Ya en casa, tras unas semanas inolvidables en Argentina, aquí estoy de nuevo con vosotros, dispuesto a compartir algunas experiencias que han dejado huella indeleble en mi retina y cálida en mis afectos. De este país esperaba mucho y no me ha defraudado. Si acaso, ha colmado y superado mis expectativas. Tiempo habrá de ir poniéndolas de manifiesto. La gente y los paisajes maravillosos que he conocido han sido los dos aspectos más destacables. He descubierto a personas que me han cautivado y que ponen en cuarentena, una vez más, esos tópicos condicionantes que se hacen de los pueblos y que en la mayoría de los casos carecen de fundamento. Tampoco descarto que la diosa Fortuna haya sido complaciente conmigo poniendo en mi camino a personas entrañables. Seguro que en Argentina hay de todo un poco, como en cualquier ámbito geográfico, pero el balance que hago a título personal es tremendamente positivo. Tanto es así que no descarto retornar... si la salud y la “platita” de esta u otra lotería de Navidad son pródigas conmigo. También hay conflictos, y no pocos, en este país, pero de airearlos con tintes sensacionalistas ya se ocupan los medios.
La librería “El Ateneo” de Buenos Aires y Asturias, patria querida
Todo aficionado a los libros y a las librerías sabe de la existencia de “El Ateneo” de Buenos Aires. Entre muchos de mis sueños estaba el de visitarla algún día. Ahora, satisfecho este anhelo, puedo alimentar otros muchos... “El Ateneo Grand Splendid” es una librería ubicada en el 1860 de la Avenida Santa Fe de Buenos Aires, en el barrio de Recoleta. Para mí, y hasta la fecha, es la librería más hermosa que he visto en mi vida y presumo de conocer unas cuantas.
Quizás lo que la distingue de otras es que la metamorfosis en librería ha sabido preservar el esplendor que, en su día, distinguió a este espectacular cine-teatro. El escenario, donde llegó a actuar el mismísimo Carlos Gardel (ahora, café, restaurante, sala de concierto con un bello piano de cola), los palcos (salitas de lectura y de exposición), la ornamentación, el telón de terciopelo del escenario, la extraordinaria cúpula abovedada de cielorraso pintada con motivos bíblicos... se mantienen y dan testimonio de su historia.
Y algo que viene caracterizando a las librerías modernas: la facilidad de acceso a los miles de libros expuestos que, con sus aromas de nuevos, parecen invitarte a que los tomes en tus manos para pasar sus páginas en un acto de amor no exento de sensualidad...
No olvidaré una experiencia que viví en esta macrolibreria. Subí a uno de los palcos para hacer unas fotografías y allí se encontraba una señora mayor ojeando unos libros. Si algo despierta mi curiosidad son los títulos y observé que los cuatro o cinco que había sobre la mesa trataban de Asturias. Le pregunté a esta señora si era de esta tierra y me contestó que su “papá” había nacido en ella, pero emigró a Argentina a principios del pasado siglo. Ella siempre quiso conocer a la “madre patria”, pero a estas alturas de su vida ya había desterrado este sueño. Por eso se conformaba con ojear, sobre todo, las ilustraciones de los libros de Asturias. Me preguntó si conocía alguno que tratase de dicho tema y me brotó con vehemencia un título: ¡La Regenta!, pero es una novela del siglo XIX y no tiene fotografías, añadí. Me rogó le explicase de qué trataba y, la verdad, hay pocas preguntas que me agraden tanto como ésta. Le narré en pocas palabras que Vetusta (Oviedo) es la protagonista colectiva de esta novela, pero omitiendo la visión negativa que “Clarín” manifiesta en su obra y también le di una ligera idea del entramado argumental, poniendo énfasis en el triángulo amoroso que envolvía al baricentro conformado en la figura de la protagonista femenina, Ana Ozores...Cuando me disponía a arremeter contra Don Fermín de Pas, alguien desde la platea me recordó que no había ido solo a “El Ateneo”. Me despedí con cierta precipitación, pero las dos lágrimas que derramó esta señora me llegaron muy adentro.
