En Los
juegos de la edad tardía, Luis
Landero recrea a dos otoñales adolescentes, Gregorio y Gil, que han emprendido
juegos demasiado peligrosos y, fortificado el uno por la fe redentora del otro,
ya no pueden sino fundirse para siempre en Faroni (personaje de ficción:
ingeniero y poeta, triunfador, culto, políglota, apuesto, audaz en el amor,
progre...) quien reune todas las virtudes que ellos quisieran para sí.. Me han
llamado la atención muchas cosas en esta novela, pero sobre todo lo bien
descrita que está la situación inalcanzable. ¿Quién no ha sentido deseos alguna
vez de superar, a cualquier precio, la mediocridad de la vida cotidiana? Pues
esto es lo que pretenden ambos personajes...Sin embargo, el texto que acompaña
a esta breve introducción en el tema de esta gran novela nada tiene que ver con
la trama central, pero es muy divertido y original. Un sesentón, vendedor de
lotería y con la frente supuestamente coronada explica al protagonista Gregorio
un proyecto de asociación ciertamente novedosa: el ejército coronado...
-Tengo grandes proyectos. Los
cornudos somos legión. Debemos organizamos, fundar un club, o una cofradía,
como el kukusclán. Saldríamos de noche con antorchas, a chamuscar coños. La
gente se reúne para formar sectas. Las hay políticas, religiosas, laborales y
de todo tipo. Hasta los maricas y las putas tienen sede propia. Sólo los
coronados vamos insolidarios por el mundo. Con el honor se nos va el coraje. Y
siendo, como somos, víctimas de natura, no una secta secreta, un Real Colegio
deberíamos fundar. Hay que remover los cimientos del mundo y aprender materia
de los animalillos. La humildad nos enseñará el orgullo de las calamidades. Y
aún le diré más: todos los hombres son cornudos. Hasta los más seguros, aunque
sólo sea del pensamiento, los tienen esbozados. Hay cabrones aéreos y terrestres.
Vivir es estar de camino. Hasta la soltería y el clero andan en armas, en
servicios de retén. Hablo como hombre antiguo que soy. Va uno a la guerra,
pierde un brazo y gana una medalla. Pues lo mismo nosotros. Los coronados
también lo somos de laurel. Debemos llevar la añadidura como otros el miembro
mutilado, como un timbre de gloria. Imagínese un ejército de vencidos. Una
embestida mundial de cabrones tendría efectos parejos al de una guerra atómica.
Cambiaría el curso de la Historia, como ocurrió con otras grandes sectas, la
masonería o el socialismo. Mire esto -y sacó un pequeño látigo con puntas de
plomo- ¿Se imagina? ¿Qué ejército habría mayor que el nuestro? ¡El Ejército
coronado!
Estrechó aún más el cerco de su voz:
-Por el momento somos tres. Tres soldados, que nos reunimos los sábados después de medianoche. Pero, le diré. Sólo en este barrio, tengo contabilizados más de cuatrocientos posibles infantes. Tienen miedo del deshonor. No han aprendido todavía el orgullo de esta gran desgracia natural. Tenemos antepasados emperadores, príncipes, santos, papas y sabios. Una genealogía que nos hace aristócratas. Tenemos una bandera, dos rayos rojos sobre fondo blanco, y pronto tendremos también un himno. Amigo, si alguna vez cae en desgracia, o ya ha caído, únase a nosotros. Yo estoy aquí todas las noches, después de las nueve. Corra la voz. Nuestro lema es: « ¡Honor en llamas! ».
Luis Landero.- Juegos de la edad tardía,
págs. 319-320
Me ha picado la curiosidad con este libro,así que me lo bajaré en el ebook.
ResponderEliminarEs interesante ese afán,casi diría,conmovedor, por alcanzar lo inalcanzable. En este caso son un sin fin de cualidades de todo tipo que,lógicamente,cualquiera desearía para sí mismo y que rara vez confluyen en la misma persona.
Pienso que tanta perfección suele tener fisuras,tal vez invisibles en apariencia,recónditas al ojo humano-del resto normalmente-pero cuya existencia conoce bien ese ser insuperable a todas luces.
