan gratificante que casi no cabemos en nuestra propia piel ¿verdad?
ResponderEliminarBesos
Ludmilla, como tantas personas, está muy condicionada por el entorno. En el trato personalizado es muy maja y sensible. En el aula es otra...
EliminarBesos
De verdad que tienes un don y es que saber negociar; en este caso con Ludmilla.Siempre lo digo: un empujoncito a tiempo de un profesional que lo disfruta, puede ayudar muchísimo a personas que no tienen ninguna motivación aparentemente.Te felicito, primero cómo persona y, segundo porque esta elevando la figura del profesor(...).Gracias Luis Antonio porque comparto totalmente este método.
ResponderEliminarUn abrazo feliz día.
No hay ningún don, Bertha. Solo, experiencia. Los alumnos en el trato personalizado son mucho más agradecidos. Ludmilla tiene curiosidad y eso es muy positivo. Negociar es dialogar, pactar, comprometerse, etc. Imprescindible...
EliminarUn fuerte abrazo
Hay que reconocer que eres un buen pedagogo y que sabes cómo llevar a tu terreno a esa muchacha. Sin duda, es un don que no todos tenemos. Precisa de gran paciencia y de una innata capacidad psicológica de comprensión de las personas y de empatía con ellas.
ResponderEliminarTe tengo que decir - para contento mío - que siempre te imaginé así.
Un abrazo.
Te repito lo mismo que a Bertha: cuando el alumno tiene curiosidad por saber algo, es muy fácil acordar ciertos compromisos. El trato personalizado casi siempre es gratificante para las dos partes: ni el alumno ni el profesor están condicionados por el entorno... Eso facilita el conocimiento y la sinceridad.
EliminarCuidado con la imaginación, Carlos...
Un abrazo
Una mujer interesante por conocer, no hay duda.
ResponderEliminarSaludos.
Una alumna muy recuperable y con grandes capacidades por...descubrir y aprovechar...
EliminarSaludos
Los comentarios de texto es una de las materias más difícilmente evaluables dentro de cualquier programa educativo. Un mismo tipo de comentario de texto puede suponer para un determinado docente merecedor de una matrícula y a lo mejor para otro un suspenso. No hablo por hablar, ésto lo he vivido en mis propias carnes aunque no se tratase de textos literarios.
ResponderEliminarLa educación es pura negociación sobre todo cuando ambas partes pertenecen a mundos diferentes. En el campo humanístico, los alumnos deben introducirse en el mundo de la literatura, no a través de textos asequibles a su naturaleza y realidad vivencial. Primero tienen que tragarse el sapo leyendo textos antiguos para luego si perseveran poder acceder a la literatura moderna y que más les puede interesar (Una literatura que la mayoría de los profesores de la materia apenas conoce volcados hacia los clásicos) Es como si para hacer la carrera de Medicina primero se obligase a los alumnos a conocer los textos de Galeno.
Dos mundo diferentes: la educación oficial y los intereses de los alumnos y como nadie está dispuesto a romper las barreras que los separan se recurre a la negociación donde hay que reconocer que eres un buen profesional.
Saludos
Es difícil de evaluar, cierto, pero existen unos criterios de calificación de cada uno de los componentes del comentario que permiten un margen de objetividad. Un comentario que merezca matrícula ha de estar perfecto en todos los elementos evaluables (comprensión, contextualización, tema, estructura, recursos literarios o formales, comentario personal, redacción, etc.) y me cuesta creer que, satisfaciendo esos requisitos, pueda ser calificado con un suspenso. Se puede discrepar en 1, 2 o hasta 3 puntos, pero en 5 o 6 me parece excesivo y poco frecuente.
ResponderEliminarConozco a un profesor famosísimo de la UAB (Don Francisco Rico, especialista y editor de El Quijote) que suspendió todos los ejercicios de “Redacción de una conferencia” (Pruebas de Selectividad), que en el título la palabra SURREALISMO estaba mal escrita. Ni siquiera se tomó la molestia de leer el ejercicio completo. Sus calificaciones fueron recurridas y enmendadas... Una evidente arbitrariedad...
La literatura clásica debería estudiarse después de la contemporánea, sin duda alguna. La culpa de que no se haga así es de los programas y también de los profesores que recibieron esa formación clásica. Ya casi no quedan de estos, ¿eh? En el COU antiguo sólo se trataba el Siglo XX. Lo recuerdo con nostalgia...
Negociación es sinónimo de diálogo. Y eso acostumbra, todavía, a ser bueno...