Vuelvo al Sur – Tango
LUIS QUE BONITAS FOTOS Y QUE ENVIDIA, NO SOLO POR EL VIAJE -QUE TAMBIEN- SI NO POR EL MARAVILLOSO SITIO QUE NOS ENSEÑAS:EL ATENEO, UNA DE LAS MEJORES LIBRERIAS DEL MUNDO.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Bienregresado Luis. Aquí me tienes muerto de envidia escuchando los tangos que nos ofreces para deleite y resignación de viajes pendientes. Ya veo que has disfrutado de lo lindo mañico.
ResponderEliminarEstoy aquí Luis, leyéndote y releyéndote una y otra vez, y en cada una volviendo a escuchar ese querido tango de Piazzolla y Solanas. Es muy fuerte lo que se siente al encontrar las primeras palabras sobre tu viaje; sé que vendrán otras y todas me llenarán de emoción. Muchas gracias!!!
ResponderEliminarSi El Ateneo Splendid, no fuera un lugar mágico desde el primer día en que traspasé su puerta, lo sería a partir de ahora, a partir de la completa descripción que has hecho, de las hermosas fotos y de esa experiencia que narras con tanta sensibilidad...aunque no sepa quien mueve los hilos invisibles armando situaciones y coincidencias, me gusta pensar que nada es casual. Algunos acontecimientos o la suma de ellos, provocan cambios sorprendentes.
Siete palabras, y un tango que ojalá sea premonitorio.
Un abrazo apretado...
Amigo Luis:
ResponderEliminarMe alegro te haya ido tan bien por Argentina. Compartiré contigo a través de estas páginas tan inolvidable experiencia.
José María
Que maravilla Luis , que envida , yo quiero ir .
ResponderEliminarLa biblioteca ufff una pasada .
Las fotos maravillosas , la del glaciar maravillosa .
Un besote
¡Vaya pedazo de biblioteca!!!
ResponderEliminarBienregresado. Seguro que tienes muchas cosas que contar.
Mi jefe estuvo hace un par de Navidades en Argentina, haciendo un recorrido bastante amplio, desde el glaciar Perito a Buenos Aires y vino alucinado, hablando de tantas cosas bellas.
Me alegro que disfrutaras el viaje. Por otro lado, también es reconfortante que cambiaras la imagen de nosotros, que por lo visto, no es muy buena en tus tierras.
ResponderEliminarMuy buena la entrada de hoy y espero que nos sigas contando.
Un abrazo.
Luis Antonio... amigo!
ResponderEliminarMe he emocionado con tus palabras...
y un montón de imágenes,palabras ,momentos me apretujaron el alma... es muy fuerte...
El Ateneo es El Lugar, te atrapa con su calidez,su luz,sus olores y su historia de antiguo cine teatro y los fantasmas que andan por allí...una maravilla.
Las fotos te salieron excelentes,captaste con maestría la escencia del lugar
Un abrazo muy fuerte
Si fuera posible intuir el estado de ánimo a través de un texto, me atrevería a decir que se te nota algo conmocionado. Cierto que todavía debes estar en esos días en que los que cualquier viaje -espectacular o modesto- ocupa nuestro pensamiento muchas horas del día. Lamentablemente con el tiempo, aunque perdure el recuerdo, esa impresión se diluye.
ResponderEliminarMuy bellas las fotos de la librería. Entrañable la anécdota con la señora asturiana, que tal vez idealice una tierra, y para intentar materializar esa idealización necesite libros, fotos, y también palabras amables como las tuyas.
Tu narración es hermosa. Gente y paisajes. De eso se trata. No todo el mundo sabe interiorizar eso. Y menos plasmarlo como tú lo has hecho, con esa bonhomía que te caracteriza.