Y es todo un dardo ese adentrarse en un mundo que de por vida,ha sido el causante de grandes males,estragos,derrotas y violencia sin parangón.
Ja,ja,ja
Aquí,este señor,asumidamente "coronado", da toda una lección de cómo se pueden derivar prejuicios ancestrales y dolorosos,a una vertiente honorable,divertida y categórica.
Me viene al pelo aquella frase de Groucho Marx,tan cómica como sabia:
"La humanidad, partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria."
Y es que a pesar del giro admirable que se le da a un tema peliagudo,no puede dejar de parecerme miserable que se haga una persona tan acomodaticia ante no ésta,sino cualquier situación.
Para terminar,que me estoy pasando cien pueblos,he de confesar que me ha gustado mucho leerlo.
Besos.
Alcanzar lo incalcanzable, no, pero romper con la rutina y la mediocridad que caracteriza a la vida de la inmensa mayoría de nosotros...sí apetece, ¿no?
EliminarMe encanta que te pasas cien pueblos y mil, si es menester. Tu verbo me encanta, Marinel
Besos
...jajaja este prólogo tiene muchas fisuras jajaja lo que es, el honor mancillado eh!.
ResponderEliminarMe voy a buscar la vida...me refiero al librito de marras ;porqué tengo ganas de saber que siente a los 60 un españolito medio.
Gracias por esta recomendación y que pases un feliz día.
Un abrazo Luis Antonio.
No sé si lo que se siente a partir de los 60 resultará muy gratificante...
EliminarIgualmente te deseo lo mejor, estimada Bertha
Un abrazo
Interesante reseña, espero encontrar el libro y leerlo por aquí.
ResponderEliminarSaludos.
Ya me contarás tus impresiones.
EliminarSaludos, Jorge
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLeí ese libro hace cosas de 20 años poco después de salir al mercado y ganar varios premios. Me llamó la atención que esos hombres otoñales y tardíos rondaran los 40 años. En aquellos tiempos todavía Internet estaba en mantillas, hoy se podría escribir todo una enciclopedia alrededor del título. Está bien esa asociación, la Reina Sofía sería una magnifica madrina.
ResponderEliminarEl título del libro es muy sugerente. Estoy convencido de que el autor si lo escribiera ahora lo enfocaría hacia otra vertiente...
EliminarLa reina Rofía tendría una doble corona si entrase en dicha peña, pero no sé si se las podría colocar en la cabeza con tantos..."impedimentos·
Últimamente todo lo interpreto al revés, así que no te extrañe LUIS ANTONIO que repita experiencia con esto que te he leído, pero a mi me parece admirable la idea que transciende de este fragmento de la novela ( que no he leído) Ese espíritu de sacar de la debilidad fortaleza, de la humillación sufrida en el pasado la fuerza para salir con la cabeza bien alta, digno y orgulloso... Mmmm eso es ¡¡genial!!
ResponderEliminar¿Será mejor pasarse la gente la vida reconcomiéndose por todo lo malo que haya ocurrido en el pasado? pues nooo ...superarlo, te pille a la edad que te pille, siempre es una victoria sobre él. Nada peor que la resignación ante una vida que no gusta, que no llena que no satisface. Fíjate, una vez tuve un cliente que con ¡¡SETENTA años!! tramitó su divorcio para poder casarse con un amor clandestino que tuvo durante más de 20 años... ¿tú sabes qué cosa más increíble? hace algunos años que se lo llevé y cada Navidad me escriben los dos una tarjeta ( su amor y él, por cierto viven a orillas del Mediterráneo ahora:)... cada vez que me llega sonrío, porque saber que nunca es tarde para ser feliz, a mi... me hace feliz ¿sabes? Y mira... si mientras llega la realidad real, se tira de la imaginación, para sentirse mejor y eso sirve...¿por qué no? lo que sea que ayude a estar bien, siempre es bueno...eso que disfrutas mientras tanto ¿qué más da si es de verdad o mentira? nadie te quita los buenos momentos que te da mientras.