Gracias por tu comentario, amigo Krapp. Me ha encantado...
TOTALMENTE DE ACUERDO CON KRAPP...AHÍ, QUERÍA LLEGAR CUANDO DIGO QUE TIENES UN "DON".
ResponderEliminarMira en 2º de bachillerato y más de Arte tienen :lengua,filosofía,historia del arte.Y no hace mucho los tutores, tomamos la iniciativa de darles refuerzo por la tarde dos días al més y no veas esto es otro cantar.Porque ,el curso pasado la primera que se enervaba con ellos era mí menda.Y, ahora esto va mucho mejor.Y, ya estamos trabajando sobre todo en Historia del Arte temas de la Selectividad porque van a por ellos...con esta nueva reforma.
Un abrazo.
Supongo que habrá quienes tengan eso que llamáis DON. Personalmente presumo de estar enamorado de la profesión y de muchos aspectos de las materias que imparto. Algo ayudarán...
EliminarOtro abrazo
...asisten los que quieren y cada vez asisten más.
ResponderEliminarAunque los tiempos hayan cambiado lo suyo desde entonces, tú tienes la ventaja de haber estado en ambos lados de la cuestión, lo que te da una perspectiva que nos falta a otros... (sólo sustituí una vez a una amiga profesora de adolescentes, no llegó a una semana pero creí fenecer en el intento. Lo juro) Aún así, yo me atrevería a distinguir, entre 'Maestro' y 'Expositor de conocimientos- apáñatelas como puedas- este es el programa y lo que hay'. De los criterios de calificación de unos u otros, que tienen una tela ¡quepaqué! hablamos en otra ocasión :)
ResponderEliminarLos primeros, acostumbran a dejar una impronta imborrable en todos nosotros, de los segundos, la mayor parte de las veces pasado un tiempo, no recordamos ni el nombre... pasan a ser "el de historia de 2º o el de física de COU.
Un Maestro comme il faut, en mi modesta opinión, es aquel que, independientemente de los resultados que se obtengan... logra interesarnos en su materia, por más árida que esta nos resulte. Cosa harto difícil, por otra parte. Por no decir imposible en según que casos. Pero que duda cabe, que hacernos sentir 'singulares', sin importar demasiado el método que se utilice, siempre despierta el interés y las ganas de colaboración. Y por lo que explicas, yo creo que lo estás haciendo muy bien. Tanto, que por lo visto, hasta Ludmilla, una joven alumna, ha sido capaz de enseñaros algo al cuadro docente.
Espero impaciente esa segunda entrega.
Estar interesado por lo que se hace o se explica facilita la labor de captar la atención de los receptores. Eso está más que claro. Ludmilla tiene curiosidad por algunas cuestiones y eso facilita la tarea. En el aula, junto con los demás, lo disimula bastante...Ya sabes, los condicionamientos y tal...
ResponderEliminarA lo mejor, la segunda entrega no tiene nada que ver con la primera...
Un abrazo, Cristal00k
"Sin querer, me he extendido demasiado en la presentación. A ver si en la próxima entrada explico lo que pretendía inicialmente"
ResponderEliminarYa, ya... lo que pretendías era crear expectación, rufián, y lo has conseguido... xD!
Por lo demás, Ludmilla es también un personaje de El Libro de Manuel de Cortázar... añadiría un "si no recuerdo mal" pero para no hacerlo y meter la pata lo he comprobado en esto-del-internet y efectivamente es así, mi recuerdo era impreciso...
Un abrazo
Il Estatore
Inicialmente no lo pretendía, pero como no me gustan las entradas muy extensas decidí dejarlo a medias...Del libro que mencionas de Julio Cortázar sólo sé que es muy vanguardista en cuanto a las técnicas literarias.
ResponderEliminarMe intriga saber quién eres, Estatore
Otro abrazo
Igual si firmo como Chinti te suena más, perdón es la costumbre en esto de los blogs... jeje
EliminarEn cuanto a la Ludmilla del libro de cortazar, si no recuerdo mal era un personaje bastante secundario, lo leí hace tiempo, apenas lo recuerdo... en cuanto a la técnica, no es mi sector, no sabría decirte pero es como una especie de collage, un poco como rayuela pero politizado...
Un abrazo
Il Estatore (Chinti)
Me das una gran alegría, Chinti, porque no te imaginaba por estos lares. Tu madre, me consta, si echa algún que otro vistazo...Espero que cuando discrepes con algo que pueda escribir, tampoco regatees las críticas. La cuestión es aprender...
