La gordofobia se define como un
sentimiento de repulsa hacia quienes sufren sobrepeso considerable y se apartan
de los patrones estéticos establecidos. La sociedad en la que vivimos
acostumbra a enseñar que lo valioso y saludable es lo ágil, lo rápido, lo dinámico...
Así pues, todo lo que se asocie a lento, pesado y voluminoso es percibido con
cierto menosprecio. No sé si es una impresión excesivamente subjetiva, pero
tengo la sensación de que la obesidad va en aumento y no tengo inconveniente en
afirmar que no me complace nada. Partiendo del respeto que se debe a todo el
mundo y a que "cada uno es libre de hacer de su capa un sayo", habría que hacer una reflexión, ¿no?
Los cánones siempre son equívocos, si no falsos. Además tras ellos hoy día solo hay venta de productos, de todo, da igual lo que sean. Pero lo que sí parece cierto -y en eso los USA nos han adelantado hace tiempo- es que la gordura en general, que es producto de desórdenes es también en sí misma un desorden, con su secuela de males, ¿no? Ya ha dicho sobre ello la OMS. ¿El lado canónico? Yo soy escético por no decir incrédulo de los cánones, tras los también hay tiranías.
ResponderEliminarCoincido contigo. Si acaso, a quien hago algo de caso es a mi conciencia. Pero no siempre, ¿en? A veces se muestra más que intransigente...
EliminarSaludos
En mis tiempos de la EGB… “al gordo de clase” la mayoría de los chicos lo traíamos (ya ves que me incluyo) por la calle de la amargura, era una época sin ninguna conciencia sobre el acoso escolar, malos tiempos para la lírica… Lógicamente con la edad uno se vuelve respetuoso con este y otros asuntos.
ResponderEliminarAsí es, esta sociedad preconiza acerca de lo saludable, lo esbelto, lo dinámico, lo rápido, los cuerpos esculturales, etc, y por otra parte la industria alimentaria hace todo lo posible por crear una sociedad con sobrepeso y otras patologías, hasta los alimentos infantiles recomendados por pediatras son una bomba de azúcar, por no hablar de los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas que inundan los pequeños y grandes establecimientos. Un doble juego que habla de la esquizofrenia y las paradojas en las que viven estas sociedades modernas del S. XXI.
Vamos de las modelos anoréxicas desfilando en pasarelas como cánones de belleza femenina, a poblaciones con graves problemas de obesidad, pues comer de todo (y mal) al margen de las crisis, nunca fue tan fácil.
La virtud del término medio parece haber desertado de la modernidad.
Buen tema, Luis Antonio. Un abrazo.
Efectivamente, me confirmas con tu pedagógico comentario que "el sentido común es el menos común de los sentidos".
EliminarNo obstante hay que debatir y reflexionar sobre infinidad de temas candentes. El de la obesidad es uno...
Un abrazo, Paco
ResponderEliminarليس لتعليقك أي علاقة بالإدخال ويمكنك استخدام لغة لا أعرفها. أكتب إليكم باللغة العربية حتى
تفهم الإحساس بأن مشاركتك في مدونتي قد منحتني.
بالنسبة
Curiosamente, en esta sociedad, que debería aceptar cada vez más la diferencia, encontramos un pensamiento reforzado hacia la uniformidad. Ay de aquellos que no entren en ella.
ResponderEliminarTu comentario me ha sugerido la siguiente entrada. Muchas gracias, Pedro te
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