Así que me parece estupenda la idea de formar un ejército de vencidos que renacen de sus cenizas, como el ave fenix. Los excombatientes, nadie mejor que ellos que han sido mutilados o heridos en el pasado para enarbolar la bandera de la esperanza... creo que tiene mucha razón, millones de millones de personas se sumarían a esta secta de cornudos de todos los calibres ( no creo que solo se refiera a las cornamentas puestas por las parejas jajaja) la vida, en mayor o menor medida y hasta al más guapo, nos ha corneado a todos alguna vez, a veces muchas, salir airosos de los revolcones que nos da, sobreponerse a pesar de ellos es la diferencia entre vivir de verdad después de ellos o solo arrastrarnos como culebras sobreviviendo el tiempo que nos quede... a mi puede apuntarme este hombre a su club, creo que no me han salido los cuernos aún, pero como a veces estoy como una cabrita loca, puede que no me tarden en asomar... de hecho bajo el pelo, los llevamos todos jajaja... Estoy, más que convencida:-)
Muuchos muchos besos LUIS ANTONIO
Cuanto más sugerente resulta un libro, más mérito tiene. Ahí están los clásicos manteniendo su vigencia siglo tras siglo... Con esto quiero decir que tú, estimada María, no interpretas al revés ni muchísimo menos, sino que haces tu propia relectura y recreación del libro de las que extraes tu personalísima interpretación. Y lo bueno de tu caso es que acostumbras a fundamentarlo.
EliminarAl hilo de lo que comentas de ese setentón, me viene a la memoria la figura del hidalgo, Don Alonso Quijano, metamorfoseado en Don Quijote por obra y gracia de un sueño que le llevaría a la cumbre de la caballería andante. Lo de menos es que una y otra vez se diese de bruces con el suelo. Don Alonso cometió la más bella de las locuras y su vida cobra sentido a partir de la misma.
Con o sin cuernos, vete a saber, si tú te apuntas a ese club, yo voy detrás. Me encantan las cabritas locas. No puedo decir lo mismo de las ovejas...
Muchos besos, María
Acabo de recordar el verano luminoso en el que leí esta novela...
ResponderEliminarMe alegro que te haya hecho rememorar aquel luminoso estío...
EliminarLo cierto es que tiene mucha razón. Sólo los complejos y determinadas normas morales ya anticuadas, obligan a los coronados a la vergüenza en lugar de al orgullo a lucir cuanto más grande mejor cormnamenta, cosa que da honor y respeto, al igual que en nuestro hermanos los ciervos y los alces.
ResponderEliminarTambién se ha perdido antiguas y buenas costumbres,tal que la del cornudo consentido, muy dado en nuestro Siglo de Oro y en los principios de la Revolución Industrial hasta hace muy poco tiempo.
Un hombre que llegaba a ser
rico por su mujer bella,
más por buen parecer délla
que por su buen parecer,
y que siendo coronado,
no se sentía humillado,
pues que buena era su vida,
no le faltaba comida
y era todo un caballero
respetable y con dinero.
Un abrazo.
Eres genial, Carlos, y tienes un fino y agudo sentido del humos. No en vano tu estupenda bitácora lleva por título, LA SÁTIRA BARROCA.
EliminarUn abrazo
No he leído esta novela, pero me ha picado la curiosidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
La curiosidad por saber y conocer asuntos nuevos siempre es de agradecer. Es la mayor de las motivaciones. Lástima que a los alumnos les falte con harta frecuencia, ¿verdad?
EliminarUn abrazo
Vivimos en ese fluido de tiempo, que Z. Bauman, define como sociedad líquida. Y entre otros motivos que el hombre explica ¡y muy bien!, parece ser que la biología ha cambiado la sociología de forma importante.
ResponderEliminarEs decir, que si antes, con 50, la mayoría ya seríamos unos viejos decrépitos y poco interesados en otras aventuras emocionales, ni en apenas nada... hoy, totalmente inmersos (aunque lo neguemos, diciendo 'yo no') en la cultura del usar y tirar o del coste beneficio..., no es así. Y por lo visto estás convivencias 'a dos' se han convertido en muchos casos, en exageradamente largas... Tanto, que no parecen ni lógicas ni naturales.
