Todos sabemos la incidencia del tono en la expresión oral,
pero con harta frecuencia lo olvidamos. Al menos, yo. Y los problemas que
acarrea... El tono con el que se expresan las cosas, me digo una y otra vez,
forma parte esencial de la comunicación y su repercusión en el plano afectivo
puede ser positiva, negativa y... hasta nefasta. El desentono puede
influir en la comprensión objetiva hasta extremos insospechados. Hay tonos
simpáticos, bordes, afectuosos, irónicos... Cuando desentonamos se
provocan situaciones indeseadas. Y más aún si el receptor peca de
susceptibilidad...
Sin ir más lejos, el otro día le espeté al dueño de un comercio, que por tres veces había
incumplido su promesa, la siguiente frase: “Usted no ha cumplido su palabra
una y otra vez y esto me hace dudar de su seriedad y de su competencia
profesional”. Y me respondió con manifiesta crispación que le había
insultado. “Dónde está el insulto”, le inquirí con tono templado. Y me
respondió: “El tonillo ese...es insultante”
El proceso de la escritura te permite pensar, elegir y rectificar si hace falta. En el lenguaje
oral es muy difícil aplicar esa actitud reflexiva. Lo que sí deberíamos hacer,
al menos yo, es poner más empeño en entonar de forma adecuada y correcta. Pero
qué complejo resulta, sobre todo, a los
que acostumbran, como Mafalda, o acostumbramos a hacer frecuente uso de la ironía...
Hay que añadir que todos tenemos un tonillo especial que nos caracteriza. A mí me parece que fuiste muy educado, claro me falta oír el tonillo irónico que debiste ponerle al asunto.
ResponderEliminarCuando tratas con gente de otras culturas se suelen dar malentendidos. Creo que mi cuñada mejicana a veces se asustaba un poco con mi tono, lo confundía con enfado. A día de hoy ya está más que acostumbrada.
Recuerdo también una ocasión en que una auxiliar de conversación se quedó parada mientras una compañera y yo manteníamos una conversación de lo más normal. Dijo que parecía que estábamos discutiendo. Eso sí, resultó tener un morro impresionante y el tono que utilizaras cuando te dejaba en cuadro le era indiferente.
Besos.
En las palabras fui mesurado, pero en el tonillo, no. Volqué en él toda la ironía o ¿sarcasmo? que puede, porque el susodicho señor me molestó mucho con su manifiesta y reiterada informalidad...
EliminarBesos, Angie
Tienes razón Luis Antonio y muchas veces ni con la escritura somos lo suficiente claros en expresar lo que queremos decir. Con la palabras nos llevamos con las emociones y el nerviosismo y muchas veces decimos lo que no queremos decir.
ResponderEliminarUn buen momento de una buena reflexión.
En este caso concreto dije lo que quería decir, pero el tono se me "desmelenó"...
EliminarUn abrazo, Mari-Pi
Completamente de acuerdo. En los mensajes escritos tb pasa, sobre todo en la red, pero pienso que el dueño del comercio atajó mostrandose insultado porque no soportó el tono de "insoportable verdad".
ResponderEliminarUn abrazo que pases un tranquilo puente.
No te quepa la menor duda de que a mi enfado manifiesto le sobraban razones...
EliminarUn abrazo
Es una pesada carga emitir siempre en la onda en la que estás sintonizados los demás. Sería preferible hacerlo, pero cuesta un horror y además fácilmente se puede caer en la falsedad cuando se quiere quedar bien con todo el mundo o intentar que solo se vea nuestro mejor perfil.
ResponderEliminarCuando un coro de voces desentona, se produce un auténtico desastre. En la expresión oral, el tono es un elemento más que tiene, como cualquier signo lingüístico, significado y significante. La complejidad, sin embargo, se produce cuando no hay sintonía entre las palabras y la entonación de las mismas. Ambos mensajes pueden entrar en colisión, ¿no? Entonar, para mí, no es querer quedar bien con todo el mundo, sino armonizar palabras y tono (del lenguaje no verbal se podría hablar largo y tendido también). Aunque, a veces, es muy divertido observar que cada uno de esos elementos va a su "bola"...
EliminarPienso, que más que el "tonillo", lo que debemos de aprender es a controlar es el pensar lo que vamos a decir, antes de hablar. Claro que tiene el inconveniente, que en muchas ocasiones no diríamos nada y nos quedaríamos con las ganas de soltar lo que pensamos, causa de grandes problemas gástricos y de colon a largo plazo. Así que, si siendo políticamente incorrecto de vez en cuando, es bueno para nuestra salud, seamos incorrectos, pero digamos lo que pensamos y viviremos más felices.
