A pesar de que estemos viviendo
una época donde las nuevas tecnologías han derribado las fronteras. A pesar de
que asistamos al nacimiento de una Europa nueva plurinacional y federativa. A
pesar de que viajar sea más la norma que la excepción. A pesar de todo eso y más, el cosmopolitismo, entendido
como vocación universalista e integradora de quienes se consideran ciudadanos
del mundo, se juzga hoy desde el fanatismo partidario del indiscutible
principio de identidad, como un signo de perversión y fruto de la debilidad que
sufren las democracias occidentales.
El retorno de las viejas tesis
neonazis y xenófobas sobre la pureza de
la raza y el derecho de sangre cobran cada día más fuerza. A los extranjeros,
antes personajes exóticos, hijos forzosos de la emigración política o
económica hacia lugares más prometedores,
se les considera peligrosos invasores
que acabarán con nuestra identidad nacional y con el estado del bienestar.
Curiosa paradoja que, además de
sorprender, preocupa seriamente...
Un paso atrás, amigo Luis Antonio. La xenofobia, los viejos diablos de las ideologías identitarias, intolerancia, los fanatismos exaltados por encima de la razón. Vamos mal.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues veo que tú tampoco estás para tirar cohetes...Me habría gustado que manifestaras tu desacuerdo con esta entrada tan negativa.
EliminarUn abrazo, amigo Francesc
Para mi que vivimos en una sociedad un tan tanto aniñada, y es curiosa una cosa, los emigrantes de primera generación no suelen dar problemas a nadie, ni generar discusión, son los de la segunda generación o tercera en los que aparecen los problemas, tal vez porque se adaptan a una sociedad donde parece que todo es gratis y donde nadie habla de esfuerzo, trabajo o honradez si no es para tirárselo al contrario a la cabeza.
ResponderEliminarUn saludo
Supongo que el malestar se acrecienta con la crisis laboral y económica. Ayer vi un mapa de la U.E., que circulaba por las redes, donde solo aparecían tres países en color rojo que significa tener una tasa de para superior al 15%. Se trataba, como no, de Grecia, España e Italia (sobre todo el sur).
EliminarLas crisis de este tipo alimentan el rechazo, el descontento y los enfrentamientos sociales.
Saludos, Temujin
Si los gobiernos que " presumen " de civilizados y demócratas cumplieran las mas elementales normas de las que ellos mismos presumen y en vez de bombardear tanto , vender tantas armas etc etc , crearan modos de vida dignos en los países donde bombardean constantemente , evitarían que esos " peligrosos invasores " tuvieran que buscar lugares que equivocadamente creen mas prometedores , porque ¿ que se encuentran cuando despues de mil penalidades llegan a esos " paraísos " ? muerte , frio , hambre y marginación ? como pretenden algunos que se adapte a una " sociedad " que los insulta , maltrata y margina . Hombre que esta TODO demasiado claro , los " culpables " siempre son los OTROS , nosotros somos buenos , buenísimos . Un gran abrazo virtual LUISANTONIO
ResponderEliminarNada que objetar. Espero que tus palabras lleguen a esos gobiernos que presumen de lo que no son y que conocemos bien, a nuestro pesar...
EliminarUn abrazo
El fanatismo creo entender que avoca en los radicalismos (de izquierda y derecha), y se conduce a la búsqueda de identidades pre interesadas en el manejo de los resortes del poder… y al margen de la búsqueda del bienestar, equidad y justicia social, surge la paradoja del clientelismo exacerbado que sólo quiere medrar a costa de lo que sea… la alienación no debiera tener cabida en un sociedad de progreso, pero hay guetos que lo aclaman…
ResponderEliminarUn abrazo
A veces me pregunto por el uso inadecuado de la palabra progreso. En defensa de las llamadas identidades se han cometido muchos abusos. Tiemblo cuando veo a los que presumen de luchar por ellas...
EliminarUn abrazo
https://www.youtube.com/watch?v=juhFnXCNQMI
ResponderEliminarUn abrazo
Carl Sagan, defensor del llamado pensamiento escéptico, promotor de la búsqueda de inteligencias extraterrestres...
EliminarGracias por recordarlo. Sus palabras mueven a la reflexión de lo limitado que es nuestro mundo y del poco respeto que le profesamos.
Gracias por tus acertada aportación, amigo Krapp
Un abrazo
Ellos siempre están ahí. Cuando la democracia no funciona bien, resurgen. Hay que estar vigilantes siempre contra estas ideologías.
ResponderEliminarVigilantes y activos para que no acaben imponiéndose...
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