1.- JOHN BROWN (1800 - 1859) fue un famoso activista abolicionista estadounidense, cuya vida tuvo un fin: acabar con la esclavitud. Nacido en el seno de una familia de profundas convicciones religiosas, pasó buena parte de su adolescencia en una comunidad proabolicionista en Ohio. Muy activo políticamente, era un acérrimo defensor de las ideas antiesclavistas. En 1849 se trasladó con su familia a una comunidad de color fundada en North Elba, en el estado de Nueva York.
.En 1855, cinco de sus hijos le pidieron que fuera a Kansas en su ayuda, donde habían entrado en conflicto con un grupo de terratenientes proesclavistas por el control del territorio. Llevó consigo un cargamento de armas y municiones y se asentó en Osawatomic, erigiéndose rápidamente en líder de las guerrillas proabolicionistas de la región.
.Al año siguiente, los grupos proesclavistas atacaron la localidad de Lawrence; Brown lideró una expedición armada a Pottawatomie, campamento proesclavista, y ahorcó a cinco de sus ocupantes. El suceso, que Brown defendió afirmando que no sólo estaba justificado, sino que incluso había sido inspirado por Dios, agravó el conflicto de fondo que daría pie a la Guerra de Secesión.
.En 1858 organizó un encuentro interracial con el objetivo de fundar, en los estados de Maryland y Virginia, una comunidad que acogiera a los esclavos fugitivos. Convertido en portavoz del movimiento abolicionista, promulgó una Constitución provisional en la que se erradicaba la esclavitud y, en este estado dentro del Estado, le fue otorgado el cargo de comandante en jefe. Sin embargo, su suerte se torció en el verano de 1859, cuando, tras atacar una plaza militar federal, fue detenido y acusado de traición y asesinato, siendo ejecutado en diciembre de 1859, en Charlestown (Virginia), convirtiéndose así en un mártir de la causa abolicionista para algunos, y un extremista violento para otros.
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2.- Los GAL: A la luz de esta historia, y no sé por qué – dada la distancia y la disparidad de contextos - me ha venido a la memoria el episodio controvertido de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). Se trataba de agrupaciones armadas parapoliciales que practicaron lo que se ha denominado terrorismo de Estado o "guerra sucia" contra el grupo terrorista ETA y su entorno. Los GAL estuvieron activos de 1983 a 1987 fueron responsables de 23 asesinatos. Actuaron principalmente en el País Vasco francés, aunque también llevaron a cabo secuestros, torturas y delitos económicos en algunas zonas de España. Sus atentados se dirigían contra militantes y simpatizantes de ETA, pero también afectaron a gente sin relación aparente con el terrorismo como militantes de la izquierda independentista vasca, contra ecologistas y hasta realizaron acciones indiscriminadas debido a las cuales fallecieron ciudadanos franceses sin adscripción política conocida. Fueron creados y dirigidos por altos funcionarios del Ministerio del Interior de España durante el gobierno de Felipe González. Eran años de múltiples atentados y Francia, un santuario para los terroristas de ETA.
Lo de terrorismo de Estado, guerra sucia y demás expresiones, en aquellas complejas circunstancias, se comentaba en voz baja. No eran pocos los que aplaudían a estos grupos antiterroristas, vista la ineficacia policial que utilizaba las armas legales, ni pocos los que , sin llegar al aplauso, miraban hacia otros lado...
Bastantes implicados fueron juzgados y condenados, incluidos el secretario de Estado Rafael Vera y el ministro del Interior José Barrionuevo. No se acabó de dilucidar si estuvo o no implicado el mismo Felipe González presidente del Gobierno durante ese oscuro episodio, pero lo cierto es que la especulación en torno al grado de conocimiento y participación del gobierno en las actuaciones ilegales del GAL jugaron un factor determinante en la derrota del PSOE durante las elecciones generales españolas (1996), tras las que González renunció al liderazgo del partido.
3.- Mi PESADUMBRE: Yo nunca llegué a aplaudir esos hechos porque “olían a cuerno quemado”, pero sí fui de los que callaron o miraron hacia otro lado. Mi simpatía por Felipe González me impidió distanciarme de tales sucesos y juzgarlos con ecuanimidad. Y si no lo digo, REVIENTO. La duda y preocupación que me asaltaban por aquel entonces no era la legalidad o no de las acciones de los GAL, sino que fueran chapuceras y produjeran víctimas inocentes....Como así ocurrió.
