viernes, mayo 31, 2019

¿CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR?




Está claro que la nostalgia funciona: nos gusta recordar épocas que con toda probabilidad no fueron tan maravillosas como en nuestra memoria e incluso estamos dispuestos a gastar dinero en discos, películas y colecciones que nos traigan un trozo de ese pasado idealizado, además de seguir perfiles en redes sociales que se dedican a evocar estos recuerdos. Con harta frecuencia me pregunto ¿por qué nos dejamos llevar tan fácilmente por la nostalgia?

La verdad es que tenemos tendencia a olvidar con más facilidad lo negativo, quedándonos con los recuerdos positivos. 

No sé de quién es la frase, pero más o menos dice así: "La memoria no es fidedigna, sino que se modifica constantemente"

Cuando algún pesimista exclama aquello de que "Cualquier tiempo pasado fue mejor" evidencia su desconocimiento de los impresionantes avances logrados por la humanidad en todos los campos. 

Curiosamente, cuando se pregunta a esas mismas personas si hubiesen preferido nacer cien años atrás, la respuesta es un rotundo "¡No!" Pienso que un breve repaso a nuestra historia es el mejor antídoto contra esa nostalgia un tanto contradictoria...

8 comentarios:

  1. Somos también parte de nuestros recuerdos, todos recordamos, y pasamos tiempo rememorando etapas añoradas, nada que objetar, es inherente a nuestra condición humana, son cosas inevitables. La nostalgia no es mala si uno recurre a ella de vez en cuando, es una emoción positiva si sabes dosificarla.

    Cierto, las grandes marcas comerciales sacan mucha tajada de la nostalgia, y nos venden la moto en menos de lo que canta un gallo.

    Por supuesto, existe una nostalgia enfermiza, dañina… “cualquier tiempo pasado fue mejor”, quien piense así tiene un problema serio, ha dinamitado el puente entre el pasado y el presente, y se ha quedado como un náufrago atrapado en un tiempo pretérito. Igual que hay corrientes políticas que siempre desembocan en algún “pasado glorioso” .

    Pero la vida, en el único lugar que tiene su morada, es en el presente.

    Yo estoy satisfecho transitando por el ahora, eso sí, tengo mis momentos nostálgicos, de los buenos, de los que cantaba Serrat al Mediterráneo…

    Quizá porque mi niñez
    sigue jugando en tu playa,
    y escondido tras las cañas

    duerme mi primer amor,
    llevo tu luz y tu olor
    por donde quiera que vaya…

    Un abrazo, Luis Antonio.

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    1. Sabio comentario, el tuyo, Paco. Viviremos, como bien dices, el presente extrayendo de él lo mucho y bueno que nos ofrece. Eso nos dará energía para afrontar momentos de los otros, que también los hay...

      Un abrazo, Paco

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  2. Muy interesante tu reflexión concisa. También me pregunto lo mismo. ¿Es la nostalgia una especie de llamada de lo perdido? Por supuesto que la memoria tiene mucho de recreación. ¿Cuántos detalles de lo recordado son fidedignos? Y a medida que nos recreamos en lo recordado y no te digo cuando contamos sobre hechos del pasado, lejano o no, más alteramos el relato. Digo yo que la tradición oral que dio lugar a la narración escrita fue un proceso análogo (pienso en los libros llamados sagrados de distintas culturas) La nostalgia, esa percepción sobre lo que se nos escapó. Recuerda los versos de Jorge Manrique:

    Recuerde el alma dormida,
    avive el seso e despierte
    contemplando
    cómo se passa la vida,
    cómo se viene la muerte
    tan callando;
    cuán presto se va el plazer,
    cómo, después de acordado,
    da dolor;
    cómo, a nuestro parescer,
    cualquiere tiempo passado
    fue mejor.

    Atento: la clave está en el verso "como, a nuestro parescer". El poeta ya lo tenía claro. Percepción es el pasado, pues en función de nuestras experiencias vividas, y cada cual ha tenido las suyas, nos puede embaucar y hacer creer que aquello fue mejor. ¿O es la conciencia del tiempo transcurrido que nos hace viejos y estamos abocados al fin una especie de angustia encubierta que nos mortifica?

    No sé. Sí sé que el recuerdo cada vez lo invade todo. No es malo, pero que no nos sepulte. Un abrazo.

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    1. Bello y profundo comentario el tuyo, amigo Fackel. Me pregunto si rememorar el pasado no es consecuencia del "ingrato" presente que vivimos en según qué aspectos de carácter sociológico...

      Hago mío tu deseo de que el recuerdo no "nos sepulte". Eso sería indicativo, creo, de que nos hacemos más mayores de lo deseado.

      Un abrazo

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  3. No nos hemos de engañar con el mirar atrás, antes bien, hagamos el balance y luego desechemos lo fútil para quedarnos con la operativo…en esas está el juego que ya tu mencionas entre líneas pero aun así es muy fácil el mezclar lo útil con lo superfluo porque en cierta manera se complementan. Al poeta la nostalgia le frena, aunque la recubra de cierta dosis de terciopelo para mostrar el presenta sin el arrojo de tantas impertinencias que menoscaban el futuro que nunca será irreversible…reflexiva entrada como siempre Luis Antonio.
    Un abrazo

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    1. Creo que en general hacemos lo que tú indicas, amigo Dionisio: nos quedamos con "lo operativo". Gracias a ese mecanismo mental y afectivo sobrevivimos con más energía.

      Un abrazo

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  4. La memoria es solo presente.
    Regreso.

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    1. Por lo tanto, hay que vivirlo como sino hubiese un mañana...

      Bienvenido, Pedro

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