viernes, febrero 03, 2012

LOS CICLOS DE LA VIDA



Al pintor Caspar David Friedrich, por el que siento una cierta debilidad, le encantaba reflejar los ciclos de la vida en sus lienzos. Otra constante que se da en su obra es la presencia de barcos, símbolos del nomadismo romántico. Yo, que he nacido en tierras áridas del interior, más de una vez he soñado con navegar sin rumbo en uno de esos veleros de decimonónicos...


En la imagen que encabeza esta entrada observamos a cinco personas que se hallan al borde del mar y que, dada su disparidad de edades,  representan distintas etapas del ciclo de la vida humana en su evolución física y moral. Sin duda se trata de una alegoría de la vida humana en su trayectoria o viaje vital... Atardecer. Tonel vacío incrustado en la arena, barca invertida que recuerda a un ataúd, aparejos de pesca... Las cinco figuras humanas podría ser  miembros de una misma familia. El que está de espaldas apoyado en el bastón, abrigado y con birrete, es el mayor y parece contemplar el horizonte. (Su actitud me recuerda al que contemplaba el abismo en mi anterior entrada sobre este mismo pintor) Luego, el hombre con chistera,  que hace un gesto al supuesto anciano, y una mujer junto a dos niños sentados sobre la arena que enarbolan una banderola. No se distingue la nacionalidad. La escena, aunque fuera del hogar, tiene algo de entrañable...


Más allá de estos personajes, cinco veleros de diferente calado y estructura parecen estáticos, pero también podrían estar aproximándose o alejándose de la costa... No sé.  Cinco etapas diferentes de un ciclo generacional frente a una escuadra de cinco buques diferentes. Curiosa correspondencia. ¿Qué nos querrá transmitir el autor? Echándole un poco de imaginación, aunque sea temeraria, muy bien podríamos interpretar que a cada ser humano le corresponde uno de esos veleros. Y los barcos, lo sabemos bien, se van y vuelven; huyen y retornan; van con norte o a la deriva... cuando no se hunden en las profundidades del mar.


Otra sensación que siento cuando contemplo este cuadro es que me veo entrometido ahí, junto a esas personas, en una posición más cercana al hombre del bastón que de  los demás, contemplado los barcos y sintiendo que algo se me va con ellos... Supongo que mi grado de confusión es palpable...

17 comentarios:

  1. Me ha gustado tu observación de las cinco etapas diferentes, yo digo el circulo de la vida de cada personaje, un velero que marca a cada personaje, como bien dices que es lo que el pintor quiere mostrar en esta buena pintura.
    Un abrazo

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  2. La verdad, interpretado por ti, el cuadro gana un montón.
    Aunque...cinco...dedos, sentidos...


    un abrazo

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  3. Muy buena tu interpretación. Tambien es posible que el autor de la obra, haya querido expresar que es un momento idoneo para que la pareja con los niños tomen otros rumbos. Aun tienen que seguir luchando por la vida, y por sacar a la prole hacia delante. La persona mayor ya tiene su vida hecha y no abandonará la tierra que le dío tanta felicidad, pues vemos que falta la mujer, la madre que yace bajo esa tierra que ya no tiene nada que ofrecer.
    Saludos

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  4. Creo que tu interpretación es,cuanto menos,la más próxima a lo que el pintor querría decir.
    Añado que se me ha ocurrido pensar algo parecido observándolo detenidamente en todos sus detalles, pero que tú, has despejado las dudas por completo.
    Yo siempre he sentido la necesidad de pensarme barca,ni tan siquiera barco,más bien una pequeña,sencilla y abocada a la mar al llegar al horizonte de su vida.
    Así que este cuadro me encanta y yo me identifico con la señora sentada con los niños,mientras su barco se aproxima-espero que lentamente,ja,ja,ja-
    Besos.

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  5. Creo que sin darte cuenta, estás navegando.
    Tus palabras se convierten en velero cuando quieres.
    Un abrazo, Luis Antonio.
    Alicia

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  6. Sí es una escena entrañable, pero a la vez inquietante. El ocaso, los barcos, todo es como fantasmagórico. La alegoría en sí de la pintura es, de hecho, fantasmagórica.

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  7. El contraste de colores me resulta acogedor.

    Los barcos no solo se hunden en las profundidades marinas, también en la misma orilla. Cualquier sitio es posible para naufragar.

