lunes, mayo 02, 2016

DISCRETO, SILENCIOSO, SIN QUEJIDO ALGUNO, COMO SIEMPRE...





Cuando nos dirigíamos a Multicines Bosque con cierta prisa, no nos dimos cuenta de que ya no estaba. No era el momento para aclarar tal ausencia. Siempre se hallaba en el amplio chaflán de la remodelada Rambla del Prat en confluencia con la Av. PríncepAstúries. Lejos de su hábitat natural, llamaba poderosamente la atención a pesar de su actitud estática, contemplativa y silenciosa. Nunca estaba solo. Su semblante adusto y su indefinida pero supuesta avanzada edad no incomodaba a nadie. Me costó aceptarlo tan lejos de los suyos, pero con el tiempo me fui acostumbrando a su presencia. En algún momento temí por su vida, rodeada de afectos, pero también de hormigón y pavimento urbano.

Siempre que paso por allí me detengo a contemplarlo y no observo que el tiempo estacional ni sus lógicas variantes, inclemencias incluidas, le hagan mella alguna. Es, sin duda alguna, un ejemplo de reciedumbre ante la advesidad.  La serenidad estática y el gesto de profunda meditación transmiten calma, sosiego, laxitud... Las amplias y sólidas sillas de diseño enclavadas en su entorno dibujando un círculo irregular se ofrecen generosas a los frecuentes transeúntes que hacemos un alto en el camino y nos sentamos en torno a él, cobijados bajo su sombra protectora. Sobran las palabras, el lenguaje mudo resulta harto elocuente. Él, impertérrito, nos contempla desde arriba sin pestañear y sin gesto alguno que delate su pensamiento. Cuesta, pero al final te acostumbras y confías a este amigo que te invita a las confidencias porque sabe escuchar con generosidad, sin interrupciones, y nunca delata incomodidad alguna por las muchas tonterías que acostumbramos a expresar cuando musitamos soliloquios. Sólo el viento ocasional silba a veces y altera por momentos sus cabellos verdes y uniformes. Las sillas aisladas dificultan la conversación entre vecinos. Por eso impera la paz. El silencio se impone. Unos leen el periódico, otros parecen escribir whatsappes convulsivos con uno y otro pulgar, algún mayor se apoya con sus manos en el bastón, sujetándolo con fuerza para que no bote sobre el suelo con ritmo indeseado y tembloroso. Casi nunca hay niños. Él, tótem anacrónico en el ara del parterre rodeado de cemento inhóspito, vive calmado, oculta su sabiduría, quizás centenaria, y rebosa felicidad discreta y contenida. Nos sigue contemplando y, aunque sin palabras, nos agradece la compañía y la veneración que le profesamos. Sus múltiples, huesudos, enérgicos y retorcidos brazos se extienden sobre nosotros con espíritu de acogida generosa y protectora.

¡Cuántos ratos compartidos! ¡Cuántas confidencias escuchadas sin aspaviento alguno y guardadas para siempre! La última vez que disfruté de su presencia fue la semana pasada. No vi ningún motivo de alarma, sin embargo hoy no se hallaba donde nos tenía acostumbrados. Tras contemplar Julieta, estreno reciente de Almodóvar , hemos ido presurosos a verificar la impresión inicial y, efectivamente, no estaba. En el suelo, el hueco que dejan  las ausencias. Todos lo conocíamos. El parterre, desnudo, sin nada en sus entrañas. El olivo, amigo incondicional durante tantos años, ha pasado a mejor vida sin despedirse, sin adioses indeseados, ahorrándonos lágrimas, emociones y lamentos. Discreto, silencioso, sin quejido alguno, como siempre...

25 comentarios:

  1. Es una pena, este olivo era un hito de tranquilidad, una señal de la naturaleza en este enclave tan ruidoso. Deberían plantar otro, tampoco cuesta tanto.
    Un abrazo
    Francesc Cornadó

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  2. Ya lo han hecho. A decir verdad, el texto no es reciente.

    Un abrazo. Francesc

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    1. Solo el título de la película - Julieta - es actual. No recuerdo la cartelera que había cuando echamos a faltar al "olivo de las confidencias"...