Por eso, me parece totalmente ridículo y trasnochado ese club de 'coronados y coronadas' y por supuesto sin futuro de ninguna clase. El futuro que viene, además de imparable... contempla otras posibilidades, además de esa tragicomedia que es casi siempre una 'cornamenta'
En fin! Un abrazo grande, Luís.
P.D.: También existe la 'teoría del chicle' que de momento me reservo, para que no me lapidéis directamente :))
El tiempo te viene a dar la razón. La idea de fundar un club de personas con la frente adornada con astas de más o menos dimensión no ha tenido mucho éxito. El humor que manifiestan algunos personajes de la novela no es compartido por los muchos que pudieran hacer gala de tales adornos. Los prejuicios siguen vigentes...
EliminarSin embargo, creo que has hecho una interpretación muy seria. La novela pide al lector complicidad y sentido el humor...
Es evidene que el deseo de hacer algo notable que rompa con la mediocridad de la vida cotidiana ha de buscar oros senderos muy diferentes a los sugeridos...
De la "teoría del chicle" conozco diversas interpretaciones. No sé por dónde va la tuya, pero no temas, que nadie va a lapidarte. Calquiera se atreve contigo...
Un abrazo afectuoso, Cristal
Aquí llega otra admiradora de la idea de los tiempos y el amor líquidos que magistralmente describe Bauman, que ha compartido contigo la primera vez que pisó tu casa: ¿recuerdas?
ResponderEliminarMuy interesante, desde el título hasta la última palabra. Me encantaría poder adquirirlo y leerlo, pero poco y nada de lo bueno e importado y mucho de lo mediocre y recientemente publicado en papel barato por la industria local es lo que se consigue en las librerías de mi ciudad últimamente. Y en el iPad, podría, pero tendría que empeñarme en euros.
Así es que te agradezco esta reseña y me guardo el título para cuando soplen vientos que se lleven a ciertos cornudos y cornudas que son club por estos lares también, y cuando por fin llegue el día en que el ejército de súbditos pensantes y sin armas, salvo nuestras ruidosas cacerolas de vez en cuando, que no los votamos a esos sordos cornudos y cornudas, podamos quitarle la corona a la reina cornuda de una buena vez y en paz.
¡Qué bella palabra es "cornuda" cuando está tan bien aplicada!
Un beso, querido Luis Antonio, y perdona el brote de indignación que he volcado aquí de manera tan poco literaria, por cierto.
Un abrazo y gracias por tu riqueza!
Fer
Lo de la reina cornuda admite diferentes interpretaciones según el contexto social y geográfico. Creo que no hay que citar nombres para que todos captemos con meridiana claridad a quiénes te refieres. Aplaudo la agudeza de tus palabras.
EliminarNo hay nada que perdonar, estimada Fer; motivos nos sobran a unos y a otros para desahogarnos alguna que otra vez con lo único que está a nuestro alcance: la protesta con más o menos acompañamiento acústico.
Ahi va mi abrazo lleno de afecto y de admiración, Fer.
Coronarse o morir. ¡Qué vida! Llevamos tantas cosas en la cabeza...
ResponderEliminarBesos, Luis Antonio.
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ResponderEliminarAh!!! Cómo va de cuernos me ha salido doble el comentario. Je, je!!
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EliminarSé que estás muy ocupada, Angie, y por eso te aqradezco mucho que hagas acto de presencia. La concisión también puede resultar muy expresiva.
EliminarAhí van mis besos y mi deseo de que pronto puedas estar con nosotros para compartir lo que consideres que procede...
Bueno creo que voy a leerla de inmediato....... me da mucha curiosidad.
ResponderEliminarEspero que te agrade...
EliminarSaludos
Pues no pinta mal el librito, habrá que echarle un vistazo, a ver si nos aporta ideas para formar el club de las cornudas cortabolitas, jajaja. Probablemente no quedaría ni un sólo cornudo sin castrar, más aún acabarían castrados muchos que ni siquiera son cornudos.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Besos
Eres tan fina, aguda y discreta que casi no entendía lo de "cortabolitas". Ahora me queda claro...Me encanta tu sientido del humor.
EliminarBesos, Narci
jajaja, ya sé que es una cursilería, pero no exenta de sarcasmo, que conste.
EliminarBesitos y gracias por ser tan diplomático.