Han pasado más de 20 años de estos episodios penosos y todavía me atormenta la responsabilidad moral de haber callado ante aquella guerra sucia, lerda e ilegal. Ojalá todo hubiese estado tan claro como en el episodio histórico de John Brown: los proabolicionistas lo mitificaron y acabaron considerándolo un mártir y los esclavistas lo condenaron a muerte. No hubo medias tintas ni recovecos ensombrecidos...
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Fuente: Wikipedia y otros
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2.- Los GAL: A la luz de esta historia, y no sé por qué – dada la distancia y la disparidad de contextos - me ha venido a la memoria el episodio controvertido de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). Se trataba de agrupaciones armadas parapoliciales que practicaron lo que se ha denominado terrorismo de Estado o "guerra sucia" contra el grupo terrorista ETA y su entorno. Los GAL estuvieron activos de 1983 a 1987 fueron responsables de 23 asesinatos. Actuaron principalmente en el País Vasco francés, aunque también llevaron a cabo secuestros, torturas y delitos económicos en algunas zonas de España. Sus atentados se dirigían contra militantes y simpatizantes de ETA, pero también afectaron a gente sin relación aparente con el terrorismo como militantes de la izquierda independentista vasca, contra ecologistas y hasta realizaron acciones indiscriminadas debido a las cuales fallecieron ciudadanos franceses sin adscripción política conocida. Fueron creados y dirigidos por altos funcionarios del Ministerio del Interior de España durante el gobierno de Felipe González. Eran años de múltiples atentados y Francia, un santuario para los terroristas de ETA.
Lo de terrorismo de Estado, guerra sucia y demás expresiones, en aquellas complejas circunstancias, se comentaba en voz baja. No eran pocos los que aplaudían a estos grupos antiterroristas, vista la ineficacia policial que utilizaba las armas legales, ni pocos los que , sin llegar al aplauso, miraban hacia otros lado...
Bastantes implicados fueron juzgados y condenados, incluidos el secretario de Estado Rafael Vera y el ministro del Interior José Barrionuevo. No se acabó de dilucidar si estuvo o no implicado el mismo Felipe González presidente del Gobierno durante ese oscuro episodio, pero lo cierto es que la especulación en torno al grado de conocimiento y participación del gobierno en las actuaciones ilegales del GAL jugaron un factor determinante en la derrota del PSOE durante las elecciones generales españolas (1996), tras las que González renunció al liderazgo del partido.
3.- Mi PESADUMBRE: Yo nunca llegué a aplaudir esos hechos porque “olían a cuerno quemado”, pero sí fui de los que callaron o miraron hacia otro lado. Mi simpatía por Felipe González me impidió distanciarme de tales sucesos y juzgarlos con ecuanimidad. Y si no lo digo, REVIENTO. La duda y preocupación que me asaltaban por aquel entonces no era la legalidad o no de las acciones de los GAL, sino que fueran chapuceras y produjeran víctimas inocentes....Como así ocurrió.
Han pasado más de 20 años de estos episodios penosos y todavía me atormenta la responsabilidad moral de haber callado ante aquella guerra sucia, lerda e ilegal. Ojalá todo hubiese estado tan claro como en el episodio histórico de John Brown: los proabolicionistas lo mitificaron y acabaron considerándolo un mártir y los esclavistas lo condenaron a muerte. No hubo medias tintas ni recovecos ensombrecidos...
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Fuente: Wikipedia y otros
No revientes que está feo y luego se ensucian las paredes. Creo que haces una reflexión en la que muchos se sentirán incluídos de alguna manera. De todas las formas, seguro que lo que da claridad a la conducta de Brown es la distancia, tanto la física como la temporal. Si hubieran conseguido integrarse en algún grupo mayoritario, posiblemente no estaría tan clara su conducta.
ResponderEliminarBesos
GAL = CHAPUCEROS.
ResponderEliminarSALUD.
Todos los que van pasando por el gobierno de España piensan que tienen la clave para erradicar el terrorismo de ETA. Unos de buen rollito, otros por las bravas, otros chapuceramente.... Pero el tiempo sigue pasando y no consiguen su objetivo.