EliminarNo sé si sigues o no con tu bitácora. Ya me dirás...
Un abrazo extensible al resto de tu familia
Como has visto sigo con mi blog, sí...
EliminarPor aquí me pasaba de vez en cuando, mi madre me comenta en ocasiones que te ha leído y tal, así que en una de éstas te añadí a mis enlaces porque si no se me va el santo al cielo, soy un poco disperso. Total, q desde que te añadí me paso más por aquí, de eso no hace mucho, creo que cuando nos encontramos hace poco por la calle se me encendió la luz...
En cuanto a mi último post (de hoy), haces bien en desconfiar en los que son muy extensos, a decir verdad yo procuro no enrollarme tanto pero hoy se me ha ido la mano...
Un abrazo!
Chinti
Nunca entendí la importancia que se le da a los comentarios de texto. Siempre me pareció un deber tedioso. Y, sin embargo, me encanta leer...
ResponderEliminarDejo constancia de ello a sabiendas que me voy a llevar un buen suspenso... No me lo tenga en cuenta, profe...
Un millón de besos!!!
Demuestro que no soy un robot: spittro 3009
Saber comentar un texto se puede reducir a dos aspectos básicos: demostrar que se ha entendido (resumen) y que se tiene cierto criterio para opinar sobre el fondo (contenido) y la forma (expresión)...
ResponderEliminarUna persona que comenta las entradas de las bitácoras demostrando que las ha entendido y que tiene algún argumento para opinar en un sentido o en otro...SABE COMENTAR TEXTOS. Y tú sabes... Lo que pasa es que últimamente no te prodigas mucho...
Nada de suspenso, estimada Borraeso. Si acaso, sobresaliente alto...
Me he visto obligado a poner verificador de letras porque estaba recibiendo comentarios anónimos en inglés con fines publicitarios...
Un millón + uno. Para ti...
Soy realista, mi querido Luis, y dejo constancia de ello.
EliminarSé que mi(s) comentario(s), en un ámbito más académico, no hubiese(n) despertado respuesta(s) tan afectuosas como las tuyas, con las que me halagas... pero estoy dispuesta a dejarme querer...;))
Y va otro millón...
Los ambientes académicos suelen ser rígidos donde no caben la espontaneidad ni la frescura...
EliminarSi este mundo de las bitácoras fuese academicista...no tendría apenas adeptos.
Querertebes fácil y grato, Borraeso
Besos y abrazos
A mi me parece LUIS ANTONIO, aun cuando nos hayas dejado con la intriga de la resolución de esta historia tuya, más que curiosa, que están clarísimo algo para mi, de lo que te he leído...
ResponderEliminarTal cual te han comentado BERTHA y el DR. KRAPP, con quienes coincido, como hábil negociador no tienes precio... sabes y ves por donde van las intenciones de LUDMILLA ( tampoco yo había escuchado jamás este nombre, ni sabía nada de la actriz a la que se refiere, gracias:-) a pesar de ello y lejos de reprochárselo, lo usas para alcanzar tus fines, que es MOTIVARLA para que le interese lo que parece que de mano no sucedía, comentar textos ( fíjate, a mi era lo que más me gustó hacer siempre en literatura y en historia ¡¡lo que más!!:-) ( está claro por qué me fascinan los blogs ¿verdad?.-)
Bien, averiguar cómo motivar a un alumno es en mi opinión en lo que debería centrarse el que de verdad sienta la vocación de la docencia... tirar la toalla y suponer que todos tienen que aprender por que sí, porque lo dice un programa, dar por hecho esto, es en mi opinión, el mayor defecto en le que en general incurren la mayoría de los docentes, con independencia de su valía intelectual. Porque una cosa es saber mucho, otra conseguir enseñar lo que sabes... olvidan que para enseñar, antes tienes que conseguir que interese lo que enseñas... darlo por hecho, hace que pierdas antes de empezar. Creo de verdad que esta es la base de de la frustración de miles de maestros. Siempre se les echa la culpa a los alumnos, su poca capacidad de esfuerzo, que es cierta, su poca dedicación e interés, que también lo es y yo me pregunto ¿para qué necesita un profesor alguien que tiene todo eso por lo que sea que quiera aprender? respuesta, para nada:))
Hay mil vías para llegarle y entrarle a un alumno, cada uno reacciona ante estímulos diferentes. Cada alumno tiene esa tecla mágica, que hay que buscar. Esta búsqueda es la que casi ningún profesor aborda... sueltan su rollo uniforme a todos y se va a casa encantado de haberse conocido. Lo siento, esto no es enseñar, esto es dar conferencias magistrales en le mejor de los casos. Buscar esta tecla es una trabajo arduo y difícil, lo sé...no intentarlo, para mi imperdonable. Estoy convencida que cada alumno la tiene... algunos fácil de encontrar, por eso son buenos estudiantes, otros dificilísimo... lograrlo en uno solo de estos debe ser como para un médico salvar a un terminal... así que enhorabuena, LUDMILLA no sabe la suerte que ha tenido de dar con tan buenísimo doctor como tú:-)
Creo que esta es la única y verdadera labor de lo que yo considero un verdadero y real maestro... muchísimo más grande y precioso que el concepto de profesor...maestro no el que te enseña cosas, es el que hace que surja en ti el deseo de saber sobre lo que que a priori no te interesaba... ¡¡enhorabuena LUIS ANTONIO!! aquí has contado lo que yo ya sabía que eras... ¡¡¡UN GRANDÍSIMO MAESTRO!!!
