viernes, diciembre 03, 2010

“Mirar, escuchar, tocar, paladear, oler, pensar... con buen gusto”. LEONARDO DA VINCI ESTÁ VIVO


Las personas, por regla general, no siempre sabemos sacar partido de la potencialidad que nos brindan los sentidos. El genial Leonardo da Vinci observaba astutamente que la persona media (o sea, ¿la mayoría de las personas?):

“mira sin ver, oye sin escuchar, toca sin sentir, come sin degustar, se mueve sin conciencia física, respira sin conciencia del olor o fragancia, y habla sin pensar”.

Supongo que, entre otras cosas que ahora no vienen a cuento (coeficiente intelectual, valores,  talento, entorno, curiosidad, trabajo, recursos, imaginación, etc.), lo que distingue a una persona superior de otra media o más común se fundamenta en gran medida en el hecho de saber extraer el máximo partido de todas esas potencialidades sensoriales o limitarse a tenerlas prácticamente mecanizadas y atrofiadas....Refinar y agudizar los sentidos perfecciona la sensibilidad. Algunos, de talante trascendental,  llegan a considerar a los sentidos como los ministros del alma”... Otros, y no es poco, los consideran como las llaves para abrir las puertas de la experiencia.

Creo que no acabamos de tener conciencia de la importancia de este hecho. Con harta frecuencia ponemos el piloto automático y miramos, oímos, respiramos, paladeamos, tocamos, hablamos... sin la atención debida. Y todo eso se traduce en una percepción sensorial muy limitada.

A raíz de un reciente curso de “Cata de vinos” que hice descubrí lo atrofiado que tenía el sentido del olfato para captar la gama de aromas que desprende un buen caldo. Y sin este sentido agudizado, el sabor de un buen vino pierde muchas de sus virtudes. El sentido del tacto, tan perseguido por moralinas estrechas o timidices infundadas, lo tenemos un tanto “maniatado”. Los de unas generaciones más que los de otras... Y lo de hablar sin pensar...¡no veas! El pan nuestro de cada día.

Es cierto que el sistema familiar y el  educativo tienden a descuidar las formas no verbales del intelecto y, a pesar de la actualidad que está cobrando la inteligencia emocional, tampoco se ocupan mucho de ella. El resultado de estas omisiones es que muchos fracasan en múltiples actividades, sobre todo de orden creativo, y tienen serios problemas de aprendizaje.

Y por si todo eso suena a baladí, creo que el logro de  la felicidad - con minúscularadica en gran medida en la capacidad que tengamos de saber  “mirar, escuchar, tocar, paladear, oler, pensar... con buen gusto”.


20 comentarios:

  1. El desarrollo de la personalidad se basa en un entramado de interconexiones permanentes entre las capacidades propias y los estímulos provenientes del entorno en el que se desenvuelve la persona. La historia de los genios - y Leonardo es de los más grandes - lo revela con expresividad y contundencia. Siendo un hombre representativo de las posibilidades creativas abiertas por el Renacimiento, su vida estuvo jalonada de circunstancias y experiencias que le mostraron lo mucho de que era capaz. Lo supo entender y consiguió demostrarlo con creces. De ahi el valor de la educación, de los efectos positivos que emanan de las relaciones que nos ayuden a construir nuestras propias fortalezas, con las que nos enfrentamos a un mundo repleto de desafíos. Cuántas veces personalidades brillantes aparecen sumidas en el abandono, mientras otras sacan fuerzas de flaqueza y se sobreponen con coraje a las dificultades para crecerse con ellas. En el fondo, son aquellos que, como diría el poeta, han encontrado la mano de nieve que ha sabido estimularlas (arrancarlas, decía Bécquer, refiriéndose al arpa que yacía en el ángulo obscuro). Es una buena metáfora para la ocasión. Un abrazo, Luis