ResponderEliminarEs una lacra que tenemos en este país y que mueve tanto dinero que hay muchos interesados en que eso no acabe nunca.
No revientes, Luis. Que revienten ellos.
Un beso
No pierdas el tiempo, Luis, ya son bastantes las culpabilidades individuales pero encima asumir culpabilidades colectivas.
ResponderEliminarLo acabo de escribir en mi blog en un comentario y creo que viene bien aquí: se habla de la culpabilidad colectiva del pueblo alemán en el holocausto y con ello se corre el riesgo de hacer que se esfume la culpa de los MAS culpables que son los propios nazis. Lo mismo sucede con los GAL o con el tema de los abolicionistas.
Bueno, Luis, me vas a perdonar, y si no lo haces, lo siento, pero yo también tengo que decirlo: ¡Me ha provocado risa tu entrada! Y no por el tema, que está a mil años de la risa, sino por tu confesada expiación, tan vehemente, e insisto, muy graciosa.
ResponderEliminarLa palabra pesadumbre, me encanta, siempre me recuerda a Cioran, sobre el que pensaba escribir una entrada, pero se me han quitado las ganas, ahora voy a dejar la Fórmula 1 por el patinete.
No creo que fueras el único que en el fondo desaprobaba el método ilegal y chapucero pero que ansiaba resultados. Sería un poco como ampararse en la famosa frase: El fin justifica los medios.
Tampoco creo que en el caso del reverendo la gente lo tuviera tan claro, seguro que también había dudas internas entre sus seguidores y no todos aprobarían sus métodos, o quiero pensarlo así. La teoría siempre es buena, y todos sabemos que un mal no debe atajarse con otro mal. Pero a veces, la realidad es tan tozuda, tan insoportable, y los recursos son tan inválidos ante las urgencias que impone la actualidad, que sin justificarlos, en esos momentos candentes, quizá pudieran disculparse esos errores.
El Gal fue una chapuza. Y su negación otra añadida. El llamado (por lo bajini) terrorismo de Estado, no sólo quiso equipararse con el terrorismo etarra, sino que sufrió la humillación de ser mucho más torpe.
La mayoría, miró/amos hacia otro lado.
A ANABEL:
ResponderEliminarProcuraré no emular a las películas de Tarantino...
Besos, Anabel
A GROUCHO:
¿Ya está?
Saludos cordiales
A NOVICIA DALILA:
Tomo nota del consejo final.
Besos
Al Dr. Krapp:
Con mi mala conciencia no quiero exculpar a los auténticos responsables. Que conste.
De todas formas, tu consejo es sabio
A ATALAYA:
Me alegro por ti, pero lejos de mi ánimo el provocar risa a nadie. A mí, desde luego, maldita la gracia que me hace. Cuando me reprocho aquella actitud, lo que pretendo no es expiar culpas ya prescritas, sino evitar que se repita tal comportamiento cobarde ante situaciones parecidas.
Que la mayoría mirase hacia otro lado no me exime de mi responsabilidad porque considerarlo así equivaldría a exonerar de culpa a los que participan en un linchamiento, por ejemplo.
Yo he conocido a exmiembros de loa Gal. ¿Como? Durante 6 años estuve casada con un policia nacional. ¿Si los aplaudi o los apludo o los aplaudiria? Si. Al menos se llevaron por delante a bastantes indeseables. Como dices, su torpeza fue que fueron unos chapuceros. Pero creo que la base estaba bien. Es mi opinion. Y nunca fui simpatizante de Felipín. No me avergüenza nada decir que soy de derechas. Moderada, pero de derechas.
ResponderEliminarBueno, Luis, si quieres hablar en serio, te voy a lanzar una preguntas, por si quieres responderlas:
ResponderEliminar¿qué podrías haber hecho?
¿con qué datos fiables contabas para tener la seguridad de que era realmente terrorismo de Estado y no un grupo mafioso e independiente que quería vengarse?
¿qué es lo que te reprochas, no haber actuado, haciendo… ? ¿o no haber actuado simplemente porque te caía bien Felipe González?
Si nos repartimos remordimientos, ¿no tenemos también culpa por el silencio cómplice cuando los primeros atentados de ETA que casi sólo afectaban a policías, la gente apenas se manifestaba y muchas veces se escudaba diciendo esa infamia: ¡Algo habrá hecho!?