    Muy intersante tu análisis.

    Besos.

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  8. Es curioso cómo observamos los cuadros en diferentes momentos de nuestra vida. Quizá de jóvenes nos creyéramos ajenos a la escena...

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  9. Inspirador, es un cuadro que comunica y dice mucho a nuestros sentidos.

    Saludos.

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  10. El crepúsculo en el mar siempre me produce tristeza, me ha pasado toda mi vida. Como con el otro cuadro de este pintor que nos pusiste, no se interpretar porque lo haría bajo mi punto de vista de tristeza. Un abrazo Lola

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  11. Frente al límite que impone el velo que flota entre el Universo y lo desconocido.

    La pintura me resulta inquietante. Y al contrario que en tu caso, no me siento identificada con ninguno de los personajes. Cuestión de percepción personal tal vez. Me siento más como quien observa desde la distancia. Una cosa extraña, chico.

    Un besete Luis Antonio, y gracias por traer estas cosas. A mí me gustan mucho.

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  12. A Mari-Pi-R:
    Este pintor romántico acostumbra a tocar el tema del paso del tiempo: las estaciones, los ciclos de la vida, etc. El lienzo también resulta un tanto enigmático, ¿no?
    Un abrazo

    A De cenizas:
    Gracias por tus palabras. El cinco, como bien señalas, también es un número mágico: “eran las 5 de la tarde”...
    Un abrazo

    A Isa Ramos:
    Las interpretaciones son libres. Lo peor de un cuadro es que no nos diga nada...Y el propósito del autor. ¿cuál será?
    Bienvenida a este espacio.
    Un cordial saludo, Isa

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  13. A Marinel:
    No tengo tan claro, como tú, que haya despejado las dudas por completo. Los cuadros de Friedrich encierran muchos enigmas. Con frecuencia el mismo autor se autorretrata generalmente de espaldas... Dicen los críticos.
    Si se aproximan dichos barcos hacia la playa corren peligro de varar... ¡Ojo!
    Un abrazo

    A Alicia Abatilli:
    Con frecuencia “navego” sin rumbo definido y así me va...
    Un abrazo, Alicia

    A Fermín Gámez:
    Coincido con tu apreciación, pero no me negarás que lo inquietante y fantasmagórico tienen su “encanto”...

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  14. A Angie:
    Estamos un tanto condicionados por el reciente incidente con el “Concordia”... El barco también simboliza la libertad y alimenta los sueños. Entre otras cosas...
    Besos, Angie

    A Pedro Ojeda Escudero:
    De joven yo me habría fijado en los barcos, pero no en la huella que deja el transcurrir del tiempo en las personas...

    A Jorge Ampuero:
    Gracias por tu comentario y por tu visita.
    Un cordial saludo

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  15. A Lola:
    La interpretación bajo el manto de la tristeza es tan legítima – y no te falta fundamento – como cualquier otra.
    Un abrazo. Lola

    A V (Veróica):
    Yo no me identifico con ningún personaje pero, dado el ciclo vital en que me hallo, me encuentro más cerca de la persona mayor que de los jóvenes... A tu edad me pasaría lo mismo que a ti, aunque siempre me han fascinado los barcos veleros...
    Gracias por tus palabras
    Un fuerte abrazo, Vero

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  16. En cualquier cuadro mi mirada se recrea más en la atmósfera que en los motivos iconográficos concretos aunque tu visión del tema puede ser la más acertada. La atmósfera está en la onda romántica de Friedrich, esos paisajes de amanecer y atardecer como en cualquier otro paisaje romántico reflejan sensaciones emocionales poderosas y que intentan transmitir al individuo que las contempla imágenes que le perturben o inquieten.
    Es lógico que te identifiques con el personaje del bastón es con el que se identifica el pintor y con el que quiere que se identifiquen los espectadores por eso lo pone en primer plano y de espaldas.

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  17. Al Dr. Krapp:

    Faltaba añadir a los comentarios el que tú haces: la referencia a la atmósfera. Creo que ésta se manifiesta muy condicionada por la mirada que surge del interior del creador. El atardecer de este lienzo refleja el estado subjetivo del pintor. Esta característica es uno de los rasgos, como bien sabes, de la identidad romántica.

    Sin embargo mi identificación con el personaje se debe más a la aproximación generacional que al misterio que se desprende de él...

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