Como curiosidad te diré que el otro día escuché la queja de un ciudadano de Venecia -la ciudad más perturbadora que existe, que no la más bella ni la más imponente, pero sí perturbación pura y dura si alguien consigue abstraerse del zumbido insoportable de la masa de visitantes- que decía que los turistas no se enteraban de nada. Veían, andaban, visitaban, compraban, pero no se quedaban con nada. Lo decía él. Y a mí no me sorprendió. Es muy atrevida esa afirmación, e incluso podría parecer soberbia, si puede considerarse soberbia la sensación de recibir una herida en el alma, al sentir que los demás no perciben ese entorno con la exaltación casi religiosa que Venecia se merece sin duda ninguna.
Supongo que habrá más entregas. Si el "ente" lo permite, seguiré a la espera.
Un saludo.
A Groucho:
ResponderEliminarGracias por tus palabras, amigo.
Seguiremos compartiendo experiencias.
Otro abrazo
Al Dr. Vitamorte:
Gracias, paisano. Viajar crea adición. Sobre todo cuando tropiezas con buena gente.
Un abrazo
A Maracuyá:
Me apabullas con tus palabras, generosas en exceso.
No sé si esos encuentros son o no casuales, pero en uno y otro caso, hermosos.
Seguiremos con las crónicas, pero alternándolas con otros temas, para no aburrir al personal...
Un abrazo de la misma envergadura
A Josemarco:
Gracias, amigo. Vuestras palabras me animan a seguir compartiendo.
Un abrazo
A Carlota:
Tengo un montón de fotos de los glaciares, de los témpanos y su gama de colores, de muchas más cosas. Poco a poco irán saliendo
Besos
A Tesa:
Veo que no soy el único en contar alabanzas de esta visita. Tu jefe, como jefe, no sé, pero tiene buen gusto para viajar...
Un abrazo
A Gamar:
La imagen que tenía de Argentina, antes del viaje, era muy buena. Personas a las que estimo mucho conocieron ese país y fueron las que, en primera instancia, nos animaron a visitarlo.
Los condicionantes a los que hago referencia son los clásicos tópicos que se dicen sobre unos y otros. Los tópicos no tienen por qué ser negativos. Pero, insisto, yo creo en lo que veo y cuestiono visiones estandarizadas... A eso me refería.
Otro abrazo
A Richard:
Que conste que la primera de las fotos no es mía. Gracias por tus emotivas palabras y por el ánimo que me das para seguir contando.
A mí me atrapa cualquier librería. Imagínate una como “El Ateneo”...
Un fuerte abrazo, amigo
A Atalaya:
ResponderEliminarSin duda, tu intuición no te engaña.
La señora, hija de padre asturiano, tiene idealizada la tierra de sus orígenes como nos pasa al común de los mortales. Incluso la selección y calidad de las fotos que publican determinados libros pueden contribuir a incrementar esta visión. Me imagino que los emigrantes, en el fondo, no acabaron de superar el abandono de su tierra natal y transmitieron lo mejor de ella, que al fin y al cabo es lo que queda en la memoria.
He estado en Venecia en un par de ocasiones durante el mes de julio, pero me gustaría visitarla durante el invierno, cuando las aguas cubren la Plaza de San Marcos y los turistas abundan menos.
La lengua común y la posibilidad de comunicarte con los autóctonos ayudan muchísimo a conocer los lugares visitados, como es lógico.
Te aseguro que en Argentina, uno se siente como en casa. Y eso es mérito de la gente de allá.
Espero que el “ente” permita seguir facilitando tus visitas, siempre bienvenidas.
Un abrazo
P.D. Ya sé que tienes otro blog.
Mis felicitaciones.
ResponderEliminarAhora te toca hacer la segunda digestión de todo los experimentado, que es la única forma de que esas bellas impresiones no se diluyan o se conviertan en duro contrapunto de la rutinaria realidad sobrevenida.