Es un tema espinoso para tomarlo demasiado en serio, a toro pasado.
Tú eres libre por supuesto de reprocharte tu actitud. Pero tampoco creo que con ello consigas, eso que dices pretender, evitar que se repita tal comportamiento. Ojalá, pero la realidad siempre demuestra, que en caliente, en el escenario real, la actitud no se puede programar y no sabes como vas a reaccionar en el futuro.
En cuanto a lo del humorismo, creo que lo he dejado claro en mis primeras líneas, que me refería al tono de tu autoinculpación, con esa exclamación tan vehemente: ¡Reviento! , no al fondo de la cuestión, cuando afirmo que el tema está a años luz de la risa.
A CANDELA:
ResponderEliminarEl problema, y puedes comprobarlo si tienes interés, es que cometieron trágicos errores. Y eso es imperdonable. Por otro lado, y esto es opinable, imitar a los terroristas en la aplicación de determinados medios es ponerse a su altura, ¿no?
No tienes por qué avergonzarte de tener las ideas que quieras, mientras no te impidan respetar las de los demás.
Un cordial saludo, Candela
A ATALAYA:
ResponderEliminarPensar que podría haber hecho algo operativo está muy lejos de la más osada de mis aspiraciones. Si de algo tengo conciencia clara es de mis limitaciones.
El comportamiento que quiero evitar que se repita no es el de los demás, sino el mío. Y una manera de intentarlo es no dejar que el tiempo borre errores del pasado. Tampoco quiero dar la sensación de que vivo APESADUMBRADO en extremo. En absoluto. Al leer la historia del John Brown, por extrañas asociaciones, me vinieron estos recuerdos y ni corto ni perezoso lo colgué en esta bitácora. Ha sido un simple desahogo. Si más.
Lo de la interpretación humorística ya lo has aclarado, Atalaya, y no tiene más importancia. De verdad.
LUIS, SI YA ESTA, ES UN CAPITULO DE NUESTRA HISTORIA RECIENTE QUE ME PRODUCE SENTIMIENTOS ENCONTRADOS, POR UN LADO LOS APLAUDI POR OTRO ME PRODUJERON UN RECHAZO CASI VISCERAL, POR IDEOLOGIA NO ME GUSTABAN PERO POR SUS ACCIONES -UNAS MAS ACERTADAS QUE OTRAS- LLAMABAN A LAS PUERTAS DE MI SIMPATIA.... EN FIN...
ResponderEliminarGAL=CHAPUZAS.
SALUD.
Pues, aunque tú no lo consideres necesario, y por tanto te eximo de responderme, si voy a aclarar una cosa que también me apetece, y que sí no la digo: ¡Exploto!
ResponderEliminarNINGUNA, Absolutamente ninguna entrada de ningún blog que haya visitado hasta ahora -y son bastantes, muchos no pertenecen a este grupo- me provoca risa por su autor, o por sus temas. Puede provocármela el tono que subjetivamente percibo, y precisamente por eso, por ser subjetivo, es fácil equivocarse, como en este caso.
Existirán blogs que me podrán interesar más o menos, pero todos me parecen respetables. Unos son más instructivos, otros más divertidos, otros más creativos, otros más originales… pero, todos, insisto, todos son muy respetables. Y todos tenemos la libertad de visitarlos o no, de comentar, o no, siempre que sus autores lo permitan.
Nunca imaginé que la gente tenía tanto que decir, y tan diverso.
Las cifras (no sé si fiables) hablan de 70 millones de blogs en la red. ¿70 millones de personas teniendo algo que decir? ¡Pues, sí!
La gente se ha aprovechado de una tecnología que le permitía salir de ese rol pasivo de receptor sin poder replicar ante los medios oficiales. Prueba de ello es que toda la Prensa, ahora también se publica en la red y la mayoría permite la opción de dejar comentarios, para conocer de primera línea la opinión de sus lectores.
Sé que esto que acabo de escribir no corresponde a este tema, sino que pertenecería más al otro que trataba sobre los blogs, aclaro que lo escribo, porque yo sí que no quiero dejar duda alguna, de que me maravilla que todos los días, millones de internautas tengan algo que decir, y que lo compartan siempre que lo deseen, con los demás.