    ResponderEliminar
  2. Querido Luis Antonio, has hecho una reflexión muy apropiada. Esas sensaciones las hacemos a diario sin percatarnos de la importancia y el valor que tienen. Los sentidos,cuando perdemos algunos de ellos, es cuando los valoramos.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Las personas desarrollan unos sentidos en detrimento de otros. Es cierto que algunos de ellos están atrofiados o infrautilizados (el olfato es uno); otros se han acostumbrado a la sobreestimulación de los sabores fuertes y grasientos (el gusto); el tacto es otro gran olvidado (en un tiempo realicé algún curso de masaje energético y me di cuenta de su potencialidad. Proponía a todo el que pasaba a mi lado darle un masaje para experimentar, y lo cierto es que estamos bloqueados sensorialmente); la vista está también sobreestimulada por colores chillones, formas agresivas y rápidas propias de la tecnología; el oído igualmente está saturado por el sonido excesivo por las diversas contaminaciones, el estrés auditivo, la música estridente... No creo que sea una obviedad la de pensar que sería buena una vuelta a lo sencillo, a la naturaleza, a salir de entornos industriales y comerciales sofisticados, a estímulos elementales. Pero nada va en esa dirección. Creo que somos más bien mentales, aislados de nuestros sentidos. Pero mentales que tampoco piensan con sutileza. Es el sino del hombre contemporáneoe que navega esencialmente entre el artificio, la superficie y la saturación. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Tu post me parece muy interesante.
    Estoy de acuerdo en esa distinción que haces entre unos y otros: "el hecho de saber extraer el máximo partido de todas esas potencialidades sensoriales o limitarse a tenerlas prácticamente mecanizadas y atrofiadas"

    Saludos y feliz puente.

    ResponderEliminar
  5. Es cuestión de instinto y de la pérdida de la capacidad ancestral de percibir a través de los sentidos y de obtener información a través de ellos. Información que el raciocinio por sí sólo no es capaz de procesar en toda su profundidad.
    Cuando éramos (más) animales, sabíamos aprovechar estas capacidades muchísimo mejor. Supongo que es el precio que hemos pagado por desarrollarnos intelectualmente.

    Un beso, Luis

    ResponderEliminar
  6. Como he perdido el olfato, sé lo que es echarlo de menos y valorar los cuatro que me quedan que tampoco están como para echar cohetes.
    Desconozco el sentido estricto de esa palabra que empleas "persona superior" y además me produce cierto miedo. Seguro que los controladores aéreos que están jodiendo este país se consideran personas superiores ya que se sienten con capacidad de trastornar las emociones y la vida de los demás. Cada vez veo más claro que ese sentimiento de superioridad, de poder sobre los demás, une en el mismo saco a deportistas, artistas, políticos o a los diferentes grupos de presión. ¿Es acaso la capacidad de manipular lo que distingue a las personas superiores del resto de los humanos corrientes?

    ResponderEliminar
  7. Confieso, mi querido Luís Antonio, que Leonardo Da Vinci es una de la figuras universales que más admiración y fascinación me han causado. Además de esa consideración, no0 pue3do estar más de acuerdo con tus conclusiones finales: la felicidad indudablemente está, bajo mi punto de vista, en saber apreciar todo aquello que nos brindan los sentidos y las emociones que nos provocan.

    La naturaleza nos ha dotado de unas herramientas de conocimiento y de disfrute que, por desgracia, no todos los seres humanos saben apreciar.

    Un fuerte y cálido abrazo.

    ResponderEliminar
  8. los sentidos que olvidados los tenemos y cuan felices nos pueden hacer, muches gracies por compartir tan bellisima reflexion y hacernos recordar que la felicidad esta en los sentidos y en toda su expresion, un besin de esta asturiana.