ResponderEliminarYa sabes que yo acostumbro a ser muy incorrecto con las personas que considero que debo de ser así, y que no tengo precisamente, pelos en la lengua. Pero,¡ojo y que quede claro! Ser políticamente incorrecto no es sinónimo de insultar, y si se siente insultado el ofendido, es porque aparte de inepto es idiota (ahora, en forma satírica, lo he acabado de arreglar).
Un abrazo.
En el caso concreto que cito, lo único que se pensó fueron las palabras, ¿eh? El tono, sin embargo, se fue por libre...
EliminarLa realidad, sin embargo, es que a veces pensamos lo que vamos a decir y otras decimos sin pensar. Y ahí está la gracia y el conflicto...
Decir a según quiénes lo que se merecen - sin insultar, claro está - es...o debería ser CORRECTÍSIMO...
Tus estilo satírico me encanta, Carlos.
Un abrazo
Me chifla Mafalda desde siempre,precisamente por esa sempiterna ironía que nosotros los que no somos un dibujo,no podemos utilizar tanto como quisiéramos.
ResponderEliminarYo prefiero la escritura de todas,todas. Mejor o peor,en ella no hay tonos en apariencia,que yo sí creo que los hay,pero es fácil modificarlos,decorarlos incluso para que parezcan lo que no son.
En la realidad hay que ser comedidos,pensar antes de hablar,cosa que a mí me cuesta un mundo,tanto que a veces hago una mezcolanza extraña con las palabras y produce risas en el entorno,que por otro lado y bien pensado...no está tan mal que me equivoque si levanto el ánimo del personal!
Me voy a apuntar a candidata al premio de payasa,ja,ja,ja
Sin ir más lejos hoy,en lugar de comerme una mandarina,me he comido una marandina...
Pues así en otros ámbitos,imagínate pues,cómo no preferir la escritura.
:)
Besos.
Nos gusta la escritura porque está más pensada y elaborada, pero resulta mucho más artificiosa, ¿no?. El lenguaje oral, sin embargo, es mucho más expresivo y natural dada la espontaneidad que lo caracteriza. Si le añadimos los ingredientes de la entonación con todas sus connotaciones y la gesticulación... !no veas¡ En la expresión oral, como en ninguna otra, ponemos de manifiesto nuestra emotividad. La expresión mesurada, controlada y armoniosa es excepcional. Demuestra un autocontrol envidiable
EliminarDesconocía ess veta humorística que mencionas. Yo te creía una chica sería... Jajaja.
Besos, Marinel
"Estamos en un momento más bien zarrapastroso", asegura García de la Concha.
ResponderEliminarCuando se utiliza una forma de expresión que se aleja del zarrapastroso lenguaje actual, todo se considera insulto.
¿Qué diría el dueño del comercio si tuviera que enfrentarse al Dr. Sheldon Cooper –personaje de la serie ‘The Big Bang Theory’- de la cadena TNT?
Una respuesta para la próxima vez: No se puede imaginar lo que le puedo insultar.
Abrazos Luis Antonio
Por eso el Instituo Cervantes que preside ha publicado "El libro del español correcto", ¿no? Habrá que echarle un vistazo...
EliminarNo conozco al personaje ese que mencionas. ¿Me lo describes?
Tomo nota de tu propuesta, pero al susodicho señor espero no verlo nunca más...
Un abrazo, Benjuamín
El Doctor Cooper es un físico de la serie que emite la cadena TNT todos los días a las 15.05 y 21.05 en capítulos anteriores y los viernes a las 22.15 horas en la nueva temporada. Todos ellos -a excepción de su vecina- un poco 'frikis' pero con un alto grado de inteligencia. Un ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=5otv_g89OjY
EliminarSus lacerantes diálogos no son aptos para 'tenderos' y similares.
Abrazos.
He seguido con mucho interés la clase de Física...Gracias por la información, Benjamín.
EliminarUn abrazo
Es normal que haya malentendidos en la vida cotidiana con nuestras expresiones verbales, al igual que aquí en el mundo de la blogosfera a través de la escritura, y cada uno interpretamos las cosas de distinta manera.
ResponderEliminarUn beso.
Así es, pero la entonación, según sea o no la adecuada, puede o no ayudar a la comprensión de lo que se expresa verbalmente, ¿no?
EliminarBesos, María
La respuesta del comerciante me parece una ratificación de la sentencia que le espetaste; esto aparte, coincido con tigo en que el tono es fundamental. Yo lo utilizo a diario en mi trabajo, tanto ello como la comunicación no verval (no sé si el tono se puede incluir o no dentro de esta)y los resultados son muy, muy positivos.
ResponderEliminarEl buen vervo junto al tono y la disposicion adecuados son un arma invencible.