A GROUCHO:
ResponderEliminarAhora sí que te explicas “como un libro abierto”. Nunca he entendido esta expresión entrecomillada porque mira que hay libros abiertos que no los entiende ni... Dios.
Quizás esas contradicciones que señalas a algunos nos provocaron mala conciencia y quedan todavía vestigios...
Salud
A ATALAYA:
ResponderEliminarEso de “exploto” me resulta familiar...¿No estará emparentado con “reviento”?
Veo que eres un poco “polvorilla”, ¿eh?
Como bien dices, todo este tinglado virtual que nos permite comunicarnos a distancia y compartir ideas, valores, emociones... es sorprendente y tiene unas dimensiones enormes.
Personalmente estoy encantado de tenerte entre los “míos” y siempre tendré en gran consideración todo lo que expongas porque lo que dices tiene la garantía de que podrá gustarme más o menos, pero nunca será baladí....
Cuidado con el patinete, creo que el Fórmula 1 ofrece más seguridad... Mientras no abras el espacio de comentarios que exijan el mismo ritmo... ¿Te imaginas?
¿Puedo enviarte un abrazo? Pues ahí va
Cuántas veces he compartido yo también las mismas sensaciones. Es humano sentirse prisionero en un determinado momento de las lealtades que te llevan a callar o a mirar para otro lado cuando incurren en comportamientos que jamás respaldarías. Pero, al final, siempre prevalece en las personas libres, como tu, la necesidad de sincerarse consigo mismos y de enarbolar la bandera de la coherencia frente al silencio oportunista o la aceptación acrítica de hechos reprobables. Hemos vivido en España momentos dificiles que nos han impedido muchas veces mantener la coherencia con los principios que defendemos. De ahi la alta dosis de dignidad que ofrece quien, haciendo autocrítica, admite sus contradicciones y, dejando la pesadumbre que le angustiaba, admite sin ambigüedades ni medias tintas la postura que defiende la ética y los derechos humanos como el soporte de nuestra condicion de seres honestos y responsables. Eso es lo que te honra y te permite mirar a tu alrededor sin bajar la vista. Un abrazo
ResponderEliminarMuy interesante tu nota, Luis, pero no sé si se pueden comparar acontecimientos como los protagonizados por John Brown, con el estar entre el fuego cruzado de dos bandos terroristas, y con un gobierno que pretende accionar contra uno, en complicidad con el otro. Esto, independiente del caso del cual hablas porque no lo conozco en profundidad.
ResponderEliminarSólo quiero hablar del sentimiento de las personas que alguna vez nos encontramos en esas situaciones. La violencia ejercida por el terrorismo de cualquier extremo, si bien produce víctimas puntuales, es un acto que afecta a toda la sociedad. Desencadena mucho temor, inseguridad, aisla, desmoviliza, predispone a actitudes no reflexivas, somete a esas dualidades entre la conciencia y la dependencia a nuestras simpatías, conveniencias y circunstancias.
Tu reflexión es profunda y sos valiente al expresarla. Creo que quien llega a esa toma de conciencia debe también comprometerse a reconocerla públicamente para que quienes aún no lo han hecho, sepan que ninguna organización amparada en la ilegalidad puede ser avalada, porque con muertes o no, atenta contra todas las personas. Es todo lo que puedes hacer, me parece...y es muchísimo y valioso.
Un beso grande.
Luis, como ha dicho alguien, no revientes.
ResponderEliminarNo descubro nada cuando digo que no soy muy amigo de los nacionalismos, pero si algo he tenido siempre claro es que, en el momento que el estado deja de lado las reglas democraticas, se convierte enalgo peor que aquello contra lo que lucha, a partir de ahí te dire, que, a pesar del aprecio que tengo por Felipe Gonzalez, o quizas por eso, el episodio de los GAL (y los que hubo antes) siempre me parecieron uno de los episodios mas oscuros de la democracia española.
Un abrazo desde el túmulo
Por mi parte creo que nunca hay que darle tanta importancia a los políticos de élite (sean Presidentes, Príncipes o Pontífices y aledaños) como para poner nuestras manos en el fuego por ellos o defenderlos de los fantasmas que crearon para todos nosotros...