Cuando pasan los meses es cuando realmente entendemos el valor real de lo visto y cuando podemos experimentar el goce de la experiencia alcanzada.
Tiene muy buena pinta esa librería-teatro y diría que alcanza cierto valor metafórico el que finalmente la cultura escrita encuentre su lugar en un escenario.
Y una, por aquí harta de trabajarrrr. Me corroe la envidia más cochina y miserable que te puedas imaginar.
ResponderEliminarArgentina es mi asignatura pendiente... me muero de ganas de visitarla. Así, que seguiré de cerca tu periplo por esas tierras amigo.
¡Vaya pedazo de biblioteca!
Te sigo.
Un placer tenerte de vuelta, Luis Antonio. Las fotos estupendas. Me alegro de que te hayas encontrado lugares y gentes que merecen la pena. Lo de la señora de Asturias y la recomendación de La Regenta me ha llegado al alma. Para tí cualquier motivo es bueno para enrollarte ¿no?. Me encanta.
ResponderEliminarMil besos.
Venía a saludarte y a curiosear en esa biblioteca teatro tan envidiada y admirada... cuando me dio un vuelco el corazón y se me fueron los ojos tras los jacarandás, auténtica poesía visual... Se me cayeron entonces todas todas las palabras.
ResponderEliminarYo también te sigo. Te dejo un beso...
P.D.: Qué fue de Don Fermín de Pas?
Ahhhhhhhhhh...poesía pura.
ResponderEliminarBesos malvas.
No sé si encontraré lima suficiente para dejar mis dientes en su estado normal.
ResponderEliminar¡Qué sana envidia me has despertado!!!!
Bellísima entrada: palabras, fotos y música. Me encanta este tema, que yo conocí en la versión maravillosa de Gottam Proyect "Vuelvo al Sur".
Sabes que soy una enamorada del sur y, además, Argentina es uno de los países que tengo en primera línea para conocer, de modo que me ha encantado todo lo que nos cuentas.
Entrañable el encuentro con la señora con antepasados asturianos, y deliciosas las referencias a "La Regenta", vaya que has regresado por la puerta grande.
No sabes lo que me alegra que hayas disfrutado tanto de los paisajes, la gente y de las múltiples sorpresas y aventuras que te haya deparado el viaje.
Ahora te queda la tercera parte: el recuerdo, la ensoñación, paladear lo vivido lentamente y asimilarlo.
Bienvenido.
Un abrazo grande.
Al Dr. Krapp:
ResponderEliminarSabes que tengo adicción por los viajes y te aseguro que éste ha sido uno de los mejores. Durante un tiempo os daré la lata con mis impresiones, pero evitaré llegar al cansancio mutuo. “El Ateneo” tiene buenísima pinta y a pesar de sus dimensiones, hasta permite hallar algún rinconcito en la zona de los palcos y balcones para ojear libros con tranquilidad y con el sonido del piano al fondo del escenario...
A Cristal00k:
ResponderEliminarSiempre hay convocatorias extraordinarias para las asignaturas pendientes. Y tú, como alumna aplicada, la superarás satisfactoriamente. Seguiré con el periplo hasta que me llaméis pesado...
Un beso
A Angie:
ResponderEliminarEl placer es mutuo, Angie. Hablar sobre “La Regenta”, “El Quijote”, etc., no es cualquier motivo, es un lujo y un auténtico placer...
Mil y un besos
A Borraeso:
ResponderEliminarEl placer es mutuo. Te podría hablar largo y tendido de Don Fermín de Pas y de los otros vértices del triángulo, pero eso requiere otro ámbito más idóneo.
Me llevo tu beso y te dejo otro multiplicado por 101...(el 102 ya está “pillado”
A Maracuyá:
ResponderEliminarBesos de jacarandá
A Cristal:
ResponderEliminarEl sueño de visitar Argentina lo he albergado durante bastante tiempo y al final se ha hecho realidad. Estoy seguro de que también lo alcanzarás tú. Sólo requiere salud, “platita” y voluntad. La mejor estación es la de nuestro otoño, allí, primavera. Procuraré no contarlo todo, para que tanto tú como tu tocaya Cristal00k, completéis las impresiones.