Hoy, después de que con el tono utilizado consiguiese unos resultados idoneos, no pude evitar pensar en esta anecdota tuya: El respeto de las palabras y el contenido del mensaje son dignos de elogio. Pero el comerciante se sintió insultado por el tono. Yo utilizo infidad de veces esos mismos recursos de palabra y sinembargo no me sucede esto en la mayoría de las veces (ya no. Antes tengo que decir que los líos en los que me metía eran de ordago)
EliminarHarto de envenenarme la sangre con cierto tipo de cosas, hace tiempo que he decidido no irritarme por ello, pues llegué a la conclusión de que es un mal trago improductivo. En su lugar ofrezco las mismas respuestas pero en un estado mucho más sereno, de total serenidad diría yo, y la verdad es que me sorprendo a menudo de los resultados. En nuestro estado de anímico va incluido nuestro tono. Pienso que ahí puede estar la clave.
No hay expresión oral sin una u otra entonación. La cuestión que he planteado es si el tono debe o no armonizar con el mensaje verbalizado. Personalmente admiro a las personas que tienen la virtud de entonar correctamente porque consiguen acaparar la atención y que sus palabras no caigan en "saco roto"
EliminarLa afectividad y las emociones se reflejan en el tono, pero colisionan con el propósito lógico que pueda acompañar a las palabras...
Saludos
Un abrazo
Para mi es importantísimo ese “tonillo”, LUIS ANTONIO, me influye tanto el que noto en los demás, que no me importa pasarme treinta pueblos en la exageración que conscientemente uso aquí, no por falsedad, ni por hipocresía, nada más lejos, nada que me repatee más...por falta de expresión y recursos aquí, donde solo hay palabras inexpresivas.
ResponderEliminarAquí no existe esa modulación en el tono, no existe el gesto, no existen las miradas, ni las sonrisas... solo letras y por eso abuso tanto de signos chorras o aaaaaaeeee o lo que se me ocurre y pillo :-)
El tono y el gesto lo es todo en la vida, lo mismo, dicho en según que tono y con según qué gesto, cambia absolutamente el mensaje. Al menos para mi, que reconozco soy hipersensible, tirando a imbécil, me lo cambia todo. Me sorprendo a cada instante viendo lo poco cuidadosa que es la gente con esto. Si sonríes por ejemplo, si hablas suave, digas lo que digas, se suele conseguir transmitir mejor lo que sea, por desagradable que sea que si lo dices con cara y gesto de rabo de escoba.
A mi el tono de la gente me genera tranquilidad, nerviosismo, hasta cierta aversión inconscientemente. Por ejemplo, no soporto el tono suficiente o el afectado, me pone en guardia y me genera inseguridad, la gente agresiva o cortante, me dejo asesinar si me hablan suave y con cariño:-) Me ocurre hasta con el sonido de los idiomas, fíjate. Mi cuñado es alemán, bien, ya me puede decir la cosa más preciosa del mundo que todo me suena a mordiscos:)) no recuerdo si era CarlosV que decía algo así como que el francés, era para hablar con las mujeres, el alemán con los caballos y el español para hablar con Dios :))
La ironía es peligrosa, hay que ser muy hábil en su uso, se suele confundir con el sarcasmo y además como tú dices, no tener la desgracia de topar con un susceptible, como en tu ejemplo. Reconozco que a mi me desconcierta muy a menudo. Tú eres de los suaves, no usas la ironía como arma, en esto son especialistas los cínicos.. la tuya suele ser simpática, aguda e inteligente, al menos yo no he probado la dura cortante, espero no hacerlo:-)
¿Sabes por lo que creo que MAFALDA resulta tan entrañable aun siendo enormemente irónica? Quino la hizo súper expresiva en sus gestos y tono... toooda despelujada si está cabreada, son sus boca enoorme soltando alaridos, lo mismo que su sonrisa es dulce y resulta encantadora con su gesto pícaro o pensativo... toda ella habla, a veces mucho más con sus gestos y tono visual, que con las palabras que dice.
Muuchos muchos besos LUIS ANTONIO... que todo el mundo te trate con el tono amable y dulce que mereces, a todas las personas entrañables como tú se las debería hablar siempre en ese tono.. y no es coba, es verdad, verdadera:-)
Feliz finde, si no hay hecho puente... a mi me castigaron sin él, pero ya es viernes y me conformo:-)
Escribes mucho y no sobra nada, María. No es fácil y por eso te felicito y te animo a que sigas en esa línea que tanto te caracteriza: profunda, pedagógica y entretenida. Y muy cariñosa... Un auténtico placer...
EliminarPalabras, tono y lenguaje corporal son un todo. Pero los prejuicios o la hipocresía o vete a saber qué...provocan que esos tres elementos no se complementen sino que hasta lleguen a contradecirse. Esa es la cuestión. Yo medí las palabras en la anécdota que cito, pero no el tono. Seguramente habría sido más adecuada la entonación lineal y las palabras simplificarlas en una sola: INCOMPETENTE...