ResponderEliminarEntiendo de las diferentes historias que nos expone la Historia de cualquier civilización o país, que el poder pudre y, lo peor, cuando un político llega a su destino (ya sea cumbre o alrededores) es porque ya dejó atrás toda su carga de sueños, quimeras y buenas pretensiones...
Mientras los demás reventamos, ellos se ratifican. Ramon J. Sender, en su Crónica del alba, lo explicaba mejor que yo.
Siento ser tan pesimista y malcarada en este aspecto pero no puedo evitarlo...
Besos!!!
A FERNANDO MANERO:
ResponderEliminarLa interpretación tan positiva que haces de esta entrada casi me produce un cierto rubor, pero, a fuer de ser sincero, creo que mi intención iba poco más allá de echar fuera algo que, en cierto modo, me corroía. Me gustaría ser merecedor de esos valores que me atribuyes, pero lo único que puedo decirte es que por ahora sólo forman parte de mis aspiraciones. Otro abrazo
A MARACUYÁ:
ResponderEliminarQuizás la intención de John Brown y los instigadores del Gal era aceptable en aquellas circunstancias, pero los métodos tan violentos y zafios le restaron cualquier conato de mérito. Prefiero la línea de uno de mis héroes más admirados: Martín Luther King.
Tampoco acepto el adjetivo de valiente. Qué más quisiera yo...Una cosa es hablar para amigos comprensivos como todos vosotros y otra muy distinta es hacerlo donde y con quienes se debería hacer...
Besos agradecidos
A TUMULARIO:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo y espero que, al menos, sirva para que no se repita una acción de esa catadura.
Otro abrazo
A BORRAESO:
ResponderEliminarYo sí les di relevancia y apoyo, tiempo atrás. Desde hace algunos años, sin embargo, esta visión idílica ha dado paso a una tremenda frustración. Y me sabe muy mal, porque tras tantos años de oscurantismo dictatorial, muchos idealizamos en exceso a los partidos, pensando que la pluralidad de los mismos se haría receptora de la pluralidad de la sociedad. Pero ellos van a la suya...Y me sabe mal aceptarlo, pero comprendo tu pesimismo.
Conocí a Ramón José Sender físicamente cuando regresó del exilio y estuvo en Barcelona. “Crónica del Alba” es un libro maravilloso y varios más que podría citarte
Besos muchos para ti
Ya es valentía reconocérselo a sí mismo...lo sé.
ResponderEliminarBesos
Pero ¿te has quedado más tranquilo? Vale.
ResponderEliminarMe salgo del tema para decirte que el domingo pasado escuché en la radio a los profes y niños de Ariño contando la experiencia educativa de que nos hablaste. Me quedé pegada de principio a fin. Fue un placer escuchar a un pequeñajo hablar en inglés..., para comérselo, me lo pido de alumno...
Hay una canción de John Brown, ¿quieres que te la ponga?
Besos.
A ANGIE:
ResponderEliminarMe complace que te haya gustado la experiencia de la escuela de Ariño. Bill Gates la ha destacado bastante.
Me alegra tu visita. ¿Estás bien?
Si es buena la canción, bienvenida sea.
Besos, Angie
Hoy aprendí un poco mas de historia de España. Gracias Luis
ResponderEliminarSí, estoy bien. Mis líos. ¿Tú?
ResponderEliminarLa canción mejor la dejamos, ya sabes qué cancioncitas pongo yo. Hace años se la cantaba a mis niños de la ESO.
La verdad que fue una auténtica tarición para muchos de los que creimos en ese soplo de aire fresco, que representó, en un principio Felipe. Pero la cochina política deja pocas opciones...
ResponderEliminarCallados o protestando, poco pudimos hacer ante tanta miseria e iniquidad. Triste, muy triste esa época.
Quizás sea eso, lo que más veo en tu entrada, tristeza y un sabor como amargo, de desengaño...
Hoy, será difícil, que nos vuelvan a engañar, al menos ¡tanto!
Un abrazo Luis A.
traición (sorry)
ResponderEliminartraición (sorry)
ResponderEliminarA CRISTAL00K:
ResponderEliminarAlgo de eso hay, Cristal. Y si no vuelven a engañarnos como entonces es porque episodios de esa guisa nos han convertido en escépticos... ¿No crees?
Gracias por tu visita y un abrazo