    ResponderEliminar
  9. La mente humana, si no tuviera sentidos con que comunicarse con el exterior, estaría gris, exigua, sin brillo, casi diría que triste..., pero gracias a los sentidos (a todos) nuestra mente se colorea y a veces surge la luz de la felicidad. Aquellas personas que por desgracia han perdido algún o algunos sentidos, desarrollan los otros sobremanera. Lo que pasa es que muchas veces no sabemos apreciar los estímulos que nos ofrecen y pasamos por la vida sin apreciar las golosinas que nos ofrecen los sentidos. El alma de artista que todas las personas tienen en su interior, se despierta, o no, según se acojan los estímulos sensoriales o se dejen pasar por alto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. En la Educación lo que prima es la socialización. Para eso tiene que impedir que nadie piense demasiado diferente de los demás, que no saque los pies del plato, se suele decir, el alienamiento y la manipulación... pienso.
    Los demás sentidos los utilizamos según nos apetece... y nos dejan.

    ResponderEliminar
  11. A FERNANDO MANERO:

    Profundo y enriquecedor comentario, Fernando. Como siempre... A partir de una entrada de horizontes limitados que no pretendía más que valorar las puertas de entrada de todo ese caudal de ofertas que nos brinda el entorno, tú has sabido ir mucho más allá. Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. A ROSALÍA:

    Tienes razón, y ese era mi propósito, valoramos poco la relevancia que tienen todas esas sensaciones que ya de por sí son de suma importancia. Y, como bien señalas, no hay que esperar a que mengüen o se pierdan para apreciarlas como se merecen.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  13. A JOSELU:

    Como bien señalas, no acabamos de saber sacar partido de lo que nos brindan los sentidos porque el entorno general es hostil, pero tampoco somos cerebrales sutiles y agudos. Nos sobrepasan los artificios y las superficialidades de nuestro entorno material y humano. Estoy muy de acuerdo contigo.
    Saludos

    ResponderEliminar
  14. A TESA:

    Admiro a los que saben sacar partido del conjunto de potencialidades que brindan los sentidos. Procuro seguir su camino, pero con harta frecuencia la rutina acaba mecanizando el uso y las sensaciones que nos penetran...

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  15. A NOVICIA DALILA:

    El desarrollo intelectual, como bien señalas, enfría y emprobrece las sensaciones que nos provoca el entorno. Estoy contigo.

    Besos, Novicia y feliz puente

    ResponderEliminar
  16. AL DR. KRAPP:

    Al hablar de “persona superior” sólo hago referencia al aspecto sensorial. Hay personas que saben sacar más partido de los sentidos que otras. Nada más. A mí también me dan miedo los que se consideran por encima de los demás en todos los aspectos... Lo que distingue a unos de otros no lo sé, pero sí tengo claro que me producen alergia los que alardean de ser mejores.

    ¿Qué tal el puente?

    ResponderEliminar
  17. A CRISTAL:

    A decir verdad, muchas de esas herramientas que tenemos están llenas de herrumbre. Y eso nos impide disfrutar más y mejor de ese entorno físico y vital que nos envuelve.

    Otro gran abrazo para ti,Cristal

    ResponderEliminar
  18. A OZNA-OZNA:

    Bienvenida. He visitado tus espacios y me he quedado gratamente sorprendido de la belleza de Asturias y de tus afectos.

    Otro besico para ti

    ResponderEliminar
  19. A MIGUEL:

    Me ha gustado eso de que la “mente se colorea” gracias a los sentidos. Sin duda es así. Tomar conciencia de lo que valen y representan nos ayuda a apreciarlos más y a usarlos mejor.

    Un abrazo, Miguel

    ResponderEliminar
  20. A P. Vázquez "ORIENTADOR":

    Es verdad que la educación tiene mucho de lo que bien señalas, pero también puede estimular el desarrollo de los sentidos dirigiendo la atención de los alumnos hacia la descripción de paisajes, audiciones musicales, plástica y uso de los colores...etc. Sin olvidar el sentido crítico Creo.

    La familia siempre puede y debe colaborar en esta y otras tareas educativas

    Saludos

    ResponderEliminar

LA VALENTÍA

   La valentía es una cualidad poderosa que surge del corazón y nos impulsa a enfrentar miedos y desafíos. Es algo así como el fuego interno...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año
LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".