Los aforismos, esa suerte de frases cortas que expresan un pensamiento, una máxima o hasta un dogma, a diferencia de los refranes populares anónimos, suelen tener un autor conocido, y nos sirven para hacernos una idea del mismo. Por casualidad me he encontrado con estos dos que me han traído lejanos recuerdos:
“PARA QUE UNA MUJER SE SIENTA BIEN SON MÁS IMPORTANTES LAS MIRADAS DE LOS HOMBRES QUE LAS CALORÍAS Y LOS MEDICAMENTOS”
“UN VESTIDO CARECE TOTALMENTE DE SENTIDO, SALVO EL DE INSPIRAR A LOS HOMBRES EL DESEO DE QUITÁRTELO”
Los textos son de François Sagan, autora de aquella célebre novela francesa, “Bonjour tristesse” (1954) que tanto escandalizo en su propio país. En la novela se narra la historia de una adolescente privilegiada con opiniones precoces acerca del amor, el sexo y los códigos morales al uso.
Si impactó en Francia, no hay que tener mucha imaginación para suponer lo que significó en España... Esta y no otra razón fue la que me llevó a buscarla y leerla con fruición. No hay nada que motive más la lectura de un libro que la prohibición expresa de hacerlo. Gracias a este recurso, ¿pedagógico?, pude leer precozmente obras como: “La lozana andaluza”, “La Regenta”, “Madame Bovary”, “Los hermanos Karamazov”, “Ana Karenina”...
“Buenos días tristeza” fue llevada en 1958 a la gran pantalla por el realizador Otto Preminger, con Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven como personajes principales. François Sagan rápidamente se convirtió en el icono de las generaciones jóvenes posteriores a la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que comenzó con problemas de toda índole: divorcios, conflictos fiscales, excesos con las drogas y con el alcohol... No sé hasta qué punto el triunfo a los 19 años de esta “transgresora” escritora tuvo que ver con el infortunio que presidió gran parte de su azarosa vida... Hoy está prácticamente olvidada.
Volviendo a los textos mencionados, estoy convencido de que si fuesen de un hombre recibirían unos comentarios muy dispares de los que recibió François Sagan en su día o recibiría una mujer de hoy, en la hipótesis de que fuese su autora. ¿O no?
Quiero decir que todas estas ideas u opciones, generalmente de rechazo, que se tienen sobre los hombres o las mujeres, a partir de opiniones y percepciones subjetivas que se arrastran de "sabe Dios cuándo", o sea, los llamados prejuicios de género, nos condicionan en exceso y “obnubilan” con harta frecuencia nuestro pensamiento.
E impiden la verdadera comunicación.
ResponderEliminar¿Quién te prohibió leer Los Hermanos Karamazov o Ana Karenina?
ResponderEliminarUna escritora coyuntural en tiempos donde se requerían novedades y el lolitismo estaba de moda. La Sagan era una niña pija y sabihonda toda su vida problemática es posterior a la edición de Buenos días, tristeza.
Las frases son tan tópicas que es mejor dejarlas donde están y no darles trascendencia.
Las frases en su día tendrían su impacto, pero leídas hoy tienen una connotación machista doblemente desagradable por proceder de una mujer.
ResponderEliminarDe tu lista de libros prohibidos, yo he leído la mayoría, pero no he leído nunca los de la Sagan.
Un abrazo fuerte, Luís Antonio.
Cuando leí el libro, quizá era demasiado joven como para tener la perspectiva crítica que muestra Krapp y que yo mismo tengo ahora.Eran tiempos de las corrientes existencialistas (Sartre, al que estuvo unida). El paso del tiempo va poniendo cada cosa en otro lugar. Los prejuicios en general, nos condicionan demasiado. Pero en el caso de F.Sagan, es simplemente que es de otro contexto cultural.
ResponderEliminarA Pedro Ojeda Escudero:
ResponderEliminarSin duda, los prejuicios de género no ayudan nada al proceso comunicativo y provocan malos entendidos y sinsabores...
Al Dr. Krapp:
ResponderEliminarSe nota que eres muy joven. Tú empezaste a leer todo esto en los estertores del franquismo o ya en el período pseudodemocrático... La película “Los hermanos Karamazov”, cuando se estrenó, tenía una calificación moral de 3R ó 4. ¿Sabes qué significaba eso?
François Sagan era como tú bien dices, pero en su momento levantaron ampollas.
Las frases son tópicas hoy, pero no lo fueron entonces. Hay que tener perspectiva histórica...
A Cristal:
ResponderEliminar¿Quieres decir que ya no hay mujeres que piensen lo mismo?
Hoy ya no tiene sentido leer a esta escritora. Sus obras no han superado el paso del tiempo. “Buenos días tristeza” no pasó de ser un bestseller...
Un fuerte abrazo, Cristal
Al Dr. Vitamorte:
ResponderEliminarCreo que has confundido a François Sagan con Simone de Beauvoir...
Como bien dices, el paso del tiempo pone las cosas en su lugar. Es lo que ha pasado con esta escritora a la que yo tenía más que olvidada, pero a veces rebrotan los recuerdos por causas ajenas...
Los prejuicios, sin embargo, siguen presentes. Aunque sean distintos
Las prohibiciones de ese tipo reflejan inexorablemente la xistencia de un terible drama, pues son hechas siempre des de posiciones de govierno, y hay que tener una mente muy limitada y una capacidad exigua par prohibir el arte.
ResponderEliminarNo he leído nada de esta mujer. Supongo que en su día significó una ruptura drástica por ser una fémina quien tratase esos temas, pero las frases en sí son de un machismo que tira patrás.... Los hombres no condicionan nuestro comportamiento ni nuestra vestimenta hasta ese punto. Entonces no sé, pero ahora desde luego que no. Funcionamos, trabajamos, nos vestimos y pensamos por y para nosotras mismas.
ResponderEliminarUn beso, Luis
Yo creo que, como en botica, habrá de todo. Habrá mujeres que se vistan para que los hombres las miren y habrá quien lo haga para sentirse bien, más cómodas, y estar satisfechas con su propia imagen. Pero, si se generaliza, se pueden herir susceptibilidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
A desastre manifiesto:
ResponderEliminarYo creo que, más que los gobiernos, han sido las “religiones” las que se han interpuesto entre el arte y los ciudadanos. Un cordial saludo
A Novicia Dalila:
ResponderEliminarO sea que el hábito de tu avatar está pensado para la autocomplaciencia. Y a los demás, tus amigos, ¿que nos parta un rayo...?
Es difícil agradar a los demás cuando uno-una no se agrada a sí mismo...
Tengo la impresión de que por el año 1954, eso del machismo/feminismo no eran conceptos muy al uso.
Besos, Novicia
A Miguel:
ResponderEliminarSoy enemigo de las generalizaciones por lo injustas que acostumbran a ser.
La entrada se limita a rememorar unos aforismos concretos de una mujer concreta que dio mucho que hablar....
Un abrazo, Miguel
Llevas razón Luis, pero cuando decía govierno me refería más a posiciones de poder, de poder sobre decisiones que afectan a los hombres.
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