El Sur te espera. Ya lo sabes. Y el llamado Fin del Mundo, allá en la Tierra de Fuego, vale la pena. Casi toda la paz se palpa en dicho lugar...
Un gran abrazo
Has captado perfectamente las sensaciones que Argentina aporta cuando se la descubre y se la valora en lo que verdaderamente es. El pais de las inmensidades y las sorpresas a cada paso. Es un mundo que nos resulta cercano y distinto a la vez, producto de esa mezcla infinita de gentes, culturas y tradiciones que fraguan una personalidad donde caben todas las personalidades. Y, como no podría ser de otro modom, has aterrizado en El Ateneo. Naturalmente. Qué bien lo describes y qué bien te habrás sentido en él, envuelto en ese aroma de misterio y curiosidad insaciable que aportan las librerias, aunque, como bien dices, es más mque una librería. Es el templo del libro y de la lectura sin límites. Espero tus comentarios sobre lo que has visto, oido y sentido. Las fotos... espectaculares. Un abrazo
ResponderEliminarDicen que los viajes sirven para desempolvar las telarañas del cerebro, para oxigenar las neuronas y adquirir una mayor perspectiva del mundo y de nosotros mismos.
ResponderEliminarLuis Antonio, me alegra saber que la experiencia Agentina –parece que un país que no defrauda- ha superado todas tus expectativas. Como botón de muestra, las imágenes de ese pequeño paraíso que es la librería Ateneo son más que elocuentes.
Un abrazo
A Fernando Manero:
ResponderEliminarDe toda esa variedad étnica que señalas, me ha sorprendido la comunidad galesa que fundó algunas localidades en el Chubut, tuvieron buenas relaciones con los “tehuelches” y, en cierto modo, consiguieron mantener su lengua y su identidad, cruelmente perseguida por los ingleses en la Gran Bretaña.
Seguiré comentando lo que he visto, oído y sentido y anticipo que no todo son “flors i violas” como se dice en Catalunya...
Un abrazo, Fernando
A Sirena Varada:
ResponderEliminarSin duda, los viajes contribuyen a todo lo que señalas. Sobre todo, abren la mente y te hacen ser cada vez más cosmopolita. Sólo por estas dos razones, ya compensan. Creo que si todo el mundo tuviera la oportunidad de viajar no habría conflictos nacionalistas ni necesidad de tantas fronteras.
Otro abrazo para ti
Una maravilla de recuerdos... Me alegro que haya sido un balance positivo y que tengas fotos, sabores, olores, la piel erizada y una gran sonrisa que te hagan retornar de alguna manera...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
A Mamen:
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Sabes que siempre eres bienvenida a este espacio.
Otro fuerte abrazo para ti
Estas últimas entradas "me pueden" mi querido Luis, si yo te contara....
ResponderEliminarNo quiero que te quedes con las manos vacías, más besos pa' ti...
A.
A Andrea;
ResponderEliminarSi contar te alivia, cuenta conmigo.
Me quedo con tus besos todos y te envío otros tantos
¡Qué suspiro de envidia acaba de salir de mis labios! Las fotografías son una delicia, y la anécdota que cuentas, más todavía.
ResponderEliminarBienvenido, maestro. :-)
B.
A Guinda de Plata:
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Realmente fue una experiencia conmovedora.
Una abrazo, Guinda
Muy agradecido por tus honrosas palabras para con las Argentina, Luis Antonio. Espero que puedas volver muy pronto y recorrer otros lugares que, no necesariamente librerías tan entrañables, tienen una prodigiosa memoria para los viajeros dispuestos a descubrirlas. Gracias y hasta siempre
ResponderEliminarEdgardo, Buenos Aires