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    2. Y qué te pareció la peli? ... ¿ nos lo cuentas en tu siguiente entrada por favor? ;)

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    3. La película trata de la depresión a perpetuidad de una mujer que sufre el rechazo y el abandono de su única hija y que no logra transmitirme nada, ni e carácter emocional ni artístico. Ayuda a comprender un poco más la compleja psicología femenina, pero poco más. No me arrepiento de haberla visto, igual que las otras películas de dicho director, pero no la creo merecedora de una entrada en exclusiva. Perdona que sea tan lacónico.

      Besos, María

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  3. Qué bonito, Luis Antonio.
    Me ha producido malestar esa desaparición inesperada del árbol solo que enclavado en el parterre, hacía amigos bajos sus ramas...
    Tal vez fue su hora y en su lugar, otro hará de confidente, guardián y amigo alq ue también te acostumbrarás y acabarás por querer.
    :)
    Besos.

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  4. Supongo que habría algún motivo para hacerlo desaparecer. Me consta que no pocos se lamentaron de este hecho.

    La vida de los árboles, como la de las personas, sigue. Unos se marchan para nunca más volver y otros ocupan su hueco en el espacio físico, pero no así en los corazones. Todos los olivos, aunque muy parecidos, son diferentes. El que ya no está se llevó nuestras cuitas hechas con voz imperceptible, salvo para él...que las escuchaba y asentía con el suave vaivén de sus hojas...

    Besos, Marinel

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  5. Me gusta todo lo que tiene vida, pero sin duda, el único reino del que me gusta absolutamente todo es el vegetal, desde la hierba a las flores, incluso las más simples y pequeñitas, los arbustos, el musgo, la fruta, las verduras, todo absolutamente todo me gusta ... y lo que más, los árboles. Has descrito precioso a este olivo que desgraciadamente cortaron ( fíjate, la foto en la que me ves aquí al lado, estoy apoyada en un olivo que tengo ;) cada árbol es una vida contenida en su corteza, de hecho, es verdad que abrazar árboles te inunda de energía, son como enormes condensadores tierra aire y es verdad que en concreto los olivos, con ese tronco retorcido y lleno de ojos, por ser en su inmensa mayoría centenarios aun parece que contienen más historia, más serenidad, más de todo ... Tal cual cuentas, silenciosos y austeros, no son esbeltos como los abetos o los cedros, ni tienen flores como los magnolios, ni muchas hojas como los sauces... no, los olivos son modestos, robustos, sufridos y sileciosos porque sus hojitas son tan pequeñas y rígidas que a penas meten ruido cuando las mece el viento, con mil cicatrices en su corteza pero firmemente anclados en la tierra despeinados hacia el cielo, por eso meeencanta este árbol, es como un abuelo inmeeeenso y apacible que siempre está ahí para escucharte...al menos el mío espero que sí, espero irme yo y todos los míos antes que él, siento que al vuestro le llegara la hora, quizá enfermó por la polución... la polución de todo tipo hace daño a todo y a todos, mucho más de lo que imaginamos además. Ojalá el nuevo olivo crezca fuerte y se acostumbre a ese lugar.

    Mil gracias LUIS ANTONIO, precioso esto que has escrito! un beso muy fuerte y cuando pasees cerca del nuevo olivo abrazarlo de mi parte... para su abuelo, recuerdos... maravilloso este tuyo ;)

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    1. Tengo la certeza de que ese pequeño olivo en el que te apoyas se siente inmensamente feliz. Tu vitalidad le inyecta entusiasmo, calor y vida. Seguro que vive muchos años...

      Muchos besos, querida María

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  6. Me ha encantado tu relación afectiva con el árbol. Paso con frecuencia por allí y me estaba preocupando al leer que ya no estaba, pero quedé reconfortada cuando al final dices que han plantado otro ( o el mismo).
    El olivo está en la encrucijada de las calles Vía Augusta, Príncipe de Asturias, y el que está justo en el chaflán con Rambla del Prat, es un algarrobo, a cuya sombra suele haber alguien sentado en las sillas, esperando la hora de entrar en el cine. Siempre me ha extrañado tal árbol en pleno hábitat urbano, y que soporte la polución de la ciudad.

    Un abrazo, Luis Antonio.

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    1. Ese texto recoge unas sensaciones y emociones que viví hace ya mucho tiempo, cuando talaron o extirparon el olivo. Al pasar de nuevo por ese espacio he querido plasmar los recuerdos que albergo en esas líneas. He cometido, eso sí, dos anacronismos que pueden dar lugar a equívocos temporales: la película "Julieta" y la referencia a los whatsappes.