Lo he dicho más arriba y lo repito: admiro a las personas que acompañan a sus palabras con la entonación y el lenguaje corporal adecuados... Comunican y seducen.
Me encanta el tono que imagino se halla detrás de tus palabras escritas. O delante. No sé...
Besos mil y otros tantos abrazos
razón tienes amigo,
ResponderEliminarte mando un abrazo
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EliminarGracias y otro abrazo para ti, Omar
EliminarPor fin me hice el tiempo para pasar por aquí, ya que me llamaba el tonillo ese y Mafalda desde mi escritorio. Ha sido una semana de mucho trabajo y roce con gentes diversas. Y justamente noto que a medida que voy cumpliendo años mis tonos dejan de ser risueños y simpáticos como solían ser para comenzar a sonar menos entradores y complacientes, más secos, inclusive más irónicos o ácidos también. Me pasa también cuando escribo a veces. Pero no me parece tan mal. Creo que en la comunicación oral el tono también lo define la actitud a veces no verbal de tu interlocutor, como en el ejemplo que das.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Angie: has sido realmente, como siempre lo eres, un caballero en tu queja, aunque es una lástima no poder escuchar ese tonillo que es imaginable por lo que describes. Pero lo que este señor considera un insulto es un lujo asiático comparado con lo que se escucha por aquí normalmente cuando esbozamos una queja. Este señor debería sentirse halagado de que lo llames "profesional" si es un comerciante incumplidor y de que simplemente "dudes" de su seriedad y no estés absolutamente convencido de su inexistencia si es la tercera vez que no cumple. Aquí muy pocas personas eljirían tan adecuada y cortésmente tus palabras para ponerlo en su debido lugar.
Te mando un abrazo y te deseo un buen fin de semana con el mejor de los tonos.
Sigo pensando que habría sido más acertado llamar INCOMPETENTE con tono rotundo y gesticulación airada a esa persona que medir las palabras y no el tono...El insulto, sin embargo, no entra en mi código...Lo que pasa es que no todos coincidimos en considerar al insulto de la misma manera...
EliminarTe mando un fuerte abrazo, apretado y entonado con cariño. Como debe ser...
En el lenguaje oral no solo influye el qué se dice, sino el cómo se dice. Es ese tonillo al que tú te refieres. Y es tan expresivo que puede llegar a ser insultante, o todo lo contrario...
ResponderEliminarLa verdad es que cuando hablamos hay que ir con mucho cuidado en esta musiquilla que le damos a nuestras palabras, porque es importantísima.
Un abrazo.
Tienes razón, Miguel. Pero ya sabes que si pensamos lo que debemos decir, el tono que le corresponde y los gestos que deben acompañan a las dos manifestaciones anteriores... posiblemente enmudezcamos. Siempre se puede aprender de los errores, por supuesto
EliminarUn abrazo
Me encanta Mafalda .. En cuanto a lo que dices de que escribiendo somos más mesurados.. no sé que decirte.. En conversaciones escritas a veces se malinterpretan las cosas precisamente porque no se escucha la entonación de las palabras .. Creo que tanto escrito como hablado hay de todo un poco.. y tienen ambas sus ventajas e inconvenientes..
ResponderEliminarSin embargo a mi me gusta oir el "tonillo" y sobre todo entonar yo también.. A veces es simplemente el modo de hablar por el que sabes perfectamente si va de broma.. en serio.. etc ... Definitivamente me quedo con el "tonillo" ..
Un abrazo
La comprensión de cualquier modalidad expresiva depende del emisor y del receptor. A veces, la culpa es de ambos...La sencillez y la claridad la sacrificamos, a veces, en aras de la brillantez y el lucimiento...
EliminarA mí también me agrada la entonación, que en definitiva es la música de la palabra, pero sobre todo cuando es la adecuada. Y ahí es donde surge la discrepancia. ¿qué entendemos por adecuada?
Para ti, el mejor de mis tonillos y un abrazo
Es cierto que el tono del emisor es muy importante en la comunicación oral, pero no lo es menos el estado de ánimo del receptor. Ya sabes, "quien se pica, ajos come", si alguien se siente culpable o sabe que lo es, por cualquier hecho, basta una supuesta referencia a ese hecho, sea con el tono que sea para que se sienta ofendido, agredido o piense que hay reproche tras las palabras, incluso aunque quien habla no sepa nada en absoluto sobre el asunto en cuestión. A veces somos así de suspicaces.
ResponderEliminarSaludos.
Tienes razón, el estado de ánimo y el grado de susceptibilidad del receptor pueden provocar una auténtica hecatombe...
ResponderEliminarMe alegra sabe de ti, Narci.
Un abrazo, poetisa.