Ya
casi no recuerdo cuándo fue la última vez que recibí una felicitación de puño y
letra en el buzón. Cada vez escasean más las felicitaciones personales. El
copiar, pegar y enviar están de moda. ¿Falta de tiempo o de creatividad
personal? No sé qué pensarán los demás, pero a mí me hastía sobremanera todo lo
que suene a estereotipo. Pocos, cada vez menos, somos capaces de enviar una
felicitación de la propia cosecha. Confieso que yo tampoco doy ejemplo, pero
intento evitar, al menos, todo eso de reenviar lo recibido... Mensaje estándar
para emociones estándar. El verbo wasapear se impone. A esto se le comienza a llamar la "civilización
impersonal del siglo XXI". Una auténtica pena...
No he reenviado ni una felicitación, recibo relativamente pocas porque la gente que me conoce sabe que no me gustan. Pero es que soy rara, jajaja
ResponderEliminar"El tiempo no es sino la corriente en la que estoy pescando". Eso decía Henry David Thoreau. Tenía toda la razón. Pese a ello quiero desearte lo mejor para ti y los tuyos en el 2019, que mantengas esa lucidez y esa tranquilidad que te caracterizan, querido Luis Antonio.
Un abrazo!!
Ser "rara" hoy equivale a un piropo.
EliminarGracias por tus deseos. Intentaré hacerme merecedor de esas características que me atribuyes.
Un gran abrazo, estimada y admirada U-topia
Pues bien sencillo , yo no tengo Whats ni lo necestito
ResponderEliminarNo te quepa la menor duda de que no es imprescindible.
EliminarSaludos
Hasta el 2016 estuve enviando tarjetas de felicitación de Navidad y de año nuevo. Las diseñaba yo mismo, hacía el dibujo y redactaba el texto, mandaba unas doscientas cada año, me costaba una pasta, pero lo hacía con mucho gusto. Poco a poco me fui desanimando pues solamente me contestaba el 10% de los receptores, uno llegó a decirme que era un trasnochado y que con mis envios no hacía otra cosa que rechazar la modernidad que nos ofrecen las redes sociales y los medios de comunicación informáticos. Me lo pensé dos veces -no dos veces sino tres- y al final resolví que ya se habían acabado mis dibujitos y mis tarjetas. Ah, ahora todo es más fácil y más feo, es un descanso, sí, pero también estoy convencido de que algo se ha perdido.
ResponderEliminarAbrazos
Francesc Cornadó
Pues, al margen de que algunos sepan o no preciarlo, no tengo la menor duda de que tus dibujitos serán tremendamente personales. Que alguien no sepa apreciarlo dice poco en su favor. El adocenamiento está de moda. ¡Qué pena!
EliminarUn abrazo, Francesc
Apreciarlo (perdón)
EliminarEs muy loable lo de no perder las viejas costumbres pero la creatividad es cada vez menos personal y depende cada vez más de voluntades ajenas. Los mismos blogs no son más que continuaciones de las viejas páginas personales que existían antes, yo tenía una, pero ahora debidamente diseñadas con patrones preestablecidos de presentación. En aquellas, tenías libertad absoluta de diseño y de texto; en cambio en los blogs tienes que someterte a unas normas predefinidas.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto que hay limitaciones formales y modas, pero hay que intentar mantener un mínimo de singularidad personal ¿no?
EliminarEl tribalismo nos despersonaliza y aborrega...Mejor solos que mal acompañados.
Un abrazo
Es el signo de los tiempos...
ResponderEliminarFeliz 2019, que os traiga a ti y a los tuyos lo mejor de lo mejor...
Abrazo
Gracis, Impersonem.
EliminarSobre los tiempos que corren tampoco tengo mejor opinión.
Un abrazo y Feliz 2019
Yo prefiero no enviar nada de corta y pega, salvo que sea collage propio y artesano...
ResponderEliminar¡Feliz año, querido amigo!
¡Que cunda el ejemplo!
EliminarUna brazo y feliz año, admirado y estimado amigo
Pues yo perpetro una felicitación personal todos los años y la envío por correo electrónico, este año me he retrasado porque tengo mucho trabajo y cuando la envié, algunos me contestaron que ya la habían echado de menos y mi orgullo creció.....
ResponderEliminarSeguro que tenían motivos para echarla a faltar...Las felicitaciones personales son un lujo...
EliminarTe ruego que traduzcas o me veré obligado, cosa que no he hecho nunca, a eliminar tus comentarios...
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