      Hoy, como bien sabes, un algarrobo ocupa su espacio. No es lo mismo...El olivo soberbio que mencionas en sus proximidades está en una isla solo, sin compañía, sin confidencias, entre claxons de coches que suben y bajan despiadados e indiferentes...

      Veo que transitamos por espacios comunes. Tendremos que quedar algún día para tomar un café o lo que se tercie. Y platicar, por supuesto.

      Abrazoz, Fanny

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  7. Anónimo4:23 p. m.

    Nada como la sombra de un viejo árbol. No sólo las hojas, pero las memorias que dormitan bajo sus ramas.

    Saludos caballero,

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    1. Si los árboles hablaran...Afortunadamente tienen esa virtud que suele estar ausente en la condición humana: la discreción.

      Saludos, amigo

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  8. El texto me ha parecido magnífico, me ha gustado mucho. Creo que le hiciste el mejor de los homenajes a ese olivo...

    Del mundo vegetal lo que más me hace reflexionar son las raíces que sujetan y nutren su vida... tal vez deberíamos fijarnos en ello para mantenernos erguidos y nutrir nuestras esperanzas y propósitos... pero solo tal vez.

    Abrazo grande.

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    1. A veces, con harta frecuencia, no valoramos las cosas hasta que desaparecen. Lo mismo podríamos decir de las personas.

      Nada que haga reflexionar es baladí...

      Abrazos, amigo

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  9. Somos seres de costumbres y cuando algo se altera enseguida parece que algo se rompe y en este caso este árbol. Seguramente victima de la contaminación y de sus muchos años.De no ser que lo hayan arrancado para ponerlo en el hall de un hotel .Hay una película española que se titula El olivo y el final del pobre es ser el adorno para un hall.

    Todo lo que nos rodea y sobre todo ese mobiliario urbanos, las plantas, árboles etc: son parte de nuestro entorno, al fin y al cabo todos con nuestro aporte contribuimos que así sea.Por eso se nota cuando lo estropean o como este caso la ausencia del olivo...

    Un abrazo y feliz semana



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    1. A veces me sorprende que determinados árboles sobrevivan dentro del asfalto urbano. Por ejemplo, las palmeras. En Barcelona hay muchas y en sitios insospechados. Se plantaron por doquier con motivo de las Olimpíadas del 92 y todavía permanecen erguidas.

      Abrazos, Bertha

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  10. ...en casa el único árbol que mi madre no quiere ni en pintura es un ciprés , le dan grima como siempre suelen estar en los cementerios:(pero a mi me encantan y sobre todo en la misma puerta).

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    1. El ciprés comunica a la tierra con el cielo. Eso se expresa en el poema de Gerardo Diego: El Ciprés de Silos.

      También me gustan

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  11. A veces no nos damos cuenta de que están hasta que los arrancamos. Y entonces todo es granito.

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    1. Es verdad, han de faltarnos para que los echemos en falta...

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  12. Que preciosidad de texto has tejido, Luis Antonio, me ha encantado. Los árboles fuera de contexto, fuera de su hábitat siempre me han resultado entrañables en su deseo por adaptarse y sobrevivir. No acabo de entender esa manía de convertir los olivos en objeto de decoración casi, podándolos de formas extrañas...

    Me encantan los olivos y sus frutos.

    Abrazos!!

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    1. Muchas gracias por tus generosas palabras.
      Participo de todo lo que expones. Yo nací en tierra de olivos y viñedos. Su lejanía me provoca nostalgia

      Abrazos

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  13. Hermoso texto.
    Supongo que ya sabrás que Iciar Bollaín, una directora de especial sensibilidad, esterna pasado mañana "El Olivo" con guión de Paul Laberty el de las películas de Ken Loach.
    Este es el trailer:
    https://www.youtube.com/watch?v=HtyVkAHassQ
    Aquí lo que dice, Iciar sobre su film:
    https://www.youtube.com/watch?v=ksfuwlxxHZU

    Un abrazo

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    1. Algo sabía de eso y espero ver el estreno pronto. Me gusta esta directora.4

      Gracias, como siempre, por la documentación que adjuntas. Eres un fenómeno en estas lides.

      Un abrazo

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