Un beso inmeenso LUIS ANTONIO, esta vez te lo has ganado a pulso...por tu paciencia, perspicacia y habilidad negociadora con LUDMILLA.
Muaaaaaksss y muuuy feliz día.
Lo más fácil es motivar a los alumnos por lo que uno mismo está motivado...
EliminarComo bien dices, porque cada alumno es un mundo, el trato personalizado ayuda mucho, pero el sistema es muy cicatero con este recurso.
Las clases magistrales, a pesar de los pesares, siguen estando presentes en las aulas. El número de alumnos las impone. La cuestión es reducirlas al mínimo.
Agradezco tus elogios, pero son inmerecidos. Yo sólo me atrevo a presumir de que me agrada la enseñanza. Supongo que eso ayuda bastante. No hay más méritos...La experiencia, por supuesto, es un grado. Pero los alumnos siempre son diferentes.
Un abrazo agradecido y efusivo para ti, estimada Marìa
No la conozco pero conozco a la tal Ludmilla. Y reconozco la importancia de la negociación, aunque el tiempo del que disponemos hace que tengamos que tirar más de la negociación colectiva que de la individual.
ResponderEliminarIgual que hay profesores que no se olvidan hay grupos que los profesores nunca olvidaremos, tanto por lo bien que funcionaron en unos casos, como por lo mal en otros. Algunos buenos dejaron en mí una huella imborrable y detalles de ellos que me guardo para mí misma.
Como dices, los alumnos son muy diferentes en el trato individual y en el grupo dentro del aula. Creo que es importante conocerlos mínimamente a título individual para producir cambios en ellos. Yo estoy sacando mucho provecho de las tutorías individuales, me parecen muy útiles para solucionar determinados problemas y algunos alumnos tienen detrás auténticos dramas. Curiosamente, cuando les pides que te cuenten, cuentan y cuentan y cuentan y es impresionante cuánto puede valer una pequeña conversación con algunos.
Como estamos con las diferentes formas de expresar futuro en inglés, hoy he recogido una redacción sobre cómo veían su vida en el futuro y las expectativas que tenían sobre él. Mientas corregía he llegado a una alumna, muy buena escribiendo pero difícil en clase, que expresaba el deseo inmenso de poder vengarse de su padre por todo el daño que le estaba haciendo. Otra para tutoría individual urgente, he pensado. Y a veces cuando los escuchas te preguntas qué narices le importará a Fulanita el futuro simple con lo que tiene encima.
Pues yo les he puesto a leer dos relatos de Poe, a ver si les meto miedo.
Besos.
Me encanta lo que nos explicas, Angie... Y creo que estamos en la misma sintonía. La materia a impartir también influye mucho. La tuya, no sé por qué, no es de las más agradecidas.
EliminarYa me contarás cómo se han tomado los relatos de Poe... El miedo tiene mucho poder de seducción...
Besos, Angie
Pues no me parece mal que hayas llegado a un acuerdo o negocio con la alumna (alumna de nombre muy original, por cierto). A veces, muyas veces, tenemos los profesores que echar mano de las estrategias y abandonar métodos despóticos para conseguir resultados aceptables. A mí, casi siempre me ha dado buen resultado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo, Miguel.
EliminarUn abrazo
Pues he disfrutado mucho con el rodeo. Qué ejemplo de vocación.
ResponderEliminarGracias, Pedro.
ResponderEliminarDe ti todos aprendemos mucho.